segunda-feira, 31 de agosto de 2009

El Cardenal Castrillón Hoyos habla claro


El periodista italiano Bruno Volpe ofrece en su blog Pontifex una interesante entrevista al cardenal Darío Castrillón Hoyos, Presidente Emérito de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, con motivo de la reciente conclusión en Barletta (Italia) de la sesenta semana litúrgica, bajo el lema “Celebramos la misericordia de Dios”.

En sus declaraciones el cardenal colombiano afirma que “la liturgia es una cosa seria, y nadie puede improvisar ocurrencias de mal gusto. Resulta triste ver a algunos sacerdotes comportarse como animadores televisivos mediocres”.

Añade que “la Misa aunque es también un fiesta, no lo es en el sentido pagano que algunos creen. En primer lugar, y antes de nada, está el concepto del sacrificio incruento de Cristo, y sólo una vez que se ha comprendido que la Misa es sacrificio, don y misterio, podemos hablar luego de fiesta. Pero limitarse a la fiesta es casi un aspecto protestante, superficial”.

Preguntado sobre la celebración “ad orientem” estas son las palabras del cardenal Castrillón Hoyos: “Lo repito, no quiero generar polémica. Pero yo pienso como el Papa sobre este punto. El sacerdote es mediador entre los fieles y Cristo, no el protagonista, actúa en la persona de Cristo, y a Él se vuelve humildemente alzando las manos. Luego si se vuelve a Cristo, la posición más lógica y natural, es decir teológicamente correcta, es hacia el oriente, no por un motivo geográfico, sino porque el oriente representa al verdadero sol, es decir a Cristo. Esto al menos para algunas partes de la liturgia como la plegaria. En cambio durante las lecturas y la homilía no existe ninguna necesidad de volverse al oriente, y pueden hacerse perfectamente vuelto a los fieles”.

Fuente: Hoc Signo