domingo, 31 de maio de 2009

Comentários e video da Solene Missa de Pentecostes na Basílica de São Pedro no Vaticano

Pentecostes no Vaticano




Fonte: Daylife

La confesión de un Obispo francés


El obispo francés Maurice Gaidon, emérito de Cahors, ha publicado hace algunos meses el libro “Un évêque français entre crise et renouveau de l’Église”, Ed. de l’Emmanuel, 2008 (“Un obispo francés entre la crisis y la renovación de la Iglesia”) que ha sorprendido por la claridad de su análisis y la sinceridad de sus afirmaciones. La Buhardilla de Jeronimo nos ofrece algunos extractos del libro tomados de la segunda parte que tiene tres capítulos con títulos muy elocuentes: “La travesía del deserto”, “Nosotros somos cobardes” y “Una Iglesia paralizada?”

“¿De dónde proviene esta impresión de extraño letargo que percibo en el contacto con nuestras comunidades desorientadas, de nuestros sacerdotes desencantados, de mis hermanos obispos por el temeroso silencio en nuestras asambleas?”

“Yo pienso que a nuestro lenguaje le falta vigor y que el espíritu profético está demasiado ausente de nuestros textos, sabiamente medidos y dignos de resoluciones votadas al final de «meeting radical-socialistas». [...]. Un texto se diluye cuando es revisado y corregido en una asamblea de un centenar de miembros, algunos de los cuales no hablan nunca mientras que otro toman la palabra sin complejos. En una asamblea infiltrada, en parte, por “grandes mitras” que preparan cuidadosamente ciertas elecciones y se reparten los “puestos clave” del episcopado. [...]. Nosotros no queremos salir de un tono conciliador y buscamos, en primer lugar, el consuelo de un blando consenso en los campos más sensibles, como son los problemas de moral conyugal y las cuestiones de bioética. Ya había encontrado estas indecisiones al momento de la ley sobre el aborto y constaté que no estábamos listos para cruzar la espada contra los políticos. Siento la misma impresión cuando el gobierno se prepara a abrir los debates sobre los contratos de unión entre dos personas del mismo sexo. ¿De dónde surge este miedo si no dudamos en hacer oír nuestra voz en otros problemas sociales?”

“Y algunos de nosotros no terminan de tejer alabanzas a este régimen digno de elogios… lo que es un colmo. No tenemos que alabar a un régimen que trata a la Iglesia con tanta desenvoltura y no pierde ocasión de poner obstáculos a la difusión del mensaje cristiano. No debemos incensar a un poder político cuyo liberalismo moral contribuye a degradar el clima de nuestra sociedad. [...]. No debemos olvidar tan velozmente elecciones legislativas que han llevado a la banalización del aborto. [...]. Pagaremos caro y largamente estas decisiones, a las cuales hemos opuesto una resistencia realmente mediocre y un discurso sin aristas vivas ni acentos vigorosos”.

“He vivido mal la reforma litúrgica, impuesta en el plazo de un domingo y con un autoritarismo clerical insoportable. [...]. Tengo la impresión de haber vivido estos años como una lenta deriva, impulsada por las modas y por los lenguajes establecidos en nuestro universo clerical, y de reencontrarme, a la hora de mi última etapa, en un doloroso desconcierto, invadido por el sentimiento de haber padecido pasivamente las tomas de posición y las decisiones de mis hermanos en el episcopado y de haber seguido con ellos la corriente de compromisos, en lugar de usar el lenguaje áspero y profético de los testigos y anunciadores de una Palabra que es una espada”.

“La esperanza no tiene nada que ver con un optimismo al mando que reina con demasiada frecuencia en las oficinas eclesiásticas que yo frecuento”.

sábado, 30 de maio de 2009

Summorum Pontificum para todos los Ritos Latinos


Según informan New Liturgical Movement y La Buhardilla de Jerónimo la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, en una carta firmada por su Vicepresidente Mons. Camille Perl, después de haber recibido una respuesta, ha confirmado que según la "mens legislatoris", la intención del legislador, o sea, del Santo Padre Benedicto XVI, las disposiciones del Motu Proprio “Summorum Pontificum” deben "a fortiori" aplicarse también para la celebración de los otros ritos latinos, incluyendo el rito Ambrosiano antiguo:


Reverendo Padre:

Su carta del 7 de enero de 2009 ha tenido nuestra atención pero aún esperaba una respuesta. Usted expresa el deseo de "recibir el consuelo de una aprobación a la posibilidad de que también los estudiantes ambrosianos que lo soliciten puedan disfrutar los beneficios garantizados por el Sumo Pontífice en el Motu proprio "Summorum Pontificum".

Si bien es cierto que el Motu proprio del Santo Padre no menciona explícitamente el rito Ambrosiano, tampoco excluye los otros ritos latinos; si la voluntad del Sumo Pontífice vale para el rito Romano, considerado el superior en dignidad, en consecuencia, tanto más para los otros ritos latinos, incluyendo al Ambrosiano.

Deseando las bendición del Señor sobre su trabajo pedagógico,

Lo saludo fraternalmente.


Camille Perl
Vice-Presidente

Sequência de Pentecostes: Veni Sancte Spiritus

Veni Creator Spiritus

sexta-feira, 29 de maio de 2009

DOMINGO DE PENTECOSTES


Spíritus Dómini replévit orbem terrárum, allelúia:
et hoc quod cóntinet ómnia, sciéntiam habet vocis,
allelúia, allelúia, allelúia.
Sap. 1, 7

quarta-feira, 27 de maio de 2009

En un discurso monumental el Papa insiste: ¡hermenéutica de la continuidad!


Durante su intervención en la apertura del Congreso Eclesial de la diócesis de Roma, el Papa Benedicto XVI volvió a insistir una vez más en la necesidad de una correcta hermenéutica del Concilio Vaticano II, uno de los temas centrales de su pontificado del cual habló más profundamente en el histórico discurso del 22 de diciembre de 2005.


CIUDAD DEL VATICANO – Después del Concilio Vaticano II, que “ha traído buenos frutos”, ha habido una “corriente interpretativa que apelando a un presunto «espíritu del Concilio» ha intentado establecer una discontinuidad con la Tradición de la Iglesia, confundiendo, por ejemplo, los confines objetivamente existentes entre la jerarquía y el laicado, mirando a la Iglesia desde una perspectiva horizontal que excluía la referencia a Dios, en abierto contraste con la doctrina católica”.

Lo afirma Benedicto XVI en su discurso al Congreso Eclesial de la diócesis de Roma, dedicado este año a la corresponsabilidad en la vida de la Iglesia. “El Concilio – ha explicado el Papa – no ha sido una ruptura que ha dado vida a otra Iglesia sino una verdadera y profunda renovación y crecimiento de un único sujeto que se desarrolla”. Recordando que esta misma denuncia estuvo al centro de su primer discurso a la Curia Romana el 22 de diciembre de 2005, el Pontífice advirtió que, a causa de esta interpretación, “en realidad opuesta al espíritu del Vaticano II”, en los años que han seguido a aquel evento, “no siempre se ha tenido el incremento y desarrollo deseados sino un debilitamiento, a veces cansancio, casi una parálisis. Tanto es así que “el Sínodo de 1987 sobre el rol del laicado ha observado que las luminosas páginas del Concilio sobre esta materia no fueron suficientemente traducidas y realizadas”, leyendo “las comunes responsabilidades y dimensiones del pueblo de Dios según una idea sociológica y política”.

“¿Y nuestra diócesis de Roma – se preguntó el Pontífice – en qué punto está? ¿En qué medida es favorecida la corresponsabilidad?”. Para el Papa teólogo, es mientras tanto “una opción apreciable dedicar tiempo para verificar el camino recorrido”. En concreto, subraya Benedicto XVI, es importante “dar a cada movimiento e instancia su espacio” pero principalmente mirar a los lejanos: “demasiados bautizados viven aún al margen de la vida de la Iglesia”. “San Pablo – evidencia Benedicto XVI – nos ha aclarado que ya no hay circunciso e incircunciso sino que Cristo es todo en todos. Él ha abatido el muro de las diferencias entre las culturas. En Cristo, nos convertimos en pueblo de Dios, desde el Papa hasta el último niño bautizado”. “El futuro del cristianismo y de la Iglesia en Roma depende también del compromiso y del testimonio de cada uno de nosotros”, insistió el Pontífice invitando a los laicos de la Capital a “experimentar en pequeños grupos en las familias, como ha ocurrido en la misión ciudadana” promovida por el cardenal Camilo Ruini. “El mandato de evangelizar es para todos, aún si es mucho el camino que queda por recorrer porque demasiados bautizados no se sienten parte de la comunidad eclesial y viven al margen de ella. Aún son pocos los laicos en proporción al número de los habitantes de cada parroquia”. Por eso, “es necesario renovar el esfuerzo para una formación más atenta y puntual” de los laicos. “Os toca a vosotros, párrocos, promover el crecimiento espiritual y apostólico de cuantos ya están en actividad en la parroquia”. “Sean buenos samaritanos – concluyó -, prontos a curar las heridas de vuestros hermanos”.

Fuente: Petrus
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

segunda-feira, 25 de maio de 2009

El verdadero pensamiento del Papa


En su blog Epístolas Matritenses Miguel Vinuesa en un articulo intitulado Estados "de necesidad" analiza, entre otras cosas, las recientes declaraciones realizadas por monseñor Galarreta, uno de los cuatro obispos de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X cuya excomunión fue recientemente levantada por el Santo Padre. Al hilo de sus reflexiones el columnista llega a una acertada conclusión que reproducimos: "En suma, la Fraternidad debe decidirse si sucumbe a la tentación del sedevacantismo o si, por el contrario, busca la comunión plena con la Iglesia, y reconoce a los institutos escindidos como una parte de sí misma que ha sabido hacer una lectura positiva del Concilio Vaticano II, en sintonía con lo que Benedicto XVI ha llamado la Hermenéutica de la Continuidad, que ha convertido en el centro de su pontificado. No se puede decir que el Papa sea un tradicionalista, en el sentido que le quiere dar Monseñor Galarreta, pues, pero sabe empaparse de ese espiritu para afrontar adecuadamente los retos que se presentan ante la Iglesia en el Siglo XXI".

Fonte: Hoc Signo

domingo, 24 de maio de 2009

Falece em Roma Mons. Mario Marini, Secretário da Pontifícia Comissão "Ecclesia Dei"


Segundo nos informa Rorate Caeli, Mons. Mario Marini, ou melhor dizendo, Padre Mario Marini, como gostava de ser chamado, um verdadeiro amigo e incentivador do Rito Gregoriano e dos sacerdotes ligados a ele, morreu esta manhã em Roma.

Mons. Marini, originalmente da Arquidiocese de Ravenna-Cervia, era, até Março de 2007, Subsecretário da Congregação para o Culto Divino e Disciplina dos Sacramentos. Tinha anteriormente trabalhado na Secretaria de Estado e foi Chefe de Gabinete da Congregação para o Clero. Era também cônego do cabido da Basílica de São Pedro no Vaticano.


Eis algumas palavras do Cardeal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga sobre Mons. Mario Marini, publicadas em 30 Giorni alguns anos atrás:

Amigo do México e da América Latina

Na qualidade de presidente do Celam, fico particularmente satisfeito em poder publicar estas cordiais conversações espirituais que introduzem à "glória de Deus" — tema destes exercícios —, vindos de um amigo do México e da América Latina. Monsenhor Mario Marini, nascido em Cervia em 13 de setembro de 1936, formou-se em Engenharia Civil na Universidade de Bolonha, depois foi chamado ao sacerdócio indo estudar em Roma, no tempo do concílio fez amizades com muitos estudantes do Pontifício Colégio Pio Latino-Americano. A Providência levou-o ao norte do México, onde prestou serviços como missionário por dois anos: assim foi "conquistado" por um povo que é amado de modo particular pela presença e pela companhia da Virgem de Guadalupe, evangelizado por uma extraordinária quantidade de missionários, fiel a uma tradição católica sofrida com a perseguição e o martírio, berço do florescimento de muitas fundações carismáticas (como a dos próprios "Cruzados de Cristo Rey"). Durante o seu serviço posterior na Secretaria de Estado e depois como chefe de departamento na Congregação para o Clero e atualmente como subsecretário da Congregação para o Culto Divino e a Disciplina dos Sacramentos, monsenhor Marini sempre teve uma apaixonada atenção e solicitude pastoral não apenas para com a sua Igreja de adoção, mas também para com toda a Igreja da América Latina. Aquele que é um bom servidor do Papa tem consciência do fato de que no "continente da esperança", onde vive a metade dos católicos de todo o planeta, estão em jogo questões decisivas para a existência das suas populações — para a sua evangelização e crescimento humano — assim como para toda a Igreja Universal no terceiro milênio cristão que está para começar.


Descance em Paz!

El Papa a Montecassino, corazón de la Europa cristiana


En el día de la histórica visita del Papa, que al ser elegido Sumo Pontífice ha querido honrar con su nombre a san Benito, a la abadía y la diócesis de Montecassino, La Buhardilla nos ofrece la traducción de una interesante entrevista que el abad local, Pietro Vittorelli, ha concedido a L’Osservatore Romano.


Benedicto XVI se dirige a Montecassino como portador de fuertes vínculos con san Benito. Hasta el momento, ¿cómo se han manifestado estos vínculos en su servicio petrino?

Benedicto XVI ha subrayado en varias ocasiones, desde el inicio de su pontificado, un enraizamiento en la espiritualidad benedictina volviéndola a proponer en sus discursos y en sus catequesis que encuentran una admirable síntesis en el nihil amori Christi praeponere, que san Benito incluye en el cuarto capítulo de la Regla “Sobre los instrumentos de los buenas obras” (4,21) y que el Santo Padre ha citado varias veces casi como un leitmotiv de su trabajo teológico. Cuando en la tarde del 19 de abril de 2005, el cardenal Jorge Arturo Medina Estévez anunciaba al mundo que el Cardenal Ratzinger había sido elegido Papa y que había elegido llamarse Benedicto, además de la alegría incontenible de todo el mundo monástico que en Montecassino se confundía con el sonido de las campanas y la congestión de las líneas telefónicas y del correo electrónico, a algunos monjes no se les escapó la inmediata referencia a la Regla en las primeras palabras que declaraban al Papa “un sencillo y humilde trabajador en la viña del Señor”. Si bien era clara la referencia evangélica, no se dejaba de notar la referencia a la humildad, querida por Benito, y la expresión del Prólogo a su Regla: “Et quaerens Dominus, in multitudine populi cui haec clamat, operarium suum” (14).

En el infatigable servicio petrino de Benedicto XVI, no han faltado referencias a la importancia de las raíces cristianas de Europa y al servicio prestado a la Iglesia por los monjes y las monjas de san Benito. El Papa no tiene, sin embargo, una mirada “arqueológica” hacia el monaquismo benedictino sino que capta toda la vitalidad y las perspectivas futuras. Recibiendo en audiencia al Congreso mundial de los abades, el pasado 20 de septiembre de 2008, dijo: “para construir una Europa «nueva», es necesario comenzar por las nuevas generaciones”, para luego ampliar la mirada a la entera familia humana y subrayar que “en muchas partes del mundo, especialmente en Asia y África, hay gran necesidad de espacios vitales de encuentro con el Señor, en los cuales, a través de la oración y la contemplación, se recupere la serenidad y la paz consigo mismos y con los demás”.

Pero el texto que, en mi opinión, quedará como el “manifiesto benedictino” del pontificado del Papa Ratzinger es el magnífico discurso pronunciado en el College des bernardins, durante el encuentro con el mundo de la cultura. Presentó el tema diciendo: “Quisiera hablaros esta tarde del origen de la teología occidental y de las raíces de la cultura europea”, y con la maestría teológica que lo caracteriza y con el corazón de monje, ha entretejido el canto más bello sobre el quaerere Deum.

La referencia a san Benito actualiza también la reflexión sobre Europa. ¿Piensa que la visita de Benedicto XVI tiene un significado para todo el continente en la búsqueda de sus raíces cristianas?

La visita de un Papa que lleva el nombre de Benedicto a la cuna del monaquismo occidental, en el lugar que han reflejado los ojos de San Benito, desde donde ha surgido el impulso de una nueva evangelización para el continente europeo, no podrá no tener un eco en la Europa contemporánea. El Papa reafirmará la importancia, para el hombre contemporáneo, de volver a apropiarse de una normalidad que, en la cotidianeidad benedictina del ora et labora et lege, puede continuar construyendo al hombre. “En vuestros monasterios sois los primeros en renovar y profundizar diariamente el encuentro con la persona de Cristo, a quien tenéis siempre con vosotros como huésped, amigo y compañero. Por eso, vuestros conventos son lugares a donde hombres y mujeres, también en nuestra época, acuden para buscar a Dios y aprender a reconocer los signos de la presencia de Cristo, de su caridad, de su misericordia”: así dijo en la última audiencia concedida a los abades benedictinos reunidos en congreso mundial.

La diócesis de Montecassino es históricamente dependiente de los abades de la abadía. En el desarrollo de la pastoral diocesana, ¿esto implica dificultades?

La diócesis de Montecassino es Montecassino y Montecassino es su diócesis. El vínculo indisoluble que ha unido nuestros parroquias y nuestra población al monasterio y a sus abades tiene quince siglos de historia, nace con la llegada de san Benito mismo en el siglo VI y en los siglos sucesivos se ha modificado con las adaptaciones que los tiempos cambiantes requerían y que la sabiduría de tantos abades predecesores míos ha sabido armonizar. Actualmente nuestra diócesis, después de un largo camino de Sínodo, ha aplicado todas las instancias del Vaticano II.

Las dificultades han estado cuando, por un largo período de tiempo, se vivió con sufrimiento la indecisión sobre el futuro de la misma abadía territorial. Ese período creo mucha inquietud en el clero por su futuro y principalmente en los fieles, tan ligados a su matriz benedictina. Hoy, que la Santa Sede ha confirmado una reencontrada estabilidad con el nombramiento de un abad y ordinario diocesano, la vida de esta pequeña pero significativa Iglesia diocesana ha retomado su secular camino conservando en su corazón la fuerza orante de una comunidad monástica y en sus miembros el testimonio apasionado de muchos presbíteros crecidos en la escuela de Benito. El plan pastoral que hemos inaugurado el año pasado como Iglesia diocesana tiene previsto un recorrido quinquenal de reflexión sobre la Palabra de Dios.

La abadía de Montecassino es indiscutiblemente un punto de referencia para el monaquismo occidental. ¿Qué representa hoy para la Orden y para la vida contemplativa?

Montecassino sigue siendo la casa madre de todos los benedictinos. Desde todo el mundo, es constante el paso de monjes y monjas por la tumba de san Benito y santa Escolástica, y ciertamente Montecassino representa para todos el corazón de la experiencia de san Benito. Fue el mismo Santo Padre que, en la audiencia general del 9 de abril de 2008, presentando la figura de san Benito dijo: “La vida monástica en el ocultamiento tiene una razón de ser, pero un monasterio también tiene una finalidad pública en la vida de la Iglesia y de la sociedad: debe dar visibilidad a la fe como fuerza de vida”. Así justificaba autorizadamente el paso de san Benito de Subiaco - que sigue siendo el otro gran corazón benedictino - a Montecassino, que desde la experiencia de san Benito es precisamente la visibilidad de la fe como fuerza de vida.

¿La espiritualidad benedictina influye en la vida religiosa de los fieles de la diócesis?

Los fieles de la diócesis están totalmente impregnados de espiritualidad benedictina. Muchos de nuestros buenos sacerdotes han sido formados por los monjes cuando aún el seminario estaba en el monasterio. La atención a la liturgia, el gusto por el canto coral, el sonido de la campana al Angelus tres veces al día en cada parroquia nuestra, el gusto por la Palabra de Dios, la peregrinación nocturna a Montecassino para la vigilia de Pentecostés. Piense que una pequeña diócesis como la nuestra cuenta con 25 corales parroquiales que cada año escuchamos en un encuentro siempre muy esperado, con un continuo redescubrimiento del canto gregoriano y de la tradición polifónica que, en los inicios del 900, tuvo en algunos de nuestros monjes admirables promotores: don Mariano Iacarino y don Luigi De Sario fueron maestros para muchos. Cada año, para la fiesta de san Benito del 21 de marzo, se celebra una verdadera y propia jornada para Europa y precisamente para redescubrir las raíces benedictinas ha sido fundado, quince años atrás, el cortejo histórico Terra Sancti Benedicti que cada año involucra a quinientas personas, en su mayoría jóvenes, que vuelven a evocar los tiempos del abad Bernardo Ayglerio entre los siglos XIII y XIV, con investigaciones históricas y de costumbres. Tenemos luego la escuela católica san Benito que, en la ciudad, los monjes gestionan junto a las hermanas de la Caridad de santa Juana Antida Thouret y que recibe a quinientos alumnos, desde el jardín de infantes hasta la escuela secundaria.

¿Las figuras de Benedicto y Escolástica atraen también peregrinos de otras religiones?

A menudo hemos recibido monjes budistas que querían conocer nuestra forma de vida. No han faltado visitas de musulmanes ilustres: pienso en la visita del rey Abdullah II Bin Hussein de Jordania. Su abuelo había combatido aquí, en Montecassino, durante la segunda guerra mundial; y el presidente Khatami, de Irán. Muchos amigos judíos, principalmente de la comunidad romana.

Montecassino es también un lugar que recuerda los horrores de la guerra. Sus monjes y la diócesis, ¿están comprometidos por la paz?

Pocas décadas atrás, la muerte y la destrucción que cayeron sobre la abadía y sobre el territorio han devastado millares de vidas humanas aquí, en torno a nosotros. Estas tierras han resonado por los gritos de dolor y por las lágrimas de las familias e individuos desesperados. Todo esto ha llevado al monasterio y la diócesis a un trabajo continuo de construcción de la paz. Un compromiso renovado cada año en los aniversarios del bombardeo de la abadía y de la ciudad con las invitaciones a los veteranos que también este año han vuelto para reafirmar el deseo de paz.

Fuente: L’Osservatore Romano
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

quinta-feira, 21 de maio de 2009

Benedicto XVI: "Jóvenes llevad el evangelio a la web"



Al final de la audiencia general del día de ayer, en la Plaza de San Pedro, el Papa hizo un llamamiento con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará el domingo 24 de mayo y para la cual el Pontífice escribió un mensaje.

Benedicto XVI invitó a todos los que emplean las nuevas tecnologías de la comunicación, a usarlas en modo positivo. Dirigiéndose especialmente a los jóvenes, el Papa les instó a “dar testimonio de la fe a través del mundo digital. Emplead esas nuevas tecnologías para dar a conocer el Evangelio, de modo que la Buena Nueva del amor infinito de Dios por todos resuene con modos diferentes en nuestro mundo cada vez más tecnológico”.

Fonte: Hoc Signo

terça-feira, 19 de maio de 2009

Missa Antiga: Paz litúrgica e benefício para ambos Ritos


Entrevista com Dom Fernando Arêas Rifan

Por Alexandre Ribeiro

SÃO PAULO, terça-feira, 19 de maio de 2009 (ZENIT.org).- O bispo da Administração Apostólica Pessoal São João Maria Vianney (Campos, Brasil), Dom Fernando Arêas Rifan, considera que a permissão universal de Bento XVI para se celebrar a missa antiga (chamada também de missa tridentina) promove a paz litúrgica e beneficia tanto tradicionalistas como progressistas.

A Adminstração Apostólica São João Maria Vianney foi criada por João Paulo II em 2002. É uma diocese de caráter pessoal, não territorial, fundada após diálogo com fiéis tradicionalistas que eram numerosos na região.

Nesta entrevista a Zenit, Dom Fernando Rifan fala sobre o caráter sagrado da liturgia.

–Poderia explicar a diferença entre os termos “sagrado” e “profano”?

Dom Fernando Arêas Rifan: Um dos motivos pelos quais nós conservamos e amamos a liturgia romana na sua forma antiga –que é chamada atualmente de forma extraordinária do rito romano–, é exatamente porque ela expressa bem o caráter sagrado da liturgia. Não que a outra não expresse, mas esta expressa de modo mais claro. Como, aliás, acontece com a diferença entre os vários ritos. Participei recentemente, ao lado de outros bispos, da Missa no rito maronita. O que os bispos mais admiraram foi o respeito e o caráter sagrado que se expressa naquele rito oriental. São modos de expressar a sacralidade, podemos dizer, o caráter vertical da liturgia, de nós para Deus, e não apenas o horizontal, que seria de homem para homem.

A liturgia é algo sagrado. Portanto, algo que nos fala de Deus. É interessante que qualquer pessoa sabe disso. Uma das coisas mais tocantes da história do Brasil foi aquela passagem da carta de Pero Vaz de Caminha, quando ele narra a primeira missa no Brasil. Ele conta que os portugueses chegaram, os padres formaram o altar, prepararam o órgão e começou a missa. Os índios foram chegando e começaram a imitar os gestos dos portugueses. Um detalhe interessante é que durante a missa chegou um outro grupo de índios. Um índio do primeiro grupo, que já estava ali, quando certamente interrogado por um índio do segundo grupo sobre o que estava acontecendo, apontou para a missa e apontou para o céu. Para mim este é o melhor comentário sobre a missa. Apontou para a missa e apontou para o céu: quer dizer, está-se passando a comunicação da terra com o céu. Está-se fazendo uma coisa sagrada. Esse caráter sagrado é que a gente não pode deixar perder na liturgia.

–Poderia dar exemplos de como se expressa o caráter sagrado?

Dom Fernando Arêas Rifan: O latim, por exemplo, que nós conservamos na liturgia, mas não em tudo, já que as leituras e os cânticos são em português. O latim que se conserva na liturgia é exatamente para preservar o caráter sagrado, para que todo mundo sinta que ali se passa algo que não é comum no dia-a-dia. É algo diferente. Por isso que a língua é sagrada. Aliás, nas grandes religiões também se usa uma língua diferente. No rito maronita, por exemplo, a consagração é em aramaico. Não é a mesma língua que você fala. Até em outras religiões há uma língua sagrada. Não é a língua comum. Então a liturgia nessas religiões tem uma outra língua. Mesmo o Hino Nacional brasileiro não é no linguajar que se usa a cada dia. Mostra que ali há algo sagrado, é o hino da pátria. Não se precisa entender cada palavra. Precisa entender que é algo sagrado que acontece.

A língua, os gestos, as inclinações, as genuflexões, os símbolos, os panos, as toalhas, tudo tem de exprimir um caráter sagrado. Você não usa uma toalha qualquer. É uma toalha diferente. O espaço celebrativo é diferente. Os cânticos são diferentes. Então não se pode usar aquilo que é comum, profano. A não ser que seja santificado, digamos. O pão, por exemplo, você come; mas o pão eucarístico é diferente. É por isso, por exemplo, que existe o ofertório: a retirada de algo do uso comum que se coloca para uso litúrgico. Assim também com a bênção. Você consagra algo para uso mais sagrado. As vestes sacerdotais, o modo de falar. Outro exemplo: o sermão não é um discurso político, não é para ficar contando piada, não é algo reles. Você está ali para ouvir a palavra de Deus. O “terra a terra” você já ouve toda hora. Para que você precisa disso na Igreja?

–O que o senhor chama de “terra a terra” tem a ver com o termo “profano”?

Dom Fernando Arêas Rifan: “Profano” vem do latim “pro fanum”, em frente ao templo, fora do templo, não sagrado. Por exemplo, a Igreja diz que o instrumento por excelência a ser usado na liturgia é o órgão de tubos. Ele tem um som que o nosso subconsciente já se acostumou como algo sagrado. A Igreja põe como modelo do canto religioso o canto gregoriano. Porque é um canto em que predomina a oração cantada. A oração de melodia com pouca coisa de harmonia e quase nada de ritmo. Nas músicas modernas, por exemplo, bem profanas, tem-se a predominância do ritmo sobre a melodia e sobre a harmonia. Isso já mostra o caráter profano da música. Ela pode ser boa em outro lugar. É como dizia o próprio cardeal Ratzinger: há muita gente que confunde a igreja com o salão paroquial. Há coisas que você pode fazer no salão paroquial, mas não na igreja. Eu, por exemplo, toco acordeão. Toco música popular. Mas não na igreja. Eu toco no salão paroquial, com as crianças, na quermesse, onde as crianças tocam pandeiro, tamborim. Na igreja é o órgão. É preciso que se ressalte bem o caráter religioso, sagrado, ou seja, a sacralidade na Igreja. Na liturgia há os tempos de silêncio, porque o silêncio é algo bem respeitoso. Na Igreja não se aplaude, como se aplaude em um comício. O silêncio é tão respeitoso que já diz tudo. Não precisa ficar aplaudindo.

Nós preferimos a liturgia tradicional por tudo isso. Mas em qualquer liturgia há que se guardar o caráter religioso, sagrado, e não cair na coisa profana. O próprio Papa João Paulo II lamenta isso na Encíclica Ecclesia de Eucharistia: “às vezes transparece uma compreensão muito redutiva do mistério eucarístico. Despojado do seu valor sacrifical, é vivido como se em nada ultrapassasse o sentido e o valor de um encontro fraterno ao redor da mesa” (n. 10). Ou, como disse Bento XVI na carta aos bispos apresentando o Motu Próprio Summorum Pontificum, em muitos lugares, não se atendo às prescrições litúrgicas, consideram-se “autorizados ou até obrigados à criatividade, o que levou frequentemente a deformações da Liturgia ao limite do suportável”. Palavra infelizmente verdadeira: liturgia levada ao limite do suportável! E o Papa acrescenta: “Falo por experiência, porque também eu vivi aquele período com todas as suas expectativas e confusões. E vi como foram profundamente feridas, pelas deformações arbitrárias da Liturgia, pessoas que estavam totalmente radicadas na fé da Igreja”.

–Há um renovado interesse pela liturgia tradicional?

Dom Fernando Arêas Rifan: Muitos padres novos querem aprender a liturgia na forma antiga. Há dois anos eu participei de um congresso em Oxford, na Inglaterra, promovido por grupos locais, para ensinar aos padres a liturgia tradicional. Foi aberto pelo arcebispo de Birminghan. Na missa, ele falou: ‘vocês todos estão aqui para aprender a forma antiga do rito romano. Vocês vão voltar para suas paróquias e celebrar o rito normal, de Paulo VI, mas vão celebrar melhor, porque, aprendendo o rito tradicional, aprenderão mais sacralidade, a rezar com mais devoção, e isso vai ajudá-los’.

O Papa quis isso. Quando ele permitiu a missa tradicional para o mundo todo, na forma extraordinária do rito romano, ele quis exatamente isso: a paz litúrgica, que um beneficiasse o outro. O rito tradicional pode se beneficiar do rito novo na maior participação que este traz; por outro lado, o rito novo vai aprender com o rito antigo a característica de mais sacralidade.

Depois dessa paz litúrgica que o Papa quis entre os dois ritos, para que um beneficie o outro, tem havido muita procura por sacerdotes. Nós mesmos fizemos um DVD para ensinar o rito tradicional. Muitos padres têm aprendido, muitos bispos têm incentivado nas suas dioceses. Acho que isso é muito importante. Conservar a liturgia tradicional como forma de riqueza da Igreja, uma forma litúrgica de expressar os dogmas eucarísticos e o respeito. Não se trata de confronto, de briga, nada disso. É um modo da Igreja, legítimo, aprovado pela Igreja, sem causar nenhum detrimento à comunhão. Evita divisões. O Bispo local patrocinando a Missa no rito tradicional, colocando-a em suas igrejas com sacerdotes regulares e sob sua jurisdição, evita que alguns católicos caiam na tentação de querer ir buscá-la em grupos separados ou cismáticos. O Bispo poderá dizer: “Nós temos aqui, porque ir buscar a Missa no rito romano antigo em outro lugar?”

Fonte: Zenit

Papa visitará Montecassino no próximo domingo: A ligação especial entre Bento XVI e São Bento de Núrcia



Cidade do Vaticano, 19 mai (RV) - A Igreja em Montecassino – na região italiana do Lácio – aguarda com grande expectativa a visita pastoral de Bento XVI, no próximo domingo. Um dos momentos fortes da visita será a celebração das Vésperas na Abadia beneditina com os abades e as abadessas do mundo inteiro. Será um momento para ressaltar a ligação do papa com São Bento de Núrcia.

Aproveitando a ocasião, repercorramos algumas reflexões de Bento XVI sobre o patrono da Europa e pai do monaquismo ocidental.

São Bento não está somente no nome do papa. Está, sobretudo, em seu coração. Poucos dias antes de ser eleito Sucessor de Pedro, no dia 1º de abril de 2005, Joseph Ratzinger se encontrava no Mosteiro de Santa Escolástica, em Subiaco – próximo a Roma – onde pronunciou um memorável discurso sobre o valor permanente da fé cristã diante dos limites da atual cultura racionalista.

"Precisamos de homens como Bento de Núrcia, o qual, num tempo de dispersão e decadência", conseguiu "fundar em Montecassino a cidade sobre o monte", e a "unir as forças com as quais se formou o novo mundo", foi a sua exortação, acrescentando que "precisamos de homens" que, como São Bento, "mantenham o olhar voltado para Deus, aprendendo desse olhar, a verdadeira humanidade.

Três semanas depois, no dia 27 de abril, na Praça São Pedro, em sua primeira audiência geral, o novo pontífice se deteve sobre a escolha para si do nome Bento, ressaltando como o patriarca do monaquismo ocidental é venerado em sua terra natal, a Baviera:

"São Bento (...) constitui um ponto fundamental de referência para a unidade da Europa e uma forte evocação às irrenunciáveis raízes da sua cultura e da sua civilização."

O papa recordou a recomendação deixada por Bento aos monges, em sua Regra: "Não anteponham absolutamente nada a Cristo". Uma advertência que o pontífice fez sua no início de seu ministério petrino:

"No início de meu serviço como Sucessor de Pedro, peço a São Bento que nos ajude a manter firme a centralidade de Cristo em nossa existência. Que Ele esteja sempre em primeiro lugar em nossos pensamentos e em toda nossa atividade!"

Em setembro de 2008, em sua viagem à França, dirigindo-se ao mundo da cultura no Colégio dos Bernardinos de Paris, o pontífice falou do modelo beneditino, da sua atualidade. As raízes da cultura européia se fixam no terreno fértil do monaquismo ocidental, reiterou, observando que os monges, buscando Deus, fundaram uma nova civilização. Uma experiência que deve ser redescoberta:

"Quaerere Deum, buscar Deus e deixar-se encontrar por Ele: isso não é hoje menos necessário do que em tempos passados."

Bento XVI chamou a atenção para uma cultura "meramente positivista", que remove a pergunta sobre Deus. Seria "uma derrocada do humanismo", advertiu.

"Aquilo que fundou a cultura européia, a busca de Deus e a disponibilidade a ouvi-Lo, permanecem também hoje como fundamento de toda verdadeira cultura."

E no dia 20 de setembro de 2008, recebendo os abades beneditinos do mundo inteiro, exortou-os a anunciarem o primado de Deus, sobretudo num mundo cada vez mais dessacralizado:

"Em seus mosteiros, vocês por primeiro renovem e aprofundem diariamente o encontro com a pessoa de Cristo, que têm sempre com vocês como hóspede, amigo e companheiro. Por isso, seus conventos são lugares aonde homens e mulheres, também em nossa época, acorrem para buscar Deus e aprender a reconhecer os sinais da presença de Cristo, da sua caridade, da sua misericórdia."

O Santo Padre dedicou a São Bento, "astro luminoso" – como o definiu São Gregório Magno – a catequese da audiência geral de 9 de abril do ano passado. E ressaltou o significado da construção da abadia de Montecassino:

"No ano 529, Bento deixou Subiaco para estabelecer-se em Montecassino. (...) essa decisão foi-lhe necessária porque ele havia entrado numa nova fase de sua maturação interior e da sua experiência monástica. (...) a vida monástica no anonimato tem uma sua razão de ser, mas um mosteiro tem também a sua finalidade pública na vida da Igreja e da sociedade, deve dar visibilidade à fé como força de vida." (RL)

segunda-feira, 18 de maio de 2009

Novo website da Pontifícia Comissão “Ecclesia Dei”

Na home page (foto) aparecem três grandes Papas: São Pedro,
São Gregório Magno (lembrando que foi o Card. Castrillòn Hoyos a propor que se chamasse "Rito Gregoriano" a
Forma Extraordinária do Rito Romano) e Bento XVI


Através do blog italiano Messa in Latino soubemos que a Pontifícia Comissão “Ecclesia Dei” conta com um novo website mais completo e atualizado: http://www.ecclesiadei-commissio.org/

O blog Messa in Latino nos informa também de algumas atualizações que trás o novo website vaticano:

Molto bella nella pagina "Eventi" la raccolta di video di Messe pontificali celebrate dal cardinale Castrillòn Hoyos a Westminster, l'anno scorso, e lo scorso ottobre all'Aquila, nella Chiese delle Anime Sante (e qui stringe il cuore, pensando che essa ora è semidistrutta). Del video più recente, titolato semplicemente Messa solenne del 23.1.2009, non riusciamo a comprendere luogo e celebrante; anche se il tutto ha un sapore inconfondibilmente francese.

Ma la parte forse più importante è senz'altro quella denominata "Biblioteca", dove troviamo le risorse della liturgia tradizionale: il Liber usualis, il Graduale, il Missale, l'Ordo contenente tutti i documenti pertinenti e tutto il calendario per l'anno in corso, nonché perfino le carteglorie, mediante link ai benemeriti siti che li riportano (ed ai quali l'Ecclesia Dei dà quindi in questo modo il proprio implicito imprimatur).

Infine, tra i documenti, segnaliamo, oltre ad un interessante articolo in spagnolo sul motu proprio di Padre Dìaz Patri (carismatica figura di sacerdote argentino, parroco a Parigi nella parrocchia degli slavi cattolici di rito orientale e al tempo stesso propugnatore del rito latino antico: biritualista nel senso più inusitato del termine, insomma). Il documento contenente anche l'elenco degli istituti che dipendono dalla Commissione Ecclesia Dei.

USA: Persecuzione contro i cattolici (autentici) a Notre Dame



I lettori avranno sentito parlare dell'Università americana, cattolica [!], di Notre Dame. Il cui rettore, un prete tra l'altro, ha pensato bene di invitare il neo presidente Obama non soltanto per tenere un discorso o una lezione (e fin lì...), ma per ricevere un'onorificenza; il che, considerate le promesse elettrorali di Obama per l'allargamento al massimo grado del "diritto" all'aborto, addirittura punendo i medici alla cui coscienza ripugnasse di commettere quel delitto legalizzato, ha creato, e giustamente, un'enorme protesta che si sta rivelando, tra l'altro, un autogol per Obama: decine di vescovi statunitensi hanno già preso posizione contro questa "vergogna" (shame, in inglese: di qui il nuovo nome affibbiato all'Università: non più Notre Dame ma Notre Shame).

Ma un anziano sacerdote cattolico ha pensato di far qualcosa di più: con una croce sulle spalle ed un piccolo, magari anche patetico seguito di una dozzina di fedeli (vi ricorda Qualcuno?) che recavano l'immagine della S. Vergine di Guadalupe, ha osato varcare i cancelli del campus universitario e sfilare con la sua eloquente presenza nei prati che circondano l'Università. Il video che riportiamo mostra l'anziano prete mentre viene arrestato dalle guardie chiamate dal rettorato per il crimine di violazione dell'altrui proprietà (giacché un prete non invitato non può metter piede in un'università che si dice cattolica...): è commovente quando con la voce rotta dall'emozione e dall'età l'anziano sacerdote intona, coi suoi sparuti discepoli, l'Ave Maria di Lourdes, mentre i birri lo costringono a inginocchiarsi, lo ammanettano con le mani dietro le spalle come un delinquente comune, lo deportano su una specie di barella di costrizione...

Fonte: Messa in Latino

sábado, 16 de maio de 2009

Una semana en Tierra Santa. Diario de un peregrino alemán

El olivo plantado con el presidente de Israel, el memorial de la Shoah, el muro divisorio, el Santo Sepulcro... Las imágenes relevantes del viaje del Papa Joseph Ratzinger, relatadas e interpretadas por él

por Sandro Magister

Disponible también en Italiano, English, Français


ROMA, 15 de mayo de 2009 – Inició su viaje desde el Monte Nebo, recordando "el vínculo inseparable que une a la Iglesia con el pueblo judío" y expresando "el deseo de superar todo obstáculo que se interponga a la reconciliación entre cristianos y judíos".

Lo ha concluido el viernes 15 de mayo, en el aeropuerto de Tel Aviv, de nuevo con el lema de esta proximidad entre los dos pueblos.

Al saludar al presidente de Israel antes de partir para Roma, Benedicto XVI ha llegado a decir que el olivo plantado por los dos juntos, en el jardín del palacio presidencial, es "la imagen utilizada por san Pablo para describir las relaciones estrechísimas entre cristianas y judíos". La Iglesia de los gentiles es el olivo selvático injertado en el olivo bueno que es el pueblo de la Alianza. Ambos se nutren de la misma raíz.

Curiosamente, en su discurso final, esta imagen del olivo judeo-cristiano es la primera recordada por Benedicto XVI al poner de relieve los momentos del viaje que "más lo han impresionado" interiormente.

A esta imagen él ha hecho seguir otras dos instantáneas destacadas: el memorial de Yad Vashem y el muro divisorio entre Israel y los Territorios.

Ambos momentos han suscitado críticas al Papa. En Yad Vashem se le ha reprochado haber sido evasivo y frío al describir y condenar la Shoah, cuando en realidad Benedicto XVI – impolítico como siempre – se había distanciado de las fórmulas usuales para desarrollar más bien una reflexión original y profunda sobre el "nombre" de todas las víctimas de entonces y de siempre, desde el tiempo de Abel. Nombres indelebles no tanto porque están impresos en la memoria de los hombres, sino porque estuvieron en vida irrevocablemente custodiados por Dios. Nombre que en la Biblia coincide con la persona y la misión de cada creatura.

Sobre este punto, en el discurso final el Papa Ratzinger ha respondido en forma implícita a las críticas, recordando su visita del año 2006 a Auschwitz, "donde tantos judíos – madres, padres, maridos, esposas, hijos, hijas, hermanos, hermanas, amigos – fueron brutalmente exterminados bajo un régimen sin Dios, que propagaba una ideología cargada de antisemitismo y odio. Este espantoso capítulo de la historia jamás debe ser olvidado o negado".

Pero sobre todo el Papa ha querido incitar a obtener, a partir de la reflexión sobre la Shoah, un motivo más de apaciguamiento entre cristianos y judíos, recurriendo de nuevo al símbolo del olivo: "Esos oscuros recuerdos deben reforzar nuestra determinación de acercarnos todavía más unos con otros como ramos del mismo olivo, nutridos por las mismas raíces y unidos por un amor fraterno".

***

En cuanto al muro que divide a Israel de los Territorios, la crítica que muchos judíos hacen a la Santa Sede es de descuidar la finalidad de la barrera de seguridad, contra las incursiones terroristas, y de ser partidario más de los palestinos que de los israelitas. En su discurso final, el Papa se ha expresado así a propósito de este tema:

"Una de las visiones más tristes para mí, durante mi visita a estas tierras, ha sido la del muro. Mientras lo bordeaba, he rezado por un futuro en el que los pueblos de Tierra Santa puedan vivir juntos, en paz y armonía, sin la necesidad de semejantes instrumentos de seguridad y de separación, pero respetándose y confiando unos en los otros, renunciando a toda forma de violencia y de agresión".

Al hablar de este modo, Benedicto XVI ha reconocido por un lado las aflicciones que la barrera inflige al pueblo palestino, pero por otro lado ha reconocido explícitamente también su naturaleza de "instrumento de seguridad" para Israel. Y ha invitado a todos, a fin de que este muro pueda caer, a conjugar seguridad y confianza recíproca, como ya había hecho el lunes 11 de mayo en Jerusalén, durante la visita "del olivo" al palacio presidencial, reflexionando sobre el doble significado de la palabra bíblica "betah".

Además, siempre en el discurso final en el aeropuerto de Tel Aviv, al invocar el fin de la guerra y del terrorismo y al auspiciar una "two-State solution", el Papa ha resaltado la necesidad que "sea reconocido universalmente que el Estado de Israel tiene el derecho a existir y a gozar de paz y seguridad dentro de límites internacionalmente reconocidos".

Con esto el Papa Ratzinger ha brindado su ayuda al pedido que el primer ministro israelí Bibi Netaniahu le había hecho el día anterior en Nazaret, en un diálogo a puertas cerradas: la de condenar las posiciones negacionistas de Irán respecto a la existencia del Estado de Israel.

***

A continuación se reproduce el discurso con el que Benedicto XVI ha concluido su viaje el viernes 15 de mayo.

Pero más abajo se reproduce también el discurso pronunciado en la misma mañana por el Papa en Jerusalén, en la basílica del Santo Sepulcro, última etapa de su peregrinación en los Santos Lugares.

Benedicto XVI lo ha pronunciado inmediatamente después de haber rezado, arrodillado, sobre la tumba vacía de Jesús, la tumba de la resurrección.

Desde el comienzo ha insistido en proclamar que más allá de Jesús resucitado "no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación".

Estas palabras no son una cita de la "Dominus Iesus", la Declaración "sobre la unicidad y la universalidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia", emitida en el año 2000 por el entonces cardenal Joseph Ratzinger y criticada también por muchos judíos. Están tomadas de la predicación de Pedro, en el capítulo cuarto de los Hechos de los Apóstoles, predicación que hoy es la de su sucesor.

A todos los que sufren en la tierra que fue de Jesús, sean ellos judíos o árabes, cristianos o musulmanes, Benedicto XVI ha querido dar esta consigna, delante de la tumba vacía del Resucitado:

"La tumba vacía nos habla de esperanza, la misma que no nos defrauda, porque es don del Espíritu de la vida. Éste es el mensaje que hoy deseo dejarles, como conclusión de mi peregrinación en Tierra Santa".

__________

Discurso de despedida en el aeropuerto de Tel Aviv, el 15 de mayo de 2009

por Benedicto XVI

[ Árabe, Inglês, Italiano]

Señor presidente, señor primer ministro, excelencias, señoras y señores, mientras me dispongo a retornar a Roma querría compartir con ustedes algunas de las cosas que más me han impresionado interiormente durante mi peregrinación en Tierra Santa. [...]

Señor presidente, usted y yo hemos plantado un árbol de olivo en su residencia, en el día de mi llegada a Israel. Como usted sabe, el árbol de olivo es una imagen utilizada por san Pablo para describir las relaciones estrechísimas entre cristianos y judíos. En su carta a los Romanos, Pablo describe cómo la Iglesia de los gentiles es como un brote de olivo selvático, injertado en el árbol de olivo bueno que es el pueblo de la Alianza (cfr. 11, 17-24). Extraemos nuestro alimento de las mismas raíces espirituales. Nos encontramos como hermanos, hermanos que en ciertos momentos de la historia común han tenido una relación tensa, pero que ahora están firmemente empeñados en la construcción de puentes de amistad duradera.

La ceremonia en el palacio presidencial ha sido seguida por uno de los momentos más solemnes de mi permanencia en Israel: mi visita al Memorial del Holocausto en Yad Vashem, donde he rendido homenaje a las víctimas de la Shoah. Allí también he encontrado a algunos de los sobrevivientes. Esos encuentros profundamente conmovedores han renovado recuerdos de mi visita, tres años atrás, al campo de la muerte en Auschwitz, donde también tantos judíos – madres, padres, maridos, esposas, hijos, hijas, hermanos, hermanas, amigos – fueron brutalmente exterminados bajo un régimen sin Dios, que propagaba una ideología de antisemitismo y odio. Ese espantoso capítulo de la historia jamás debe ser olvidado o negado. Al contrario, esos oscuros recuerdos deben reforzar nuestra determinación de acercarnos todavía más unos a otros, como ramas del mismo olivo, nutridos por las mismas raíces y unidos por un amor fraterno.

Señor presidente, le agradezco la calidez de su hospitalidad, muy apreciada, y deseo que conste el hecho que he venido a visitar este país como amigo de los israelitas, así como soy amigo del pueblo palestino. Los amigos aman transcurrir el tiempo en compañía recíproca y se afligen profundamente al ver sufrir al otro. Ningún amigo de los israelitas y de los palestinos puede evitar entristecerse por la continua tensión entre vuestros dos pueblos. Ningún amigo puede hacer menos que llorar por los sufrimientos y las pérdidas de vidas humanas que ambos pueblos han sufrido en las últimas seis décadas.

Me permito dirigir este llamado a todo el pueblo de estas tierras: ¡No más derramamiento de sangre! ¡No más desencuentros! ¡No más terrorismo! ¡No más guerra! Por el contrario, rompamos el círculo vicioso de la violencia. Que pueda instaurarse una paz duradera basada en la justicia, que haya verdadera reconciliación y curación. Que se reconozca universalmente que el Estado de Israel tiene el derecho a existir y a gozar de paz y seguridad dentro de límites reconocidos internacionalmente. Que se reconozca igualmente que el pueblo palestino tiene el derecho a una patria independiente y soberana, a vivir con dignidad y a viajar libremente. Que la "two-State solution", la solución de los dos Estados, se haga realidad y no quede como un sueño. Y que la paz pueda difundirse por estas tierras; que puedan ser "luz para las naciones" (Isaías 42, 6), llevando esperanza a otras numerosas regiones que son golpeadas por conflictos.

Una de las visiones más tristes para mí, durante mi visita a estas tierras, ha sido la del muro. Mientras lo bordeaba, he rezado por un futuro en el que los pueblos de Tierra Santa puedan vivir juntos, en paz y armonía, sin la necesidad de semejantes instrumentos de seguridad y de separación, sino respetándose y confiando uno en el otro, renunciando a toda forma de violencia y de agresión. Señor presidente, sé cuán difícil será alcanzar ese objetivo. Sé cuán difícil es su tarea y la de la autoridad palestina. Pero le aseguro que mis oraciones y las oraciones de los católicos de todo el mundo lo acompañan, mientras usted sigue esforzándose para construir una paz justa y duradera en esta región. [...] Les digo a todos: gracias y que el Señor esté con ustedes. ¡Shalom!

__________

Discurso en la basílica del Santo Sepulcro, Jerusalén, el 15 de mayo de 2009

por Benedicto XVI

[Árabe, Inglês, Italiano]

Queridos amigos en Cristo, el himno de alabanza que recién hemos cantado nos une a las asambleas de los ángeles y a la Iglesia de todo tiempo y lugar – “el glorioso coro de los apóstoles, la noble compañía de los profetas y el ejército inocente de los mártires” – mientras damos gloria a Dios por la obra de nuestra redención, cumplida en la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Frente a este Santo Sepulcro, donde el Señor “ha vencido al aguijón de la muerte y ha abierto el reino de los cielos a cada creyente”, los saludo a todos en la alegría del tiempo pascual. [...]

El Evangelio de san Juan nos ha transmitido un sugestivo relato de la visita de Pedro y del discípulo amado a la tumba vacía en la mañana de Pascua. Hoy, a casi veinte siglos de distancia, el sucesor de Pedro, el obispo de Roma, se encuentra delante de esa misma tumba vacía y contempla el misterio de la resurrección. Siguiendo las huellas del Apóstol, deseo una vez más, frente a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo, proclamar la fe firme de la Iglesia que confiesa que Jesús “fue crucificado, muerto y sepultado”, y que “al tercer día resucitó de entre los muertos”. Elevado a la derecha del Padre, él nos ha enviado su Espíritu para el perdón de los pecados. Fuera de Él, a quien Dios ha constituido Señor y Cristo, “no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación” (Hch 4, 12).

Al encontrarnos en este santo lugar y considerando ese maravilloso acontecimiento, ¿cómo podríamos no sentirnos “conmovidos profundamente” (cfr. Hch 2, 37), al igual que aquellos que fueron los primeros en escuchar la predicación de Pedro el día de Pentecostés? Aquí Cristo murió y resucitó, para no morir jamás. Aquí la historia de la humanidad se cambió en forma definitiva. El largo dominio del pecado y de la muerte fue destruido por el triunfo de la obediencia y de la vida; el leño de la cruz revela la verdad sobre el bien y el mal; el juicio de Dios fue pronunciado sobre este mundo y la gracia del Espíritu Santo fue esparcida sobre toda la humanidad. Aquí Cristo, el nuevo Adán, nos ha enseñado que jamás el mal tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte, que nuestro futuro y el de la humanidad están en las manos de un Dios generoso y fiel.

La tumba vacía nos habla de esperanza, la misma que no nos defrauda, porque es don del Espíritu de la vida (cfr. Rm 5, 5). Éste es el mensaje que hoy deseo dejarles, como conclusión de mi peregrinación en Tierra Santa. ¡Que la esperanza pueda elevarse siempre de nuevo, por la gracia de Dios, en el corazón de cada persona que vive en estas tierras! Que pueda arraigar en vuestros corazones, permanecer en vuestras familias y comunidades e inspirar en cada uno de ustedes un testimonio cada vez más fiel al Príncipe de la Paz. La Iglesia en Tierra Santa, que con frecuencia ha experimentado el oscuro misterio del Gólgota, jamás debe dejar de ser un intrépido heraldo del luminoso mensaje de esperanza que esta tumba vacía proclama. El Evangelio nos dice que Dios puede hacer nuevas todas las cosas, que la historia no necesariamente se repite, que las memorias pueden ser purificadas, que los amargos frutos de la recriminación y de la hostilidad pueden ser superados, y que un futuro de justicia, de paz, de prosperidad y de colaboración puede surgir para cada hombre y mujer, para toda la familia humana y de manera especial para el pueblo que vive en esta tierra, tan apreciada por el corazón del Salvador.

Esta antigua iglesia de la Anastásis presenta su mudo testimonio, tanto del peso de nuestro pasado - con todas sus imperfecciones, incomprensiones y conflictos - como de la promesa gloriosa que sigue irradiando desde la tumba vacía de Cristo. Este lugar santo, donde el poder de Dios se reveló en la debilidad y en el que los sufrimientos humanos fueron transfigurados por la gloria divina, nos invita a mirar una vez más con los ojos de la fe el rostro del Señor crucificado y resucitado. Al contemplar su carne glorificada, completamente transfigurada por el Espíritu, llegamos a comprender más plenamente que también ahora, por medio del Bautismo, “siempre y en todos lados llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal” (2Cor 4, 10-11). ¡También ahora la gracia de la resurrección está obrando en nosotros! Que la contemplación de este misterio pueda incentivar nuestros esfuerzos, tanto como individuos como también como miembros de la comunidad eclesial, para crecer en la vida del Espíritu mediante la conversión, la penitencia y la oración. Que pueda además ayudarnos a superar, con el poder de ese mismo Espíritu, todo conflicto y tensión nacidos de la carne, y a remover todo obstáculo, tanto interno como externo, que se interpone a nuestro común testimonio de Cristo y al poder de su amor que reconcilia.

Con estas palabras de estímulo, queridos amigos, concluyo mi peregrinación a los lugares santos de nuestra redención y renacimiento en Cristo. Ruego para que la Iglesia en Tierra Santa extraiga siempre mayor fuerza de la contemplación de la tumba vacía del Redentor. En esa tumba, ella es llamada a sepultar todas sus ansiedades y miedos, para resurgir nuevamente cada día y continuar su viaje por las calles de Jerusalén, de Galilea y de otras ciudades, proclamando el triunfo del perdón de Dios y la promesa de una vida nueva. Como cristianos, sabemos que la paz que anhela esta tierra desgarrada por conflictos tiene un nombre: Jesucristo. “Él es nuestra paz”, que nos ha reconciliado con Dios en un solo cuerpo mediante la Cruz, poniendo fin a la enemistad (cfr. Ef 2, 14). En sus manos, por lo tanto, ponemos toda nuestra esperanza para el futuro, así como en la hora de las tinieblas él encomendó su espíritu a las manos del Padre.

Permítanme concluir con una palabra especial de estímulo para mis hermanos obispos y sacerdotes, como también para los religiosos y las religiosas que sirven a la amada Iglesia en Tierra Santa. Aquí, frente a la tumba vacía, en el corazón mismo de la Iglesia, los invito a renovar el entusiasmo de vuestra consagración a Cristo y vuestro compromiso en el amoroso servicio a su Cuerpo místico. Es inmenso vuestro privilegio de testimoniar a Cristo en esta tierra que Él ha santificado mediante su presencia terrenal y su ministerio. Con caridad pastoral haced capaces, a vuestros hermanos y hermanas, y a todos los habitantes de esta tierra, de percibir la presencia del Resucitado que redime y de su amor que reconcilia. Jesús nos pide a cada uno de nosotros que seamos testigos de unidad y de paz para todos aquéllos que viven en esta Ciudad de la Paz. Como nuevo Adán, Cristo es el manantial de la unidad a la que está llamada toda la familia humana, esa misma unidad de la que la Iglesia es signo y sacramento. Como Cordero de Dios, él es la fuente de la reconciliación, que al mismo tiempo es don de Dios y sagrado deber encomendado a nosotros. Cual Príncipe de la Paz, Él es el manantial de esa paz que supera toda comprensión, la paz de la nueva Jerusalén. Que Él pueda sostenerlos en vuestras pruebas, confortarlos en vuestras aflicciones y confirmarlos en vuestros esfuerzos de anunciar y de extender su Reino. A todos ustedes y a cuantos son los destinatarios de vuestras atenciones pastorales imparto cordialmente mi bendición apostólica, como prenda de la alegría y de la paz de Pascua.
__________

El programa, los discursos y las homilías del viaje de Benedicto XVI:

Peregrinación a Tierra Santa, 8-15 de mayo de 2009

Fonte: Chiesa

La ragione necessaria e sufficiente del viaggio del Papa in Terra Santa

‘Surrexit Christus spes mea’: questa e non altra è la ragione necessaria e sufficiente del viaggio del Papa in Terra Santa dove Gesù Cristo si è fatto carne a Nazareth, è nato a Betlemme, ha predicato in Galilea e Giudea, è morto ed è risuscitato a Gerusalemme.

Vaticano - Le Parole della Dottrina
a cura di don Nicola Bux e don Salvatore Vitiello

Città del Vaticano (Agenzia Fides)

Non pochi esperti e commentatori si chiedevano nei mesi scorsi come sarebbe andato il viaggio apostolico del Santo Padre il Terra Santa.

C’era anche chi suggeriva semplicemente di non andare: troppo complicata la situazione con i palestinesi dopo il conflitto di Gaza e con gli ebrei dopo l’affaire Williamson e la persistente diatriba su Pio XII.

Ciò nonostante Papa Benedetto XVI, che ha una visione alta del mistero di Dio che la Chiesa deve annunciare al mondo, si è mosso unicamente guidato dallo Spirito Santo e non da altre logiche “politiche” per quanto reali. San Paolo, infatti, ricorda che “la realtà è Cristo” (Col 2,17).

Quest’ottica ha trasformato il viaggio in un trionfo su tutte le previsioni, anche quelle di taluni giornalisti che ancora leggono le cose della Chiesa secondo schemi “progressisti”, cioè buoni, da contrapporre a quelli “conservatori”, cioè cattivi. Dobbiamo domandarci, quale sia la logica che deve guidare qualsiasi pastore della Chiesa nel mondo, a cominciare dal Papa? Unicamente quella dell’annuncio del Vangelo di Gesù Cristo, che si è incarnato per rendere testimonianza alla verità, è morto per i nostri peccati ed è risuscitato per salvare e rendere giusti gli uomini.

Sembra semplice, ma questo è messo tra parentesi non solo nel mondo – ed è ovvio – ma persino talora nella Chiesa. Non da ora, c’è infatti chi vorrebbe togliere alla vita di Cristo qualsiasi valenza veritativa, alla morte qualsiasi valore espiatorio e alla risurrezione qualsiasi rilevanza storica. Eppure Cristo è morto “propter” cioè a favore degli uomini e al loro posto, in quanto solo Lui poteva riparare o soddisfare l’offesa recata a Dio col peccato, come dice la dottrina della Chiesa. Nessun altro essere umano, finito e peccatore, poteva farlo. Lui sì, perché ad un tempo vero Dio e vero uomo.

Nell’Enciclica “Spe salvi” il Santo Padre Benedetto XVI addita “la figura di Cristo come del vero filosofo che in una mano tiene il Vangelo e nell'altra il bastone da viandante, proprio del filosofo. Con questo suo bastone Egli vince la morte; il Vangelo porta la verità che i filosofi peregrinanti avevano cercato invano. In questa immagine, che poi per un lungo periodo permaneva nell'arte dei sarcofaghi, si rende evidente ciò che le persone colte come le semplici trovavano in Cristo: Egli ci dice chi in realtà è l'uomo e che cosa egli deve fare per essere veramente uomo. Egli ci indica la via e questa via è la verità. Egli stesso è tanto l'una quanto l'altra, e perciò è anche la vita della quale siamo tutti alla ricerca. Egli indica anche la via oltre la morte; solo chi è in grado di fare questo, è un vero maestro di vita. La stessa cosa si rende visibile nell'immagine del pastore […]: ‘Il Signore è il mio pastore: non manco di nulla ... Se dovessi camminare in una valle oscura, non temerei alcun male, perché tu sei con me ...’ (Sal 23 [22], 1.4). Il vero pastore è Colui che conosce anche la via che passa per la valle della morte; Colui che, anche sulla strada dell'ultima solitudine, nella quale nessuno può accompagnarmi, cammina con me guidandomi per attraversarla: Egli stesso ha percorso questa strada, è disceso nel regno della morte, l'ha vinta ed è tornato per accompagnare noi ora e darci la certezza che, insieme con Lui, un passaggio lo si trova.

La consapevolezza che esiste Colui che anche nella morte mi accompagna e con il suo ‘bastone e il suo vincastro mi dà sicurezza », cosicché « non devo temere alcun male’ (cfr Sal 23 [22],4) – era questa la nuova « speranza » che sorgeva sopra la vita dei credenti” (cf. Spe Salvi n. 6).

Cristo non ha trovato nella sua morte espiatoria appena un motivo di speranza, in quanto egli stesso è la Speranza: ‘Surrexit Christus spes mea’, canta la Sequenza pasquale. Questa e non altra è la ragione necessaria e sufficiente del viaggio del Papa in Terra Santa dove Gesù Cristo si è fatto carne a Nazareth, è nato a Betlemme, ha predicato in Galilea e Giudea, è morto ed è risuscitato a Gerusalemme.

© Copyright (Agenzia Fides 14/5/2009; righe 43, parole 692)

sexta-feira, 15 de maio de 2009

QUINTO DOMINGO APÓS A PÁSCOA


Vocem iucunditátis annuntiáte,
et audiátur, allelúia:
annuntiáte usque ad extrémum terrae:
liberávit Dóminus
pópulum suum, allelúia, allelúia. Is. 48, 20

Bento XVI no Santo Sepulcro: "Cristo ressuscitou! O amor venceu a morte" (update)

"Portanto, é fundamental para a nossa fé e para o nosso testemunho cristão proclamar a ressurreição de Jesus de Nazaré como acontecimento real, histórico, confirmado por muitas e respeitáveis testemunhas".
Bento XVI


Jerusalém, 15 mai (RV) - Bento XVI visitou, neste derradeiro dia de sua peregrinação apostólica na Terra Santa, a Basílica do Santo Sepulcro, em Jerusalém, local onde, segundo a tradição cristã, Jesus Cristo foi crucificado, sepultado e ressuscitou no Domingo de Páscoa.

Era chamado Gólgota, que em aramaico, significa "lugar do crânio": por sua forma arredondada que é semelhante a um crânio; e pela tradição que narra da sepultura, ali, do crânio de Adão.

"Diante deste Santo Sepulcro de onde o Senhor venceu a morte e abriu o caminho do Reino dos Céus, saúdo todos os fiéis, na alegria do tempo pascal" − ressaltou o papa.

O Santo Padre agradeceu ao patriarca latino de Jerusalém, Dom Fouad Twal, e ao custódio da Terra Santa, Fr. Pierbattista Pizzaballa, pelas boas-vindas. Agradeceu também o acolhimento da hierarquia da Igreja Greco-ortodoxa e da Igreja Apostólica Armênia, bem como dos membros de outras comunidades cristãs da Terra Santa.

O papa saudou o Grão-mestre da Ordem Eqüestre do Santo Sepulcro, Cardeal John Patrick Foley, e agradeceu a todos os membros da ordem ali presentes, pela incansável dedicação à missão da Igreja na Terra Santa.

"Depois de cerca de vinte séculos, o Sucessor de Pedro e Bispo de Roma está aqui, neste lugar, diante do sepulcro vazio, contemplando o mistério da ressurreição" − frisou o pontífice.

A partir daí, a história da humanidade mudou definitivamente. "O longo domínio do pecado e da morte foi destruído pelo triunfo da obediência e da vida. O julgamento de Deus foi proferido sobre este mundo e a graça do Espírito Santo desceu sobre toda a humanidade" − sublinhou o papa.

Em seu discurso, Bento XVI ressaltou que Cristo, o novo Adão, nos ensina que o mal nunca vencerá o bem, que o amor é mais forte que a morte, que o nosso futuro e de toda humanidade está nas mãos do Deus, providente e fiel.

"O sepulcro vazio nos fala de esperança, daquela esperança que não nos engana, porque é dom do Espírito da vida. Possa essa esperança reinar sempre, pela graça de Deus, no coração de cada pessoa que vive nestas terras. Possa a esperança se arraigar em seus corações, permanecer nas famílias e comunidades, e inspirar em cada um de vocês, um testemunho sempre mais fiel ao Príncipe da Paz" – ressaltou o Santo Padre.

O Santo Padre disse ainda, que a Igreja na Terra Santa não deve cessar de anunciar a mensagem de esperança que o sepulcro vazio proclama, e "fez votos de que os amargos frutos de recriminação e de hostilidade possam ser superados, e que um futuro de justiça, paz, prosperidade e colaboração possa surgir para cada homem e mulher, e para toda a humanidade, sobretudo, para o povo que vive nesta terra, tão querida pelo Salvador".

O papa convidou todos a olharem com os olhos da fé o rosto do Senhor crucificado e ressuscitado. Ele fez votos de que a Igreja na Terra Santa possa adquirir cada vez mais força na contemplação do Sepulcro vazio e fortificar seu compromisso de proclamar o triunfo do perdão de Cristo e a promessa de uma nova vida.

O pontífice concluiu com um encorajamento aos bispos, sacerdotes, religiosos e religiosas que trabalham, servindo a Igreja na Terra Santa: "Aqui, diante do sepulcro vazio, coração da Igreja, convido todos vocês a renovarem o entusiasmo da consagração a Cristo e o compromisso de amor a serviço da Igreja." (MJ)

terça-feira, 12 de maio de 2009

Nossa Senhora do Rosário de Fátima, rogai por nós!


A Mensagem de Fátima é um convite e uma escola de salvação. Foi iniciada pelo Anjo da Paz (1916) e completada por Nossa Senhora (1917). Foi vivida de maneira histórica pelos Três Pastorinhos – Lúcia, Francisco e Jacinta.

A mensagem de Fátima sublinha os seguintes pontos:

- a conversão permanente;

- a oração e nomeadamente o rosário,

- o sentido da responsabilidade coletiva e a prática da reparação.

A aceitação desta mensagem traz consigo a Consagração ao Coração Imaculado de Maria, que é símbolo de um compromisso de fidelidade e de apostolado. As orações ensinadas em Fátima pelo Anjo e Nossa Senhora ajudam a viver a Mensagem, que, como disse João Paulo II, em Fátima em 1982,
é a conversão e a vivência na graça de Deus.

Frutos do Motu Proprio Summorum Pontificum: até o Primeiro-ministro de Israel redescobre a língua da Igreja

"Com este Papa nos sentimos pertencer a algo que não tem medo de ser grande e maravilhoso. É quando somos nós mesmos que os outros podem respeitar-nos” (E.)



Depois do surpreendente "pax vobis" do príncipe muçulmano Ghazi bin Talal, também o presidente israelense Shimon Peres acolhe o Papa na língua oficial da Igreja, o latim:

"Ave Benedicte, princeps fidelium qui hodie Terram Sanctam visitas"

(Salve Bento, primeiro entre os fiéis, que hoje visitas a Terra Santa)

Esta cortesia, além de ser uma fineza diplomática a margem do recente protesto de alguns hebreus contra o restabelecimento do Missal Gregoriano, demonstra que o Motu Proprio com o qual Bento XVI está encorajando a Igreja a reencontrar a própria identidade histórica e espiritual foi um ato culto e obteve o favor também dos mais inteligentes observadores de outras religiões. Depois Peres, segundo a tradição do seu povo, prosseguiu em língua hebraica, desejando a paz com o "Shalom". (N)

Fonte: Rinascimento Sacro

domingo, 10 de maio de 2009

O Papa abençoa a primeira pedra de duas igrejas a serem construídas no lugar do Batismo de Jesus


AMÃ, domingo, 10 de maio de 2009 (ZENIT.org).- Com a bênção das primeiras pedras de duas igrejas, Bento XVI quis redescobrir e relançar as peregrinações ao lugar em que Jesus foi batizado por João Batista nas margens do Jordão.

A importância deste gesto, não somente para a Igreja, mas para a própria Jordânia, foi sublinhada na tarde deste domingo pela participação no encontro dos reis da Jordânia, Abdalá II e Rania, apesar de não estar prevista.

Os reis acolheram o Santo Padre e juntos subiram a um carro de golfe para que o próprio monarca, sentado junto ao Papa, ilustrasse as descobertas que estão sendo feitas nesta importantíssima jazida arqueológica, oficialmente conhecida como o Lugar do Batismo (Baptism site), que se encontra sob o controle de uma comissão jordaniana.

Estas descobertas, que começaram a realizar-se nos anos 90, mostraram como este lugar foi meta de peregrinação desde o início do cristianismo, como demonstram mais de 20 igrejas, grutas e piscinas batismais que se remontam ao período romano e bizantino. No entanto, as vicissitudes históricas haviam interrompido depois as peregrinações.

Os arqueólogos consideram que se trata da localidade que o Evangelho de João (1, 28) define como “Betânia, do outro lado do Jordão”, uma Betânia diferente da que se encontrava junto a Jerusalém (onde aconteceu o milagre da ressurreição de Lázaro) e que os exegetas até poucos anos atrás não sabiam situar.

“Através dos séculos, muitos peregrinos vieram ao Jordão para buscar a purificação, renovar sua fé e estar mais perto do Senhor. Assim fez a peregrina Egéria, que deixou um escrito sobre a visita no final do século IV”, afirmou o Papa.

O Papa se referia à viajante e escritora da província romana hispana de Gallaecia, que visitou os Santos Lugares (Egito, Palestina, Síria, Mesopotâmia, Ásia Menor e Constantinopla), em uma longa viagem, entre 381 e 384, recolhendo suas impressões no livro Itinerarium ad Loca Sancta.

Por isso, afirmou: “o sacramento do Batismo, que extrai seu poder da morte e ressurreição de Cristo, será considerado particularmente pelas comunidades cristãs que se reunirão nas novas igrejas”.

“Que o Jordão vos recorde sempre que fostes lavados nas águas do batismo e que vos convertestes em membros da família de Jesus”, desejou o Papa aos cristãos locais.

O rei Abdalá II projeta construir cinco igrejas neste lugar para acolher os peregrinos: uma para cada confissão cristã. Duas delas são precisamente a latina e a greco-melquita (ambas católicas).

Como explicou a Zenit o guia turístico Nader Twal, cristão, “infelizmente, este lugar que se encontra na origem da fé cristã ainda é esquecido inclusive pela Igreja”, motivo pelo qual espera que a visita do Papa permita redescobri-lo aos peregrinos do mundo.

Fonte: Zenit

sábado, 9 de maio de 2009

Até mesmo os mulçumanos louvam o Papa pela liberalização do Rito Gregoriano


O príncipe jordano Ghazi Bin Talal elogiou o Papa Bento XVI pela publicação do Motu Proprio Summorum Pontificum que expande o uso da Liturgia Dâmaso-Gregoriana a todos os sacerdotes de Rito Latino. Veja a notícia de Apcom:

Papa/ Principe giordano loda suo "coraggio" con messa in latino

"Dà voce e tiene fede alla propria coscienza"

Il principe giordano Ghazi Bin Talal loda il "coraggio" del Papa a prendere decisioni controcorrente come la liberalizzazione della messa in latino.

L'esponente della casa regnante hashemita ha accolto il Papa davanti alla moschea al-Hussein Bin Talal di Amman.

Dopo aver ringraziato Benedetto XVI per il "chiarimento" fornito dal Vaticano sulla controversa 'lectio' di Ratisbona ed aver puntualizzato che la figura di Maometto è "completamente e interamente differente" dall'immagine che ne ha dato la storiografia occidentale, il principe ha sottolineato che il pontificato di Ratzinger è stato "marcato dal coraggio morale di dar voce e tener fede alla propria coscienza, indipendentemente dalla moda del giorno".

Più specificamente, Ghazi Bin Talal ha ricordato che Benedetto XVI ha scritto "storiche" encicliche papali sulla carità e la speranza, ha promosso il dialogo interreligioso ed "che ha liberalizzato la tradizionale messa in latino per coloro che la seguono".

© Copyright Apcom

La Revelación se hace Liturgia



Estar inmersos en Él, en la Verdad

Por Don Nicola Bux

Quien lee la introducción del Papa a sus escritos sobre la Liturgia, editados por ahora en lengua alemana, encuentra este pasaje: “No me interesaban los problemas específicos de la ciencia litúrgica sino siempre el anclaje de la Liturgia en el acto fundamental de nuestra fe y, por tanto, también su puesto en nuestra entera existencia humana”.

Tal vez esta franqueza confirmará a algunos liturgistas en aquello que ya piensan: Joseph Ratzinger no es un verdadero experto en liturgia. El problema es que la Liturgia, después del Concilio, ha sido desvinculada del dogma por muchos estudiosos; por lo tanto, era difícil para un liturgista postconciliar leer, por ejemplo, el libro “Das Fest des Glaugens” (“La fiesta de la fe”) de Ratzinger. Hasta la elección pontificia, se escuchaba a los obispos desaconsejar la lectura de “Einführung in den Geist der Liturgie” (“Introducción al espíritu de la Liturgia”). Algunos se preguntaban: ¿cómo puede un dogmático como Ratzinger escribir sobre Liturgia?

Poco a poco, comenzamos a darnos cuenta de que hemos perdido, en el acercamiento a la liturgia, lo esencial, perdiéndonos tras tecnicismos extenuantes y esteticismos evanescentes. ¿No se oye decir, con frecuencia, al final de una liturgia: “ha sido una celebración lograda”?

La clave para entender el pensamiento litúrgico de Ratzinger está, por el contrario, en la mirada orientada a la Cruz y a Aquel que de allí pende: mirada a la vez real y simbólica, artística y mistagógica; en una palabra, litúrgica.

La homilía de la Misa Crismal del Jueves Santo de este año nos lleva de nuevo al “espíritu de la liturgia” como lo advierte el Santo Padre. También porque trata aquella relación esencial entre Ordenación sacerdotal y culto –el sacerdote es ordenado esencialmente para el culto, entendido como ofrenda a Dios-, sobre todo porque pone de nuevo en auge el concepto de consagración como sacrificio por Jesucristo y, en consecuencia, para quien quiera hacer otro tanto con su cuerpo, como culto lógico (cfr. Rom. 12, 1-2). Es más, diría que esto precisamente depende de la “consagración en la verdad”.

De este modo, “me consagro” es igual a “me sacrifico”; el sacerdote es al mismo tiempo la víctima – “una palabra abismal” que permite mirar a Jesucristo en lo más íntimo para que alcanzar el misterio de la redención, del sacerdocio de la Iglesia, es decir, lo que principalmente tiene que hacer en el mundo y del mundo: una consagración.

Otra que diálogo con el mundo: el sacerdote es un “cambio de propiedad” del mundo a Dios; pero esto es cierto en la raíz para todos los cristianos. ¿No es la liturgia un sacrificio, un “privarse de algo para entregarlo a Dios”? Ella no es nuestra propiedad: es “un ser puestos aparte”. De aquí sigue la función de representar a los otros ante de Él.

Pero la liturgia es una consagración en la verdad porque la Palabra de Dios es la Verdad. Como dice más adelante, la Verdad es Cristo mismo. La liturgia de la Palabra debe ser una consagración en la verdad porque tiene una vis (fuerza), vis evangelii – destructora del demonio y purificadora como agua y fuego del Espíritu, y finalmente creadora porque “transforma en el ser de Dios”. ¿Seremos capaces de presentar así la primera parte de la Santa Misa?

“Y entonces, ¿cómo están las cosas en nuestra vida?” – pregunta el Papa a sí mismo, a todos nosotros y a sus colaboradores – e indaga con un examen de conciencia a doble filo que nos escruta. ¿Seguimos al mundo con sus modas y pensamientos o más bien a Él? De lo contrario, no nos debería asombrar la existencia de la “soberbia destructiva y la presunción, que disgregan toda comunidad y acaban en la violencia. ¿Sabemos aprender de Cristo la recta humildad, que corresponde a la verdad de nuestro ser, y esa obediencia que se somete a la verdad, a la voluntad de Dios?”.

Así, desde la Palabra de Dios se abre el acceso a la verdad de la que es necesario ser siempre nuevamente discípulos. Más aún, en Cristo que es la Verdad ocurre el “hazlos una sola cosa conmigo... Sujétalos a mí. Ponlos dentro de mí” – y he aquí el paso a la liturgia eucarística, al sacrificio. Ésta es la verdadera unidad, ecuménica y no; ésta es la comunión: unificarse a Él. “Sustancialmente se nos ha dado para siempre en el Sacramento”. En particular para el sacerdote – con mayor razón cuando celebra – “unirse a Cristo supone la renuncia. Comporta que no queremos imponer nuestro rumbo y nuestra voluntad; que no deseamos llegar a ser esto o lo otro, sino que nos abandonamos a Él, donde sea y del modo que Él quiera servirse de nosotros… En el «sí» de la Ordenación sacerdotal hemos hecho esta renuncia fundamental al deseo de ser autónomos, a la «autorrealización»”. ¡Sólo así la liturgia se convierte en servicio a Dios, más aún, en oración! Orar “es un sencillo presentarnos a nosotros mismos delante de Él”. Ser admitidos a Su presencia, es decir, a realizar el servicio sacerdotal.

Y aquí está el paso de la oración personal a la pública: “Pero para que eso no se convierta en una autocontemplación, - cuántas liturgia son así (Cfr. Meditación de la IX estación del Vía Crucis 2005)- es importante aprender continuamente a orar rezando con la Iglesia. Celebrar la Eucaristía quiere decir orar. Celebramos correctamente la Eucaristía cuando entramos con nuestro pensamiento y nuestro ser en las palabras que la Iglesia nos propone”: aquí está todo el juicio sobre la así llamada creatividad que es, en cambio, salir de las palabras de la liturgia para preferir nuestras palabras. En las palabras de la liturgia, “está presente la oración de todas las generaciones, que nos llevan consigo por el camino hacia el Señor”: la liturgia pertenece a la Tradición con T mayúscula.

“Y, como sacerdotes, en la celebración eucarística somos aquellos que, con su oración, abren paso a la plegaria de los fieles de hoy”. Y aquí está el toque ascético: “Si estamos unidos interiormente a las palabras de la oración, si nos dejamos guiar y transformar por ellas, también los fieles tienen al alcance esas palabras. Y, entonces, todos nos hacemos realmente «un cuerpo solo y una sola alma» con Cristo”. Y se realizará la unidad de los cristianos. Aquí la liturgia del Sacrificio se convierte en Comunión santa del Cuerpo y la Sangre.

No termina aquí: la inmersión en la verdad y santidad de Dios quiere decir “aceptar el carácter exigente de la verdad; contraponerse tanto en las cosas grandes como en las pequeñas a la mentira que hay en el mundo en tantas formas diferentes…, tampoco hemos de olvidar que, en Jesucristo, verdad y amor son una misma cosa. Estar inmersos en Él significa afondar en su bondad, en el amor verdadero”. Y volvemos a la característica que hace del culto cristiano un culto lógico: ser ofrenda racional de sí mismos: “Cristo pide para los discípulos la verdadera santificación, que transforma su ser, a ellos mismos; que no se quede en una forma ritual, sino que sea un verdadero convertirse en propiedad del mismo Dios. También podríamos decir: Cristo ha pedido para nosotros el Sacramento que nos toca en la profundidad de nuestro ser”. Esto debe convertirse en vida cada día. Por eso, “la Revelación se convierte en liturgia” (Joseph Ratzinger; “Jesús de Nazareth”).

En la liturgia, el Señor nos sumerge en sí mismo y nos convierte en “hombres de verdad, hombres de amor, hombres de Dios”.


Esta es una contribución de Monseñor Nicola Bux a la columna litúrgica que el Padre Mauro Gagliardi escribe para la edición italiana de Zenit. Según el Padre Gagliardi, “las reflexiones de Don Bux ofrecen interesantes aportes para comprender la mens litúrgica de Benedicto XVI”.

Fuente: Papa Ratzinger Blog
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo