segunda-feira, 13 de setembro de 2010

El Patriarcado de Moscú aplana el camino del Papa en Inglaterra



Pocos días antes que Benedicto XVI, ha visitado Londres el número dos de la Iglesia ortodoxa rusa, el metropolita Hilarion de Volokolamsk, presidente del Departamento para las relaciones eclesiásticas del Patriarcado de Moscú.

Al encontrarse el jueves 9 de septiembre, en el Lambeth Palace, con el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, primado de la Comunión Anglicana, Hilarion ha allanado el camino al Papa, que se encontrará con Williams el 17 de septiembre.

De hecho, tanto en el coloquio privado con el primado anglicano como en la sucesiva conferencia en el Nikæan Club, Hilarion expresó con expresiones muy ratzingerianas su lectura de la condición actual del cristianismo en el mundo:

“Todas las versiones actuales del cristianismo – dijo – pueden ser divididas en dos grandes grupos principales: tradicional y liberal. Hoy la distancia no es tanto entre los ortodoxos y los católicos, o entre los católicos y los protestantes, sino, más bien, entre los tradicionalistas y los liberales.

Algunos líderes cristianos, por ejemplo, nos dicen que el matrimonio entre un hombre y una mujer no es más el único modo para construir una familia cristiana: existen otros modelos y la Iglesia debería volverse adecuadamente «inclusiva» reconociendo modelos de comportamiento alternativos y dándoles su bendición oficial. Algunos tratan de persuadirnos de que la vida humana ya no es un valor absoluto, que se puede poner fin a ella en el seno materno y según la propia voluntad. En pocas palabras, a los tradicionalistas cristianos se le está pidiendo reconsiderar el propio punto de vista con la pretensión de mantenerse al paso con la modernidad”.

Luego de haber recordado que una de las prioridades de la Iglesia ortodoxa rusa es el testimonio del significado eterno de los valores espirituales y morales cristianos en la vida de la sociedad moderna, el metropolita Hilarion ha subrayado la voluntad común del Patriarcado de Moscú y de la Iglesia católica “de instaurar una alianza en Europa para defender los valores tradicionales del cristianismo, para volver a dar un alma cristiana a Europa” contra el secularismo y el relativismo.

Fuente: Settimo Cielo