terça-feira, 31 de março de 2009

E por falar em cantos em latim...


Venha participar da nossa
Schola Cantorum Gregoriana!


Os ensaios são todas as sextas às 19hs no
Salão da Paróquia São João Batista do
Tauape em Fortaleza.

Cantamos todos os Domingos nas
Santas Missas na
Forma Extraordinária do Rito Romano
às 10:30hs também na
Paróquia São João Batista do Tauape na
Rua Capitão Gustavo, 3940.

Cor Mariae Immaculatum, ora pro nobis!

¿Por qué cantos en latín?

"Nuestra unidad en el canto es una magnífica expresión de lo que significa ser católico, de lo que es ampliar nuestro pensamiento y nuestra vida más allá de los límites del tiempo y del espacio".

Tomamos de La Buhardilla la traducción de un artículo de Jeffrey Tucker sobre el latín y la música popular católica, publicado en The New Liturgical Movement.

Parte de nuestra ambición como ‘schola’ es hacer regresar a la vida de los católicos los himnos populares de todas las épocas. Por eso, este año hicimos el esfuerzo de cantar la antífona mariana para la Cuaresma – Ave Regina Caelorum – cada semana, después de la Comunión. La hemos puesto en el programa cada semana y la hemos cantado sin faltar. Hoy, en la quinta semana, el pueblo se unió al canto como si le fuera propio. Ahora es parte de su experiencia de la fe.

Es probable que algunos hayan tenido en mente la canción en la comida o al hacer deportes por la tarde. Tal vez algunos la cantarán en sus mentes antes de ir a dormir a la noche y quizá la recordarán también por la mañana.

Esto no era así solo unas semanas atrás, cuando prácticamente nadie en la parroquia conocía esta canción. Ahora es una realidad viva en sus vidas y la han agregado al depósito intelectual y estético de su comprensión de lo que constituye la marca de la fe católica. Esta canción se suma a mil otros signos – desde el agua bendita hasta las cuentas del Rosario – de lo que significa ser católico.

Personalmente, esto me es muy satisfactorio. Por supuesto, es sólo un canto. El Libro de Canto parroquial incluye 70 de estos. Hay centenas más que calificarían como música popular. Ojalá todos las conociéramos de memoria.

Entonces empecé a pensar el “por qué”. Después de todo, no se trata de “música ritual”, en el sentido de ser textos de la Misa. Estos himnos no son “propios”, ni partes de los cantos ordinarios de la Misa. Son himnos, y tienen vida propia fuera de los libros litúrgicos. En la Misa, se usan en los momentos en que el ritual se detiene, y estamos experimentando un período de contemplación.

Actualmente, tendemos a considerar a estos cantos como una música de alto calibre, característico de una “celebración solemne”, pero en realidad esto no es históricamente correcto. Esta música ha de ser considerada como la verdadera música popular católica. Tiene sus orígenes en la piedad, enraizados en la expresión popular de nuestra fe, cantados por todos los católicos de todos los tiempos, y su presencia continua durante mil años y más – con algunos de estos cantos pertenecientes al período patrístico – habla de su calidad musical y de su calidad como verdadera expresión del sentido de la fe.

Estas cortas melodías tienen una capacidad especial para unir a las personas en el canto, tema que puede sonar como un cliché hasta que consideramos qué es precisamente lo que los católicos quieren decir con la palabra “unir”. No es una unidad del tipo trivial, perteneciente solamente a aquellos que están presentes en el momento. Raramente se logra ese tipo de unidad en el ambiente parroquial, dada la tendencia natural de los católicos a evitar ser encerrados en actividades grupales. Además, hay que contar con que una cuarta parte de la congregación se resistirá consistentemente a cantar, sin importar cuán convincente sea el cantor o cuán familiar sea el canto.

Por unidad, entonces, queremos significar lo que está unido más allá de las líneas geográficas y nacionales e incluso a través del tiempo, extendiéndose por generaciones y generaciones. Nuestras voces se unen con gente que no conocemos y que no podríamos conocer. Ésta es una forma mística de unidad que prescinde del espacio físico que experimentamos con nuestros sentidos. Sólo podemos imaginarnos a la gente que mil años atrás cantaba estas mismas melodías con las mismas palabras en la misma Misa durante el mismo tiempo litúrgico. No sabemos y no podemos imaginarnos cómo eran sus vidas, qué ropa usaban, qué comían, cómo pensaban y hablaban, cuáles eran sus pruebas y sus problemas, sus gozos y sus temores; pero podemos, después de todo, cantar los mismos cantos que ellos cantaron. Así, nuestra unidad en el canto es una magnífica expresión de lo que significa ser católico, de lo que es ensanchar nuestro pensamiento y nuestra vida más allá de los límites del tiempo y del espacio.

Entonces podemos comprender la importancia del latín. Las melodías están hechas de forma que se acomoden al texto y lo expresen lo más hermosamente posible. Adaptarlas a otro idioma es posible pero esto las despoja de un importante aspecto de unidad, y el canto se convierte en uno diferente, con reminiscencias del original pero no la cosa real. Además, la música es una gran camino para que los católicos post-conciliares superen sus fobias ante el latín.

Pero debemos ir más lejos y preguntar por qué debiera importar que un grupo particular de católicos llegue a conocer un grupo particular de himnos. Es posible que ellos los enseñen a sus hijos, y que el canto viva y se difunda, y entonces habremos hecho una contribución a la continuidad histórica. Pero quizá no lo enseñen a otros. Puede ser que se muden a otra ciudad, o que olviden el canto después de la Cuaresma, y eventualmente, claro está, todos moriremos y nuestra capacidad de transmitir estas canciones morirá con nosotros.

Entonces, ¿por qué hacerlo? Es una cuestión de obligación que todos tenemos de ayudar a hacer la fe tan bella como podamos, en nuestro tiempo y espacio, en la medida en que podamos. Cantamos estos cantos por la misma razón por la que plantamos flores en nuestros jardines y en las jardineras de las ventanas. Las flores, como los cantos, viven sólo por un breve tiempo. Al final se mueren, y si uno no se ocupa, la tierra vuelve a su estado natural, sin flores ni belleza.

¿Por qué plantamos, entonces? Porque la belleza provoca en nosotros un cierto idealismo que mejora el mundo en el que vivimos y nos da un vislumbre de algo glorioso y eterno. Aprendemos de las flores que podemos hacer una contribución a mejorar nuestro mundo, y las flores contribuyen a mejorarnos como personas, dándonos una perspectiva y una imagen más clara de que lo que parece imposible, de hecho es posible. Plantarlas es una forma de entrar en el esfuerzo continuado, hecho por cada generación, de traer color y luminosidad al valle de lágrimas en el que vivimos.

Me gusta pensar sobre el trabajo de un músico en la Iglesia como en la entrada en una corriente de agua que comenzó a brotar al comienzo de la Vida de Cristo. Esta corriente crece y crece con el tiempo, y en ocasiones se frena, pero continúa existiendo y moviéndose solamente hacia delante. Pasamos muy pocos años sobre esta tierra, pero tenemos la oportunidad de formar parte de esta corriente de música, y de hacer una contribución en la transmisión desde el pasado hacia el futuro.

Cuando cantamos estos cantos, nuestras voces se hacen parte de esta agua y de su continuo movimiento. Al hacer esto, los músicos le damos a nuestras vidas un significado que va más allá del tiempo. Tenemos parte en el gran esfuerzo de teñir el mundo con el arte cristiano, un arte que señala a la grandiosa verdad que buscamos y que da sentido a nuestras vidas.

Para escuchar el himno Ave Regina Caelorum

Fuente: The New Liturgical Movement
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

segunda-feira, 30 de março de 2009

Aborto e Semana Santa


O que tem a ver o aborto com a Semana Santa?

A resposta a esta pergunta requer a matização de um “depende”... Se por Semana Santa entendemos algumas encenações de rua de interesse turístico nacional, então, certamente não tem nada a ver. Porém, se a Semana Santa é a memória viva da Morte e Ressurreição de Jesus Cristo, então, não o duvidemos, é absolutamente impossível separá-los. O aborto está intimamente unido à Paixão de Cristo, da mesma maneira que lhe estão unidos a guerra, a fome e tantas outras injustiças, consequência de nosso pecado, por cuja redenção Jesus Cristo entregou sua vida na Cruz.

Aos que afirmaram que não há conexão entre o aborto e esta festividade religiosa, lhes aconselharia a leitura de um livro que nos marcou a muitos em nossa juventude, com um título bem significativo: “Dios llora en la Tierra”.


Ainda que doa, a liberdade “liberta”

Jesus nos ensinou que a “verdade nos torna livres” (cf. Jo 8,32); mas enquanto não chega este momento, incomoda bastante! Nós o pudemos comprovar a propósito da campanha da Conferência Episcopal Espanhola em defesa da vida.

O lince está dando muito que falar, e confiemos que também nos ajude a “reconsiderar”. O certo é que existem verdades inquestionáveis: um ovo de águia tem mais proteção jurídica na Espanha que um ser humano no seio de sua mãe. Não se trata de uma afirmação agressiva e belicista, como alguns pretendem apresentar, mas uma simples constatação da realidade.

A comparação entre o animal e o ser humano não “desmerece o lince” – como afirma algum político, no cúmulo do despropósito – senão que, em todo caso, enaltece a causa ecologista. O incrível é que tenhamos que recorrer ao lince para dignificar o ser humano. No fundo, estamos diante de uma constatação de que quando nossa cultura dá as costas a Deus, o homem é destronado de sua condição de “rei da criação”, até o ponto de ser rebaixado à condição de escravo.


A mulher, santuário da vida

Penso sinceramente que a Igreja está fazendo o que Deus espera dela neste momento chave da história: desgastar seu prestígio e suas energias na defesa da vida dos mais inocentes. A cultura da morte pretende distorcer a realidade, contrapondo a defesa da vida do filho ao suposto direito da mulher a uma “maternidade a la carte”. O certo é que defender o filho é defender a mãe.

Ao dizer isto não estou pensando exclusivamente nas feridas traumáticas que se manifestam na “Síndrome pós-aborto”... Os males derivados do aborto para a mulher são muitos e devastadores:

Como se pode falar de aborto como um direito da mulher de “decidir em liberdade”, quando sabemos de sobra que atrás da maioria das interrupções violentas da gravidez se esconde a pressão e a chantagem do homem? Como se pode reivindicar o aborto no contexto da promoção da mulher, quando em numerosos países se está produzindo um grave desequilíbrio entre a população masculina e feminina, por motivo do recurso ao aborto para a seleção do sexo? O caso da China é paradigmático: para cada 119 meninos, nascem somente 100 meninas. Calcula-se que no ano 2020 haverá nesse país 300 milhões a mais de homens que de mulheres.

A reivindicação do feminismo radical, que associou a promoção da mulher à libertação de sua maternidade, resultou em ser seu próprio túmulo. Pelo contrário, uma das dimensões que mais dignifica a mulher é sua condição de “santuário da vida”.


O sacrifício do inocente

Se queremos viver verdadeira e intensamente nossa Semana Santa, não podemos nos esquecer da ação de graças pelo dom da vida; da chamada à responsabilidade em seu cuidado; nem tampouco da denúncia profética diante do sacrifício dos inocentes. Também Jesus Cristo foi o “inocente” sobre o qual lançamos as culpas dos pecadores. O diálogo do bom ladrão com seu companheiro de suplício é bem significativo: “Nem sequer temes a Deus, tu que sofres a mesma condenação? E nós com razão, porque o merecemos; ele, porém, nada de mau fez” (Lc 23,41).

O certo é que, enquanto discutimos, o aborto chegou a ser a primeira causa de mortalidade na Espanha. Em toda nossa longa história, se excluímos a peste negra na Idade Média, nenhuma guerra, enfermidade ou catástrofe, eliminou tantas vidas humanas. O que está em jogo é algo tão básico, como nossa capacidade de nos comover pela sina do inocente. É questão de humanidade, de solidariedade e de misericórdia!

Dom José Ignacio Munilla

Bispo de Palencia

Fonte: Religion en liberdad

Tradução: Oblatus



Leya también:


La "Marcha por la Vida" concluyó a primera hora de ayer por la tarde en la madrileña plaza de Neptuno con una fiesta en la que los manifestantes, principalmente familias, expresaron su oposición a la reforma de la ley del aborto. La concentración, que según los organizadores ha sido secundada por medio millón de personas, ha terminado con la lectura de un manifiesto por parte de la portavoz de la plataforma Derecho a Vivir, Gádor Joya. Ni la Delegación del Gobierno en Madrid ni la Policía Municipal han ofrecido datos sobre el número de participantes.

sexta-feira, 27 de março de 2009

REPRESENTANTE VATICANO: COMUNIDADE CRISTÃ É A MAIS DISCRIMINADA NO MUNDO


Genebra, 27 mar (RV) - O Conselho da ONU para os direitos humanos aprovou nesta quinta-feira, dia 26, em Genebra, na Suíça – com uma estreita maioria de 23 votos a favor, 11 contrários e 13 abstenções – uma controversa resolução sobre a difamação das religiões. A mesma foi apresentada pelo Paquistão em nome dos Países da Organização da Conferência Islâmica.

O texto da resolução expressa "profunda preocupação" pela freqüente difamação das religiões. Todavia, o documento cita somente o Islamismo.

A Santa Sé posicionou-se contra a resolução, por considerar a liberdade de expressão estreitamente ligada à liberdade religiosa, como nos explica o observador permanente da Santa Sé no escritório da ONU em Genebra, Dom Silvano Maria Tomasi, entrevistado pela Rádio Vaticano:

Dom Silvano Maria Tomasi:- "Se se começa a abrir a porta a um conceito de difamação que se aplica às idéias, de certo modo, o Estado começa a decidir quando uma religião é difamada ou não, e isso acaba atingindo a liberdade religiosa. Por exemplo, o reconhecimento jurídico do conceito abstrato de difamação da religião pode ser utilizado para justificar as leis contra a blasfêmia, que sabemos muito bem como em alguns Estados são utilizadas para atacar minorias religiosas, inclusive de modo violento. O desafio é o de encontrar um equilíbrio sadio, que una a própria liberdade ao respeito pelos sentimentos dos outros; e o caminho para alcançar esse objetivo é o de aceitar os princípios fundamentais da liberdade, que estão inscritos nos tratados internacionais."

P. Em seu pronunciamento feito à Comissão, o senhor denunciou o aumento da intolerância religiosa no mundo, em particular contra as minorias cristãs...

Dom Silvano Maria Tomasi:- "Se olharmos a situação mundial, veremos que, de fato, os cristãos – como várias fontes estão documentando – são o grupo religioso mais discriminado. Fala-se de 200 milhões de cristãos, de uma confissão ou de outra, que se encontram em situações de dificuldade, porque existem estruturas legais ou culturas públicas que levam, de algum modo, a uma certa discriminação contra os cristãos. Esse é um dado do qual não se fala muito, embora seja real, basta pensar nos episódios de violência registrados nos últimos meses em vários contextos políticos sociais."

P. Ademais, o senhor ressaltou que os cristãos são submetidos a discriminações também em alguns países onde são maioria, e onde estão sendo incrementadas novas políticas que buscam reduzir o papel da religião na vida pública...

Dom Silvano Maria Tomasi:- "Existem situações particulares que levam a uma certa marginalização daqueles que realmente acreditam e vivem a sua fé cristã. Existem posicionamentos – até mesmo declarações públicas de parlamentares – que atacam esse ou aquele aspecto da fé cristã, e isso tende a colocar os cristãos à margem da sociedade e a excluir a contribuição de seus valores à sociedade." (RL)

Ferrara: Vogliono abbattere Papa Ratzinger


Giuliano Ferrara

Per capire di dove arrivi l’assedio ostile a Benedetto XVI, lasciato solo o aggredito per aver detto cose molto ragionevoli sull’Islam a Ratisbona o sul preservativo in viaggio per l’Africa, basta un po’ di storia. Giovanni XXIII fu percepito dal mondo, a cavallo tra la fine degli anni 50 e l’inizio dei 60, come una rottura e una crescita spirituale, e lo era [a rispetto dell'interpretazione del Concilio non come rottura, come vogliono alguni progressisti e tradizionalisti, ma a partite di un'ermeneutica della continuità come lo difende Benedetto XVI vedere il suo tremendo discorso ai membri della Curia del 22 dicembre 2005]. La Chiesa dei papi Pii, fino a Pio XII morto nel 1958, aveva pur fatto grandi cose e moderne, dalla Radio vaticana inaugurata da Pio XI all’enciclica scritta da Agostino Bea (sotto il successore) con cui fu accettato il metodo storico critico nella lettura della Bibbia; ma per l’essenziale la Chiesa si era consapevolmente e comprensibilmente intrappolata nella crisi modernista di fine Ottocento e degli inizi del secolo Ventesimo, quel che emergeva alla luce era il suo conflitto con il mondo dell’esperienza, della storia, del dinamismo sociale e culturale scagliato contro i dogmi e certe idee perenni custodite nel patrimonio di fede (la tradizione).

Giovanni, Papa buono, fu dunque accettato con tratti di mito e di lirismo leggendario, e la sua scelta di convocare un concilio di aggiornamento e di chiusura di certi vecchi conti tra Chiesa e umanità, con la luna sentimentale che rispondeva al Papa e lo induceva a mandare una carezza ai bambini, con l’apertura alle ansie e all’agenda del tempo moderno, fu salutata come un atto profetico che incuteva rispetto a tutti.

Ma da Paolo VI in avanti tutti i papi sono stati combattuti con veemenza, con acrimoniosità, con una tendenza al rassemblement conformistico sotto le bandiere di un’ideologia secolarista sempre vigile contro i progetti di restaurazione.

Con differenze di contesto storico decisive. Giovanni Battista Montini ebbe qualche momento di tregua perché era un papa conciliare, era l’erede di Giovanni, era il Papa dell’apertura a sinistra, un seguace teologico dell’umanesimo di Jacques Maritain, innovatore del pensiero cristiano del Novecento. Ma poi, a concilio chiuso e nella grande ventata di anarchia che percorse il “popolo di Dio”, Paolo VI si azzardò a scomunicare la pillola e la contraccezione, si mise contro lo spirito di banalizzazione libertina del sesso e dell’eros che si era aperto un varco nella secolarizzazione, e furono anni tormentati di isolamento e di durezze, fino alla morte nel 1978.

Il successore Giovanni Paolo II, eletto dopo il breve regno di Albino Luciani, fu accolto come “meritava” e dunque male, malissimo: da polacco, da anticomunista, da conservatore teologico e filosofico quale era. Però tre anni dopo l’elezione un turco armato dai comunisti bulgari e sovietici tentò di ammazzarlo scatenando emozione universale, il Papa fu identificato con la grande rivoluzione di libertà degli anni Ottanta, contro il comunismo da Danzica a Mosca, al Muro di Berlino, e quella sua forza profetica, insieme con la salute del corpo, la capacità apostolica in ogni itinerario del mondo, la lontananza assoluta dai giochi di curia, fino all’abbandono a se stessi dei vecchi apparati, tutto questo diede a Giovanni Paolo II un lasciapassare speciale, una forza d’urto cui nulla poteva resistere. La malattia, il calvario simbolico che dovette affrontare, sacralizzarono la sua grande popolarità e la trasversalità del suo magistero.

Contro Joseph Ratzinger, naturale prolungamento e anima teologica di Giovanni Paolo II, gioca un fondale della storia assai diverso e, quasi per contrappasso e ritorsione verso un quarto di secolo in cui il mondo ha subito il Papa, la grande voglia di far subire al Papa la dittatura ideale del mondo postmoderno e del suo relativismo etico.

Fonte: Panorama

quinta-feira, 26 de março de 2009

"Ils sont fous ces romains"


Encontramos em La Cigüeña, no post sob o título "Ils sont fous ces romains" (acompanhado da devida tradução espanhola ou “castillana” como queiram) um texto que publicamos anteriormente na sua versão ampliada italiana com o título: “Una nuova tempesta mediatica contro il Papa”.

Tal escrito seria cômico, se não fosse a tragicidade do fato de que espelha uma triste, planejada e articulada realidade...

Eis o original francês:

A son retour à Rome, par une belle après-midi ensoleillée, le Pape aurait confié à une journaliste : "Il fait beau aujourd'hui !"

Ces propos ont aussitôt soulevé dans le monde entier une immense émotion et alimentent une polémique qui ne cesse de grandir.

Quelques réactions :

Le maire de Bordeaux : "Alors même que le pape prononçait ces paroles, il pleuvait à verse sur Bordeaux ! Cette contre-vérité, proche du négationnisme, montre que le pape vit dans un état d'autisme total. Cela ruine définitivement, s'il en était encore besoin, le dogme de l'infaillibilité pontificale !"

Le Grand Rabbin de France : "Comment peut-on encore prétendre qu'il fait beau après la Shoah ?"

Le titulaire de la chaire d'astronomie au Collège de France : "En affirmant sans nuances et sans preuves objectives indiscutables qu"il fait beau aujourd'hui", le pape témoigne du mépris bien connu de l'Église pour la Science qui combat ses dogmes depuis toujours. Quoi de plus subjectif et de plus relatif que cette notion de "beau" ? Sur quelles expérimentations indiscutables s'appuie-t-elle ? Les météorologues et les spécialistes de la question n'ont pas réussi à se mettre d'accord à ce sujet lors du dernier Colloque International de Caracas. Et Benoît XVI, ex cathedra, voudrait trancher, avec quelle arrogance ! Verra-t-on bientôt s'allumer des bûchers pour tous ceux qui n¹admettent pas sans réserve ce nouveau décret ?"

L'Association des Victimes du Réchauffement Planétaire : "Comment ne pas voir dans cette déclaration provocatrice une insulte pour toutes les victimes passées, présentes et à venir, des caprices du climat, inondations, tsunamis, sécheresse ? Cet acquiescement au "temps qu¹il fait" montre clairement la complicité de l'Église avec ces phénomènes destructeurs de l'humanité, il ne peut qu'encourager ceux qui participent au réchauffement de la planète, puisqu'ils pourront désormais se prévaloir de la caution du Vatican."

Le Conseil Représentatif des Associations Noires : "Le pape semble oublier que pendant qu'il fait soleil à Rome, toute une partie de la planète est plongée dans l'obscurité. C'est là un signe intolérable de mépris pour la moitié noire de l'humanité!"

L¹Association féministe Les Louves : "Pourquoi "il" fait beau et pas "elle" ? Le pape, une fois de plus s'en prend à la légitime cause des femmes et montre son attachement aux principes les plus rétrogrades. En 2009, il en est encore là, c¹est affligeant !"

La Ligue des Droits de l'Homme : "Ce type de déclaration ne peut que blesser profondément toutes les personnes qui portent sur la réalité un regard différent de celui du pape. Nous pensons en particuliers aux personnes hospitalisées, emprisonnées, dont l'horizon se limite à quatre murs ; et aussi à toutes les victimes de maladies rares qui ne peuvent percevoir par leurs sens l'état de la situation atmosphérique. Il y a là, sans conteste, une volonté de discrimination entre le "beau", tel qu'il devrait être perçu par tous, et ceux qui ressentent les choses autrement. Nous allons sans plus tarder attaquer le pape en justice."

A Rome, certains membres de la Curie ont bien tenté d'atténuer les propos du pape, prétextant son grand âge et le fait qu'il ait pu être mal compris, mais sans succès jusqu'à présent.

JOVENS AFRICANOS APÓIAM BENTO XVI


Cidade do Vaticano, 26 mar (RV) - O encontro está marcado para o próximo domingo na Praça São Pedro às 11h30. A convocação da iniciativa foi feita pelos estudantes africanos presentes em Roma que, reunidos num comitê, dão vida a uma manifestação de solidariedade ao Papa Bento XVI. “Não à instrumentalização da mensagem do Papa para a África – lê-se num comunicado – não às especulações, não a quem deseja fazer da África um dos principais mercados de distribuição de preservativos, sim às curas eficazes para a Aids na África, e sim à educação.”

Os estudantes pretendem agradecer ao Santo Padre “pela lúcida e precisa análise social, cultural, espiritual, ambiental e econômica que ele fez sobre a África indiciando que são precisamente os africanos os artífices e os protagonistas do seu futuro”.

Além do mais dirigindo-se à comunidade internacional, os jovens indicam as prioridades absolutas para a África: alimento, água, energia, tratamento médico, renda estável para as famílias e também “um sistema comercial que facilite a exportação de produtos africanos e não somente a exportação das matérias-primas, valorizando assim as próprias riquezas e não a exploração dos recursos”. (SP)

Contro Roma: quei “piccoli Vaticani” che criticano il Vaticano


La difesa del Papa mossa l’altro ieri dal cardinale Angelo Bagnasco è piaciuta parecchio ai fedelissimi di Benedetto XVI. Anche se, dice al Riformista un porporato vicino al Pontefice, Ratzinger è ben capace di tenere diritto il timone della Chiesa. E ne è capace nonostante le critiche esterne e, soprattutto, interne. Lo dimostrerà di qui a luglio, pubblicando l’enciclica sociale che pare abbia la data del 19 marzo, festa di San Giuseppe, e smuovendo un po’ gli organismi di governo della sua curia. Cambieranno gli oltre 75enni cardinali Renato Raffaele Martino, Javier Lozano Barragan, Walter Kasper, l’ottantenne presidente dell’Ufficio del lavoro Francesco Marchisano, l’84enne Andrea Cordero Lanza di Montezemolo e il 77enne James Francis Stafford. Anche i quasi 75enni Franc Rodé e Claudio Hummes lasceranno, mentre rimarrà al proprio posto il segretario di Stato Tarciso Bertone. Quanto al capo dei vescovi, il 75enne Giovanni Battista Re, pare continui il suo lavoro per tutto il 2009. Padre Federico Lombardi, capace direttore della sala stampa, ma ingolfato dai troppi incarichi, dopo il viaggio in Terra Santa dovrebbe lasciare. Mentre per le seconde file della segretaria di Stato si attende un non facile discernimento da parte dello stesso Pontefice. Anche qui, però, vi sono date o svolte di carriera che dovranno trovare soluzione.

Ratzinger, dunque, sa come gestire i dissidi, quelli esterni e quelli interni alla Chiesa. Perché di questo si tratta: oltre agli attacchi sul caso Williamson, e quelli delle cancellerie di mezza Europa a seguito delle parole dedicate ai «preservativi» (ancora ieri Parigi ha confermato tutte le critiche esposte una settimana fa), ci sono le intemperanze interne, quelle dei vescovi dei vari Paesi europei, particolarmente violente non soltanto sulla questione lefebvriana ma anche su alcune nomine mal digerite da quei presuli che, nei vari Paesi del mondo, hanno particolare potere all’interno delle proprie conferenze episcopali.

Molti di questi vescovi accusano Ratzinger di non sapersi spiegare. Ma dimenticano chi è Joseph Ratzinger: un Papa colto, anzi coltissimo, e pio. In pochi sanno capire la contemporaneità come lui. Il suo dire è razionale, tipico della logica e della metafisica. Offre sempre delle risposte razionali ai problemi e, per questo, non può che prescindere dalle reazioni emotive che nel mondo queste suscitano. Il mondo, spesso impregnato di irrazionalità soprattutto quando si definisce “razionalista”, fatica a comprenderlo perché ha una reazione emotiva, e spesso, all’emotività non sa andare oltre, così come si ferma su casi particolari e non va all’universale.

Anche nella Chiesa c’è chi non comprende questo tratto dell’attuale Pontefice. Accanto a tanti vescovi a lui fedeli ve ne sono alcuni in una posizione avversa, e questi, seppure in minoranza, sovente hanno l’amplificatore dei potentati che perseguono i propri disegni. Non si tratta di vere e proprie faide. Quanto di una malattia che dal Vaticano II in poi ha assunto la sostanza della cronicità, un’infezione non proveniente dal Concilio ma dal “paraconcilio”: una malattia di lunga data.

Dai lavori conciliari in poi si è diffusa un’anti-romanità difficilmente arginabile. Il bersaglio, dunque, non è anzitutto Ratzinger. Ma Roma e la sua primazialità. Il nemico è una concezione del governo della Chiesa che in Roma, al posto di una guida sicura, ha visto semplicemente un coordinamento di fondo in grado soltanto di garantire una generalizzata unità. È stata una scorretta esegesi del Concilio a volere che crescessero senza misura le dimensioni delle diverse conferenze episcopali: quelle stesse conferenze che Ratzinger, in un’intervista del 1985, aveva negato avessero una base teologica. Ufficio dopo ufficio, struttura dopo struttura, nel mondo si sono creati dei piccoli Vaticani regionali che si sono sempre più allontanati dalla costituzione gerarchica della Chiesa, ovvero da quella concezione del governo che prevede che ogni vescovo abbia una responsabilità personale sui propri fedeli in un quadro di «comunione organica». Le conferenze hanno valorizzato sé stesse, il proprio potere interno e non, appunto, quella «comunione organica» tanto cara ai testi del Concilio.

Le conferenze, molto spesso, in nome di una fantomatica democraticità di governo peraltro mai verificata, hanno finito per opporsi a Roma andando a valorizzare quelle personalità che, al proprio interno, più avevano carisma sui media e nell’opinione pubblica. Quei vescovi che hanno avuto più presa sui giornali, sulle tv, che hanno voluto impostare il proprio incarico più sulle pubbliche conferenze in giro per il mondo che sulla cura della anime presenti nella propria diocesi, quei vescovi “itineranti” più che residenziali, hanno preso sempre più autorità all’interno dell’episcopato del proprio Paese divenendo, senza mai dirlo esplicitamente, una sorta di contropotere forte al Papa e al governo stesso di Roma.

Si tratta di enormi sovrastrutture che, talvolta, opprimono i singoli successori degli apostoli che, invece, proprio nel Papa, trovano la garanzia della loro libertà. Un contro-potere difficile da gestire, come i recenti casi delle intemperanze verificatesi contro il Papa da parte delle conferenze episcopali tedesche e austriache hanno ben dimostrato. Il cardinale Karl Lehmann ha pubblicamente attaccato Benedetto XVI per la revoca della scomunica ai lefebvriani mentre la nomina di Gerhard Wagner quale vescovo ausiliare di Linz è stata apertamente respinta con disprezzo da tutta la conferenza episcopale austriaca, e ora si capisce, come testimoniano vari siti web, che coloro che hanno rimescolato le carte per ottenere la revoca della nomina erano dei sacerdoti che vivono attualmente in stato di concubinato. Tutto è emerso anche dalle pagine dei quotidiani austriaci: ma se si intervistassero oggi i responsabili dei singoli vertici delle conferenze episcopali, questi direbbero d’essere in perfetta comunione con il Papa.

I fautori dell’ermeneutica della rottura del Vaticano II sono un’onda ancora oggi ben organizzata. Ratzinger lo sa e per questo il primo discorso d’importanza capitale del suo pontificato, quello del 22 dicembre 2005, fu diretto a loro: l’ermeneutica della rottura è sbagliata, spiegò Benedetto XVI. Ma è una battaglia atavica: già Giovanni XXIII, suo malgrado, venne descritto dai fautori dell’ermeneutica della rottura come il Pontefice della fine della Chiesa monarchica. Ci provarono anche con Paolo VI, salvo poi ricredersi a motivo dell’uscita dell’“Humanae Vitae”, l’enciclica che per i suoi contenuti per nulla accondiscendenti verso le istanze della mondanità, segnò l’inizio della seconda fase del pontificato montiniano, quella della sofferenza per le ingiurie e le calunnie subite. Anche Wojtyla, forse più di Ratzinger, venne contestato apertamente per le posizioni prese su sesso, amore, aborto, matrimonio. Dalla “Redemptor Hominis” in poi, divenne il Pontefice di una visione troppo polacca della Chiesa, troppo poco “cattolica”. Ma le contestazioni non lo hanno mai piegato. Né piegheranno Ratzinger il quale, senz’altro, non si farà vincere dall’emotività. E alle personalità francesi che su Le Monde hanno pubblicato una lettera aperta chiedendogli di tornare sulle sue dichiarazioni a proposito dei preservativi e dell’Aids, non risponderà certo con una ritrattazione.

Una nuova tempesta mediatica contro il Papa

Di ritorno dall’Africa, appena atterrato a Roma in un pomeriggio soleggiato, il Papa avrebbe esclamato con i giornalisti: “Che bel tempo, oggi!”.

Questa frase imprudente ha sollevato nel mondo emozione e perplessità e sta alimentando una polemica crescente. Riportiamo alcune delle reazioni più significative.

L’arcivescovo di Salisburgo: “Ribadiamo la piena fedeltà della Chiesa austriaca al Pontefice e ci stringiamo a lui. Ma è spontaneo chiedersi se per caso egli non voglia far regredire la Chiesa ad una setta animista di adoratori del sole. Dopo tale frase, il numero di persone che chiedono la cancellazione dai registri fiscali per il sostegno alla Chiesa cattolica è considerevolmente aumentato”

Alain Juppé, ex primo ministro francese e ora sindaco di Bordeaux: “Nell’istante in cui il papa pronunziava queste parole, a Bordeaux pioveva a catinelle. Questa contro-verità, prossima al negazionismo, mostra che il papa vive in uno stato di totale autismo. Questo distrugge, se ve n’era ancora bisogno, il dogma dell’infallibilità pontificale".

Il Rabbino-Capo di Roma: “Come si può ancora pretendere che faccia bello dopo la Shoah? Solo il giorno in cui si deciderà a farmi visita alla Sinagoga di Roma allora, forse, potremo insieme verificare come sarà il tempo”

Margherita Hack, astronoma e astrofisica: “Affermando senza mezzi termini e senza prove obbiettive indiscutibili “che bel tempo oggi”, il papa dimostra il disprezzo ben noto della Chiesa per la Scienza, che combatte il dogmatismo da sempre. Che cosa c’è di più soggettivo e di più relativo di questa nozione di “bello”? Su quali prove sperimentali indiscutibili si appoggia? I meteorologi e gli specialisti della materia non sono giunti a mettersi d’accordo sul punto nell’ultimo Colloquio Internazionale a Caracas. E ora Benedetto XVI, ex cathedra, pretende decidere lui con tale arroganza. Si vedranno presto accendere roghi per tutti quelli che non concordano interamente con la nozione papalina di bello e cattivo tempo?”

L’Associazione delle Vittime del Riscaldamento Globale: “Come non vedere in questa dichiarazione provocatoria un insulto per tutte le vittime passate, presenti e future dei capricci del clima, delle inondazioni, degli tsunami, della siccità? Questa acquiescenza al “tempo che fa” mostra chiaramente la complicità della Chiesa con questi fenomeni distruttori, nei quali pretende vedere disegni “provvidenziali” di un Dio vendicatore e punitivo. E, quel che è peggio, simile attitudine non fa che incoraggiare coloro che causano il riscaldamento del pianeta, poiché potranno ora far valere l’avallo del Vaticano.”

Il Consiglio Mondialista: “Il papa finge di dimenticare che mentre splende il sole a Roma, una parte del pianeta è sprofondata nell’oscurità notturna. Ecco un segno intollerabile di disprezzo per vastissime porzioni del mondo e un chiaro segno, se ve n’era ancora bisogno, dell’eurocentrismo neocoloniale di questo papa tedesco”.

Il Direttivo americano delle Associazioni femministe: “Perché il papa ha voluto dire “che bel tempo” usando termini che, nell’originale in italiano della frase, sono al maschile? Avrebbe potuto benissimo utilizzare parole femminili come “che bella giornata”, o meglio ancora “che tempo attraente”, usando così un aggettivo “inclusivo” perché non declinabile differentemente al maschile al femminile. E’ evidente che questo papa, che già ha fatto condannare la formula del battesimo e delle benedizioni non maschilista (“In the name of the Creator, the Redeemer and the Sanctifier”), mostra ad ogni occasione il suo attaccamento ai principi più retrogradi. E’ sconsolante che nel 2009 si sia ancora a tali punti di arretratezza”

La Lega dei Diritti dell’Uomo: “Questo tipo di dichiarazioni non può che ferire profondamente tutte le persone che hanno della realtà uno sguardo diverso da quello del papa. Pensiamo in particolare alle persone immobilizzate in ospedale, o imprigionate, il cui orizzonte di limita a quattro mura; e così pure alle vittime di malattie rare i cui sensi non permettono di percepire lo stato della situazione atmosferica. C’è qui, è evidente, una volontà di discriminazione tra il “bello”, secondo il canone che si vorrebbe imporre a tutti, e coloro che, per scelta o per impossibilità, percepiscono le cose in modo differente. Noi proporremo a titolo dimostrativo querele giudiziarie per discriminazione contro questo papa”.

Alberto Melloni, della Scuola di Bologna: “Si vede bene la profonda differenza tra questo papa introverso e chiuso in sé e nel suo mondo sorpassato, che si limita ad un’osservazione climatica senza trarne le dovute conseguenze, ed invece la paterna apertura al mondo di Papa Giovanni XXIII che, dopo aver osservato la luna in cielo, invitava tutti a portare ai loro bambini la carezza del Papa. A quando un Giovanni XXIV che riprenda in mano la spinta dello Spirito conciliare, che gli ultimi papi hanno tentato di soffocare?”

Beppe Severgnini, giornalista: “Il Papa è il Papa. Punto. Ma non si può pensare con un po’ di nostalgia che Giovanni Paolo II le stesse parole le avrebbe dette magari in romanesco (“ggiornata bbona!”) e agitando lo zucchetto bianco ai fedeli che lo riaccoglievano a casa”.

L’Osservatore Romano ha pubblicato una versione leggermente differente delle parole esatte del Papa (egli avrebbe detto, secondo l’Osservatore: “qualcuno potrebbe dire che faccia bel tempo”). Ma le registrazioni audio e video dei giornalisti hanno smentito la versione edulcorata. Molti hanno anche attaccato l’ingenuità di P. Lombardi che, pur essendo al fianco del Papa, non è intervenuto per impedire quell’affermazione o subito chiarirne meglio il senso.

Membri influenti della Curia hanno tentato di attenuare la gravità della frase del Papa, facendo rilevare la sua stanchezza dopo il viaggio africano, vista la avanzatissima età del Pontefice, nonché dichiarando che la frase incriminata è stata mal compresa e voleva avere un significato teologico-metafisico e non climatico, come grossolanamente è stata interpretata.

Ma la polemica non accenna a placarsi.

Fonte: Messainlatino

quarta-feira, 25 de março de 2009

La festa dell'Annunciazione nella tradizione bizantina


Dio diviene uomo per rendere Adamo Dio

di Manuel Nin

La festa dell'Annunciazione della santissima Madre di Dio e sempre vergine Maria è una delle poche feste che troviamo in quaresima nella tradizione bizantina. Della festa abbiamo testimonianze precise a Costantinopoli attorno al 530, e anche Romano il Melode le dedica nel vi secolo un kontàkion. Allo sviluppo della festa contribuirono le omelie antiariane che sottolineano, accanto all'umanità di Cristo, anche la sua divinità eternamente sussistente in Dio, e l'omiletica siriana, che sottolinea con forza il parallelo tra Eva e Maria. A Roma la festa fu introdotta da Papa Sergio i (687-701), di origine siriaca, con una celebrazione liturgica a Santa Maria Maggiore e una processione (leggere tutto).

FESTA DA ANUNCIAÇÃO DE NOSSA SENHORA


ET VERBUM CARO FACTUM EST

Ato Público em Defesa da Vida

Em defesa da vida, milhares de pessoas estarão reunidas, no dia 28 de março de 2009, sábado, às 10 horas, na Praça da Sé, cidade de São Paulo, em um grande ato de cidadania, suprapartidário, supra religioso, para reafirmar que a população brasileira, em sua esmagadora maioria, é contra a legalização do aborto no país.

Continua tramitando no Congresso o projeto de lei 1135/91 que legaliza o aborto até o nono mês da gravidez. O Ato Público em Defesa da Vida é organizado pelo Comitê Estadual do Movimento Nacional em Defesa da Vida – Brasil sem Aborto, e contará com o apoio e participação de diversas entidades representativas da sociedade civil e lideranças religiosas.

Ordenações Diaconais no ICRSS


O Cardeal Franc Rodé Prefeito da Congregação para os Institutos de Vida Consagrada e Sociedades de Vida Apostólica ordena seis novos diáconos do Instituto de Cristo Rei Sumo Sacerdote em Gricigliano, diocese de Florença.





Fonte: ICRSS

I vescovi del Camerun: gli africani hanno capito bene il messaggio del Papa, i media occidentali no


Un esempio di cattiva informazione che ha cercato di oscurare il significato autentico del viaggio del Papa in Africa: è quanto denunciano i vescovi del Camerun in un comunicato che torna sulle polemiche alimentate da alcuni media occidentali sulle parole di Benedetto XVI a proposito dell’uso dei preservativi per prevenire l’Aids. Il servizio di Alessandro Gisotti:

I media occidentali “hanno trascurato gli aspetti essenziali” del messaggio del Papa in Africa su povertà, riconciliazione, giustizia e pace: è quanto scrivono i vescovi del Camerun, che, in una nota, definiscono “molto grave” l’atteggiamento di alcuni mass media.

In particolare, i presuli denunciano che la polemica sui preservativi ha oscurato il dramma di tanti africani che muoiono a causa di malattie, povertà e guerre fratricide. Né, lamenta l’episcopato del Camerun, si sono ricordati gli sforzi straordinari della Chiesa africana per debellare l’Aids. Un impegno che si concretizza nelle tante strutture cattoliche che accolgono e danno assistenza morale, medica e spirituale ai malati di Aids.

Se i media dell’occidente non hanno capito la portata del viaggio di Benedetto XVI in Africa, lo hanno invece compreso bene i camerunensi che, sottolinea il comunicato, hanno accolto il Papa con gioia ed entusiasmo.

I fedeli africani sanno che il Santo Padre “mette l’uomo al centro delle sue preoccupazioni e richiama l’insegnamento di Cristo”. I vescovi ribadiscono, infine, che la Chiesa permette ad ognuno di valorizzare la propria dignità di figlio adottivo di Dio. E ricordano che, anche nella cura dei malati di Aids, la Chiesa cattolica porta uno sguardo nuovo sull’uomo e sul mondo.

© Copyright Radio Vaticana

sábado, 21 de março de 2009

Papa en África: profeta que defiende la vida y la familia







QUARTO DOMINGO DA QUARESMA - 22 DE MARÇO


Palm Sunday in the Rite of Braga

Braga Cathedral


News came to the NLM that a rare liturgical treat will be in evidence on Palm Sunday in Providence, Rhode Island, USA at the church of the Holy Name of Jesus.

On that day, Fr. Joseph Santos, will offer Mass according to the liturgical books of Braga, otherwise known as the Bragan rite.

Fr. Santos, Parochial Administrator of Holy Name Church, is a priest of the Archdiocese of Braga, the Primatial See of Portugal.

The Rite of Braga, an ancient variation of the Roman Rite, was one of the rites permitted by the Council of Trent to continue in use after the Council due to its antiquity. It was neither "reformed" nor restricted after Vatican II. It is similar to the Roman Rite but the ceremonies for many feasts and solemnities are more elaborate. This is particularly true in the case of The Second Sunday of the Passion also known as Palm Sunday.

Others Western Rites:

Mozarabic Missal

Missale Coloniense (1525) (Cologne Missal)

Missale Carthusiensis (Modern edition)

Missale Ordinis Praedicatorum (Dominican Missal)

Sarum Missal

Missale Ambrosianum (Ambrosian Missal)

Source: New Liturgical Movement

Ecclesia Dei a diócesis irlandesa: cualquier restricción a la celebración de la forma extraordinaria está prohibida


Según informa The Irish Catholic en la Diócesis irlandesa de Killala, el Obispo, John Fleming, había decidido no acceder a la petición de Misa tradicional tras oír la opinión de su Consejo del Presbiterio. Sin embargo, la Pontificia Comisión Ecclesia Dei ha aclarado por escrito al obispo que, de acuerdo con el Motu Proprio Summorum Pontificum, cualquier restricción a la celebración de la forma extraordinaria, siempre que exista una petición, está prohibida. Ante esta intervención el Obispo Fleming se ha visto obligado a designar la Parroquia de la Asunción, Ardagh, Crossmolina, County Mayo, para la celebración regular de esta forma litúrgica.

Fuente: Hoc Signo

quinta-feira, 19 de março de 2009

San José rogad por la Iglesia de Jesucristo atacada por todos los lados


En el día de su onomástico, deseamos a nuestro Santo Padre Benedicto XVI que, por la intercesión de San José, el Señor lo proteja, lo guarde de todo mal, lo bendiga en la tierra y lo defienda de sus enemigos.

Oramos también por su peregrinación apostólica a África y por los frutos espirituales que ya están manifestándose en aquellas regiones y que suscitan, como de costumbre, el odio y la violencia de las fuerzas del mal que no pueden soportar que, aún hoy, multitudes de hombres y mujeres, como en los inicios de la Iglesia (cfr. Hechos 5, 15), busquen ser cubiertos por la sombra de Pedro, "una sombra buena, una sombra de curación porque, en definitiva, proviene precisamente de Cristo mismo" (Homilía de Benedicto XVI en el Domingo de la Divina Misericordia).

Al mismo tiempo, invocamos al Glorioso Patriarca San José rogándole por la Santa Iglesia, en estos tiempos difíciles y turbulentos, en estos tiempos en los que se muestran sorprendentemente actuales las palabras que León XIII escribía hace 120 años: “Ahora, Venerables Hermanos, ustedes conocen los tiempos en los que vivimos; son poco menos deplorables para la religión cristiana que los peores días, que en el pasado estuvieron llenos de miseria para la Iglesia. Vemos la fe, raíz de todas las virtudes cristianas, disminuir en muchas almas; vemos la caridad enfriarse; la joven generación diariamente con costumbres y puntos de vista más depravados; la Iglesia de Jesucristo atacada por todo flanco abiertamente o con astucia; una implacable guerra contra el Soberano Pontífice; y los fundamentos mismos de la religión socavados con una osadía que crece diariamente en intensidad. Estas cosas son, en efecto, tan notorias que no hace falta que nos extendamos acerca de las profundidades en las que se ha hundido la sociedad contemporánea, o acerca de los proyectos que hoy agitan las mentes de los hombres. Ante circunstancias tan infaustas y problemáticas, los remedios humanos son insuficientes, y se hace necesario, como único recurso, suplicar la asistencia del poder divino" (Encíclica “Quamquam pluries”).

En aquel entonces, el Papa León XIII dispuso que toda la Iglesia invocara a San José con una especial oración que ahora, también nosotros, elevamos al Santo Patrono de la Iglesia Católica:

A Vos, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y, después de invocar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos volváis benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades. Proteged, oh providentísimo Custodio de la Sagrada Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y corrupción; asistidnos propicio, desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro en esta lucha con el poder de las tinieblas; y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de su vida, así, ahora, defended la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio, para que, a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el Cielo la eterna felicidad. Amén.

SÃO JOSÉ, PADROEIRO DA IGREJA CATÓLICA, GRANDE FAMÍLIA DE DEUS, ROGAI POR NÓS

quarta-feira, 18 de março de 2009

CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO ESCRIBE CARTA DE SOLIDARIDAD Y APOYO AL SANTO PADRE


Carta de solidaridad y apoyo con motivo de la
comunicación enviada por el Papa ante el caso de la remisión de excomunión a los cuatro obispos consagrados por el arzobispo Lefebvre
(Bogotá, 13 de marzo de 2009)


Su Santidad
Benedicto XVI
Ciudad del Vaticano

Santísimo Padre:

Nos hemos reunido en Bogotá esta semana más de treinta Arzobispos y Obispos de las diversas Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe. La gran mayoría de ellos, Secretarios Generales de sus respectivas Conferencias Episcopales junto con los encargados de llevar adelante en sus respectivos países la gran Misión Continental impulsada por la V Conferencia General de Aparecida, en mayo de 2007.

Durante nuestro encuentro hemos leído y comentado en común su Carta del día 10 del presente dirigida a todos los hermanos del ministerio episcopal sobre la remisión de la excomunión de los cuatro Obispos consagrados por el Arzobispo Lefebvre.

Lo hemos hecho con profundo amor a la Iglesia y con sincera actitud filial. Lo que Su Santidad ha escrito nos ha conmovido y ha reforzado nuestra honda comunión eclesial. También lo hemos acogido como un ejemplo de espíritu misericordioso y transparente, motivado por el inesperado eco de los acontecimientos, pero también confiado en que lo ocurrido es además un positivo designio del Señor para su Iglesia en este momento de la historia.

Su carta nos marca un camino en la verdad, en el amor y la unidad necesarios para cada uno de nosotros, llamados a la sucesión Apostólica para el servicio ministerial. Su Santidad describe muy bien algo que no está lejos de nuestra propia experiencia pastoral: precisamente personas y grupos que reclaman tolerancia para sí mismos, pueden negarla arbitrariamente a quienes busquen una aproximación en la verdad.

Santísimo Padre, con estas líneas queremos, como grupo representativo de nuestra Iglesia en América Latina y el Caribe sumarnos a las renovadas muestras de afecto, de confianza, de comunión con Su Santidad en nuestras oraciones y servicio a las Iglesias que se nos han confiado, y en responsabilidad por la gran Iglesia Universal que el Señor le ha encomendado.

A nombre de todos los Obispos reunidos imploramos su Bendición Apostólica.

Mons. Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida, Brasil - Presidente del CELAM

Mons. Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo electo de Puebla, México - Secretario General del CELAM

Fuente: AICA

Presidente de la Conferencia Episcopal australiana a los fieles "Rezad por el Santo Padre y por la unidad de la Iglesia"


Sydney (Agencia Fides) - Ofrecer especiales oraciones en este tiempo cuaresmal por el Santo Padre y por la unidad de la Iglesia católica: es la invitación dirigida a los fieles australianos por Su Exc. Mons. Philip Wilson, Presidente de la Conferencia Episcopal australiana. El Arzobispo ha subrayado como Benedicto XVI, en su reciente carta dirigida a los Obispos de todo el mundo, ha manifestado su compromiso de trabajar por la unidad de la Iglesia y por la reconciliación.

Todos los fieles, ha dicho Mons. Wilson, están llamado a unirse al Santo Padre en este su esfuerzo por crear armonía en la comunidad católica, en las relaciones con las otras Iglesias cristianas y con las otras comunidades religiosas. Por tanto "en este tiempo cuaresmal, tiempo de purificación del corazón y conversión a Dios, pido a todos los fieles católicos que recuerden en la oración al Santo Padre: de este modo podremos sostenerlo en su ministerio tan laborioso".

"Os pido que recéis también - ha continuado el arzobispo - por la unidad de la Iglesia: también nosotros podemos tender las manos por la reconciliación hacia los hermanos y las hermanas que, por diversas razones, se encuentran fuera de la Iglesia, pero que muestran en su vida un auténtico amor por Cristo. De este modo las mentes y los corazones pueden cambiar”.

Mons. Wilson ha informado a continuación a los fieles que ha escrito al Santo Padre de parte de los Obispos australianos, asegurándole la solidaridad y la cercanía de toda la comunidad católica en Australia y expresando pleno apoyo en su obra de reconciliación y unidad. (PA)

Fuente: Fides

terça-feira, 17 de março de 2009

Bento XVI adverte contra tentação de desvalorizar sacerdócio ministerial


«Sem os sacerdotes não haveria Eucaristia nem, portanto, Igreja», afirma

Por Inma Álvarez

CIDADE DO VATICANO, segunda-feira, 16 de março de 2009 (ZENIT.org).- O Papa Bento XVI ratificou hoje a importância do sacerdócio ministerial na Igreja, contra as tentações de uma «interpretação errônea» das justas reivindicações dos leigos, e exigiu uma maior atenção à formação do clero.

Assim o expressou durante a audiência concedida aos participantes da Plenária da Congregação para o Clero, ato durante o qual anunciou também sua intenção de convocar um ano jubilar sacerdotal para o próximo dia 19 de junho, por ocasião do 150º aniversário da morte do Santo Cura d'Ars.

O Papa advertiu em primeiro lugar sobre a confusão entre sacerdócio batismal e ministerial, afirmando que ambos «diferem ontologicamente, e não só em grau», já que o segundo «nasce da configuração sacramental com Cristo Cabeça».

Esta adesão «traz consigo, como consequência, uma adesão cordial e total àquela que a tradição eclesial reconheceu como a apostolica vivendi forma», ou seja, a participação em uma vida nova espiritualmente entendida, a esse ‘novo estilo de vida’ que foi inaugurado pelo Senhor Jesus e que foi assumido pelos Apóstolos».

Bento XVI exortou os bispos a velarem para que as «novas estruturas» ou organizações pastorais «não estejam pensadas para um tempo no qual se deveria desvalorizar o ministério ordenado, partindo de uma interpretação errônea da justa promoção dos leigos», porque isso significaria «a ulterior dissolução do sacerdócio ministerial».

Também os convidou a cultivar uma relação «verdadeiramente paternal» com os sacerdotes, e a preocupar-se «por sua formação permanente, sobretudo no perfil doutrinal».

Visibilidade

O Papa insistiu na importância do ministério, sem o qual «a Eucaristia, e a própria Igreja, não existiriam», e recordou que a missão do sacerdote «tem suas raízes de modo especial em uma boa formação, levada a cabo em comunhão com a Tradição eclesial ininterrupta, sem rupturas nem tentações de descontinuidade».

«Neste sentido, é importante favorecer nos sacerdotes, sobretudo nas jovens gerações, uma correta recepção dos textos do Concílio Ecumênico Vaticano II, interpretados à luz de toda a bagagem doutrinal da Igreja», explicou.

Falou também sobre a urgência de que os presbíteros sejam «presentes, identificáveis e reconhecíveis» pelos fiéis, o que inclui «o juízo da fé, as virtudes pessoais» e inclusive a vestimenta, que deve distinguir o sacerdote «nos âmbitos da cultura e da caridade, desde sempre no coração da missão da Igreja».

A missão do sacerdote é, por sua vez, «eclesial, de comunhão, hierárquica e doutrinal», aspectos que não devem separar-se, explicou o Papa.

«A missão é ‘eclesial’ porque ninguém anuncia ou leva a si mesmo, mas dentro e através de sua própria humanidade, todo sacerdote deve ser bem consciente de levar Outro, Deus, ao mundo. Deus é a única riqueza que, em definitivo, os homens desejam encontrar em um sacerdote», explicou.

«A missão é ‘de comunhão’ porque acontece em uma unidade e comunhão que só de forma secundária tem também aspectos relevantes de visibilidade social. Estes, por outro lado, derivam essencialmente daquela intimidade divina na qual o sacerdote está chamado a ser especialista, para poder conduzir, com humildade e confiança, as almas a ele confiadas ao próprio encontro com o Senhor.»

«Finalmente, as dimensões ‘hierárquica’ e ‘doutrinal’ sugerem reafirmar a importância da ‘disciplina’ (o termo está unido com ‘discípulo’) eclesiástica e da formação doutrinal, não só teológica, inicial e permanente», acrescentou.

O Papa concluiu exortando os presentes a descobrirem a centralidade de Jesus Cristo, que dá sentido e valor ao sacerdócio ministerial.

«Como Igreja e como sacerdotes, anunciamos Jesus de Nazaré, Senhor e Cristo, crucificado e ressuscitado, Soberano do tempo e da história, na alegre certeza de que esta verdade coincide com as esperanças mais profundas do coração humano», acrescentou.

Fonte: Zenit

Benedetto XVI: "A dire la verità devo ridere di fronte a questo mito della solitudine"


Durante il viaggio il Santo Padre ha, poi, detto che è ridicolo il "mito della sua solitudine". "Non mi sento solo in alcun modo", ha aggiunto dicendo di essere circondato da amici, collaboratori e vescovi. Il Papa ha risposto ad una domanda sulla sua presunta solitudine dopo la crisi scoppiata in seguito alla revoca della scomunica ai vescovi lefebvriani. "A dire la verità - ha osservato Ratzinger - devo ridere di fronte a questo mito della solitudine. In nessun modo - ha aggiunto - mi sento solo; ogni giorno vedo i miei collaboratori i capi discastero, i vescovi". Benedetto XVI ha ricordato che, proprio in questi giorni, sono venuti a trovarlo anche dei suoi compagni tedeschi. "Solitudine? Certo che no. Mi sento circondato da amici in una cerchia di stretti collaboratori".

© Copyright Il Giornale online

BENTO XVI VISITA A ÁFRICA


Roma 17 mar (RV) - O Santo Padre deixou Roma às 10 horas da manhã hoje, hora local, para a sua primeira viagem à África, que o levará a Camarões e Angola. Serão sete dias, durante os quais o papa dará uma especial atenção às guerras, à fome e às doenças que castigam a população do continente.Em Yaoundé, capital de Camarões, o papa permanecerá até sexta-feira, dia 20 e ali entregará o Instrumentum Laboris, o Instrumento de Trabalho do segundo Sínodo para a África que se realizará no Vaticano no próximo mês de outubro. De 20 a 23 de março o papa estará em Angola. Muitos encontros na agenda, com os políticos, com os bispos, com os religiosos e religiosas, com os leigos, com os movimentos femininos católicos.

Em Yaoundé, onde o papa deve chegar por volta das 16 horas, hora local, meio-dia em Brasília, Bento XVI será recebido no aeroporto Nsimalen pelo presidente do país, Paul Biya. Após o discurso de boas-vindas do presidente, o Papa dirigirá, ao continente, sua primeira saudação em terras africanas. Na conclusão da cerimônia o papa deixará o aeroporto e se dirigirá para a nunciatura apostólica onde pernoitará. Amanhã, quarta-feira, o primeiro compromisso do Papa será a visita de cortesia ao presidente da República. O Santo Padre encontrará ainda os bispos de Camarões e presidirá na Basílica Maria Rainha dos Apóstolos, a oração das primeiras Vésperas da solenidade de São José, com a participação dos bispos, sacerdotes, religiosos, seminaristas, diáconos, movimentos eclesiais e de representantes de outras confissões cristãs.

Domingo durante o Angelus Bento XVI pediu aos fiéis que o acompanhassem com as suas orações nesta sua 11ª viagem apostólica internacional…

“Parto para a África – disse – com a consciência de não ter nada a propor e a dar aos que encontrarei, a não ser Cristo e a Boa Nova da sua Cruz, mistério de amor supremo, de amor divino, que vai além de toda resistência humana e torna possível até o perdão e o amor pelos inimigos”. Em Luanda, aonde chegará no próximo dia 20, Bento XVI lembrará o aniversário de 500 anos da evangelização de Angola, o primeiro território do sul africano a receber missionários. Esta é a primeira viagem de um pontífice ao continente desde março de 1998, ocasião em que João Paulo II visitou a Nigéria e beatificou Cyprian Michael Iwene Tansi, um monge nigeriano que morreu em Londres em 1964.

Depois de mais de uma década, muitos problemas econômicos, sociais e políticos da África continuam presentes no dia a dia dos africanos. Documentos do Vaticano em preparação para a viagem ressaltam que avançam a corrupção, o mau Governo, a desigualdade social, as doenças, a pobreza e a distância cada vez maior entre governantes e cidadãos.

Além disso, guerras e conflitos continuam tendo força, acordos de paz e tréguas não são respeitados por muito tempo e as violações dos direitos humanos se perpetuam diante da indiferença da comunidade internacional. Mesmo diante deste cenário, o papa reconheceu a "enorme potencialidade e esperança" do continente africano.

Segundo o diretor da Sala de Imprensa vaticana, Padre Federico Lombardi, o papa pedirá “reconciliação, paz e justiça” para os povos da África - esse é o lema do II Sínodo de Bispos africanos.

O encontro no Vaticano no próximo mês de outubro será realizado em um momento de expansão do catolicismo na África. O número de católicos cresceu 3,1% nos últimos anos e, segundo dados do Vaticano, a República Democrática do Congo (97 milhões de fiéis), Uganda (56 milhões) e Nigéria (47 milhões) estarão entre os dez maiores países católicos do mundo em 2050.

A Igreja Católica considera a explosão do catolicismo na África Subsaariana durante o século XX como um dos maiores êxitos missionários em sua história. O número de fiéis na região passou de 1,9 milhões em 1900 para 139 milhões no final do ano 2000.

Mas quais países o papa irá encontrar na sua viagem?

Bento XVI chega a Camarões, país no qual os católicos totalizam 26,8% da população, os muçulmanos, 22%, e o restante mantém a fé em religiões tradicionais. Segundo dados de 2007 da ONU, Camarões é considerado o país mais corrupto do mundo. O Vaticano diz que os bispos estão preocupados com a apropriação indevida, o roubo de animais, o desperdício de recursos públicos e com o aumento do desemprego entre jovens.

Já na segunda etapa da viagem, Angola, na capital, Luanda, Bento XVI abençoará o processo de consolidação da paz iniciado em 2002 e os progressos econômicos registrados nos últimos anos, cujos benefícios, segundo o relatório vaticano, devem ser repartidos por toda a população, especialmente os mais pobres.

Considerado como o país africano que mais cresce - é o maior exportador de petróleo do continente - Angola ainda tem 70% de sua população vivendo na miséria e 17% de analfabetos. (SP)

Fonte: Radio Vaticano

segunda-feira, 16 de março de 2009

Importantíssimo discurso del Santo Padre a la Congregación para el Clero sobre el Sacerdocio Ministerial


Señores cardenales,
venerados hermanos en el Episcopado y en el Sacerdocio

Estoy contento de poder acogeros en audiencia especial, en la vigilia de mi partida hacia África, a donde iré para entregar el Instrumentum laboris de la Segunda Asamblea Especial del Sínodo para África, que tendrá lugar aquí en Roma el próximo mes de octubre. Agradezco al Prefecto de la Congregación, el señor cardenal Cláudio Hummes, por las amables expresiones con las que ha interpretado los sentimientos de todos. Con él os saludo a todos vosotros, superiores, oficiales y miembros de la Congregación, con ánimo grato por todo el trabajo que lleváis a cabo en servicio de un sector tan importante en la vida de la Iglesia.

El tema que habéis elegido para esta Plenaria - “La identidad misionera del presbítero en la Iglesia, como dimensión intrínseca del ejercicio de los tria munera” - permite algunas reflexiones para el trabajo de estos días y para los frutos abundantes que ciertamente éste traerá. Si la Iglesia entera es misionera y si todo cristiano, en virtud del bautismo y de la confirmación, quasi ex officio (cfr CCC, 1305) recibe el mandato de profesar públicamente la fe, el sacerdocio ministerial, también desde este punto de vista, se distingue ontológicamente, y no sólo de grado, del sacerdocio bautismal, llamado también sacerdocio común. Del primero, de hecho, es constitutivo el mandato apostólico : “Id a todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” (Mc 16,15). Este mandato no es, lo sabemos, un simple encargo confiado a sus colaboradores; sus raíces son más profundas y deben buscarse mucho más lejos.

La dimensión misionera del presbítero nace de su configuración sacramental a Cristo Cabeza: esta trae consigo, como consecuencia, una adhesión cordial y total a aquella que la tradición eclesial ha reconocido como la apostolica vivendi forma. Esta consiste en la participación en una “vida nueva” espiritualmente entendida, a ese “nuevo estilo de vida” que fue inaugurado por el Señor Jesús y que fue hecho propio por los Apóstoles. Por la imposición de manos del Obispo y la oración consagratoria de la Iglesia, los candidatos se convierten en hombres nuevos, llegan a ser “presbíteros”.A la luz de esto parece claro cómo los tria munera son en primer lugar un don, y sólo como consecuencia un oficio, antes una participación en una vida y por ello una potestas. Ciertamente, la gran tradición eclesial ha justamente desvinculado la eficacia sacramental de la situación existencial concreta del sacerdote, y así se salvaguardan adecuadamente las legítimas expectativas de los fieles. Pero esta justa precisión doctrinal no quita nada a la necesaria, es más, indispensable, tensión hacia la perfección moral, que debe habitar en todo corazón auténticamente sacerdotal.

Precisamente para favorecer esta tensión de los sacerdotes hacia la perfección espiritual de la que sobre todo depende la eficacia de su ministerio, he decidido convocar un especial “Año Sacerdotal”, que irá del 19 de junio próximo hasta el 19 de junio del 2010. Se celebra de hecho el 150 aniversario de la muerte del santo Cura de Ars, Juan María Vianney, verdadero ejemplo de pastor al servicio del rebaño de Cristo. Será tarea de vuestra Congregación, de acuerdo con los Ordinarios diocesanos y con los superiores de los Institutos religiosos, promover y coordinar las diversas iniciativas espirituales y pastorales que parezcan útiles para hacer percibir cada vez más la importancia del papel y de la misión del sacerdote en la Iglesia y en la sociedad contemporánea.

La misión del presbítero, como muestra el tema de la Plenaria, se desarrolla “en la Iglesia”. Semejante dimensión eclesial, comunional, jerárquica y doctrinal es absolutamente indispensable a toda autentica misión y, por sí sola, garantiza su eficacia espiritual. Los cuatro aspectos mencionados deben ser siempre reconocidos como íntimamente relacionados: la misión es “eclesial” porque nadie anuncia o se lleva a sí mismo, sino que dentro y a través de su propia humanidad, todo sacerdote debe ser bien consciencia de llevar a Otro, Dios mismo, al mundo. Dios es la única riqueza que, en definitiva, los hombres desean encontrar en un sacerdote. La misión es “comunional” porque tiene lugar en una unidad y comunión que sólo de forma secundaria tiene también aspectos relevantes de visibilidad social. Estos, por otra parte, derivan esencialmente de aquella intimidad divina de la cual el sacerdote está llamado a ser experto, para pode conducir, con humildad y confianza, las almas a él confiadas al mismo encuentro con el Señor. Finalmente las dimensiones “jerárquica” y “doctrinal” sugieren reafirmar la importancia de la disciplina “(el término está unido con “discípulo”) eclesiástica y de la formación doctrinal, y no sólo teológica, inicial y permanente.

La conciencia de los radicales cambios sociales de las últimas décadas debe mover las mejores energías eclesiales a cuidar la formación de los candidatos al ministerio. En particular, debe estimular la constante solicitud de los pastores hacia sus primeros colaboradores, sea cultivando relaciones humanas verdaderamente paternas, sea preocupándose por su formación permanente, sobre todo en el perfil doctrinal. La misión tiene sus raíces de modo especial en una buena formación, llevada a cabo en comunión con la Tradición eclesial ininterrumpida, sin rupturas ni tentaciones de discontinuidad. En este sentido, es importante favorecer en los sacerdotes, sobre todo en las jóvenes generaciones, una correcta recepción de los textos del Concilio Ecuménico Vaticano II, interpretados a la luz de todo el bagaje doctrinal de la Iglesia. También parece urgente la recuperación de esta conciencia que empuja a los sacerdotes a estar presentes, identificables y reconocibles tanto por el juicio de la fe, sea por las virtudes personales, sea también por el vestido, en los ámbitos de la cultura y de la caridad, desde siempre en el corazón de la misión de la Iglesia.

Como Iglesia y como sacerdotes anunciamos a Jesús de Nazaret Señor y Cristo, crucificado y resucitado, Soberano del tiempo y de la historia, en la alegre certeza de que esta verdad coincide con las esperanzas más profundas del corazón humano. En el misterio de la encarnación del Verbo, es decir, en el hecho de que Dios se ha hecho hombre como nosotros, está tanto el contenido como el método del anuncio cristiano. La misión tiene aquí su verdadero centro propulsor: en Jesucristo, precisamente. La centralidad de Cristo trae consigo la justa valoración del sacerdocio ministerial, sin la cual no existirían ni la Eucaristía ni, por tanto, la misión ni la misma Iglesia. En este sentido es necesario vigilar para que las “nuevas estructuras” u organizaciones pastorales no estén pensadas para un tiempo en el que se debería “minusvalorar” el ministerio ordenado, partiendo de una interpretación errónea de la justa promoción de los laicos, porque en tal caso se pondrían los presupuestos para la ulterior disolución del sacerdocio ministerial y las eventuales presuntas “soluciones” vendrían a coincidir dramáticamente con las reales causas de los actuales problemas ligados al ministerio.

Estoy seguro de que en estos días el trabajo de la Asamblea Plenaria, bajo la protección de la Mater Ecclesiae, podrá profundizar estos breves apuntes que me permito someter a la atención de los señores cardenales y de los arzobispos y obispos, invocando sobre todos la copiosa abundancia de los dones celestes, en prenda de los cuales os imparto a vosotros y a vuestros seres queridos una especial y afectuosa Bendición Apostólica.

[Traducción del original italiano por Inma Álvarez]

Fuente: Zenit

Comunicado: Convocatoria del Año Sacerdotal


Con ocasión del 150° aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars, Juan María Vianney, Su Santidad ha anunciado esta mañana que, del 19 de junio de 2009 al 19 de junio de 2010, se celebrará un especial Año Sacerdotal, que tendrá como tema “Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote”. El Santo Padre lo abrirá presidiendo la celebración de las Vísperas, el 19 de junio D.m. solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y jornada de santificación sacerdotal, en presencia de la reliquia del Cura de Ars traída por el obispo de Belley-Ars; lo cerrará, el 19 de junio de 2010, tomando parte en un “Encuentro Mundial Sacerdotal” en la Plaza de San Pedro.

Durante este Año jubilar, Benedicto XVI proclamará a san Juan María Vianney “Patrono de todos los sacerdotes del mundo”. Se publicará además el “Directorio para los Confesores y Directores Espirituales”, junto con una recopilación de textos del Sumo Pontífice sobre los temas esenciales de la vida y de la misión sacerdotal en la época actual.

La Congregación para el Clero, de acuerdo con los Ordinarios diocesanos y los Superiores de los Institutos religiosos, se preocupará de promover y coordinar las diversas iniciativas espirituales y pastorales que se presenten para hacer percibir cada vez más la importancia del papel y de la misión del sacerdote en la Iglesia y en la sociedad contemporánea, como también la necesidad de potenciar la formación permanente de los sacerdotes ligándola a la de los seminaristas.

[Traducción del original italiano por Inma Álvarez]

Fuente: Zenit

BENTO XVI CONVOCA "ANO SACERDOTAL"


Cidade do Vaticano, 16 mar (RV) - Por ocasião dos 150 anos da morte do Santo Cura d'Ars, João Maria Vianney, Bento XVI anunciou esta manhã que, de 19 de junho de 2009 a 19 de junho de 2010, se realizará um especial Ano Sacerdotal, que terá como tema: "Fidelidade de Cristo, fidelidade do sacerdote".

Segundo comunicado divulgado pela Sala de Imprensa da Santa Sé, o Santo Padre abrirá este Ano presidindo a celebração das Vésperas, em 19 de junho, solenidade do Santíssimo Coração de Jesus e Dia de santificação sacerdotal, na presença da relíquia de Cura d'Ars trazida pelo Bispo de Belley-Ars. Bento XVI encerrará o Ano em 19 de junho de 2010, participando de um "Encontro Mundial Sacerdotal" na Praça S. Pedro.

Ainda de acordo com o comunicado, durante este Ano jubilar, Bento XVI proclamará São João Maria Vianney "Padroeiro de todos os sacerdotes do mundo". Além disso, será publicado o "Diretório para os Confessores e os Diretos Espirituais", junto a uma coletânea de textos do Santo Padre sobre temas essenciais da vida e da missão sacerdotal na época atual.

A Congregação para o Clero, em parceria com os Ordinários diocesanos e os Superiores dos Institutos religiosos, será o encarregado de promover e coordenar as várias iniciativas espirituais e pastorais. A finalidade deste Ano é ressaltar sempre a importância do papel e da missão do sacerdote na Igreja e na sociedade contemporânea, como também a necessidade de potencializar a formação permanente dos sacerdotes, relacionado-a com a dos seminaristas. (BF)

La Reforma de la Reforma: El valiente análisis de Secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos


Publicamos la traducción al español que nos ofrece La Buhardilla de Jerónimo del prólogo escrito por Monseñor Ranjith, Secretario de la Congregación para el Culto Divino, para la edición inglesa del libro “El Cardenal Ferdinando Antonelli y el desarrollo de la reforma litúrgica desde 1948 hasta 1970” de Monseñor Nicola Giampietro.

¿Hasta qué punto la reforma litúrgica post-conciliar refleja en verdad a la “Sacrosanctum Concilium”, la Constitución del Concilio Vaticano II sobre la Sagrada Liturgia? Esta es una cuestión que a menudo ha sido debatida en los círculos eclesiásticos desde el mismo momento en que el Consilium ad Exsequendam Constitutionem de Sacra Liturgia culminó su trabajo. En las últimas dos décadas, ha sido debatida incluso con mayor intensidad. Y mientras algunos han sostenido que lo realizado por el Consilium estuvo en línea con aquel gran documento, otros se han mostrado totalmente en desacuerdo.

En la búsqueda de una respuesta a esta cuestión, debemos tener en cuenta la atmósfera turbulenta de los años que siguieron inmediatamente al Concilio. En su decisión de convocar el Concilio, el Papa Juan XXIII había deseado que la Iglesia se preparara para el nuevo mundo que estaba emergiendo tras la desgracia de los desastrosos acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial. Él previó proféticamente el surgimiento de una fuerte corriente de materialismo y secularismo a partir de las orientaciones nucleares de la era precedente, que había estado marcada por el espíritu de la ilustración, y en la que los valores tradicionales de la antigua visión del mundo ya habían comenzado a ser sacudidos. La revolución industrial, junto con sus tendencias filosóficas antropocéntricas y subjetivistas, especialmente las derivadas de la influencia de Kant, Hume y Hegel, llevaron al surgimiento del marxismo y del positivismo. Esto también provocó la aparición de la crítica bíblica, relativizando hasta cierto punto la veracidad de las Sagradas Escrituras, lo que por su parte tuvo influencias negativas en la teología, generando una actitud que cuestionaba la objetividad de la Verdad establecida y la utilidad de defender las tradiciones e instituciones eclesiásticas. Algunas escuelas de teología se atrevieron incluso a cuestionar doctrinas básicas de la Iglesia. En realidad, el Modernismo ya había sido anteriormente una fuente de peligro para la fe. Es en este escenario que el Papa Juan XXIII sintió que necesitaban encontrarse respuestas más convincentes.

El llamado del Papa a un aggiornamento asumió entonces el carácter de una búsqueda de fortificación de la fe, en orden a hacer más efectiva la misión de la Iglesia y ser capaces de responder convincentemente a estos desafíos. No fue, ciertamente, un llamado a caminar según el espíritu de los tiempos, un ponerse pasivamente a la deriva, ni tampoco un llamado a realizar un nuevo comienzo de la Iglesia, sino un llamado a hacer que el mensaje del Evangelio sirviera de mayor respuesta a las cuestiones difíciles que la humanidad enfrentaría en la era post-moderna. El Papa explicaba el ethos detrás de su decisión cuando declaró: “hoy, la Iglesia está siendo testigo de una crisis dentro de la sociedad. Al tiempo que la humanidad está al borde de una nueva era, aguardan a la Iglesia tareas de una inmensa gravedad y amplitud, como en los más trágicos períodos de su historia. Es cuestión, en definitiva, de poner al mundo moderno en contacto con las energías vivificantes y perennes del Evangelio… a la vista de un doble espectáculo – un mundo que revela una grave pobreza espiritual, y la Iglesia de Cristo, que aún vibra con vitalidad - nosotros… hemos sentido inmediatamente la urgencia del deber de convocar a nuestros hijos para dar a la Iglesia la posibilidad de contribuir más eficazmente a la solución de los problemas de la era moderna” (Constitución Apostólica “Humanae Salutis”, 25 de diciembre de 1961). El Papa continuaba: “el Concilio que se aproxima se reunirá en un momento en el que la Iglesia encuentra muy vivo el deseo de fortificar su fe y de contemplarse a sí misma en su propia sobrecogedora unidad. Al mismo tiempo, siente urgente el deber de dar una mayor eficiencia a su sana vitalidad y de promover la santificación de sus miembros, la difusión de la Verdad revelada, la consolidación de sus organismos” (ibíd.).

Entonces, el Concilio fue básicamente una llamada a un fortalecimiento de la Iglesia desde adentro en orden a prepararla mejor para su misión en medio de las realidades del mundo moderno. Subyacente a estas palabras, estaba también el sentido de estima que el Papa sentía hacia lo que la Iglesia ya era entonces. Las palabras “vibrante con vitalidad” usadas por el Papa para definir el status de la Iglesia en aquel momento, no dejan ver, por cierto, ningún sentido de pesimismo, como si el Papa despreciara el pasado o lo que la Iglesia había conseguido hasta entonces. Es por esto que no se puede pensar justificadamente que, con el Concilio, el Papa haya llamado a un nuevo comienzo. Tampoco fue un llamado a la Iglesia a “des-clasificarse” a sí misma, cambiando o abandonando totalmente sus tradiciones antiquísimas, quedando, por así decir, absorbida por la realidad del mundo que la rodea. De ninguna forma se pidió el cambio por el cambio en sí sino sólo en orden a fortalecer y preparar mejor a la Iglesia para enfrentarse con los nuevos desafíos. En resumen, el Concilio nunca fue llamado a ser una aventura sin rumbo. Se quiso que fuera una experiencia verdaderamente pentecostal.

Aún así, y no obstante lo mucho que los Papas que guiaron este evento insistieron en la necesidad de un verdadero espíritu de reforma, fiel a la naturaleza esencial de la Iglesia, e incluso cuando el Concilio mismo produjo tan bellas reflexiones teológicas y pastorales como Lumen Gentium, Dei Verbum, Gaudium et Spes y Sacrosanctum Concilium, lo que sucedió fuera del Concilio – especialmente dentro de la sociedad en su conjunto y al interno de su círculo de liderazgo filosófico y cultural – comenzó a influenciar negativamente a la Iglesia, creando tendencias que fueron dañinas para su vida y su misión. Estas tendencias, que en ocasiones fueron incluso representadas más virulentamente por ciertos círculos de dentro de la Iglesia, no estaban necesariamente conectadas con las orientaciones o las recomendaciones de los documentos del Vaticano II. Pero de todas formas fueron capaces de sacudir los fundamentos de la fe y de las enseñanzas de la Iglesia en una medida sorprendente. La fascinación de la sociedad con un exagerado sentido de la libertad individual y su inclinación al rechazo de lo permanente o absoluto, junto con otros pensamientos mundanos, tuvieron influencia en la Iglesia, y a menudo fueron justificados en nombre del Concilio. Esta visión también relativizó la Tradición, la veracidad de la doctrina desarrollada, y tendió a idolizar todo lo nuevo. Contenía consigo fuertes tendencias favorables al relativismo y al sincretismo religioso. Para ellos, el Concilio tenía que ser una suerte de nuevo comienzo para la Iglesia. El pasado había terminado su curso. Conceptos básicos y temas como el Sacrificio y la Redención, la misión, la proclamación y la conversión, la adoración como un elemento integral de la Comunión, y la necesidad de la Iglesia para la salvación – todos fueron dejados de lado; mientras que el diálogo, la inculturación, el ecumenismo, la Eucaristía como “Banquete”, la evangelización como “testimonio”, etc., se tornaron más importantes. Fueron despreciados valores absolutos.

El Cardenal Joseph Ratzinger se refirió a este siempre creciente espíritu de relativismo: para él, al verdadero Concilio “se contrapuso, ya durante las sesiones y con mayor intensidad en el período posterior, un sedicente «espíritu del Concilio», que es en realidad su verdadero «antiespíritu». Según este pernicioso anti-espíritu (Konils-Ungeist en alemán), todo lo que es «nuevo»… sería siempre en cualquier circunstancia mejor que lo que se ha dado en el pasado o lo que existe en el presente. Es el antiespíritu, según el cual la historia de la Iglesia debería comenzar con el Vaticano II, considerado como una especie de punto cero” (Informe sobre la fe, 1985). El Cardenal descartaba esta visión como falsa ya que “el Vaticano II no quería ciertamente «cambiar» la fe sino reproponerla de manera eficaz” (ibíd.). También afirmaba que, de hecho, “el Concilio no siguió el derrotero que Juan XXIII había esperado”. Y declaraba que “es necesario también reconocer que – al menos hasta ahora – no ha sido escuchada la plegaria del papa Juan para que el Concilio significase un nuevo salto adelante, una vida y una unidad renovadas para la Iglesia” (ibíd.). Éstas son palabras duras, pero yo diría también muy verdaderas, ya que el espíritu de una exagerada libertad teológica apartó, por así decirlo, al mismo Concilio de sus metas declaradas.

El Consilium ad Exsequendam Constitutionem de Sacra Liturgia tampoco estuvo exento de ser influenciado por este incontenible maremoto del llamado deseo de “cambio” y “apertura”. Posiblemente, algunas de las mencionadas tendencias relativizantes influenciaron también a la Liturgia, minando la centralidad, la sacralidad y el sentido del misterio, y también minando el valor de aquello que la vida litúrgica eclesial había llegado a ser mediante la continua acción del Espíritu Santo en la bimilenaria historia de la Iglesia. Un exagerado sentido de búsqueda de lo antiguo, el antropologismo, la confusión de los roles entre los ordenados y los no ordenados, una ilimitada provisión de espacio para la experimentación – y, de hecho, la tendencia a mirar con suficiencia algunos aspectos de la evolución de la liturgia en el segundo milenio – fueron cada vez más visibles entre ciertas escuelas litúrgicas.

Los liturgistas también tendieron a seleccionar aquellas secciones de la Sacrosanctum Concilium que parecían dar más cabida al cambio o a la novedad, ignorando las demás. Por otra parte, existía un enorme sentido de prisa por efectuar y legalizar los cambios. Se tendió a dar mucho espacio a una forma de mirar a la Liturgia demasiado horizontal. Las normas del Concilio que tendían a restringir tal creatividad, o que eran favorables a “la forma tradicional”, parecieron ser ignoradas. Peor aún, algunas prácticas que Sacrosanctum Concilium no había ni siquiera contemplado fueron permitidas en la liturgia, como la Misa versus populum, la Santa Comunión en la mano, el dejar de lado tanto el latín como el canto gregoriano en favor de cantos e himnos en vernáculo sin mucho espacio para Dios, y la extensión más allá de cualquier límite razonable de la facultad de concelebrar en la Santa Misa. También hubo una extremadamente mala interpretación del principio de “participación activa” (actuosa participatio).

Todo esto tuvo su efecto en la obra del Consilium. Aquellos que guiaron el proceso de cambio, tanto dentro del Consilium como luego en la Sagrada Congregación de Ritos, estuvieron ciertamente influenciados por todas estas tendencias novedosas. No todo lo que ellos introdujeron fue negativo. Mucho del trabajo realizado fue digno de elogio. Pero también se dejó mucho espacio para la experimentación y para la interpretación arbitraria. Estas “libertades” fueron explotadas hasta su máxima expresión por algunos “expertos” litúrgicos, lo que condujo a demasiada confusión. El Cardenal Ratzinger explica cómo “uno se estremece ante el rostro deslucido de la liturgia post-conciliar como ha llegado a ser, o uno se aburre con su banalidad y su falta de standards artísticos…” (La Fiesta de la Fe, 1986). Esto no es para dejar toda la responsabilidad de lo sucedido únicamente en los miembros del Consilium, pero algunas de sus aproximaciones eran “débiles”. De hecho, hubo un espíritu general de “ceder” acríticamente en ciertos puntos al espíritu de muchedumbre entusiasta de la época, incluso dentro de la Iglesia, más visiblemente en algunos sectores y regiones geográficas. Algunos de los que tenían autoridad en la Sagrada Congregación de Ritos también mostraron signos de debilidad en este asunto. Se concedieron demasiados indultos sobre ciertos requerimientos de las normas.

Naturalmente, el “espíritu de libertad” al que algunos sectores de peso en la Iglesia dieron rienda suelta en nombre del Concilio, incluso haciendo vacilar a los que tomaban decisiones importantes, condujo a mucho desorden y confusión, algo que no buscaron ni el Concilio ni los Papas que lo guiaron. La triste afirmación del Papa Pablo VI durante la tormentosa década del ’70, “el humo de Satanás ha entrado en la Iglesia” (Homilía del 29 de junio de 1972, Fiesta de San Pedro y San Pablo), o sus comentarios acerca de las excusas de algunos para impedir la evangelización “sobre la base de ciertas enseñanzas del Concilio” (Evangelii Nuntiandi 80) muestran cómo este anti-espíritu del Concilio hizo más dolorosas sus labores.

A la luz de todo esto, y de algunas consecuencias problemáticas para la Iglesia hoy, es necesario descubrir cómo emergió la reforma litúrgica post-conciliar, y qué figuras o actitudes causaron la presente situación. Es una necesidad a la que, en nombre de la verdad, no podemos renunciar. El Cardenal Ratzinger analizó así la situación: “estoy convencido de que la crisis que estamos experimentando en la Iglesia se debe en gran medida a la desintegración de la Liturgia… cuando la comunidad de fe, la unidad de la Iglesia en todo el mundo y su historia, y el misterio de Cristo Vivo no son ya visibles en la Liturgia, ¿dónde más va a ser la Iglesia visible en su esencia espiritual? Entonces, la comunidad se celebra solamente a sí misma, una actividad que es completamente infructuosa” (Joseph Ratzinger, “Memorias”, 1998). Como decíamos antes, cierta debilidad por parte de aquellos responsables y la atmósfera de relativismo teológico, junto con el sentido de fascinación por la novedad, el cambio, el antropocentrismo, el acento en la subjetividad y el relativismo moral, además de la noción de libertad individual que caracterizó a la sociedad en su conjunto, minaron los valores establecidos de la fe y causaron este deslizamiento hacia la anarquía litúrgica sobre la que hablaba el Cardenal.

Las notas escritas por el Cardenal Antonelli toman, entonces, nueva significación. El Cardenal Antonelli, uno de los miembros más eminentes y más cercanamente involucrados del Consilium que supervisó el proceso de reforma, puede ayudarnos a comprender las polarizaciones internas que influenciaron en las distintas decisiones de la reforma y puede ayudarnos también a tener el coraje de mejorar o cambiar lo que fue introducido erróneamente y que parece ser incompatible con la verdadera dignidad de la Liturgia. El Padre Antonelli ya había sido miembro de la Pontificia Comisión para la Reforma Litúrgica creada por el Papa Pío XII el 28 de mayo de 1948. Fue esta comisión la que trabajó en la reforma de la Liturgia de la Semana Santa y de la Vigilia Pascual, reforma que fue tratada por la misma con mucho cuidado. Esa misma comisión fue reconstituida por el Papa Juan XXIII en mayo de 1960 y, tiempo después, el Padre Antonelli formó parte del grupo que trabajó en la redacción de la Constitución conciliar sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium. Por todo esto, él estuvo muy cercanamente involucrado en el trabajo de reforma desde sus mismos principios.

Con todo, su rol en el movimiento de reforma parece haber sido en gran parte desconocido hasta que el autor de este libro, “El Cardenal Ferdinando Antonelli y el desarrollo de la reforma litúrgica desde 1948 hasta 1970”, Monseñor Nicola Giampietro, tuvo acceso a sus notas personales y decidió presentarlas en un estudio. Este estudio, que fue también la disertación para el doctorado de Monseñor Giampietro en el Pontificio Instituto Litúrgico de San Anselmo en Roma, nos ayuda a comprender los complejos trabajos internos de la reforma litúrgica previos e inmediatamente posteriores al Concilio. Las notas del Cardenal Antonelli revelan a un gran hombre de fe y de la Iglesia que se esfuerza por conformarse con algunas de las corrientes que influenciaron el trabajo del Consilium ad Exsequendam Constitutionem de Sacra Liturgia. Lo que escribió en este diario revela cándidamente sus sentimientos de gozo pero también de dolor y a veces de miedo ante la forma en que las cosas se estaban haciendo, las actitudes de algunos de los personajes principales, y el sentido aventurero que caracterizó a algunos de los cambios que fueron introducidos. Este libro está bien hecho. Ha sido citado por el mismo Cardenal Joseph Ratzinger en un artículo que escribió en la bien conocida revista litúrgica “La Maison-Dieu”, titulado “Respuesta del Cardenal Ratzinger al Padre Gy” (La Maison-Dieu, 230, 2002/2, p. 116). Sobre todo, es un oportuno estudio que nos ayudará a ver el otro lado de las presentaciones más que eufóricas de la reforma conciliar por parte de otros autores contemporáneos.

La publicación en inglés de este interesante estudio contribuirá grandemente, estoy seguro, al ya existente debate sobre la reforma litúrgica post-conciliar. Lo que más claro queda al lector de este estudio es lo que el Cardenal Joseph Ratzinger declaró: “el verdadero tiempo del Vaticano II aún no ha llegado” (Informe sobre la fe, 1985). La reforma debe continuar. Una necesidad inmediata parece ser la reforma del Misal reformado de 1969, dado que un número de cambios que se originaron con la reforma post-conciliar parecen haber sido introducidos con precipitación e irreflexivamente, como declara repetidamente el mismo Cardenal Antonelli. Se necesita corregir la dirección, para que los cambios se hagan verdaderamente en línea con la misma Sacrosanctum Concilium, y se debe ir incluso más lejos, según el espíritu de nuestro propio tiempo.

Y lo que nos impele a tales cambios no es meramente el deseo de corregir los errores pasados sino la necesidad de ser fieles a lo que la Liturgia es y significa para nosotros, y a lo que el Concilio mismo definió que la liturgia es. Porque, como declaró el Cardenal Ratzinger, “la cuestión de la Liturgia no es periférica: el Concilio mismo nos recuerda que en ésta tratamos con el corazón mismo de la fe cristiana” (ibíd.). Lo que necesitamos hoy es no sólo comprometernos en una honesta valoración de lo que sucedió sino también tomar decisiones audaces y valientes para poner el proceso en movimiento. Necesitamos identificar y corregir las orientaciones y decisiones erróneas, apreciar con coraje la tradición litúrgica del pasado, y asegurar que la Iglesia redescubra las verdaderas raíces de su riqueza y grandeza espiritual, incluso si eso significa reformar a la misma reforma, asegurando así que la Liturgia se transforme verdaderamente en la “expresión eminente de la gloria de Dios y, en cierto sentido, un asomarse del Cielo sobre la tierra” (Benedicto XVI, Exhortación Apostólica Post-sinodal Sacramentum Caritatis, del 22 de febrero del 2007, 35).

Arzobispo Malcolm Ranjith
Secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos

8 de Diciembre 2008, Fiesta de la Inmaculada Concepción de María.

Fuente: The New Liturgical Movement
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo