segunda-feira, 31 de agosto de 2009

El Cardenal Castrillón Hoyos habla claro


El periodista italiano Bruno Volpe ofrece en su blog Pontifex una interesante entrevista al cardenal Darío Castrillón Hoyos, Presidente Emérito de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, con motivo de la reciente conclusión en Barletta (Italia) de la sesenta semana litúrgica, bajo el lema “Celebramos la misericordia de Dios”.

En sus declaraciones el cardenal colombiano afirma que “la liturgia es una cosa seria, y nadie puede improvisar ocurrencias de mal gusto. Resulta triste ver a algunos sacerdotes comportarse como animadores televisivos mediocres”.

Añade que “la Misa aunque es también un fiesta, no lo es en el sentido pagano que algunos creen. En primer lugar, y antes de nada, está el concepto del sacrificio incruento de Cristo, y sólo una vez que se ha comprendido que la Misa es sacrificio, don y misterio, podemos hablar luego de fiesta. Pero limitarse a la fiesta es casi un aspecto protestante, superficial”.

Preguntado sobre la celebración “ad orientem” estas son las palabras del cardenal Castrillón Hoyos: “Lo repito, no quiero generar polémica. Pero yo pienso como el Papa sobre este punto. El sacerdote es mediador entre los fieles y Cristo, no el protagonista, actúa en la persona de Cristo, y a Él se vuelve humildemente alzando las manos. Luego si se vuelve a Cristo, la posición más lógica y natural, es decir teológicamente correcta, es hacia el oriente, no por un motivo geográfico, sino porque el oriente representa al verdadero sol, es decir a Cristo. Esto al menos para algunas partes de la liturgia como la plegaria. En cambio durante las lecturas y la homilía no existe ninguna necesidad de volverse al oriente, y pueden hacerse perfectamente vuelto a los fieles”.

Fuente: Hoc Signo

sábado, 29 de agosto de 2009

S. ROSA DE LIMA, VIRGEM, PADROEIRA DA AMÉRICA LATINA


30 de Agosto - 13o. Domingo depois de Pentecostes
branco – S. ROSA DE LIMA, V.,
PADROEIRA DA AMÉRICA LATINA– 1a. classe.
a) Ofício: festivo em todas as Horas. Laudes e Vésp.
com. do domingo.
b) Missa: com. do domingo, Credo, pref. comum.

Tornielli: La “riforma della riforma” e le smentite che non smentiscono


Per la traduzione spagnola di questo articolo di Tornielli clicca qui.

Cari amici, torno sull’argomento del post che avevo dedicato lo scorso 22 agosto alle questioni discusse dalla plenaria della Congregazione del culto divino riguardanti il recupero di un maggior senso di sacralità nella liturgia. Come saprete e come è stato ricordato, nel pomeriggio di lunedì 24 agosto il vicedirettore della Sala Stampa della Santa Sede, padre Ciro Benedettini (che stimo molto) ha diffuso attraverso la Radio Vaticana una dichiarazione verbale riguardante il tema del mio articolo. Queste le sue parole, misuratissime e studiate: “Al momento non esistono proposte istituzionali riguardanti una modifica dei libri liturgici attualmente in uso”. Questa presunta smentita ha fatto il giro dei blog: più di qualcuno non ha nascosto un pizzico di soddisfazione per il fatto che il sottoscritto sia stato colto il castagna. Inoltre, nell’intervista concessa ieri all’Osservatore Romano, il cardinale Segretario di Stato Tarcisio Bertone ha fatto un riferimento alle fantasiose ricostruzioni su documenti “di retromarcia” rispetto al Concilio, parole che l’agenzia Zenit ha prontamente collegato al mio articolo. Vorrei dirvi che la smentita di padre Benedettini più che dal mio articolo, è stata provocata dalla sua ripresa in molti blog (dopo il caso Williamson, i blog e i siti Internet vengono ora costantemente monitorati dalla Santa Sede) che davano per imminente la “riforma della riforma” e modifiche alla messa in senso più tradizionale (o “di retromarcia”, secondo l’espressione usata dal cardinal Bertone). Innanzitutto nel mio articolo non ho mai parlato di riforme imminenti o di documenti già preparati, e nel finale dicevo chiaramente che si trattava dell’inizio di un lavoro. Un lavoro lungo, che non vuole calare le cose dall’alto per imposizione, ma coinvolgere gli episcopati. Parlavo della votazione fatta dalla plenaria della Congregazione , del fatto che il cardinale Canizares ne ha portato i risultati al Papa, del fatto che si sono cominciate a studiare non “proposte istituzionali di modifica dei libri liturgici” quanto indicazioni più precise e rigorose riguardanti la modalità di celebrare con i libri esistenti e in alcuni casi appena pubblicati. Tutto questo per dirvi di non credere a chi oggi scrive che non è in atto nulla, che il Papa e la Congregazione del culto non stanno pensando a nulla, che la “riforma della riforma” e il recupero di una maggiore sacralità della liturgia è una notizia fasulla pubblicata dal sottoscritto. Da quando faccio il vaticanista ho commesso molti errori e molti ne commetterò, ma l’articolo in questione, credetemi, non è tra questi. Del resto il fatto che “al momento” non esistano “proposte istituzionali” di riforma non smentisce che già oggi esistano proposte allo studio non ancora diventate “istituzionali”. E basta leggere ciò che a suo tempo ha scritto il cardinale Ratzinger e ciò che ha scritto Papa Benedetto XVI nella lettera di accompagnamento al motu proprio Summorum Pontificum per rendersi conto di quanto questo tema gli stia a cuore.

sexta-feira, 28 de agosto de 2009

“Recuperemos el amor a la Eucaristía”


El Arzobispo de Lima invocó a los fieles a practicar una urbanidad eucarística, consistente en la buena educación de la piedad, respeto y adoración al Cuerpo de Cristo. Esta exhortación la realizó en la Misa Dominical que celebró en la Basílica Catedral de Lima, el domingo 23 de agosto.

“Recuperemos ese amor a la Eucaristía, recibiendo a Jesús con el cuerpo y el alma limpios, en gracia de Dios. Que se utilice esa pequeña bandeja de comunión, para que en caso una partecita de la Hostia se desprenda, no caiga al suelo. Por eso, esta urbanidad, que debemos enseñarla desde los niños hasta los más ancianos”, exhortó durante su homilía.

Asimismo, el Pastor de Lima recordó que la Iglesia Universal enseña que la comunión Eucarística se recibe en la boca, y de una manera extraordinaria –con permiso del obispo- en la mano.

“La comunión Eucarística se recibe en la boca para evitar el uso de la mano sucia en contacto con el Cuerpo de Cristo. En esta arquidiócesis todavía hay el permiso (para recibir el Cuerpo de Cristo en la mano). Digo todavía, porque cada vez más le pido a los sacerdotes y religiosos que ese respeto visible al Cuerpo de Cristo se manifieste y que no esté entregándose el Cuerpo de Cristo como quien reparte unos papeles”, mencionó.

El Arzobispo de Lima también recordó que la forma correcta de recibir a Jesús en la Eucaristía requiere de una preparación personal para estar en gracia. Y al momento de recibirlo, mostrar una señal visible de respeto, que puede ser la inclinación de la cabeza, y mucho más recomendable, recibir la Santa Eucaristía de rodillas.

El amor a la Eucaristía del Cura de Ars

Finalmente, el Pastor de Lima recordó, en este Año Sacerdotal, al Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney, como un ejemplo a imitar en el amor a Dios en la Eucaristía.

“Hay que tener esa buena educación del Cuerpo de Cristo. Abramos con confianza el corazón a Cristo, dejemos que nos conquiste. Como decía el Santo Cura de Ars: nuestra única felicidad en esta tierra consiste en amar a Dios y saber que él nos ama. Que la Virgen María con su humildad nos enseñe a ser más respetuoso cuando nos acerquemos a recibir el Cuerpo de Cristo”, culminó.

Fuente: Arzobispado de Lima

quinta-feira, 27 de agosto de 2009

El proyecto de Iglesia de Benedicto XVI


Ofrecemos la interesante entrevista que el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado del Santo Padre Benedicto XVI, ha dado hoy a L’Osservatore Romano y en la cual, partiendo de su próxima visita a L’Aquila para la celebración de la Perdonanza, explica el proyecto de Iglesia y de sociedad que tiene el Sumo Pontífice

¿Por qué el cardenal Secretario de Estado ha decidido participar, este año, en la celebración del Perdón de Celestino V?

El Secretario de Estado es un obispo y, como primer colaborador del Papa, participa en su misión pastoral para el bien del pueblo de Dios. Después de haber celebrado el rito fúnebre por las víctimas del terremoto, he sido invitado a presidir la inauguración del Año Celestiniano y de la 60º Semana Litúrgica Nacional que debía realizarse en L’Aquila. Acepté con gusto, tanto por la conexión afectiva y espiritual que me une a la tierra abruzzesa como por el tema elegido: el sacramento del perdón, fuerza que vence el mal. Luego, por motivos evidentes, la Semana Litúrgica fue trasladada a Barletta, en Puglia, mientras que la fiesta de la Perdonanza no podía ser celebrada sino allí, en L’Aquila, bajo el signo de la reconciliación que reconstruye la comunión con Dios y con los hermanos, y sana las heridas del cuerpo y del espíritu.

Mi participación, además, se pone en continuidad con la cercanía del Papa a las poblaciones abruzzesas golpeadas por el terremoto. Después de su conmovedora visita a L’Aquila, el Papa ha seguido la acción de la Iglesia que se ha expresado con las generosas contribuciones de muchas diócesis (italianas y no italianas), y se mantiene informado sobre la acción de las instituciones civiles, sobre las ayudas ya dirigidas y también sobre las promesas hechas a nivel internacional con ocasión del G-8. Como todos nosotros, desea que nada haga pensar en lentitud o en falta de compromiso para volver a dar a las personas la posibilidad de retomar una vida familiar normal en sus casas, reconstruidas o arregladas, y en sus actividades económicas y sociales.

La Perdonanza fue una importante iniciativa de Celestino V para extender con amplitud las indulgencias espirituales, que de este modo eran puestas a disposición también de los cristianos más humildes. ¿Cuál es la atención a los pobres de la Iglesia de Benedicto XVI?

Conocemos la fuerza desencadenante del acto realizado por Celestino V: su don ha impulsado a su inmediato sucesor, Bonifacio VII, a promulgar el Jubileo, con la misma indulgencia extendida a todo el mundo, en un impulso plenario de renovación, de perdón y de indulto incluso a nivel económico y social, además de espiritual. Recordamos las iniciativas mundiales surgidas del Jubileo del 2000.

Si vamos a la actitud de Benedicto XVI hacia los pobres, quisiera subrayar sobre todo su particular atención a los pequeños y a los humildes. Aún siendo un gran teólogo y maestro de doctrina, un importante intelectual y estudioso, que está al nivel de los hombres y mujeres de pensamiento de nuestro tiempo, el Papa Ratzinger se hace entender por todos y está cerca de la gente porque en sus palabras también la gente simple percibe la verdad y capta el sentido de una fe y una sabiduría humana rica en paternidad. Parafraseando una expresión bíblica, podríamos decir con las palabras del salmo 25, que “guía a los humildes en la justicia y enseña a los pobres el camino del Señor”.

Benedicto XVI llega a una multiplicidad de situaciones de pobreza de individuos, familias y comunidades esparcidas por el mundo, tanto directamente como a través de la Secretaría papal o Secretaría de Estado, a través de los organismos encargados de la caridad como la Limosnería apostólica, el Pontificio Consejo Cor Unum y otros, y con ellos distribuye no sólo las ofrendas que recibe de los fieles, de las diócesis, de las congregaciones religiosas y asociaciones benéficas, sino también sus derechos de autor, fruto de su trabajo personal. Se puede decir que realmente, según la definición de san Ignacio de Antioquía, él “preside en la caridad”, guiando con el ejemplo aquel gran movimiento de caridad y de solidaridad planetaria que la Iglesia desarrolla en sus más articulados componentes y ramificaciones capilares.

Finalmente, en la línea de sus predecesores, con un peculiar acento interviene, reclama, despierta, solicita la acción de los Gobiernos y de las organizaciones internacionales para sanar las desigualdades y las discriminaciones más graves en tema de subdesarrollo y de pobreza. Quisiera recordar, entre los innumerables textos, llamados y mensajes, el número 27 de la Caritas in veritate donde denuncia la acentuación de una inseguridad extrema de vida y de crisis alimentaria provocada tanto por causas naturales como por la irresponsabilidad política nacional e internacional: “Es importante destacar, además, que la vía solidaria hacia el desarrollo de los países pobres puede ser un proyecto de solución de la crisis global actual, como lo han intuido en los últimos tiempos hombres políticos y responsables de instituciones internacionales”.

Usted conoce los consensos que rodean a Benedicto XVI pero también algunas reservas, especialmente sobre la fidelidad al concilio Vaticano II y sobre la reforma de la Iglesia. ¿Le parecen temores infundados?

Para entender las intenciones y la acción de gobierno de Benedicto XVI es necesario hacer referencia a su historia personal – una experiencia variada que le ha permitido cruzar la Iglesia conciliar como verdadero protagonista – y, una vez elegido Papa, al discurso de inauguración del pontificado, al discurso a la Curia Romana del 22 de diciembre de 2005, y a los actos precisos que han sido queridos y firmados por él (y a veces pacientemente explicados). Las otras elucubraciones y los susurros sobre presuntos documentos de “marcha atrás” son pura invención según un cliché estandarizado y obstinadamente repetido.

Quisiera citar sólo algunas instancias del concilio Vaticano II constantemente promovidas por el Papa con inteligencia y profundidad de pensamiento: la relación más comprensiva instaurada con las Iglesias ortodoxas y orientales, el diálogo con el judaísmo y el Islam, con una recíproca atracción que ha suscitado respuestas y profundizaciones nunca antes vistas, purificando la memoria y abriéndose a las riquezas del otro. Y además me complace subrayar la relación directa y fraterna, además de paterna, con todos los miembros del colegio episcopal en las visitas ad limina y en las otras numerosas ocasiones de contacto. Debe recordarse la práctica, por él comenzada, de las intervenciones libres en las asambleas del Sínodo de los obispos con respuestas puntuales y reflexiones del mismo Pontífice. No olvidemos, luego, el contacto directo entablado con los superiores de los dicasterios de la Curia romana con los cuales ha restaurado los encuentros periódicos de audiencia.

En cuanto a la reforma de la Iglesia – que es principalmente una cuestión de interioridad y santidad – Benedicto XVI nos ha vuelto a llamar a la fuente de la Palabra de Dios, a la ley evangélica y al corazón de la vida de la Iglesia: Jesús, el Señor conocido, amado, adorado e imitado como “Aquel en el cual quiso Dios que residiera toda plenitud”, según la expresión de la carta a los Colosenses. Con el primer libro de Jesús de Nazareth, y con el segundo que está preparando, el Papa nos hace un gran don y sella su precisa voluntad de “hacer de Cristo el corazón del mundo”.

No olvidemos lo que ha escrito en la carta a los obispos católicos del pasado 10 de marzo sobre el levantamiento de la excomunión a los obispos consagrados por el arzobispo Lefebvre: “En nuestro tiempo, en el que en amplias zonas de la tierra la fe está en peligro de apagarse como una llama que no encuentra ya su alimento, la prioridad que está por encima de todas es hacer presente a Dios en este mundo y abrir a los hombres el acceso a Dios. No a un dios cualquiera, sino al Dios que habló en el Sinaí; al Dios cuyo rostro reconocemos en el amor llevado hasta el extremo (cf. Jn 13,1), en Jesucristo crucificado y resucitado. El auténtico problema en este momento actual de la historia es que Dios desaparece del horizonte de los hombres y, con el apagarse de la luz que proviene de Dios, la humanidad se ve afectada por la falta de orientación, cuyos efectos destructivos se ponen cada vez más de manifiesto”.

¿Cuáles han sido las intervenciones significativas en la Curia romana de Benedicto XVI y cuáles podemos esperar todavía?

Benedicto XVI es un profundo conocedor de la Curia romana, donde ha ocupado un rol prominente como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, un observatorio y un dicasterio central por la conexión de las coyunturas con todos los otros organismos de gobierno de la Iglesia. De este modo, ha podido conocer perfectamente personas y dinamismos y seguir el recorrido de los nombramientos realizados bajo el pontificado de Juan Pablo II, a pesar de su alejamiento de las maniobras y del parloteo que a veces se desarrolla en ciertos ambientes curiales, lamentablemente poco imbuidos de verdadero amor a la Iglesia.

Desde el inicio de su pontificado, aún breve, son más de 70 los nombramientos de superiores de los diversos dicasterios, sin contar los de nuevos nuncios apostólicos y de los nuevos obispos de todo el mundo. Los criterios que han guiado las elecciones de Benedicto XVI han sido: la competencia, el genuino espíritu pastoral, la internacionalidad. Están a las puertas algunos nombramientos importantes y no faltarán las sorpresas, sobre todo en relación a la representación de las nuevas Iglesias: África ya ha ofrecido y ofrecerá excelentes candidatos.

¿Es justo atribuir a la responsabilidad del Pontífice todo lo que ocurre en la Iglesia o es útil, para una correcta información, aplicar el principio de responsabilidad personal?

Se ha difundido la costumbre de imputar al Papa – o, como se dice sobre todo en Italia, al Vaticano – la responsabilidad de todo lo que ocurre en la Iglesia o de lo que es declarado por cualquier exponente o miembro de Iglesias locales, de instituciones o de grupos eclesiales. Esto no es correcto. Benedicto XVI es un modelo de amor a Cristo y a la Iglesia, la personifica como Pastor universal, la guía en el camino de la verdad y de la santidad, indicando a todos la alta medida de la fidelidad a Cristo y a la ley evangélica. Y es justo, para una información correcta, atribuir a cada uno (unicuique suum) la propia responsabilidad por los hechos y palabras, principalmente cuando éstos contradicen patentemente las enseñanzas y los ejemplos del Papa.

La imputabilidad es personal, y este criterio vale para todos, también en la Iglesia. Pero lamentablemente el modo de referir y de juzgar depende de las buenas intenciones y del amor por la verdad de los periódicos y de los medios. He leído recientemente un bello artículo de Javier Marías, que hace una amarga reflexión: “He observado que a una gran parte de la población mundial la verdad ha dejado de importarle. Me temo que me quedé corto y que lo que ocurre es aún más grave: una gran parte de esa población es ya incapaz de distinguir la verdad de la mentira, o, más exactamente, la verdad de la ficción”. Sigue siendo, por eso, todavía más urgente y necesario enseñar la verdad, hacer conocer y amar la verdad sobre sí mismos, sobre el mundo, sobre Dios, convencidos, según la palabra de Jesús, de que “la verdad los hará libres” (Jn. 8, 32).

¿Puede explicar, tal vez también con algún ejemplo, cómo en la Iglesia de Benedicto XVI la libertad de pensamiento y de investigación van a la par con la responsabilidad de la fe?

En relación a este tema – que es muy importante y central en la Iglesia, y que toca otros binomios estrechamente relacionados, como fe-razón, fe-cultura, ciencia-fe, obediencia-libertad – es necesario volver al ejemplo de la vida y de la experiencia de Joseph Ratzinger, pensador, teólogo y reconocido maestro de doctrina, como he dicho. No se puede separar, obviamente, su praxis y su estilo de gobierno de las convicciones más profundas que han alimentado y marcado su comportamiento como estudioso e investigador. A su largo recorrido de intelectual, muy activo en las cátedras universitarias y en los medios, se añadieron sucesivamente dos formidables responsabilidades: primero, la de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y luego, la de Pastor supremo de la Iglesia Católica. Es evidente que estas dos funciones han marcado las enseñanzas y los actos del cardenal y del Papa, orientándolos aún más eficazmente, si se puede decir así, a una interacción y sinergia entre la libertad fundamental de pensamiento y de búsqueda y la responsabilidad del acto de fe y de la adhesión de fe al Dios que se revela, que habla y nos llama a ser “nuevas creaturas”.

Por lo tanto, no se trata de una contraposición o una separación sino una armonía para buscar, para construir con la inteligencia del amor. Tal es la actitud de Joseph Ratzinger cuando habla a organismos como la Pontificia Comisión Bíblica, la Comisión Teológica Internacional, la Pontificia Academia de las Ciencias, la Pontificia Academia para la vida, y así sucesivamente, o bien cuando dialoga con estudiosos y pensadores particulares. Pide a los teólogos que no se desarraiguen de la fe de la Iglesia para ser verdaderos teólogos católicos, y ha elogiado – en Aosta, el pasado 25 de julio – “la gran visión que después tuvo también Teilhard de Chardin: al final tendremos una auténtica liturgia cósmica, en la que el cosmos se convierta en hostia viva”. Después de haber explicado que el saber no es nunca solamente obra de la inteligencia, y que el saber es estéril sin el amor, concluye: “Las exigencias del amor no contradicen las de la razón. El saber humano es insuficiente y las conclusiones de las ciencias no podrán indicar por sí solas la vía hacia el desarrollo integral del hombre. Siempre hay que lanzarse más allá: lo exige la caridad en la verdad. Pero ir más allá nunca significa prescindir de las conclusiones de la razón, ni contradecir sus resultados. No existe la inteligencia y después el amor: existe el amor rico en inteligencia y la inteligencia llena de amor” (Caritas in veritate, n.30).

¿Considera que es fácil o difícil describir la acción y el pensamiento de Benedicto XVI, llegados al quinto año de pontificado?

Sinceramente considero que sería muy fácil para los periodistas describir la acción y el pensamiento de Benedicto XVI. Hojeando los volúmenes de sus Insegnamenti o los textos publicados en L’Osservatore Romano – que siempre transmite fielmente las intervenciones, a veces también espontáneas y ricas en inmediatez y actualidad – no sería difícil reconstruir su proyecto de Iglesia y de sociedad, coherentemente inspirado en el Evangelio y en la más auténtica tradición cristiana. Benedicto XVI tiene una visión límpida y quisiera impulsar a los individuos y a las comunidades a una vida divina y humanamente armónica, con la teología del et y la espiritualidad del “con”, nunca del “contra”, a menos que se trate de las terribles ideologías que han llevado a Europa a los abismos del siglo pasado. Bastaría ser igualmente límpidos y fieles, refiriendo sine glossa, es decir sin añadir interpretaciones torcidas, sus auténticas palabras y sus gestos de padre del pueblo de Dios.

Una última pregunta, ¿cómo nació la idea del Año Sacerdotal?

Recuerdo que, después del Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios, sobre el escritorio del Papa había una propuesta, ya presentada antes, para un año de la oración que, de por sí, estaba bien conectada con la reflexión sobre la Palabra de Dios.

Sin embargo, la ocasión del 150º aniversario de la muerte del Cura de Ars y la aparición de problemáticas que han afectado a muchos sacerdotes, han movido a Benedicto XVI a promulgar el Año Sacerdotal, demostrando de este modo una atención especial con los sacerdotes, con las vocaciones sacerdotales, y promoviendo en todo el pueblo de Dios un movimiento de creciente afecto y cercanía a los ministros ordenados. Ellos son, sin duda, la columna vertebral de las Iglesias locales y los primeros cooperadores del obispo en la misión del anuncio de la fe, de la santificación y de la guía del pueblo de Dios. El Papa ha demostrado siempre una gran cercanía y afabilidad hacia los sacerdotes, sobre todo en los diálogos espontáneos, ricos en experiencia e indicaciones concretas sobre su vida, y con respuestas puntuales a sus preguntas.

El Año Sacerdotal está suscitando un gran entusiasmo en todas las Iglesias locales y un movimiento extraordinario de oración, de fraternidad hacia y entre los sacerdotes, y de promoción de la pastoral vocacional. Además, se está robusteciendo el tejido del diálogo, a veces empañado, entre obispos y sacerdotes, y está creciendo una atención especial también hacia los sacerdotes reducidos a una posición marginal en la acción pastoral. Se desea también que surja un restablecimiento de contacto, de ayuda fraterna y posiblemente de reunión con los sacerdotes que, por diversos motivos, han abandonado el ejercicio del ministerio. Muchas iniciativas están dirigidas a reforzar la conciencia de la identidad y de la misión sacerdotal, que es esencialmente una misión ejemplar y educativa en la Iglesia y en la sociedad. Los santos sacerdotes que han poblado la historia de la Iglesia no dejarán de proteger y sostener el camino de renovación propuesto por Benedicto XVI.

Fuente: L’Osservatore Romano
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

terça-feira, 25 de agosto de 2009

¿La Reforma de Reforma se hace o no?


“Por el momento, no existen propuestas institucionales referentes a una modificación de los libros litúrgicos en uso”, fue la afirmación del Padre Ciro Benedettini, vicedirector de la Oficina de la Prensa de la Santa Sede, que pareció dejar atrás la importante noticia publicada por Andrea Tornielli el pasado sábado, una noticia que suscitó tanta alegría en muchos católicos como desconcierto en otros.

Habría que aclarar, basándonos en la experiencia, que este tipo de “desmentidas de rutina” lanzadas por la Oficina de Prensa no implican, en la mayoría de los casos, una inexistencia de los asuntos que se desmienten. Basta recordar que el tan mencionado “indulto para celebrar la Misa tridentina” (que luego tomaría el nombre y la forma de “Motu Proprio Summorum Pontificum”) fue desmentido en varias ocasiones por la Oficina de Prensa, incluso semanas antes de su publicación. Se puede pensar también en el tan rumoreado nombramiento del Cardenal Cañizares como Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, que fue negado una y otra vez, incluso por el mismo involucrado. Finalmente, se puede recordar el reciente asunto de la tumba de San Pablo Apóstol: el Cardenal Arcipreste de la Basílica de San Pablo negó la existencia de eventuales investigaciones del sarcófago tan sólo unos días antes de que el mismo Santo Padre anunciara sus resultados.

Por otro lado, a favor de la veracidad de la noticia publicada por Tornielli, tenemos un elemento clave: el pensamiento de nuestro actual Sumo Pontífice. Quien lo haya leído, quien lo haya escuchado, sabe cuán importante ha sido y es para él la Liturgia. Esto se vislumbra en el conjunto de su obra, en la gran variedad de sus intervenciones, pero si quisiéramos elegir una frase representativa, podríamos recordar ésta: “Estoy convencido de que la crisis que estamos viviendo hoy en la Iglesia se debe en gran medida a la desintegración de la liturgia”. Y, al respecto, podemos pensar que dos de los periodistas que más lo han conocido y que han llegado a escribir libros con él, Vittorio Messori y Peter Seewald, pronosticaron una intervención en el tema del nuevo Papa cuando la Providencia quiso elevar a la Sede de Pedro al anciano cardenal alemán.

Por último, hay que aclarar que sería engañoso pensar que podemos esperar del Papa Benedicto fortísimas intervenciones que, sin previa consulta y en tiempos apresurados, obligaran a todos con la más estricta fuerza de ley. Quien erróneamente pronosticaba esto al comienzo del pontificado benedictino ciertamente estaba equivocado pero por desconocer la personalidad y el estilo de Joseph Ratzinger, un estilo que con tanta claridad describen quienes han trabajado cerca de él en la Congregación para la Doctrina de la Fe. Su estilo consiste en consultar, profundizar, debatir, buscar el consenso, realizar una síntesis de las diversas opiniones, sin alejarse nunca de lo que considera necesario para la vida de la Iglesia. Su estilo es también, al contrario de lo que manifestaban las injuriosas caricaturas del “Panzer cardinal”, la paciencia del amor que con tanta precisión describe don Nicola Bux en su último libro.

En conclusión, teniendo en cuenta tanto el pensamiento de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI y su manera de actuar así como también el talante y el plan de trabajo del Cardenal Cañizares, su “ministro de Liturgia”, podemos creer que efectivamente, en el seno de la Congregación de Culto, se está realizando un sereno pero eficiente trabajo que aspira, en principio, a recuperar parte de lo que se ha perdido en los turbulentos años post-conciliares en materia litúrgica según la “hermenéutica de la continuidad” que promueve Benedicto XVI. Esto se ve confirmado, además, por algunas voces autorizadas que, desde Roma, han confirmado hace algún tiempo a La Buhardilla que el dicasterio vaticano de Liturgia está trabajando en este sentido por decisión del Santo Padre aunque, ciertamente, también se admite que esto requerirá tiempo.

Finalmente, es curioso el hecho de que, precisamente cuando la Sala de Prensa lo niega, Il Giornale (el periódico donde escribe Tornielli) vuelva a insistir en el tema presentando las 5 novedades, contenidas en el documento entregado al Papa, e informando que ahora han pasado al análisis de obispos y cardenales de la Congregación para el Culto Divino. De este modo, queda confirmado tanto el trabajo del dicasterio como la necesidad de tiempo en sus diversas etapas. He aquí nuestra traducción de los 5 puntos que ofrece hoy el diario italiano:

“A. Se intenta revisar la parte introductoria del Misal poniendo más frenos a la creatividad, y subrayando el sentido de lo sagrado y la importancia de la adoración.

B. Se prevé, en el futuro, la re-publicación de todos los misales bilingües, con el texto latino en el frente.

C. Se quiere contener la práctica, ya difundidísima, de dar la Comunión en la mano, recordando que se trata de una concesión extraordinaria pero que el modo normal de recibir la Hostia es en la boca.

D. Se pide que, en las solemnidades, se vuelva a celebrar en latín, también según el nuevo rito.

sábado, 22 de agosto de 2009

La Reforma Liturgica de Benedicto XVI en marcha


El documento ha sido entregado en las manos de Benedicto XVI la mañana del pasado 4 de abril por el cardenal español Antonio Cañizares Llovera, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino.

Es el resultado de una votación reservada, ocurrida el 12 de marzo, en el curso de la reunión “plenaria” del dicasterio que se ocupa de liturgia y representa el primer paso concreto hacia aquella “reforma de la reforma” tantas veces deseada por el Papa Ratzinger.

Casi por unanimidad, los cardenales y obispos miembros de la Congregación han votado a favor de una mayor sacralidad del rito, de una recuperación del sentido de la adoración eucarística, de una recuperación de la lengua latina en la celebración y de la reelaboración de las partes introductorias del misal para poner freno a los abusos, experimentaciones salvajes y creatividades inoportunas.

Se han mostrado favorables, también, a confirmar que el modo usual de recibir la Comunión según las normas no es sobre la mano sino en la boca. Existe, es cierto, un indulto que permite, a pedido de los episcopados, distribuir la hostia también sobre la palma de la mano pero esto debería quedar como un hecho extraordinario.

El “ministro de la liturgia” del Papa Ratzinger, Cañizares, está haciendo estudiar también la posibilidad de recuperar la orientación hacia Oriente del celebrante, al menos en el momento de la consagración eucarística, como ocurría en la praxis anterior a la reforma, cuando tantos los fieles como el sacerdote miraban hacia la Cruz y el sacerdote, por lo tanto, daba la espalda a la asamblea.

Quien conoce al cardenal Cañizares, apodado “el pequeño Ratzinger” antes de su traslado a Roma, sabe que tiene la intención de llevar adelante con decisión el proyecto, partiendo precisamente de lo que ha establecido el Concilio Vaticano II en la constitución litúrgica Sacrosanctum Concilium, que en realidad ha sido sobrepasada por la reforma post-conciliar que entró en vigor a finales de los años sesenta.

El purpurado, entrevistado en los meses pasados por la revista 30giorni, había dicho al respecto: “A veces se ha cambiado por el simple gusto de cambiar respecto a un pasado percibido como todo negativo y superado. A veces se ha concebido la reforma como una ruptura y no como un desarrollo orgánico de la Tradición”.

Por esta razón, las “propositiones” votadas por los Cardenales y Obispos en la Plenaria de marzo prevén un retorno al sentido de lo sagrado y la adoración, pero también una recuperación de las celebraciones en latín en las diócesis, al menos en las solemnidades principales, y la publicación de misales bilingües – un pedido hecho en su momento por Pablo VI – con el texto en latín en primer lugar.

Las propuestas de la Congregación, entregadas por Cañizares al Papa y que el Papa aprobó, están perfectamente en línea con las ideas expresadas por Joseph Ratzinger cuando éste era aún Cardenal, como atestiguan algunos pasajes suyos inéditos sobre la liturgia anticipados ayer por Il Giornale, que serán publicados en el libro “Davanti al Protagonista” (Editorial Catagalli), presentado de antemano en un congreso en Rimini.

A todo esto, una aclaración importante: para lograr la “reforma de la reforma” se necesitarán muchos años. El Papa está convencido de que tanto los pasos precipitados como el hecho de simplemente lanzar directivas desde arriba no sirve para nada, y tiene además el riesgo de quedar como letra muerta.

El estilo de Ratzinger es el del debate y, sobre todo, del ejemplo. Como es el hecho de que, por más de un año, quienes se acercan al Papa para recibir la Comunión se ponen de rodillas en el reclinatorio especialmente ubicado por los ceremonieros.

Fuente: Il Giornale
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

DÉCIMO SEGUNDO DOMINGO DEPOIS DE PENTECOSTES


quinta-feira, 20 de agosto de 2009

A Formação, verdadeiro ponto de partida para uma autêntica reforma da vida e do apostolado dos sacerdotes


Intervenção do Papa durante a audiência geral

Queridos irmãos e irmãs:

Celebra-se hoje a memória litúrgica de São João Eudes, apóstolo incansável da devoção aos Sagrados Corações de Jesus e Maria, que viveu na França no século XVII, época marcada por fenômenos religiosos contrapostos e também por grandes problemas políticos. É o tempo da Guerra dos Trinta Anos, que devastou não somente grande parte da Europa Central, mas que também devastou as almas.

Enquanto se difundia o desprezo pela fé cristã por parte de algumas correntes de pensamento que então eram dominantes, o Espírito Santo suscitava uma renovação espiritual repleta de fervor, com personalidades de alto nível, como a de Bérulle, São Vicente de Paulo, São Luis Maria Grignion de Montfort e São João Eudes. Esta grande “escola francesa” de santidade também teve entre seus frutos São João Maria Vianney. Por um misterioso desígnio da Providência, meu venerado predecessor, Pio XI, proclamou santos ao mesmo tempo, no dia 31 de maio de 1925, João Eudes e o Cura de Ars, oferecendo à Igreja e ao mundo inteiro dois extraordinários exemplos de santidade sacerdotal.

No contexto do Ano Sacerdotal, quero deter-me a sublinhar o zelo apostólico de São João Eudes, em particular dirigido à formação do clero diocesano. Os santos são a verdadeira interpretação da Sagrada Escritura. Os santos verificaram, na experiência da vida, a verdade do Evangelho; deste modo, eles nos introduzem no conhecimento e na compreensão do Evangelho. O Concílio de Trento, em 1563, havia emanado normas para a ereção dos seminários diocesanos e para a formação dos sacerdotes, pois o Concílio era consciente de que toda a crise da reforma estava também condicionada por uma insuficiente formação dos sacerdotes, que não estavam preparados da maneira adequada para o sacerdócio, intelectual e espiritualmente, no coração e na alma. Isso acontecia em 1563, mas dado que a aplicação e a realização das normas demoravam algum tempo, tanto na Alemanha como na França, São João Eudes viu as consequências deste problema. Movido pela lúcida consciência da grande necessidade de ajuda espiritual que as almas experimentavam precisamente por causa da incapacidade da maioria do clero, o santo, que era pároco, instituiu uma congregação dedicada de maneira específica à formação dos sacerdotes.

Na cidade universitária de Caen, ele fundou o primeiro seminário, experiência sumamente valorizada, que rapidamente se ampliou a outras dioceses. O caminho de santidade, que ele percorreu e propôs aos seus discípulos, tinha como fundamento uma sólida confiança no amor que Deus revelou à humanidade no Coração sacerdotal de Cristo e no Coração maternal de Maria. Naquele tempo de crueldade, de perda de interioridade, dirigiu-se ao coração para deixar nele uma palavra dos salmos muito bem interpretada por Santo Agostinho. Eu gostaria de recordar às pessoas, aos homens e sobretudo aos futuros sacerdotes, o coração, mostrando o Coração sacerdotal de Cristo e o Coração maternal de Maria. O sacerdote deve ser testemunha e apóstolo deste amor do Coração de Cristo e de Maria.

Também hoje se experimenta a necessidade de que os sacerdotes testemunhem a infinita misericórdia de Deus com uma vida totalmente “conquistada” por Cristo, e aprendam isso desde os anos de sua formação nos seminários. O Papa João Paulo II, depois do sínodo de 1990, emanou a exortação apostólica Pastores dabo vobis, na qual retoma e atualiza as normas do Concílio de Trento e sublinha sobretudo a necessária continuidade entre o momento inicial e o permanente da formação; para ele, para nós, é um verdadeiro ponto de partida para uma autêntica reforma da vida e do apostolado dos sacerdotes, e é também o ponto central para que a “nova evangelização” não seja simplesmente um slogan atraente, mas que se converta em realidade. Os alicerces da formação do seminário constituem esse insubstituível humus spirituale no qual é possível “aprender Cristo”, deixando-se configurar progressivamente por Ele, único Sumo Sacerdote e Bom Pastor. O tempo do seminário deve ser visto, portanto, como a atualização do momento em que o Senhor Jesus, depois de ter chamado os apóstolos e antes de enviá-los a pregar, pede-lhes que permaneçam com Ele (cf. Marcos 3, 14). Quando São Marcos narra a vocação dos 12 apóstolos, ele nos diz que Jesus tinha um duplo objetivo: o primeiro era que estivessem com Ele e o segundo, que fossem enviados a pregar. Mas ao ir sempre com Ele, realmente anunciam Cristo e levam a realidade do Evangelho ao mundo.

Neste Ano Sacerdotal, convido-vos a rezar, queridos irmãos e irmãs, pelos sacerdotes e por aqueles que se preparam para receber o dom extraordinário do sacerdócio ministerial. Concluo dirigindo a todos a exortação de São João Eudes, que diz assim aos sacerdotes: “Entregai-vos a Jesus para entrar na imensidade do seu grande Coração, que contém o coração de sua santa Mãe e de todos os santos, e para perder-vos nesse abismo de amor, de caridade, de misericórdia, de humildade, de pureza, de paciência, de submissão e de santidade” (Coeur admirable, III, 2).

Com este espírito, cantamos agora juntos o Pai Nosso em latim.

© Copyright 2009 - Libreria Editrice Vaticana

Fonte: Zenit
Tradução: Aline Banchieri.

segunda-feira, 17 de agosto de 2009

Card. Ratzinger a Mons. Bartolucci: "¡Resista, Maestro, resista!"


La Buhardilla de Jerónimo nos ofrece la traducción al español de una valiosa entrevista a Monseñor Domenico Bartolucci, de 92 años, nombrado por Pío XII Maestro "ad vitam" de la Capilla Sixtina pero alejado del cargo en 1997, debido a la intervención de Mons. Piero Marini, una medida que fue vigorosamente rechazada por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger. El título del post, de hecho, hace referencia a las palabras que el mismo Ratzinger dijo a Mons. Bartolucci meses antes de que éste cesara en el cargo.

Maestro, la reciente publicación del Motu Proprio “Summorum Pontificum” ha traído un soplo de aire fresco en el desolador panorama litúrgico que nos rodea; también usted puede ahora, por lo tanto, celebrar la “Misa de siempre”.

Pero, a decir verdad, yo siempre la he celebrado ininterrumpidamente, a partir de mi ordenación… tendría dificultad, en cambio, no habiéndola dicho nunca, en celebrar la Misa del rito moderno.

¿Nunca abolida, entonces?

Son las palabras del Santo Padre, aún si algunos fingen no entenderlas y si muchos en el pasado han sostenido lo contrario.

Maestro, será necesario conceder a los denigradores de la Misa antigua que esta última no es “participada”…

¡No digamos disparates! He conocido la participación de los tiempos antiguos tanto en Roma, en la Basílica, como en el mundo, como aquí abajo en el Mugello, en esta parroquia de este bello pueblo, un templo poblado de gente llena de fe y de piedad. El Domingo, en las vísperas, el sacerdote habría podido limitarse a entonar el “Deus in adiutorium meum intende” y luego ponerse a dormir sobre el asiento… los campesinos habrían continuado solos y los jefes de familia habrían pensado en entonar las antífonas.

¿Una velada polémica, Maestro, respecto al actual estilo litúrgico?

Yo no sé si, ¡ay de mí!, han estado en un funeral: “aleluya”, aplausos, frases risueñas, uno se pregunta si esta gente leyó alguna vez el Evangelio; Nuestro Señor mismo lloró sobre Lázaro y su muerte. Aquí, con este sentimentalismo insípido, no se respeta ni siquiera el dolor de una madre. Yo les habría mostrado cómo asistía al pueblo a una Misa de difuntos, con qué compunción y devoción se entonaba aquel magnífico y tremendo “Dies Irae”.

¿La reforma no ha sido hecha por gente consciente y doctrinalmente formada?

Discúlpeme, pero la reforma ha sido hecha por gente árida, se lo repito, árida. Y yo los he conocido. En cuanto a la doctrina, el Cardenal Ferdinando Antonelli, de venerada memoria, solía decir a menudo: ¿“qué hacemos liturgistas que no conocen la teología?”.

Estamos de acuerdo con usted, Monseñor, pero es cierto también que la gente no entendía…

Queridísimos amigos, ¿han leído alguna vez a San Pablo: “no importa saber más allá de lo necesario”, “es necesario amar el conocimiento ‘ad sobrietatem’”. De aquí a algunos años se intentará entender la transubstanciación como se explica un teorema de matemática. ¡Pero si ni siquiera el sacerdote puede comprender hasta el fondo tal misterio!

¿Pero cómo se llegó, entonces, a esta distorsión de la liturgia?

Fue una moda, todos hablaban, todos “renovaban”, todos pontificaban, en la estela del sentimentalismo, de reformas. Y las voces que se levantaban en defensa de la Tradición bimilenaria de la Iglesia eran hábilmente calladas. Se inventó una especie de “liturgia del pueblo”… cuando escuchaba estas frases, me venían en mente las palabras de mi profesor del seminario que decía: “la liturgia es del clero para el pueblo”, ella desciende de Dios y no sale desde abajo. Debo reconocer, sin embargo, que aquel aire hediondo se ha hecho menos denso. Las jóvenes generaciones de sacerdotes son, tal vez, mejores que las que las han precedido, no tienen los furores ideológicos dominados por un modernismo iconoclasta, están llenos de buenos sentimientos pero les falta formación.

¿Qué quiere decir, Maestro, con que “les falta formación”?

¡Quiero decir que queremos los seminarios! Hablo de aquellas estructuras que la sabiduría de la Iglesia había cincelado elegantemente durante los siglos. No se da cuenta de la importancia del seminario: una liturgia vivida, los momentos del año son vividos “socialmente” con los hermanos… el Adviento, la Cuaresma, las grandes fiestas que siguen a la Pascua. Todo esto educa, ¡y no se imagina cuánto! Una retórica tonta dio la imagen de que el seminario arruina al sacerdote, de que los seminaristas, alejados del mundo, permanecen encerrados en sí mismos y distantes de la gente. Todas fantasías para disipar una riqueza formativa plurisecular y para remplazarla luego con nada.

Retornando a la crisis de la Iglesia y al cierre de muchos seminarios, ¿Usted es partidario de un retorno a la continuidad de la Tradición?

Mire, defender el rito antiguo no es ser del pasado sino ser “de siempre”. Vea, se comete un error cuando a la misa tradicional se la llama “Misa de San Pío V” o “Tridentina”, como si fuese la Misa de una época particular: es nuestra Misa, la romana, es universal en los tiempos y en los lugares, una única lengua desde la Oceanía hasta el Ártico.

Por lo que respecta a la continuidad en los tiempos, quisiera contarles un episodio. Una vez estábamos reunidos en compañía de un Obispo, cuyo nombre no recuerdo, en una pequeña iglesia del Mugello, y llegó la noticia de la repentina muerte de un hermano nuestro, propusimos celebrar enseguida una Misa pero nos dimos cuenta de que sólo había misales antiguos. El Obispo rechazó categóricamente celebrar. No lo olvidaré nunca y reitero que la continuidad de la liturgia implica que, salvo minucias, se pueda celebrar hoy con aquel viejo misal polvoriento tomado de un estante y que hace cuatro siglos sirvió a un predecesor mío en el sacerdocio.

Monseñor, se habla de una “reforma de la reforma” que debería limar las deformaciones que vienen de los años sesenta...

La cuestión es bastante compleja. Que el nuevo rito tenga deficiencias es ya una evidencia para todos y el Papa ha dicho y escrito varias veces que debería “mirar al antiguo”; sin embargo, Dios nos guarde de la tentación de los líos híbridos; la Liturgia, con la “ele” mayúscula, es la que nos viene de los siglos, ella es la referencia, no se la debe corromper con compromisos “a Dio spiacenti e a l’inimici sui” [que desagradan a Dios y a sus enemigos].

¿Qué quiere decir, Maestro?

Tomemos, como ejemplo, las innovaciones de los años sesenta. Algunas “canciones populares” beat y horribles y tan de moda en las iglesias en el ’68, hoy ya son trozos de arqueología; cuando se renuncia a la perennidad de la tradición para hundirse en el tiempo, se está condenado al cambiar de las modas. Me viene a la mente la Reforma de Semana Santa de los años cincuenta, hecha con una cierta prisa bajo un Pío XII ya cansado. Y bien, sólo algunos años después, bajo el pontificado de Juan XXIII (quien, más allá de lo que se diga, en liturgia era de un tradicionalismo convencido y conmovedor), me llegó una llamada de Mons. Dante, ceremoniero del Papa, que me pedía preparar el “Vexilla Regis” para la inminente celebración del Viernes Santo. Respondí: “pero lo han abolido”. Se me respondió: “el Papa lo quiere”. En pocas horas, organicé las repeticiones de canto y, con gran alegría, cantamos de nuevo lo que la Iglesia había cantado por siglos en aquel día. ¡Todo esto para decir que, cuando se hacen desgarros en el tejido litúrgico, esos agujeros son difíciles de cubrir y se ven! Nuestra liturgia plurisecular debemos contemplarla con veneración y recordar que, en el afán de “mejorarla”, corremos el riesgo de hacerle sólo daños.

Maestro, ¿qué papel tuvo la música en este proceso?

Tuvo un rol importante por varias razones. El melindroso cecilianismo, al cual ciertamente Perosi no fue ajeno, introdujo con sus aires pegadizos un sentimentalismo romántico nuevo, que nada tenía que ver con aquella densidad elocuente y sólida de Palestrina. Ciertas extravagancias de Solesmes habían cultivado un gregoriano susurrado, fruto también de aquella pseudo restauración medievalizante que tanta suerte tuvo en el siglo XIX.

Cundía la idea de la oportunidad de una recuperación arqueológica, tanto en música como en liturgia, de un pasado lejano del cual nos separaban los así llamados “siglos oscuros” del Concilio de Trento… Arqueologismo, en resumen, que no tiene nada que ver con la Tradición y que quiere restaurar lo que tal vez nunca ha existido. Un poco como ciertas iglesias restauradas en estilo “pseudo-románico” por Viollet-le-Duc.

Por lo tanto, entre un arqueologismo que quería remitirse al pasado apostólico, prescindiendo de los siglos que nos separan de ellos, y un romanticismo sentimental, que desprecia la teología y la doctrina en una exaltación del “estado de ánimo”, se preparó el terreno para aquella actitud de suficiencia respecto a lo que la Iglesia y nuestros Padres nos habían transmitido.

¿Qué quiere decir, Monseñor, cuando en el ámbito musical ataca a Solesmes?

Quiero decir que el canto gregoriano es modal, no tonal; es libre, no ritmado, no es “uno, dos tres, uno dos tres”; no se debía despreciar el modo de cantar de nuestras catedrales para sustituirlo con un susurro pseudo-monástico y afectado. No se interpreta un canto del Medioevo con teorías de hoy sino que se lo toma como ha llegado hasta nosotros; además, el gregoriano sabía ser también canto de pueblo, cantando con fuerza nuestro pueblo expresaba su fe. Esto Solesmes no lo entendió, pero todo esto sea dicho reconociendo el gran y sabio trabajo filológico que hizo con el estudio de los manuscritos antiguos.

Maestro, ¿en qué punto estamos, entonces, de la restauración de la música sagrada y de la liturgia?

No niego que haya algunos signos de restablecimiento. Sin embargo, veo el persistir de una ceguera, casi una complacencia por todo lo que es vulgar, grosero, de mal gusto e incluso doctrinalmente temerario… No me pida, por favor, que dé un juicio sobre las “chitarrine” y sobre las “tarantelle” que todavía nos cantan durante el ofertorio… El problema litúrgico es serio, no se debe escuchar a aquellas voces que no aman a la Iglesia y que se lanzan contra el Papa. Y si se quiere sanar al enfermo, hay que recordar que el médico piadoso hace la llaga purulenta…

Fuente: Disputationes Theologicae
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

sábado, 15 de agosto de 2009

DÉCIMO PRIMEIRO DOMINGO DEPOIS DE PENTECOSTES


ASSUNÇÃO DE MARIA SANTÍSSIMA AO CÉU




Definição solene do dogma

44. "Pelo que, depois de termos dirigido a Deus repetidas súplicas, e de termos invocado a paz do Espírito de verdade, para glória de Deus onipotente que à virgem Maria concedeu a sua especial benevolência, para honra do seu Filho, Rei imortal dos séculos e triunfador do pecado e da morte, para aumento da glória da sua augusta mãe, e para gozo e júbilo de toda a Igreja, com a autoridade de nosso Senhor Jesus Cristo, dos bem-aventurados apóstolos s. Pedro e s. Paulo e com a nossa, pronunciamos, declaramos e definimos ser dogma divinamente revelado que: a imaculada Mãe de Deus, a sempre virgem Maria, terminado o curso da vida terrestre, foi assunta em corpo e alma à glória celestial".

45. Pelo que, se alguém, o que Deus não permita, ousar, voluntariamente, negar ou pôr em dúvida esta nossa definição, saiba que naufraga na fé divina e católica.

46. Para que chegue ao conhecimento de toda a Igreja esta nossa definição da assunção corpórea da virgem Maria ao céu, queremos que se conservem esta carta para perpétua memória; mandamos também que, aos seus transuntos ou cópias, mesmo impressas, desde que sejam subscritas pela mão de algum notário público, e munidas com o selo de alguma pessoa constituída em dignidade eclesiástica, se lhes dê o mesmo crédito que à presente, se fosse apresentada e mostrada.

47. A ninguém, pois, seja lícito infringir esta nossa declaração, proclamação e definição, ou temerariamente opor-se-lhe e contrariá-la. Se alguém presumir intentá-lo, saiba que incorre na indignação de Deus onipotente e dos bem-aventurados apóstolos Pedro e Paulo.

Dado em Roma, junto de São Pedro, no ano do jubileu maior, de 1950, no dia 1 ° de novembro, festa de todos os santos, no ano XII do nosso pontificado.

Eu PIO, Bispo da Igreja Católica assim definindo, subscrevi.

quarta-feira, 12 de agosto de 2009

Los nuevos aspirantes a la vida religiosa en EEUU optan por la Tradición


En un estudio recientemente publicado sobre la realidad de las órdenes religiosas en Estados Unidos, se constata que la nueva generación de consagrados a la vida religiosa es de procedencia étnica mucho más diversa y de un planteamiento más conservador en relación a aspectos tales como el uso del hábito y la práctica de la oración. Sin embargo, esa nueva realidad no puede ocultar las cifras del desplome del número de religiosos norteamericanos. El noventa y un por ciento de las monjas y el 75 por ciento de los frailes y sacerdotes son mayores de 60 años, mientras que la mayoría del resto tiene al menos 50.

(NewYorkTimes/Luis F. Pérez/InfoCatólica) Todos ellos pertenecen a la generación marcada por el Concilio Vaticano II, que "modernizó" la Iglesia y muchas de sus órdenes religiosas. Muchos monjes y monjas abandonaron sus hábitos, y salieron de sus conventos para trabajar en servicios comunitarios. El estudio confirma lo que se sospechaba desde hace tiempo: que las órdenes religiosas más "modernizadas" son las que atraen a un menor número de miembros.

El estudio ya estaba en vías de desarrollo cuando el Vaticano anunció tanto la Visita Apostólica a las órdenes religiosas femeninas en los Estados Unidos como la investigación doctrinal a la Leadership Conference of Women Religious, que es el grupo bajo el que se asocian la mayor parte de las religiosas norteamericanas.

El nuevo estudio, que ha sido publicado el pasado martes y que ha sido finaciado por un donante anónimo, fue llevado a cabo por el Center for Applied Research in the Apostolate de la universidad de Georgetown para la Conferencia Nacional de Vocaciones Religiosas, la cual está buscando la manera de atraer a la vida religiosa a nuevos sacerdotes y monjas.

"Habíamos oído como anécdota que la gente más joven atraída a la vida religiosa era diferente y realmente es así" aseguró la Hna Mary Bendyna, directora ejecutiva del Center for Applied Research in the Apostolate. "Los jóvenes se sienten más atraídos por la forma tradicional de vida religiosa, en la cual hay más vida comunitaria, oración común, Misa conjunta, oración de la Liturgia de las Horas en común, etc. Para ellos la fidelidad a la Iglesia es algo realmente importante. Y están buscando comunidades donde sus miembros lleven el hábito". De entre los nuevos sacerdotes religiosos y monjas, al menos dos tercios han elegido órdenes donde el uso del hábito es la norma habitual (...).

Fuente: Infocatólica

terça-feira, 11 de agosto de 2009

Vaticano edita un subsidio oficial en DVD para aprendizaje del Rito Gregoriano o Forma Extraordinaria del Rito Romano


La Pontificia Comisión “Ecclesia Dei” acaba de editar, con subtítulos en inglés, francés, italiano y español, una guía oficial sobre la celebración de la “Forma Extraordinaria” del Rito Romano, de acuerdo con el motu proprio “Summorum Pontificum”.

La guía consta de dos DVDs. El primero de ellos incluye la Misa rezada, y algunos extractos de la Misa cantada. El segundo DVD incluye el vídeo de aprendizaje, con explicaciones de los gestos y rúbricas, desde la preparación de la Misa a las oraciones post-Misa en la sacristía.

Aunque se espera que pronto puedan establecerse canales más amplios de difusión, por el momento las copias pueden adquirirse directamente en la Pontifica Comisión “Ecclesia Dei”:

Pontificia Commissione Ecclesia Dei

Palazzo della Congregazione per la Dottrina della Fede

Piazza del Sant’Uffizio, 11 – 00193 ROMA – ITALIA

Tel. (39) 06/69885213 – 69885494 – Fax 69883412

Bolívia: Evo Morales quer suprimir Igreja Católica


Durante as celebrações pela Independência da Bolívia, 6 de agosto passado, o Presidente Evo Morales decidiu ofender a Igreja Católica, ausentando-se do tradicional Te Deum matutino; e passou a tarde saudando diversos grupos na praça “25 de Mayo”, incluindo uma delegação de pastores evangélicos.

Depois de ignorar a Missa tradicional de Ação de Graças, a que costumam assistir os presidentes constitucionais, Morales pronunciou um discurso chamando à unidade do País a partir de Sucre, capital oficial do país.

Segundo agências de notícias locais, o canal estatal “manipulou a transmissão durante a mensagem do primeiro mandatário”. Segundo as agências, “de maneira permanente (o canal estatal) inseria aplausos e vivas, através de um microfone instalado na parte externa desse histórico edifício”.

Recentemente, Morales afirmou que a Igreja Católica no era mais que “um estorvo histórico” e uma “instituição do passado” que deveria ser relegada ou suprimida. As declarações do Presidente, um dos principais aliados de Hugo Chávez no projeto da “ALBA”, fizeram aumentar as tensões políticas e sociais no país.

Fonte: Aciprensa
Tradução: OBLATVS

El Card. Marc Ouellet (Canadá) denuncia la falta de comunión y da solidaridad de algunos obispos con el Papa e sus consecuencias


En una conferencia breve pero contundente ante 90 obispos, 8 cardenales y 1000 Caballeros, el Primado de Canadá y Arzobispo de Québec Marc Ouellet trató el tema de la unidad en la 127º Convención Suprema anual de los Caballeros de Colón

Ouellet habló del “duro invierno” que el Papa Benedicto tuvo que “sufrir” este último año, al tiempo que fue “duramente criticado tanto dentro como fuera de la Iglesia y no fue defendido adecuadamente por aquellos que comparten su ministerio”.

Las dos mayores controversias que provocaron críticas al Papa en los últimos meses de parte de los principales medios de comunicación liberales e incluso de parte de algunos miembros de la jerarquía de la Iglesia, fueron el levantamiento de las excomuniones de los obispos de la Sociedad de San Pío X, y las declaraciones del Papa contra el uso de los condones. Aunque el Cardenal Ouellet mencionó solamente “el esfuerzo del Papa por traer al grupo cismático de los lefevbristas a la comunión plena”, destacó que el Papa fue criticado “por éste y otros varios motivos”.

Otra controversia – la de los comentarios sobre el uso del condón – causó una protesta internacional contra el Papa, incluso de parte de miembros de la Iglesia. El SIDA “es una tragedia que no puede ser superada sólo con dinero, que no puede ser superada por medio de la distribución de condones, lo que incluso agrava los problemas”, dijo el Pontífice a los periodistas en el avión papal, el 17 de marzo de este año.

Los comentarios fueron seguidos de pesadas críticas por parte de líderes mundiales, incluso católicos, y hasta por críticas veladas de obispos en Portugal, Alemania y Canadá. Dos Cardenales, uno retirado y otro en activo estuvieron entre los que no apoyaron al Papa.

Aunque hubo varios Cardenales y obispos que defendieron al Santo Padre, la defensa del Papa estuvo lejos de ser algo global.

“En todos los niveles de conducción de la Iglesia, la unidad con Pedro y la solidaridad con él no ha sido un gran logro en este año”, dijo Ouellet en su conferencia.

En un entusiasta llamado a la unidad con el Papa y como afirmación de su autoridad de enseñar, el Cardenal Ouellet dijo: “Es ya tiempo de actuar, y de tomar partido con nuestro Santo Padre, quien es admirablemente tranquilo y coherente en el cumplimiento de todas sus tareas. Es una gran bendición para nosotros la calidad de su enseñanza”.

El Cardenal de Quebec felicitó a los Caballeros por el lema de la convención: “Estamos con Pedro, en solidaridad con nuestros obispos y sacerdotes”.

“Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a dar un testimonio más fuerte de nuestra amorosa fidelidad a la Iglesia y a su Pastor principal, el sucesor de Pedro”, dijo. “La unidad en la Iglesia es la llave para la realización de su misión”.

El Primado de Canadá señaló nefastas penurias de la Iglesia como fruto de la desunión con el Papa. “Cuando hay falta de unidad dentro de la Iglesia, vemos rápidamente una disminución en las vocaciones y en la asistencia a la Iglesia, y también la desintegración de la vida familiar”, dijo.

Concluyendo, el Cardenal Ouellet dijo: “Pongámonos de parte del sucesor de Pedro, nuestro Papa, en este tiempo de desafíos, aceptando con coraje nuestro tarea cristiana de construir en todas partes la unidad y la solidaridad”.

Fuente: Life Site News
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

segunda-feira, 10 de agosto de 2009

Pío XII realizó varios exorcismos «a distancia» a Hitler por considerarlo un «endemoniado»


Gumpel, relator del Proceso de Beatificación, revela estos hechos: El Papa Pacelli exorcizó «varias veces» y a distancia a Adolf Hitler, por considerarlo una persona poseída; un endemoniado; un hombre tan diabólico en sus programas de dominio y de exterminio, hasta el punto de estar dominado por las fuerzas del Mal. Así lo declaró Sor Pascalina, secretaria particular del Pontífice.

(Orazio Petrosillo y Antonio Gaspari) Ocurrió durante la guerra, y «varias veces». Se trata de algo inusual, ya que los exorcismos se hacen normalmente sobre personas poseídas por el demonio o víctimas de ataques diabólicos. En el exorcismo el Papa invocaba a Dios para que liberase a aquella persona de la influencia diabólica que sufría el Führer y en base a la cual actuaba. Estos hechos de Pío XII fueron revelados por el historiador y jesuita alemán Peter Gumpel, teólogo relator del proceso de beatificación del Pontífice Pacelli, en el trascurso de una mesa redonda celebrada junto con el senador Giulio Andreotti en torno al tema «Pío XII, constructor de la paz», en Roma.

Gumpel nos desvela el testimonio jurado de Sor Pascalina Lehnert, en el curso del proceso del Siervo de Dios Eugenio Pacelli, quién declaró que «el cardenal alemán Michael von Faulhaber y otros obispos estaban persuadidos de que Hitler estaba endemoniado, así que alertaron al Santo Padre, y éste, cuando se empezó la guerra, no sólo hizo oraciones, sino que recurrió al exorcismo sobre Hitler en su Capilla privada, presentes nosotras, las religiosas».

Pío XII contra Hitler

En contra de los panfletos que han definido sin ningún fundamento a Pío XII como «el Papa de Hitler», el motivo central de la intervención de los ponentes ha sido la réplica documentada a «cuarenta años de calumnias o de pérdida de la memoria en las relaciones de este Papa. La estrategia para proteger a Pacelli de las calumnias es, según Andreotti, la de no jugar a defenderse sino la de pasar al ataque».

Gratitud de los judíos

En los esfuerzos de Pío XII por evitar la guerra y limitar sus efectos y sobre todo salvar al mayor número posible de judíos (cerca de 700-800 mil según el historiador judío Lapide), emerge el tema de las relaciones Hitler-Pacelli. El pontífice no se encontró con él nunca ni tuvo relación directa con él, sin embargo Gumpel, ha citado en el juicio, las palabras de Pacelli al final de su mandato en Berlín en diciembre de 1929, años antes de la ascensión al poder del dictador en 1933: «Este hombre está completamente poseído, todo lo que no le sirve lo destruye; todo lo que dice y escribe lleva la marca de su egocentrismo; este hombre es capaz de eliminar todo aquello que le resulta un obstáculo. No llego a comprender cómo en Alemania, incluso entre las personas mejores, no se percatan de lo que escribe y dice».

Un Hitler furioso

Los historiadores consideran que Pío XII en el año 1940 compartió el proyecto de algunos generales alemanes de expulsar a Hitler del poder. El relator Gumpel ha recordado las diversas protestas del Papa contra el nazismo, como el radiomensaje de la Navidad del 1942, en contra del programa hitleriano «Nuevo Orden», así como las denuncias de las muertes de miles de personas, tan sólo por razón de nacionalidad o de raza. La fiel secretaria del Papa, Sor Pascalina, supo por medio del cardenal von Faulhaber que el Führer estaba furioso con Pío XII, y había exclamado contra el Pontífice, diciendo: «¿De dónde saca tanta fuerza para resistirme y obstaculizar aquello que yo quiero, ese miserable, que no tiene otra cosa que piel y huesos. No puedo destruir Roma, algo que me hubiera dado mucho placer. ¡A cuántos judíos ha salvado, y no he sido capaz de apoderarme de él!».

quarta-feira, 5 de agosto de 2009

Ranjith: "No me arrepiento de lo que dije sobre la Liturgia de la Iglesia"


En el día en que Monseñor Ranjith ha tomado posesión de la Arquidiócesis de Colombo, en Sri Lanka, La Buhardilla nos ofrece una entrevista que el prelado ha concedido al periódico italiano Avvenire.

“Me siento honrado de que el Papa Benedicto me haya elegido como nuevo arzobispo de Colombo, la capital de mi patria, en este momento particular de su historia. Así como me sentí honrado cuando, tres años y medio atrás, me llamó de nuevo a Roma para ser su colaborador en la Curia Romana en el campo – tan importante para él – de la liturgia”.


El arzobispo Albert Malcolm Ranjith Patabendige Don ha recibido con gran serenidad el nombramiento, publicado el 16 de junio, como arzobispo de Colombo, en Sri Lanka. Para Ranjith, de hecho, se trata de un retorno a los orígenes. El 10 de julio Benedicto XVI lo recibió en audiencia. Hoy tomará posesión de la diócesis. Avvenire lo ha entrevistado en la víspera de la partida para Colombo.


Excelencia, el nombramiento como arzobispo de Colombo ocurre en un momento delicado de la historia del país…

En efecto, ha concluido recientemente el conflicto que por cerca de treinta años ha atormentado al país. A causa de la intransigencia mostrada por los rebeldes y de la dificultad de encontrar una solución aceptable para todos, el gobierno ha tomado la decisión de hacerla terminar de una vez por todas liberando los territorios ocupados por los mismos rebeldes tamiles de su control. El país estaba harto de esta situación y no podía permitir un tipo de “gobierno” paralelo ilegítimo en una parte de su territorio. Pero, al mismo tiempo, todos entienden que esto no significa necesariamente una paz verdadera y duradera. Una cosa es ganar una guerra, otra obtener la victoria de los corazones. Es aquí donde será necesario un proceso para reconstruir la armonía entre las dos etnias, los cingaleses y los tamiles.

Usted conoce desde hace tiempo al presidente de Sri Lanka, con el que tiene una relación de estima recíproca…

Esto es cierto, y creo que él tiene necesidad del apoyo y de la guía espiritual de los representantes de las diversas religiones para realizar este cambio cultural de modo que las diversas etnias y religiones puedan convivir pacíficamente en una nueva sociedad. Hay varios grupos de integristas que no quieren ver en el país una sociedad pluricultural. Son bastante poderosos y también están bien organizados.

¿Qué rol podrá tener la Iglesia Católica de Sri Lanka en el proceso de pacificación que usted desea?

La Iglesia ya tiene un rol importante porque está presente tanto en la mayoría cingalesa de la población – que es predominantemente de religión budista – como en la minoría tamil – que es más bien de religión hinduista. Con esto no quiero decir que entre cingaleses y tamiles hay un conflicto de naturaleza religiosa, pero es indudable que el elemento religioso juega un papel importante. Esta división constituye un nuevo desafío para las mismas religiones: el desafío de deber superar las barreras étnicas. La Iglesia lo ha logrado mejor y por eso podrá ser de ayuda, tal vez como un puente inter-étnico.

¿Este rol de mediación de la Iglesia Católica es apreciado por las autoridades civiles? ¿Y por las religiosas?

Normalmente, también los jefes religiosos hindúes y budistas parecen apreciar nuestro trabajo de pacificación y de mediación. No escondo, sin embargo, el hecho de que existen algunos sectores de los intelectuales budistas que nos miran con sospecha. Son los mismos sectores que desde hace tiempo promueven la promulgación de una ley contra las conversiones. Ellos verían como humo en los ojos un aumento de prestigio de la Iglesia Católica vinculado con nuestro rol de mediación entre las dos etnias.

Excelencia, después de tres años y medio, deja el cargo de Secretario de la Congregación para el Culto Divino…

Sigo estando profundamente agradecido al Papa por haberme llamado a Roma para colaborar con él en un campo decisivo como el de la liturgia. En estos años, he tenido la alegría de poder vivir de cerca la acción del Papa y su insistencia sobre la renovación de la Iglesia, íntimamente vinculada con la renovación de la vida litúrgica.

¿Cómo se ha encontrado en su trabajo en la Congregación?

Tuve la oportunidad de trabajar con dos purpurados – Francis Arinze primero, y Antonio Cañizares Llovera por algunos meses – verdaderamente a la altura de la situación. He buscado, en estos pocos años, asegurar que haya más debate y reflexión sobre aquellos aspectos de la liturgia que desafortunadamente han sido puestos al margen pero que, de hecho, pertenecen a lo esencial, como indican también diversos escritos del Papa sobre la materia. Respecto al futuro, estoy seguro de que con el cardenal Cañizares la liturgia de la Iglesia está verdaderamente en buenas manos.

¿Y en la Curia Romana?

Como es sabido, en total he pasado ocho años en el servicio de la Santa Sede. Esta experiencia me ha enriquecido mucho, ampliando los horizontes y haciéndome gustar el misterio de aquel vínculo íntimo entre la Iglesia y el Señor y Su acción santificadora por medio de ella, a menudo en el silencio, con paciencia y a pesar de las dificultades, obstáculos y diversidad de puntos de vista humanos que envuelven incluso a sus discípulos.

¿No se ha arrepentido de algunas declaraciones lanzadas en el pasado y que parecieron demasiado críticas con respecto a la situación actual de la vida litúrgica de la Iglesia y demasiado positivas con respecto al mundo tradicionalista, ligado a los así llamados ritos preconciliares?

Tal vez a veces he usado tonos un poco fuertes, pero sinceramente no me arrepiento de lo que dije. La historia y el Señor me juzgarán.

Después de la experiencia romana, ¿con qué espíritu vuelve a su país?

Con gran esperanza, porque creo que la Iglesia Católica tiene una gran misión para el futuro del mundo y particularmente de Asia. Y en esta misión confiada a nosotros como Iglesia, el rol del Papa es fundamental. Él es Pedro y para nosotros, los católicos, es el Vicario de Cristo. Él representa para nosotros el rol guía del mismo Cristo en la historia, su solicitud por la salvación del mundo. Es precisamente por eso que los fieles, especialmente los más sencillos, quieren tanto al Papa. Es con esta humilde certeza que vuelvo con gozo a mi país, donde los católicos aman y rezan siempre por el Papa. Esperando poderlo recibir si – como se oye decir – realmente decide hacer un viaje pastoral a Asia.

Fuente: Papa Ratzinger Blog
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

terça-feira, 4 de agosto de 2009

Dies Natalis Sancti Ioannis Mariae Vianney


Neste dia, há 150 anos, falecia o Cura d'Ars.

São João Maria Vianney, beatificado por São Pio X e, por ele, declarado patrono dos sacerdotes franceses que tinham a cura das almas. Pio XI o canonizou e estendeu seu patrocínio aos párocos do mundo inteiro. Neste Ano Sacerdotal, o Papa Bento XVI o proclamará padroeiro de todos os sacerdotes.

A santidade do Cura d'Ars e seu luminoso testemunho de vida sacerdotal ultrapassaram os limites da pequena vila francesa e, ainda em vida, ganharam os corações dos franceses. O esplendor de sua alma sacerdotal irradia-se hoje para todo o orbe católico.

Não era teólogo, biblista, canonista ou moralista. No entanto, abundavam nele a sabedoria divina. Era simplesmente padre, um padre que conhecia o sentido de sua vocação e que pôs toda sua vida no serviço a Deus e às ovelhas que lhe foram confiadas.

Algumas de suas palavras sobre o sacerdócio:

“O Sacerdote é o amor do Coração de Jesus. Quando virdes o padre, pensai em Nosso Senhor Jesus Cristo.”

“Se não tivéssemos o sacramento da Ordem, não teríamos Nosso Senhor. Quem o colocou no tabernáculo? O padre. Quem foi que recebeu nossa alma à entrada da vida? O padre. Quem a alimenta para lhe dar força de fazer sua peregrinação? O padre.”

“O sacerdote tem as chaves dos tesouros celestiais; é o procurador de Deus, é o ministrador de seus bens.”

“Se um padre vier a morrer em conseqüência dos trabalhos e sofrimentos suportados pela glória de Deus e a salvação das almas não seria nada mal.”

“O Sacerdote só será bem compreendido no céu… Se o compreendêssemos na terra, morreríamos, não de pavor, mas de amor.”

“Devemos considerar o padre quando está no altar e no púlpito como se fosse o próprio Deus.”

“Se tivéssemos fé, veríamos Deus oculto no sacerdote, como a luz por trás da vidraça, como vinho misturado na água.”

“Oh! como o sacerdote é algo sublime! Se ele se apercebesse morreria… Deus lhe obedece: diz duas palavras e Nosso Senhor desce do céu.”

“O padre não é para si. Não dá a si a absolvição. Não administra a si os sacramentos. Ele não é para si, é para vós. O Sacerdote não é para si, mas para vós…”

Fonte: Oblatus

El Obispo de Copenhague celebra en el Rito Gregoriano


Según informa New Liturgical Movement, el pasado domingo 2 de agosto monseñor Czeslaw Kozon, obispo de Copenhague (Dinamarca), celebró la santa Misa, con arreglo al Usus Antiquior o forma extraordinaria, en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de Copenhague. El grupo de laicos de San Carlos Borromeo, que promueve la celebración de la forma extraordinaria en la capital danesa, halló dificultades para encontrar un sacerdote que celebrara esta forma durante el verano, ante lo cual el propio obispo, monseñor Kozon, se ofreció generosamente para celebrarla el pasado domingo. Dado que no hubo tiempo para reunir los ministros necesarios para una solemne Misa pontifical, la Misa fue celebrada como Misa cantada. Gloria.tv ofrece también estas imágenes de la celebración:








Fonte: Hoc Signo