sábado, 28 de fevereiro de 2009

Faixa de Gaza: A guerra de Natal

Um testemunho da terra do Hamas. Relato do padre Manuel Musallam, o único sacerdote católico de rito latino presente na Faixa de Gaza


"Os cristãos são proibidos, por parte dos israelenses, de falar livremente ao próprio povo, Israel trata os padres como se fossem terroristas, inclusive o Patriarca Latino e o Delegado Apostólico" (leia tudo...)


Fonte: 30Giorni

sexta-feira, 27 de fevereiro de 2009

PRIMEIRO DOMINGO DA QUARESMA - 1º DE MARÇO


Mons. Guido Marini: Desde la Liturgia la renovación de la Iglesia


La Buhardilla nos ofrece la traducción de una entrevista que Monseñor Guido Marini, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, ha concedido a la revista Radici Cristiane.

Parecería que, para el Santo Padre, la Liturgia es uno de los temas de fondo de su pontificado. Usted, que lo sigue de cerca, ¿nos puede confirmar esta impresión?

Diría que sí. Por otra parte, cabe señalar que el primer volumen de la Opera omnia del Santo Padre, de próxima publicación también en Italia, es precisamente el dedicado a los escritos que tienen como objeto la Liturgia. En el prefacio al volumen, el mismo Joseph Ratzinger subraya este hecho, señalando que la precedencia dada a los escritos litúrgicos no es casual sino deseada: siguiendo al Concilio Vaticano II, que promulgó como primer documento la Constitución sobre la Sagrada Liturgia, seguida de otra gran Constitución sobre la Iglesia. Es en la Liturgia, de hecho, donde se manifiesta el misterio de la Iglesia. Se comprende, entonces, el motivo por el que la Liturgia es uno de los temas principales del pontificado de Benedicto XVI: desde la Liturgia se pone en marcha la renovación y la reforma de la Iglesia.

¿Existe una relación entre la Liturgia y el arte y la arquitectura sagrada? El llamado del Papa a una continuidad de la Iglesia en el campo litúrgico, ¿no debería extenderse también al arte y la arquitectura sagrada?

Existe, ciertamente, una relación vital entre la Liturgia, el arte y la arquitectura sagrada. También porque el arte y la arquitectura sagrada, precisamente en cuanto tales, deben resultar idóneos para la Liturgia y sus grandes contenidos que encuentran expresión en la celebración. El arte sagrado, en sus múltiples manifestaciones, vive en relación con la infinita belleza de Dios y debe orientar a Dios su alabanza y su gloria. Entre Liturgia, arte y arquitectura no puede haber, entonces, contradicción o dialéctica. Por lo tanto, si es necesario que exista una continuidad teológica-histórica en la Liturgia, esta misma continuidad debe encontrar una expresión visible y coherente también en el arte y en la arquitectura sagrada.

El Papa Benedicto XVI ha afirmado recientemente en un mensaje que “la sociedad habla con el hábito que usa”. ¿Piensa que se podría aplicar esto también a la Liturgia?

En efecto, todos hablamos también a través del hábito que usamos. El hábito es un lenguaje, así como lo es toda forma expresiva sensible. También la liturgia habla con el hábito que usa, es decir, con todas sus formas expresivas, que son múltiples y riquísimas, antiguas y siempre nuevas. En este sentido, “el hábito litúrgico”, para continuar con el término que usted ha usado, debe ser siempre verdadero, en plena sintonía con la verdad del misterio celebrado. El signo externo debe estar en relación coherente con el misterio de la salvación realizado en el rito. Y, no debe ser nunca olvidado, el hábito propio de la liturgia es un hábito de santidad: allí encuentra expresión, de hecho, la Santidad de Dios. A esa Santidad estamos llamados a dirigirnos, de esa Santidad estamos llamados a revestirnos, realizando así la plenitud de la participación.

En una entrevista a L’Osservatore Romano, usted ha señalado los principales cambios realizados desde que ha asumido el cargo de Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias. ¿Podía recordarlos y explicar su significado?

Afirmando, en primer lugar, que los cambios a los que usted se refiere deben ser leídos en el signo de un desarrollo en la continuidad con el pasado, incluso el más reciente, recuerdo uno en particular: la ubicación de la cruz en el centro del altar. Esta ubicación tiene la capacidad de traducir, también en el signo externo, la orientación correcta de la celebración en el momento de la Liturgia Eucarística, cuando celebrante y asamblea no se miran recíprocamente sino que miran juntos hacia el Señor. Por otra parte, la relación altar-cruz permite resaltar mejor, junto al aspecto de banquete, la dimensión sacrificial de la Misa, cuya relevancia es siempre esencial y, por lo tanto, es necesario que encuentre siempre una expresión bien visible en el rito.

Hemos notado que el Santo Padre, desde hace algún tiempo, da siempre la Sagrada Comunión en la boca y de rodillas. ¿Quiere ser esto un ejemplo para toda la Iglesia y un estímulo para que los fieles reciban a Nuestro Señor con mayor devoción?

Como se sabe, la distribución de la Santa Comunión en la mano sigue siendo hasta ahora, desde el punto de vista jurídico, un indulto a la ley universal concedido por la Santa Sede a aquellas Conferencias Episcopales que lo han solicitado. Y cada fiel, incluso en presencia del eventual indulto, tiene el derecho de elegir el modo para acercarse a la Comunión. Benedicto XVI, comenzando a distribuir la Comunión en la boca y de rodillas con ocasión de la solemnidad del Corpus Domini del año pasado, en plena consonancia con lo que está previsto en la normativa litúrgica actual, ha querido posiblemente señalar una preferencia por esta modalidad. Por otro lado, se puede también intuir el motivo de esta preferencia: se ilumina mejor la verdad de la presencia real en la Eucaristía, se ayuda a la devoción de los fieles, se introduce con más facilidad en el sentido del misterio.

El Motu Proprio Summorum Pontificum se presenta como uno de los actos más importantes del pontificado de Benedicto XVI. ¿Cuál es su opinión?

No sé decir si es uno de los más importantes pero sin duda es un acto importante. Y lo es no sólo porque se trata de un paso muy significativo en vistas a una reconciliación en el interior de la Iglesia, no sólo porque expresa el deseo de que se llegue a un recíproco enriquecimiento entre las dos formas del rito romano (ordinaria y extraordinaria), sino también porque es la indicación precisa, en el plano normativo y litúrgico, de aquella continuidad teológica que el Santo Padre había presentado como la única hermenéutica correcta para la lectura y la comprensión de la vida de la Iglesia y, en especial, del Concilio Vaticano II.

¿Cuál es, en su opinión, la importancia del silencio en la Liturgia y en la vida de la Iglesia?

Es una importancia fundamental. El silencio es necesario en la vida del hombre porque el hombre vive de palabras y de silencios. El silencio es aún más necesario en la vida del creyente que allí encuentra un momento insustituible de la propia experiencia del misterio de Dios. No se sustrae a esta necesidad la vida de la Iglesia y, en la Iglesia, la Liturgia. Aquí el silencio quiere decir escucha y atención al Señor, a su presencia y a su Palabra; y, junto a ello, implica la actitud de adoración. La adoración, dimensión necesaria del acto litúrgico, expresa la incapacidad humana de pronunciar palabras, permaneciendo “sin palabras” ante la grandeza del misterio de Dios y la belleza de su amor.

La celebración litúrgica está hecha de palabras, de cantos, de música, de gestos… Está hecha también del silencio y de silencios. Si estos faltaran o no fueran suficientemente subrayados, la Liturgia no sería plenamente ella misma porque estaría privada de una dimensión insustituible de su naturaleza.

Hoy en día se escuchan, durante las celebraciones litúrgicas, las músicas más diversas. ¿Qué música, según usted, es más adecuada para acompañar la Liturgia?

Como nos recuerda el Santo Padre Benedicto XVI, y con él toda la tradición pasada y reciente de la Iglesia, hay un canto propio de la liturgia y es el canto gregoriano que, como tal, constituye un criterio permanente para la música litúrgica. Como también constituye un criterio permanente la gran polifonía de la época de la renovación católica, que encuentra su expresión más alta en Palestrina.

Junto a estas formas insustituibles del canto litúrgico, encontramos las múltiples manifestaciones del canto popular, importantísimas y necesarias: siempre que se adhieran a aquel criterio permanente por el cual el canto y la música tienen derecho de ciudadanía en la Liturgia en la medida en que brotan de la oración y conducen a la oración, permitiendo así una participación auténtica en el misterio celebrado.

Fuente: Oficina de las celebraciones litúrgicas del Sumo Pontífice
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

quinta-feira, 26 de fevereiro de 2009

COMUNICADO DA PONTIFÍCIA COMISSÃO ECCLESIA DEI: PEDIDO DE PERDÃO DE DOM WILLIAMSON A VÍTIMAS DO HOLOCAUSTO E À IGREJA

DECLARAÇÃO

O Santo Padre e o meu Superior, bispo Bernard Fellay, solicitaram que eu reconsidere as observações que fiz na televisão sueca quatro meses atrás, pois suas consequências têm sido muito pesadas.

Observando essas consequências, posso verdadeiramente dizer que lamento ter feito essas observações, e que se eu soubesse de antemão todo dano e dor que elas dariam origem, especialmente para a Igreja, mas também para os sobreviventes e parentes das vítimas da injustiça sob o Terceiro Reich, eu não as teria feito.

Na televisão sueca, eu manifestei apenas a opinião (..."eu penso"..."eu acho"...) de uma pessoa que não é um historiador, uma opinião formada há 20 anos com base nas provas disponíveis então, e raramente expressa em público desde então. No entanto, os eventos das últimas semanas e os conselhos de membros da Fraternidade São Pio X persuadiram-me da minha responsabilidade por tanto sofrimento causado. Para todas as almas que ficaram verdadeiramente escandalizadas com o que eu disse, diante de Deus, peço perdão.

Como o Santo Padre tem dito, todo ato de violência injusta contra um homem fere toda a humanidade.

+ Richard Williamson,
Londres, 26 de fevereiro de 2009.

Tradução: Zenit


DECLARATION

The Holy Father and my Superior, Bishop Bernard Fellay, have requested that I reconsider the remarks I made on Swedish television four months ago, because their consequences have been so heavy.

Observing these consequences I can truthfully say that I regret having made such remarks, and that if I had known beforehand the full harm and hurt to which they would give rise, especially to the Church, but also to survivors and relatives of victims of injustice under the Third Reich, I would not have made them.

On Swedish television I gave only the opinion (..."I believe"..."I believe"...) of a non-historian, an opinion formed 20 years ago on the basis of evidence then available and rarely expressed in public since. However, the events of recent weeks and the advice of senior members of the Society of St. Pius X have persuaded me of my responsibility for much distress caused. To all souls that took honest scandal from what I saidbefore God I apologise.

As the Holy Father has said, every act of injust violence against one man hurts all mankind.

+Richard Williamson
London 26 February 2009.

terça-feira, 24 de fevereiro de 2009

QUARTA-FEIRA DE CINZAS - 25 DE FEVEREIRO


TEÓLOGO NICOLA BUX RESSALTA QUE PRIMADO DE PEDRO ESTÁ A SERVIÇO DA UNIDADE E DA DIVERSIDADE DA IGREJA (UPDATE)

Interessante entreviste publicada precedentemente em italiano agora disponível em português.

Il Cardinale Biffi si chiede perché l’ortodossia fa più notizia dell’eresia


Pecore e pastori: un libro contro i luoghi comuni.

di Antonio Gaspari

ROMA, martedì, 24 febbraio 2009 (ZENIT.org).

Chi è il cattolico adulto? Qual è il compito dei pastori? Chi sono e quale ruolo svolgono i componenti del gregge? Perché non ci sono donne sacerdote? Perché la Chiesa ha un solo capo? E perché gli si deve obbedienza?

A queste ed altre domande risponde il Cardinale Giacomo Biffi con il libro “Pecore e pastori. Riflessioni sul gregge di Cristo”, pubblicato dalla Cantagalli (256 pagine, 13,80 Euro).

Il libro, il cui titolo sembrerebbe destinato solo al clero, è anche una schietta e brillante riflessione sui fondamenti e sui compiti della Chiesa, su quel popolo di Dio che il porporato indica come “gregge di Cristo”.

Scrive l’Arcivescovo emerito di Bologna: “Una delle cose che mi impressionano di più è che al giorno d’oggi non è più l’eresia, ma è l’ortodossia a fare notizia”, ed in questo libro il Cardinale Biffi parla chiaro, sgonfia i luoghi comuni, cancella i sofismi ed i condizionamenti del “politically correct”.

Circa l’accondiscendenza con cui alcuni si piegano ai condizionamenti del “politically correct” il Cardinale Biffi sostiene: “Talvolta in qualche settore del mondo cattolico si giunge persino a pensare che debba essere la divina Rivelazione ad adattarsi alla mentalità corrente per riuscire ‘credibile’, e non piuttosto che si debba ‘convertire’ la mentalità corrente alla luce che ci è data dall’alto. Eppure si dovrebbe riflettere sul fatto che ‘conversione’ non ‘adattamento’ è parola evangelica”.

Del resto, continua il porporato, “la prima frase che Gesù pronuncia inaugurando il suo apostolato non è: ‘Il mondo va bene così come va; adattatevi al mondo e siate credibili alle orecchie di chi non crede’ ma è: ‘Il regno di Dio è vicino; convertitevi e credete nel Vangelo”.

Sul ruolo del pastore l’Arcivescovo emerito di Bologna rileva che “tra i gravi problemi della cristianità non c' è solo la scarsità dei pastori, c' è anche la difficoltà dei cristiani a riconoscersi evangelicamente pecore” e aggiunge “il pastore condivide la vita del gregge”, ma ne è soprattutto “il capo e il condottiero”, perché i sacerdoti “non devono seguire le pecore nei loro sbandamenti, ma guidarle con mano ferma”. E pazienza se questa autorità “sarà vista ovviamente come un’autorità che si fonda su sé stessa, e sarà classificata come antidemocratica”.

A proposito di coloro che si sono autodefiniti “cattolici adulti” scrive il porporato: “Se qualcuno manifesta ad alta voce di voler essere considerato ‘adulto’ nella Chiesa, l’intenzione ci sembra legittima e persino encomiabile, purché egli rimanga convinto che, secondo il Vangelo, chi dentro di sé non diventa come un bambino non entrerà nel Regno dei cieli”.

In un capitoletto titolato “Ladri e Lupi” il Cardinale Biffi scrive: “Gesù ci mette in guardia da una visione troppo idilliaca, da un’idea arcaicamente serena della vita pastorale, e ci ricorda che esistono, e sono sempre attive, le forze del male”.

“Le sue pecore – continua l’Arcivescovo emerito di Bologna – non devono dimenticare che esistono i ladri ed esistono i lupi. Anzi ci dice senza mezzi termini che il suo gregge vive in mezzo ai lupi i quali tentano sempre di rapire e disperdere gli agnelli di Dio”.

“Questi lupi non sono solo esterni al gregge – precisa il porporato –. Si possono trovare anche tra noi in veste di pecore. A questo proposito san Paolo non esita a parlare in termini espliciti di falsi apostoli, lavoratori fraudolenti che si mascherano da apostoli di Cristo” e aggiunge: “Ciò non fa meraviglia, perché anche Satana si maschera da angelo di luce”.

Su coloro che sparlano della Chiesa, Biffi afferma: “E’ psicologicamente impossibile continuare ad amare una donna, quando se ne vede e se ne sottolinea solo la bruttezza, la meschinità, la natura malvagia. Un prete che si accanisce a parlar male della Chiesa – non diciamo a parlar male degli ‘uomini di chiesa’, che qualche volta è doveroso – farà molta fatica a restarle fedele”.

Il Cardinale che predicò gli Esercizi Spirituali quaresimali alla Curia romana e a Papa Benedetto XVI nel marzo del 2007 sostiene che “è in atto oggi una violenta e sistematica aggressione alla Chiesa, che si esprime e si rifinisce quotidianamente in qualche nuovo atto di ostilità; ed è stupefacente che la cristianità – almeno quella loquacior (quella che più parla e più fa parlare di se) - non mostra di rendersene conto in misura adeguata”.

Forte è la Critica del cardinale Biffi nei confronti dell’invasione sessuale: “La nostra epoca – ha scritto il porporato - è dominata e afflitta da una specie di pansessualismo. Il sesso è continuamente chiamato in causa: non solo negli enunciati sociali e psicologici, non solo nelle molteplici espressioni di arte e di cultura, non solo negli spettacoli e negli intrattenimenti; persino nei messaggi pubblicitari non si può fare a meno di evocarlo e di alludervi”.

“Abbiamo talvolta l’impressione di essere condizionati e intrigati da una misteriosa accolta di maniaci che impongono a tutti una loro degenerazione mentale – continua –. Sono gli stessi che non mancano mai di definire bigotti e bacchettoni quanti non si lasciano convincere dalle loro elevate argomentazioni”.

“Bisogna che ci decidiamo – conclude il Cardinale Biffi – o stiamo col ‘mondo’ che ci intima di essere ‘politicamente corretti’, o, senza preoccuparci affatto di essere ‘politicamente corretti’, stiamo col nostro Maestro e Salvatore".

© Copyright Zenit

segunda-feira, 23 de fevereiro de 2009

Il teologo Bux sull’Angelus del Papa: il primato di Pietro è al servizio dell’unità e della varietà della Chiesa


Accompagnatemi “con le vostre preghiere, perché possa compiere fedelmente l’alto compito che la Provvidenza divina mi ha affidato quale Successore dell’apostolo Pietro”: all’Angelus di ieri, Benedetto XVI si è rivolto con queste parole ai fedeli. Un’invocazione significativa nella Festa della Cattedra di San Pietro, ricorrenza che ha offerto al Papa l’occasione per riflettere sul valore e l’attualità del primato del vescovo di Roma. Sul ruolo primaziale della Chiesa di Roma, il Pontefice ha citato Sant’Ignazio di Antiochia e Sant’Ireneo di Lione ma anche il Concilio Vaticano II. Su questa peculiarità del ministero petrino, Alessandro Gisotti ha intervistato il teologo don Nicola Bux, consultore della Congregazione per la Dottrina della Fede:

R. – Siccome da parte di molti si invoca la fedeltà al Concilio e si è sempre preoccupati che non venga dimenticato, non cada nell’oblio, giustamente il Santo Padre ha ricordato all’Angelus la Costituzione Lumen Gentium. Ha menzionato il brano preciso della Lumen Gentium, che dice appunto che nella comunione ecclesiastica vi sono legittimamente le Chiese particolari che godono di proprie tradizioni, rimanendo integro il primato della Cattedra di Pietro, ovvero la presidenza, la comunione universale della carità e la tutela delle varietà legittime. Pensiamo un attimo se Francesco d’Assisi non avesse trovato il primato di Pietro: il suo movimento, il suo carisma probabilmente non avrebbe potuto diffondersi, come invece è avvenuto; sarebbe rimasto chiuso, forse anche soffocato a livello locale. Ogni particolare nella Chiesa prende forza dall’unità col tutto.

D. – Obbedienza ed autorità, ma anche carità ed unità, dunque...

R. – Certamente, non si possono mai scindere queste cose. Il Santo Padre nel discorso, che ha tenuto qualche giorno fa al Seminario Romano, ha molto insistito sull’importanza della comunione. Quindi, la comunione consiste nell’appartenenza all’unico corpo, cioè nel sentirsi ognuno parte dell’altro. Nessuno è autosufficiente, nessun singolo e nessuna comunità. Questa naturalmente è la legge della carità, è l’attuazione della carità, dell’amore. Quando non si osserva questa consapevolezza, come ha ricordato il Santo Padre al Seminario Romano, nascono le polemiche, polemiche che il Papa in maniera molto precisa ha individuato in una fede che degenera in intellettualismo, cioè praticamente il dare preminenza alla propria intelligenza delle cose e non invece al credere che il Corpo di Gesù Cristo, cui appartengo, è più grande di me.

D. – Parlando ai pellegrini in lingua tedesca, sempre ieri all’Angelus, il Papa ha pregato San Pietro, affinché turbamenti e tempeste non scuotano la Chiesa...

R. – San Pietro, nella sua prima Lettera dice: “Adorate Dio nei vostri cuori, però sempre pronti a rendere ragione della speranza che è in voi” e poi aggiunge “con dolcezza, rispetto e buona coscienza”. Penso che forse nella Chiesa ci dovrebbe essere più tolleranza e direi anche dibattito, ma dibattito condotto con questo metodo indicato da San Pietro: prima di tutto, avere sempre uno sguardo a Dio, quindi adorare Dio al primo posto. Quando si adora Dio ne viene dentro il cuore un sentimento di mitezza, di umiltà che ci porta a ragionare con gli altri, ma sempre con dolcezza, rispetto, con buona coscienza.

D. – Abbassare i toni ed alzare i contenuti...

R. – Credo proprio di sì. A volte, l’ignoranza dei contenuti, la superficialità, la presunzione di credere ciascuno di avere tutta la verità in tasca, come si suol dire, non aiuta la crescita della comunione.

Fonte: Radio Vaticano

domingo, 22 de fevereiro de 2009

Angelus, nel giorno della Festa della ‘Cattedra di San Pietro’ Benedetto XVI ribadisce il primato del Vescovo di Roma nella Chiesa di Cristo


Nell’odierna domenica cade anche la festa della Cattedra di san Pietro, importante ricorrenza liturgica che pone in luce il ministero del Successore del Principe degli Apostoli.

La Cattedra di Pietro simboleggia l’autorità del Vescovo di Roma, chiamato a svolgere un peculiare servizio nei confronti dell’intero Popolo di Dio.

Subito dopo il martirio dei santi Pietro e Paolo, alla Chiesa di Roma venne infatti riconosciuto il ruolo primaziale in tutta la comunità cattolica, ruolo attestato già nel II secolo da sant’Ignazio di Antiochia (Ai Romani, Pref.: Funk, I, 252) e da sant’Ireneo di Lione (Contro le eresie III, 3, 2-3).
Questo singolare e specifico ministero del Vescovo di Roma è stato ribadito dal Concilio Vaticano II.

"Nella comunione ecclesiastica, - leggiamo nella Costituzione dogmatica sulla Chiesa - vi sono legittimamente delle Chiese particolari, che godono di proprie tradizioni, rimanendo integro il primato della Cattedra di Pietro, la quale presiede alla comunione universale della carità (cfr S. Ign. Ant., Ad Rom., Pref.), tutela le varietà legittime, e insieme veglia affinché ciò che è particolare, non solo non nuoccia all’unità, ma piuttosto la serva" (Lumen gentium, 13).

Cari fratelli e sorelle, questa festa mi offre l’occasione per chiedervi di accompagnarmi con le vostre preghiere, perché possa compiere fedelmente l’alto compito che la Provvidenza divina mi ha affidato quale Successore dell’apostolo Pietro
(leggere tutto).

sexta-feira, 13 de fevereiro de 2009

Novena pelo Papa e pela Igreja - Novena of Prayer for the Pope and the Church - Neuvaine pour le Pape et l'Eglise

Nestes dias tão conturbados para o Pontífice e para a Igreja, a Fraternidade Sacerdotal São Pedro, inspirada no sonho de Dom Bosco no qual ele vê a Barca de Pedro no meio de uma grande tempestade, mas por estar ancorada nas colunas da Eucaristia e da Santa Virgem Maria não naufraga, nos convida a fazer uma novena de orações pelo Santo Padre o Papa Bento XVI e pela Santa Igreja, a fim de apoiá-lo espiritualmente neste momento.

A proposta é começar esta novena sábado 14 de fevereiro, a qual irá até domingo dia 22 de fevereiro, Festa da Cátedra de São Pedro.

Neste mesmo domingo podemos oferecer nossa comunhão pelas intenções do Romano Pontífice e de toda a Igreja.

Sejamos numerosos e fervorosos a suplicar aos céus de socorrer ao Papa e a Barca de Pedro.

A novena também está disponível em inglês e francês.



Um Pai-nosso, três Ave-Marias e um Glória ao Pai seguidos desta oração:

℣. Oremos pelo nosso Pontífice Bento
℟. O Senhor o guarde e o fortaleça, lhe dê a felicidade nesta terra e não o abandone á perversidade dos seus inimigos.

℣. Tu és Pedro!
℟. E sobre esta pedra edificarei a minha Igreja!

Oremos. Ó Deus Pastor e guia dos vossos fiéis, olhai com bondade o vosso servo, o Papa Bento, que constituístes Pastor da vossa Igreja; dai-lhe, por sua palavra e exemplo, velar sobre o rebanho que lhe foi confiado para chegar com ele à vida eterna. Por Cristo nosso Senhor. ℟. Amém

Mãe da Igreja, rogai por nós!

São Pedro, rogai por nós!


***

Oração da oitava estação da Via Sacra da Sexta-Feira Santa de 2005 no Coliseu de Roma na qual as meditações e as orações foram compostas pelo então Cardeal Joseph Ratzinger:

Senhor, muitas vezes a vossa Igreja parece-nos uma barca que está para afundar, uma barca que mete água por todos os lados. E mesmo no vosso campo de trigo, vemos mais cizânia que trigo. A veste e o rosto tão sujos da vossa Igreja horrorizam-nos. Mas somos nós mesmos que os sujamos! Somos nós mesmos que Vos traímos sempre, depois de todas as nossas grandes palavras, os nossos grandes gestos. Tende piedade da vossa Igreja: também dentro dela, Adão continua a cair. Com a nossa queda, deitamo-Vos ao chão, e Satanás a rir-se porque espera que não mais conseguireis levantar-Vos daquela queda; espera que Vós, tendo sido arrastado na queda da vossa Igreja, ficareis por terra derrotado. Mas, Vós erguer-Vos-eis. Vós levantastes-Vos, ressuscitastes e podeis levantar-nos também a nós. Salvai e santificai a vossa Igreja. Salvai e santificai a todos nós.

quinta-feira, 12 de fevereiro de 2009

"Benoît XVI et la Tradition" sur KTO


Que veut faire Benoît XVI avec les traditionalistes ? Quelle est sa conception de la Tradition dans l'Eglise ? Que signifie la levée des excommunications des évêques de la Fraternité Saint-Pie-X ? Un débat en direct en partenariat avec l’hebdomadaire Famille Chrétienne.

Pour voir la vidéo de cette émission, cliquez sur la photo :



Avec la participation de :

• Mgr Bernard Podvin, porte-parole de la Conférence des Evêques de France,
• M. l'Abbé Vincent Ribeton, supérieur du district de France pour la Fraternité sacerdotale Saint-Pierre,
• Dom Philippe Piron, Père Abbé de l’abbaye Sainte-Anne de Kergonan,
• P. Jean-Robert Armogathe, président de la revue Communio,
• Jean-Pierre Denis, directeur de la rédaction de La Vie,
• Christophe Geffroy, directeur de La Nef, auteur de Benoît XVI et "la paix liturgique" (Cerf).

Et aussi, notamment : une interview de M. l'Abbé Lorans, de la Fraternité Saint-Pie-X, un reportage sur le séminaire romain de l'Institut du Bon Pasteur, un exemple d'application en paroisse du Motu Proprio "Summorum Pontificum"...

Source: KTO

La Conferencia Episcopal Española envía una carta de apoyo al Papa Benedicto XVI

“Conocemos bien el interés –señala la carta- con el que Vuestra Santidad, desde hace muchos años y, en particular, en el ejercicio del ministerio petrino, ha procurado el diálogo con los hermanos del Pueblo de la Primera Alianza y se ha esforzado por que su historia y su presente sean justamente conocidos y valorados en la Iglesia. Pocos, como Vuestra Santidad, han comprendido que, como enseña el Concilio Vaticano II, se trata de un pueblo amadísimo para Dios”.

Los obispos españoles lamentan que precisamente la benevolencia y la generosidad manifestada por el Papa, tratando de hacer todo lo posible para preservar y fomentar la unidad de la Iglesia, “hayan sido malinterpretadas e incluso tomadas como excusa para levantar testimonios falsos y predisponer negativamente a la opinión pública”.

Los prelados concluyen la carta asegurándole al Santo Padre la oración de los obispos españoles y del pueblo católico por sus intenciones, y rogando al Señor que le conforte e ilumine en el gobierno de su Iglesia, “que necesita y agradece vuestro ministerio al servicio de la verdad del Evangelio y de la unidad en la caridad”.

Fuente: Cope

terça-feira, 10 de fevereiro de 2009

Filósofo alemán Robert Spaemann lamenta los juicios sobre Benedicto XVI y su Magisterio



Robert Spaemann ha calificado la repercusión mediática del levantamiento de la excomunión a los lefevbrianos de “histeria colectiva” y ha afirmado que "es absurdo" dudar de la postura del Papa sobre los conflictos que suceden en el mundo hebreo o de su radical condena hacia el antisemitismo.

En una entrevista publicada en el diario Avvenire, Spaemann, uno de los más importantes filósofos alemanes contemporáneos y profesor emérito de Filosofía en la Universidad Ludwig-Maximilians de Mónaco, reconoció "sentirse mal" por los "increíbles juicios sobre la figura de Benedicto XVI y sobre su Magisterio" y afirmó que “es absurdo” dudar de la postura del Papa sobre los conflictos que suceden en el mundo hebreo o de su radical condena hacia el antisemitismo.

Según explicó, los motivos de tanta “histeria” son dos. El primero se debe a que los medios alemanes ha tratado a Benedicto XVI de “oscuro dogmático” y el Papa no ha entrado en “ese juego”, por lo que muchos periodistas han ido acumulando “mucha frustración”. El segundo, a que “hay una gran oposición a una reconciliación de la Iglesia con el mundo tradicional”. Así, destacó que la entrevista del obispo lefebvriano Williamson ha sido vista como una ocasión formidable para tratar de ahondar en este proceso.

Spaemann aseguró que en la prensa alemana no se han explicado los términos exactos del levantamiento de la excomunión y que muchas cosas se han omitido. Así, recordó que el Papa, por ejemplo, ha levantado la excomunión latae sententiae también a los obispos chinos ordenados de manera ilícita –los llamados de la iglesia patriótica- y que, en algunos casos, han continuado ejerciendo. “Ahí nadie protestó”, advirtió.

A su juicio, el levantamiento se debe a que Benedicto XVI quiso ser padre y pastor frente a lo que definió de “gran dolor”. Estos cuatro obispos pueden ahora de nuevo confesarse, obtener la absolución de sus propios pecados, tomar la comunión y morir con los Sacramentos. Y non han sido reconfirmados como los obispos chinos.

Para Spaemann, más que una falta de comprensión hacia el Pontificado de Benedicto XVI, “se trata de la dificultad de aceptar un Pontificado que huye de las cosas falsas. Un Papa que, simplemente, propone la Doctrina de la Iglesia y lo hace sin aquella dureza que muchos se esperaban pero con gran dulzura y calma”.

Fuente: Cope

segunda-feira, 9 de fevereiro de 2009

Reveladora entrevista al Cardenal Castrillón Hoyos: "Nosotros continuamos adelante tratando de que se reconstruya esta unidad de la Iglesia"


Lo que los católicos verdaderos del mundo tienen que entender es que el Papa Benedicto paró un cisma con esta acción; y nosotros todos, católicos, obispos y sacerdotes, nos alegramos de que regresen, esto no cambia el hecho particularísimo que uno de ellos haya hecho unas declaraciones que no compartimos frente a una tesis que ya es sumamente clara...

Quienes no entienden la misericordia y el amor, nunca entenderan por qué el Papa abre los brazos para recibir a estos hermanos que un día abandonaron la grey y que ahora vuelven a ella para formar la unidad.


Exclusivo RCN: Diálogo con el Card. Darío Castrillón

Fuente: RCN Radio

sábado, 7 de fevereiro de 2009

La Cigüeña: Buenas señales desde la FSSPX


Algunas noticias del siempre bien informado La Cigüeña de la Torre:

Se ha recibido en el Palacio Apostólico una carta conjunta de los cuatro obispos ordenados por monseñor Lefebvre en la que agradecen al Santo Padre el levantamiento de las excomuniones.

La carta, escrita en francés, es muy afectuosa y conciliadora. Confiemos en Dios que todo siga por buen camino y ninguno de los cuatro vuelva a romper la baraja. Que todo es posible.

Williamson ha cesado como director del seminario de La Reja y parece que ha aceptado la situación mostrándose dispuesto a retirarse al silencio y al estudio. Ojalá persevere en su decisión.

Sus últimas declaraciones aunque no suponen una retractación pueden entenderse también positivamente. Ya no niega la Shoah. Dice que la va a estudiar y si se convence se retractará. Pese a la opinión de algún comentarista pienso que a nada que lea lo va a tener claro.

Aunque lo que es clarísimo es que la Shoah, para mí indiscutible, no es un dogma de fe católico. No es una verdad necesaria para la salvación. Aunque sea una verdad.

En el caso de que se me autorizara os daría a conocer la carta de los cuatro obispos. Que ya os anticipo debe valorarse positivamente.

PARTES MÓVEIS DA SANTA MISSA LATIM/PORTUGUÊS - 08 DE FEVEREIRO

sexta-feira, 6 de fevereiro de 2009

Card. Ratzinger en 1988: "Un cristiano nunca puede ni debe alegrarse de una desunión"

Subsídios Litúrgicos Summorum Pontificum presenta un interesante discurso del entonces Card. Ratzinger de 1988, donde ponemos comprender mejor la cuestión del Arzobispo Mons. Lefebvre, propuesto y comentado por La Buhardilla:

Dos semanas después de las ordenaciones episcopales realizadas por Monseñor Lefebvre sin mandato pontificio, el entonces Cardenal Ratzinger viajó a Chile como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En el encuentro con el episcopado de esa nación, el actual Papa se refirió precisamente a la cuestión que se abría con aquellas ordenaciones. Si bien hay partes de ese discurso que han perdido su actualidad en estos 20 años (y, gracias a Dios, en algunos casos se trata de evoluciones positivas) hay otras que aún la conservan y que pueden incluso iluminar la actual situación así como los próximos diálogos entre la FSSPX y la Santa Sede.

Fue precisamente en ese importante discurso donde el Cardenal Ratzinger criticó a quienes pretendían considerar al Vaticano II como un “superdogma”. Además, el Prefecto de la Doctrina de la Fe intentó analizar qué errores se cometieron en la Iglesia que dieron lugar a tan trágicos acontecimientos, qué verdades dejaron de vivirse y de amarse. El Cardenal Ratzinger afirmaba que “un cristiano nunca puede ni debe alegrarse de una desunión”, palabras particularmente actuales si pensamos en la amargura de muchos con el levantamiento de las excomuniones. El actual Papa también afirmaba que “es una contradicción que sean precisamente aquellos que no han dejado pasar por alto ninguna ocasión para vocear en todo el mundo su desobediencia al Papa y a las declaraciones magisteriales de los últimos 20 años, los que juzgan esta postura demasiado tibia y piden que se exija una obediencia omnímoda hacia el Vaticano II”.

Sin duda, este histórico discurso puede orientarnos en algunos aspectos del siguiente paso en las relaciones entre la Fraternidad y la Santa Sede, paso que, con la gracia de Dios y la firme voluntad del Santo Padre, se llevará a cabo a pesar de toda la oposición y de toda la polémica fabricada que hemos visto en estos días y que seguiremos viendo. Ofrecemos el texto completo, que hemos tomado desde la revista Humanitas, de la Pontificia Universidad Católica de Chile.


¡Estimados y queridos hermanos!

En primer lugar, querría agradecer de corazón su invitación tan amable para visitar vuestro país, y también para ofrecerme esta ocasión de encuentro y de diálogo fraterno. No me hago la ilusión de que se pueda conocer un país con una estadía de pocos días; sin embargo, es muy importante para mí la oportunidad de poder ver los lugares donde ustedes trabajan, y tener en alguna medida la experiencia del ambiente de la vida de la Iglesia en esta tierra.

El fin de mis palabras es encarecer el diálogo que queremos tener mutuamente. De modo general, suelo aprovechar la ocasión que me brindan estos encuentros para exponer brevemente algunas de las cuestiones de mayor importancia del trabajo en la Congregación para la Doctrina de la Fe. Sin embargo, el cisma que parece abrirse con las ordenaciones de obispos del 30 de junio, me lleva a apartarme, por esta vez, de esa costumbre. Hoy querría simplemente comentar algunas cosas sobre el caso que concierne a Mons. Lefebvre. Más que detenerse en lo ocurrido, me parece que puede tener mayor trascendencia valorar las enseñanzas que puede sacar la Iglesia, para hoy y para el día de mañana, del conjunto de los acontecimientos. Para ello, querría anticipar, en primer lugar, algunas observaciones sobre la actitud de la Santa Sede en los coloquios con Mons. Lefebvre, y continuar después con una reflexión sobre las causas generales que originan esta situación y que, por encima del caso particular, nos atañen a todos.

I. La actitud de la Santa Sede en los coloquios con Lefebvre

En los últimos meses hemos invertido una buena cantidad de trabajo en el problema de Lefebvre, con el empleo sincero de crear para su movimiento un espacio vital adecuado en el interior de la Iglesia. Se ha criticado a la Santa Sede por esto desde muchas partes. Se ha dicho que había cedido a la presión del cisma; que no había defendido con la fuerza debida el Concilio Vaticano II; que, mientras actuaba con gran dureza con los movimientos progresistas, mostraba demasiada comprensión con la rebelión restauradora. El desarrollo ulterior de los acontecimientos ha refutado suficientemente estas aseveraciones. El mito de la dureza del Vaticano, cara a las digresiones progresistas, ha resultado una elucubración vacía. Hasta la fecha, se han emitido fundamentalmente amonestaciones, y en ningún caso penas canónicas en el sentido propio. El hecho de que Lefebvre haya denunciado al final el acuerdo firma­do, muestra que la Santa Sede, a pesar de haber hecho concesiones verdaderamente amplias, no le ha otorgado la licencia global que deseaba. En la parte fundamental de los acuerdos, Lefebvre había reconocido que debía aceptar el Vaticano II y las afir­maciones del Magisterio postconciliar, con la autoridad propia de cada documento. Es una contradicción que sean precisamente aquellos que no han dejado pasar por alto ninguna ocasión para vocear en todo el mundo su desobediencia al Papa y a las declaraciones magisteriales de los últimos 20 años, los que juzgan esta postura demasiado tibia y piden que se exija una obediencia omnímoda hacia el Vaticano II. También se pretendía que el Vaticano había concedido a Lefebvre un derecho al disenso, que se niega persistentemente a los componentes de tendencia progresista. En realidad, lo único que se afirmaba en el convenio -siguiendo a la Lumen Gentium en su núm. 25- era el simple hecho, de que no todos los documentos del Concilio tienen el mismo rango.

En el acuerdo se preveía también explícitamente que debía evitarse la polémica pública, y se solicitaba una actitud positiva de respeto a las medidas y declaraciones oficiales. Se concedía, asimismo, que la confraternidad pudiera presentar a la Santa Sede -quedando intacto el derecho de decisión de ésta- sus dificultades en cuestiones de interpretación y de reformas en el ámbito jurídico y litúrgico. Todo esto ciertamente muestra suficientemente que Roma ha unido, en este difícil diálogo, la generosidad en todo lo negociable, con la firmeza en lo esencial. Es muy reveladora la explicación que el mismo Mons. Lefebvre ha dado de la retractación de su asentimiento. Declaró que ahora había comprendido que el acuerdo suscrito apuntaba solamente a integrar su fundación en la “Iglesia del Concilio”. La Iglesia Católica en comunión con el Papa es, para él, la “Iglesia del Concilio” que se ha desprendido de su propio pasado. Parece que ya no logra ver que se trata sencillamente de la Iglesia Católica con la totalidad de la Tradición, a la que también pertenece el Concilio Vaticano II.

II. Reflexiones sobre las causas más profundas del caso Lefebvre

El problema planteado por Lefebvre, sin embargo, no se termina con la ruptura del 30 de junio. Sería demasiado cómodo dejarse llevar por una especie de triunfalismo, y pensar que este problema ha dejado de serlo desde el momento en que el movimiento de Lefebvre se ha separado netamente de la Iglesia. Un cristiano nunca puede ni debe alegrarse de una desunión. Aunque con toda seguridad la culpa no pueda achacarse a la Santa Sede, es nuestra obligación preguntarnos qué errores hemos cometido, qué errores estamos cometiendo. Las pautas con que se valora el pasado, desde la aparición del decreto sobre el ecumenismo del Vaticano II, deben, como es lógico, tener valor también para el presente. Uno de los descubrimientos fundamentales de la teología del ecumenismo es que los cismas se pueden producir únicamente cuando, en la Iglesia, ya no se viven y aman algunas verdades y algunos valores de la fe cristiana. La verdad marginada se independiza, queda arrancada de la totalidad de la estructura eclesial, y alrededor de ella se forma entonces el nuevo movimiento. Nos debe hacer reflexionar el hecho de que no pocos hombres, más allá del círculo más restringido de los miembros de la confraternidad de Lefebvre, están viendo en este hombre una especie de guía o, por lo menos, un aleccionador útil. No es suficiente remitirse a motivos políticos, o a la nostalgia y otras razones secundarias de tipo cultural. Esas causas no serían suficientes para atraer también, y de modo especial, jóvenes, de muy diversos países, y bajo condiciones políticas o culturales, completamente diferentes. Ciertamente, la visión estrecha, unilateral, se nota en todas partes; sin embargo, el fenómeno en su conjunto no sería pensable si no estuvieran también en juego elementos positivos, que generalmente no encuentran suficiente espacio vital en la Iglesia de hoy. Por todo ello, deberíamos considerar esta situación primordialmente como una ocasión de examen de conciencia. Debemos dejarnos preguntar en serio sobre las deficiencias en nuestra pastoral, que son denunciadas por todos estos acontecimientos. De este modo podremos ofrecer un lugar a los que están buscando y preguntando dentro de la Iglesia, y así lograremos convertir el cisma en superfluo, desde el mismo interior de la Iglesia. Querría nombrar tres aspectos que, según mi opinión, tienen un papel importante a este respecto.

a) Lo santo y lo profano

Hay muchas razones que pueden haber motivado que muchas personas busquen un refugio en la vieja liturgia. Una primera e importante es que allí encuentran custodiada la dignidad de lo sagrado. Con posterioridad al Concilio, muchos elevaron intencionadamente a nivel de programa la «desacralización», explicando que el Nuevo Testamento había abolido el culto del Templo: la cortina del Templo desgarrada en el momento de la muerte de cruz de Cristo significaría –según ellos– el final de lo sacro. La muerte de Jesús fuera de las murallas, es decir, en el ámbito público, es ahora el culto verdadero. El culto, si es que existe, se da en la no-sacralidad de la vida cotidiana, en el amor vivido. Empujados por esos razonamientos, se arrinconaron las vestimentas sagradas; se libró a las iglesias, en la mayor medida posible, del esplendor que recuerda lo sacro; y se redujo la liturgia, en cuanto cabía, al lenguaje y gestos de la vida ordinaria, por medio de saludos, signos comunes de amistad y cosas parecidas.

Sin embargo, con tales teorías y una tal praxis se desconocía completamente la conexión real entre el Antiguo y el Nuevo Testamento; se había olvidado que este mundo todavía no es el Reino de Dios y que «el Santo de Dios» (Io 6,69) sigue estando en contradicción con el mundo; que necesitamos de la purificación para acercarnos a Él; que lo profano, también después de la muerte y resurrección de Jesús, no ha llegado a ser lo santo. El Resucitado se ha aparecido sólo a aquellos cuyo corazón se ha dejado abrir para Él, para el Santo: no se ha manifestado a todo el mundo. De este mundo se ha abierto el nuevo espacio del culto, al que ahora estamos remitidos todos; a ese culto que consiste en acercarse a la comunidad del Resucitado, a cuyos pies se postraron las mujeres y le adoraron (Mt 28,9). No quiero en este momento desarrollar más este punto, sino sólo sacar directamente la conclusión: debemos recuperar la dimensión de lo sagrado en la liturgia. La liturgia no es festival, no es una reunión placentera. No tiene importancia, ni de lejos, que el párroco consiga llevar a cabo ideas sugestivas o elucubraciones imaginativas. La liturgia es el hacerse presente del Dios tres veces santo entre nosotros, es la zarza ardiente, y es la Alianza de Dios con el hombre en Jesucristo, el Muerto y Resucitado. La grandeza de la liturgia no se funda en que ofrezca un entretenimiento interesante, sino en que llega a tocarnos el Totalmente-Otro, a quien no podríamos hacer venir. Viene porque quiere. Dicho de otro modo, lo esencial en la liturgia es el misterio, que se realiza en el rito común de la Iglesia; todo lo demás la rebaja. Los hombres lo experimentan vivamente, y se sienten engañados cuando el misterio se convierte en diversión, cuando el actor principal en la liturgia ya no es el Dios vivo, sino el sacerdote o el animador litúrgico.

b) La no-arbitrariedad de la fe y su continuidad

Defender el Concilio Vaticano II, en contra de Monseñor Lefebvre, como válido y vinculante en la Iglesia, es y va a seguir siendo una necesidad. Sin embargo, exis­te una actitud de miras estrechas que aísla el Vaticano II y que ha provocado la oposición. Muchas exposiciones dan la impresión de que, después del Vaticano II, todo haya cambiado y lo anterior ya no puede tener validez, o, en el mejor de los casos, sólo la tendrá a la luz del Vaticano II. El Concilio Vaticano Segundo no se trata como parte de la totalidad de la Tradición viva de la Iglesia, sino directamente como el fin de la Tradición y como un recomenzar enteramente de cero. La verdad es que el mismo Concilio no ha definido ningún dogma y ha querido de modo consciente expresarse en un rango más modesto, meramente como Concilio pastoral; sin embargo, mu­chos lo interpretan como si fuera casi el superdogma que quita importancia a todo lo demás.

Esta impresión se refuerza especialmente por hechos que ocurren en la vida corriente. Lo que antes era considerado lo más santo –la forma transmitida por la liturgia–, de repente aparece como lo más prohibido y lo único que con seguridad debe rechazarse. No se tolera la crítica a las medidas del tiempo postconciliar; pero donde están en juego las antiguas reglas, o las grandes verdades de la fe –por ejemplo, la virginidad corporal de María, la resurrección corporal de Jesús, la inmortalidad del alma, etc.–, o bien no se reacciona en absoluto, o bien se hace sólo de forma extremadamente atenuada. Yo mismo he podido ver, cuando era profesor, cómo el mismo obispo que antes del Concilio había rechazado a un profesor irreprochable por su modo de hablar un poco tosco, no se veía capaz, después del Concilio, de rechazar a otro profesor que negaba abiertamente algunas verdades fundamentales de la fe. Todo esto lleva a muchas personas a preguntarse si la Iglesia de hoy es realmente todavía la misma de ayer, o si no será que se la han cambiado por otra sin avisarles. La única manera para hacer creíble el Vaticano II es presentarlo claramente como lo que es: una parte de la entera y única Tradición de la Iglesia y de su fe.

c) La unicidad de la verdad

Dejando ahora aparte la cuestión litúrgica, los puntos centrales del conflicto son, actualmente, el ataque contra el decreto sobre la libertad religiosa y contra el pretendido espíritu de Asís. En ellos Lefebvre traza las fronteras entre su posición y la de la Iglesia Católica de hoy. No es necesario añadir expresamente que no se pueden aceptar sus afirmaciones en este terreno. Pero no vamos a ocuparnos aquí de sus errores, sino que queremos preguntarnos dónde está la falta de claridad en nosotros mismos. Para Lefebvre, se trata de la lucha contra el liberalismo ideológico, contra la relativización de la verdad. Evidentemente, no estamos de acuerdo con él en que el texto del Concilio sobre la libertad religiosa o la oración de Asís, según las intenciones queridas por el Papa, son relativizaciones. Sin embargo, es verdad que, en el movimiento espiritual del tiempo postconciliar, se daba muchas veces un olvido, incluso una supresión de la cuestión de la verdad; quizás apuntamos aquí al problema crucial de la teología y la pastoral de hoy.

La «verdad» apareció de pronto como una pretensión demasiado alta, un «triunfalismo» que ya no podía permitirse. Este proceso se verifica de modo claro en la crisis en la que han caído el ideal y la praxis misionera. Si no apuntamos a la verdad al anunciar nuestra fe, y si esa verdad ya no es esencial para la salvación del hombre, entonces las misiones pierden su sentido. En efecto, se deducía y se deduce la conclusión que, en el futuro, se debe buscar sólo que los cristianos sean buenos cris­tianos, los musulmanes buenos musulmanes, los hindúes buenos hindúes, etc. Pero, ¿cómo se puede saber cuándo alguien es «buen» cristiano o «buen» musulmán? La idea de que todas las religiosas son, hablando con propiedad, solamente símbolos de lo incomprensible en último término, gana terreno rápidamente también en la teología y ya entra profundamente en la praxis litúrgica. Allí donde se produce ese fenómeno, la fe como tal queda abandonada, pues consiste precisamente en que yo me confío a la verdad en tanto que reconocida. Así, cierta­mente, tenemos todas las motivaciones para volver al buen sentido también en esto. Si conseguimos mostrar y vivir de nuevo la totalidad de lo católico en estos puntos, entonces podemos esperar que el cisma de Lefebvre no será de larga duración.

Lefebvriani italiani: espulso prete negazionista. "Don Floriano non esprime le nostre posizioni"

Roma, 6 feb. (Apcom)

La Fraternità San Pio X annuncia l'espulsione di don Floriano Abrahamowicz, il prete responsabile della provincia del Nord-Est, che - come il vescovo Richard Williamson - ha negato la Shoah, dichiarando che le camere a gas sono servite solo per disinfettare.

"Il provvedimento - si legge in una nota diffusa dal distretto italiano della Fraternità - ha effetto a partire da venerdì 6 febbraio ed è stato preso per gravi motivi di disciplina. Don Floriano Abrahamowicz da tempo esprimeva posizioni diverse da quelle ufficiali della Fraternità San Pio X. La decisione dell'espulsione, pur dolorosa - conclude la nota - si è resa necessaria per evitare che venga ulteriormente distorta l'immagine della Fraternità San Pio X e, di conseguenza, sia danneggiata la sua opera al servizio della Chiesa".

Fonte: Papa Ratzinger Blog

El cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, habla sobre el caso Williamson y la FSSPX


-¿Qué opina de la famosa excomunión de los lefebvristas?

-Es un tema muy espinoso. Yo tengo conocidos, no de segunda, sino de primerísima mano, que dicen que este obispo Williamson expresó esa opinión siguiendo una teoría inglesa que dice eso que dijo Williamson hace un año, en algo que quedó archivado, por decirlo así. Ahora, el papa Benedicto XVI ha hecho lo posible para que no haya un cisma. Entonces, cuatro obispos pertenecientes a esta asociación que se llama Pío X firmaron lo que era necesario firmar: el reconocimiento del Concilio Vaticano II y del rito de la misa, porque ellos solamente querían la misa del rito tridentino o el de Juan XXIII, que después la reformó un poquito, y decían que la misa como la celebramos ahora era herética, que el papa no era el papa, que los papas se habían acabado con Pío XII y todas esas cosas. Entonces, estos obispos reconocieron que todas estas posiciones estaban mal.

-¿Y eso ya lo firmaron?

-Sí, ellos firmaron y fueron reconocidos de nuevo como obispos y el Papa les levantó la excomunión. Cuando esto sucedió, desenterraron algo del obispo Williamson, que había opinado malamente hace un año y, como dicen en la Argentina, con mala leche, lo unieron con la excomunión y dijeron que Benedicto XVI la había levantado, aunque estos fueran en contra de los israelíes y no reconocieran la shoá (Holocausto). Estos fueron los hechos. Por eso, yo digo que hay que redimensionar: una cosa es que el obispo Williamson haya dicho una tontería, la dijo, ya, hace un año.

-Al parecer, la dijo muchas veces, ya que en Canadá estuvo a punto de ser procesado en 1989?

-Pero otra cosa es que por eso el Papa les haya levantado la excomunión; es como que lo ligan. Pero el Papa levanta la excomunión porque reconocen puntos básicos que obstaculizaban la comunión católica. Ahora, una persona, cualquiera de nosotros, puede decir una tontería, sí, ¿y ya por eso lo van a excomulgar? En la Iglesia sabemos que existe el pecado y decir una tontería es un pecado, pero no todos los pecados llevan a la excomunión, sino sólo los pecados más graves. Antiguamente, eran las tres aes: apostasía, asesinato y adulterio. Ahora, el Código de Derecho Canónico dice exactamente cuáles son los pecados que llevan a la excomunión, por ejemplo, el aborto consciente, y hay otros, pero son pocos. ¿Decir una tontería es un pecado? Sí, si se hace con conciencia y maldad. Pero no por eso una persona va a ser excomulgada. ¿Y por eso el Papa va a estar de acuerdo? El Papa no está de acuerdo y lo ha dicho muchisimas veces. El Papa ha reconocido la shoá. Otra cosa es que lamentemos esas destrucciones terribles que están haciendo en la Franja de Gaza, y lamentemos también que Hamas esté mandando misiles, asesinando a gente inocente. Es una situación tremenda.

-Volviendo al tema de Williamson, ¿qué pasó en la maquinaria vaticana, una de las mejores del mundo, para que hubiera semejante error? En el comunicado de la Secretaría de Estado, se dice que el Papa ignoraba las posiciones de Williamson sobre el Holocausto?

-Sí.

-Pero entonces hay algo que no funciona en la Curia o en el entorno del Papa?

-Bueno, es que nosotros no tenemos el FBI. [Risas.]

-Pero si uno va a Internet, en Google se encuentra enseguida la información sobre los antecedentes de Williamson?

-Bueno, pero le repito que una persona queda fuera de la Iglesia Católica cuando desconoce esencialmente los puntos básicos de la Iglesia Católica, no porque cometa un pecado. Un adúltero, por ejemplo, no queda fuera de la Iglesia. Un divorciado vuelto a casar no queda fuera de la Iglesia Católica, y así sucesivamente. Son pecados muy especiales, pocos, por los cuales alguien queda fuera de la Iglesia Católica.

-Pero ¿entiende la indignación de la comunidad judía?

-Sí, ¡cómo no! Recuerde que el campo de Auschwitz fue una aniquilación enorme de todos los que no fueran de la raza aria. Estuvieron muchísimos judíos, pero también católicos -ahí está el padre Maximiliano Kolbe-; estuvieron muchos gitanos, muchos latinos. Claro, era una especial animadversión contra los judíos, pero no sólo eso.

Fuente: La Nación

Polonia semper fidelis: Obispos de Polonia han elogiado al Papa por "abrir la puerta al diálogo con el fin de sanar una dolorosa división"


Varsovia, 6 de febrero de 2009

Amado Santo Padre:
En nombre de los obispos de la Conferencia Episcopal Polaca, deseo expresar a Su Santidad nuestra gratitud por los recientes gestos y actos que han mostrado la preocupación del Sucesor de San Pedro por la unidad de la Iglesia de Cristo.

Abrir la puerta al diálogo con el fin de sanar una dolorosa división es un acto de gran valentía y auténtica caridad pastoral, […].

Confiamos en que este gesto paternal será recibido con la misma voluntad y apertura por parte de los obispos y fieles de la Fraternidad de San Pío X, y los llevará a aceptar sin reservas la totalidad de la enseñanza y disciplina de la Iglesia, incluyendo el Concilio Vaticano II y el Magisterio de los últimos Papas.

En respuesta a su pedido de oración, le aseguramos, Santo Padre, que la Iglesia en Polonia está apoyando constantemente al Sucesor de Pedro en su preocupación por todas las Iglesias y ruega al Señor para que cada paso hacia la reconciliación de los fieles cristianos pueda producir sus frutos. […].

† Józef Michalik
Arzobispo Metropolitano de Przemyśl
Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca

† Stanisław Gądecki

Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Polaca

† Stanisław Budzik

Secretario General de la Conferencia Episcopal Polaca

Fuente: Rorate Caeli
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

quinta-feira, 5 de fevereiro de 2009

Et ego dico tibi quia tu es Petrus et super hanc petram aedificabo Ecclesiam meam et portae inferi non praevalebunt adversum eam

Sacerdotes alemanes escriben nota en apoyo al Papa


Comunicado del Priesternetzwerk
(Network de sacerdotes católicos)

Vista la campaña desencadenada contra nuestro Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, en relación al levantamiento de las excomuniones de los cuatro obispos de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X, el Network de Sacerdotes Católicos expresa su profunda conmoción:

- Por las reacciones, a veces inexactas y por lo general llenas de agresión, de gran parte de la prensa alemana.

- Por la actitud ambigua y evasiva, en parte abiertamente crítica del Papa, de la que algunos representantes del Episcopado alemán no están inmunes.

- Por la inoportuna y grave intromisión de políticos alemanes en los asuntos internos de la Iglesia, que viola las más elementales reglas de decencia.

Las indescriptibles faltas de un obispo de la Fraternidad de San Pío X son, aparentemente, una ocasión bien recibida por una mayoría de católicos – sacerdotes y laicos – para disminuir y desafiar al Papa indebidamente. Si la prensa popular alemana afirma que la presente crisis provocará que una mayoría de católicos no obedezca más al Papa, nosotros afirmamos lo contrario: el estallido de odio contra el Papa Benedicto XVI muestra una vez más el bajo nivel al que ha caído el catolicismo en Alemania. Es para pensar el hecho de que, en estos días, falten completamente voces que invoquen el sentido común y la confianza en la autoridad del Papa. El hecho de que algunos docentes de facultades teológicas pongan la frutilla a la torta era de esperar y no es necesario mencionarlo específicamente.

En la vergüenza de esta situación, manifestamos una vez más al Santo Padre nuestra total solidaridad sin reservas. Le agradecemos por sus esfuerzos incansables por la unidad de la Iglesia. Y le aseguramos nuestras especiales oraciones, en estos tiempos difíciles, especialmente en la celebración de la Santa Misa.

Fonte: Priesternetzwerk
Tratução: La Buhardilla

Primeira Sexta-feira por Sua Santidade - Primer Viernes por Su Santidad - First Friday Prayers for His Holiness - Primo Venerdì per Sua Santità

Nos unamos todos los fieles católicos a la Cruzada de oración por el Santo Padre Benedicto XVI en el primer viernes del mes, mañana, 6 de febrero, dedicado especialmente al Sagrado Corazón de Jesús, “fuente de todo consuelo” y “paz y reconciliación nuestra”.


1. El día de hoy, 4 de febrero de 2009, la Secretaría de Estado de Su Santidad ha hecho pública una nota acerca de los últimos acontecimientos relativos a la decisión del Santo Padre de levantar la pena de excomunión latae sententiae que pesaba sobre los cuatro obispos de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X desde 1988, cuando fueron consagrados ilícitamente por monseñor Marcel Lefebvre. Como se sabe, unas declaraciones –anteriores al decreto de la Congregación para los Obispos de 21 de enero último e inéditas– de monseñor Richard Williamson, en las que el prelado se mostraba partidario de tesis revisionistas de la Shoah, han provocado una campaña intensiva en los medios de comunicación dirigida contra el Santo Padre Benedicto XVI, en la que es acusado de favorecer el antisemitismo por “rehabilitar a un obispo que niega el holocausto”. En estas circunstancias, algunos sectores han aprovechado, además, para reiterar sus ataques al Papa por llevar a cabo lo que juzgan una “política de regresión y de olvido del concilio Vaticano II” que marcaría su pontificado con medidas como la liberalización de la misa romana anterior a las reformas postconciliares y la mano tendida a los dirigentes de la FSSPX.

2. La nota de la Secretaría de Estado de Su Santidad a la que nos referimos concluye con esta exhortación: “El Santo Padre pide el acompañamiento de la oración de todos los fieles para que el Señor ilumine el camino de la Iglesia. Que aumente el compromiso de los Pastores y de todos los fieles en apoyo de la delicada y pesada misión del Sucesor del Apóstol Pedro como «custodio de la unidad» en la Iglesia” (traducción castellana de La Buhardilla de Jerónimo). Conscientes, pues, de nuestro deber como católicos, fieles hijos del Papa, queremos hacernos eco de esta petición y de sus intenciones, poniéndonos resueltamente de su lado en estas difíciles circunstancias y ofreciendo nuestras plegarias por sus intenciones. Al mismo tiempo, hacemos un humilde pero ferviente llamado a todos los católicos para que nos unamos todos en una cruzada de oración por el Santo Padre Benedicto XVI a llevarse a cabo este próximo viernes 6 de febrero, primer viernes de mes, dedicado especialmente al Sagrado Corazón de Jesús, “fuente de todo consuelo” y “paz y reconciliación nuestra”.

3. Así pues, proponemos:

a) a los sacerdotes:

- que ofrezcan la misa votiva del Sagrado Corazón ad mentem Romani Pontificis y con las conmemoraciones Pro Papa,- que, en la adoración eucarística, antes de reservar, añadan –si no lo hacen ya- las preces Pro Romano Pontifice.

b) a los fieles:

- que ofrezcan la santa comunión reparadora especialmente por la salud, intenciones e incolumidad del Santo Padre,- que asistan a la adoración eucarística allí donde ésta tenga lugar y se unan a las preces por el Papa,- que ofrezcan el rezo del Santo Rosario, en privado o en común, íntegramente por el Romano Pontífice.

c) a todos:

- si es posible, recitar públicamente (o al menos en privado) los Salmos Penitenciales y las Letanías de los Santos en reparación por los ataques de los que es objeto el papa Benedicto XVI y la Santa Madre Iglesia.

Agradecemos de antemano la acogida brindada a esta iniciativa, nacida del amor y la adhesión al sucesor de Pedro, piedra de toque del verdadero catolicismo, y rogamos encarecidamente que se extienda a cuantas más personas sea posible para estrechar espiritualmente filas en torno a Benedicto XVI, a quien Dios guarde muchos años para bien de su Iglesia.


+ Barcelona, a 4 de febrero de 2009.

Annum Paulinum
Annum Pacellianum

COMITATVS PRO ECCLESIA ET PONTIFICE
ROMA AETERNA
SODALITIVM INTERNATIONALE PASTOR ANGELICVS

_________________________________

1. Today, 4th February 2009, the Secretariat of State of His Holiness has issued a note on the last events regarding the Holy Father’s decision of lifting the excommunications latae sententiae touching the four Bishops of the Priestly Society of St Pius X since 1988, when they were illicitly consecrated by Archbishop Marcel Lefebvre. As it is known, certain statements –previous to the Decree of the Roman Congregation for the Bishops of last 21st January and unpublished– by Bishop Williamson, in which the prelate appeared to be close to the revisionism of the Holocaust, have provoked an intensive campaign in the mass media directed against the Holy Father Benedict XVI. He is accused of favouring the anti-Semitism by having “rehabilitated a bishop that denies the Holocaust”. Moreover, some sectors are taking advantage of these circumstances to reiterate their attacks to the Pope for carrying out what they call “politics of regression and of oblivion of the Second Vatican Council” that are marking His with measures like liberalizing the Traditional Roman Mass and the approaching to the FSSPX.

2. The note of the Secretariat of State of His Holiness we are talking about ends with this appeal: “The Holy Father asks to be joined by the prayers of all the faithful, so that the Lord may enlighten the path of the Church. May the effort of the Pastors and of all the faithful increase in support of the delicate and burdensome mission of the Successor of Apostle Peter as «custodian of the unity» in the Church”. Conscious, then, of our duty as Catholics, loyal children of the Pope, we want to echo His petition, by determinedly siding His Holiness in these hard circumstances and by offering our prayers for His intentions. At the same time, we make a humble but fervent appeal to all Catholics in order to gather in a Crusade of Prayers for the Holy Father Pope Benedict XVI this forthcoming Friday 6th of February, First Friday of the Month, especially dedicated to the Sacred Heart of Jesus, “source of all consolation” and “our peace and reconciliation”.

3. We, therefore, propose:

a) the priests:

- that they may offer the votive Mass of the Sacred Heart ad mentem Romani Pontificis with the commemorations Pro Papa,- that, they may add, in the Eucharistic Adoration (if they do not do it yet) the prayers Pro Romano Pontifice before the reservation of the Holy Sacrament.

b) the faithful:

- that they may offer the Holy Communion of Reparation specifically for the sake, intentions and incolumity of the holy Father,- that they may attend to the Eucharistic Adoration where it is scheduled and join the prayers for the Pope,- that they may offer the Holy Rosary, privately or in common, entirely for the Roman Pontiff.

c) everyone:

- if possible, that they may publicly (or at least privately) recite the Seven Penitential Psalms with the Litanies of the Saints in redress for the attacks against Pope Benedict XVI and the Holy Mother Church.
We thank in advance the reception given to this initiative, emerged from the love and attachment to the Successor of Peter, that are the touchstone of a true Catholicism. We also pray everyone to share it with as many people as possible in order to narrow rows around Pope Benedict, that God save many years for the sake of His Church.

+ Barcelona, 4th February 2009.

Annum Paulinum
Annum Pacellianum


COMITATVS PRO ECCLESIA ET PONTIFICE
ROMA AETERNA
SODALITIVM INTERNATIONALE PASTOR ANGELICVS

Tradução para o Inglês: Orbis Catholicus

quarta-feira, 4 de fevereiro de 2009

REZEMOS POR SUA SANTIDADE O PAPA BENTO XVI E O APOIEMOS NESTE MOMENTO EM QUE VEM ATACADO POR TODOS OS LADOS


O Santo Padre pede que todos os fiéis o acompanhem na oração para que o Senhor ilumine o caminho da Igreja. Que aumente o esforço dos Pastores e de todos os fiéis no apoio à delicada e pesada missão do Sucessor do Apóstolo Pedro como “guardião da unidade” na Igreja.

Nota da Secretaria de Estado da Santa Sé, 04.02.2009

℣. Oremos pelo nosso Pontífice Bento

℟.O Senhor o guarde e o fortaleça, lhe dê a felicidade nesta terra e não o abandone á perversidade dos seus inimigos.

℣. Tu és Pedro!

℟. E sobre esta pedra edificarei a minha Igreja!

Oremos. Ó Deus Pastor e guia dos vossos fiéis, olhai com bondade o vosso servo, o Papa Bento, que constituístes Pastor da vossa Igreja; daí-lhe, por sua palavra e exemplo, velar sobre o rebanho que lhe foi confiado para chegar com ele à vida eterna. Por Cristo nosso Senhor. ℟. Amém



São Miguel Arcanjo,
defendei-nos no combate, cobri-nos com o vosso escudo contra os embustes e ciladas do demônio. Subjugue-o Deus, instantemente o pedimos. E vós, príncipe da milícia celeste, pelo divino poder, precipitai no inferno a Satanás e a todos os espíritos malignos que andam pelo mundo para perder as almas. ℟. Amém

Nota de la Secretaría de Estado de la Santa Sede acerca del levantamiento de las excomuniones a los Obispos de la FSSPX y del caso Mons. Williamson


Traducción para el español de La Buhardilla:

NOTA DE LA SECRETERÍA DE ESTATO, 04.02.2009

Ante las reacciones suscitadas por el reciente Decreto de la Congregación para los Obispos, con el que se levanta la excomunión a los cuatro Obispos de la Fraternidad de San Pío X, y en relación a las declaraciones negacionistas o reduccionistas de la Shoah por parte del Obispo Williamson de la misma Fraternidad, se considera oportuno considerar algunos aspectos de la situación.

1. Remisión de la excomunión

Como ya se ha publicado con anterioridad, el Decreto de la Congregación para los Obispos, con fecha de 21 de enero de 2009, ha sido un acto con el que el Santo Padre fue benignamente al encuentro de reiterados pedidos por parte del Superior General de la Fraternidad de San Pío X.

Su Santidad ha querido quitar un impedimento que afectaba la apertura de una puerta al diálogo. Él ahora espera que una igual disponibilidad sea expresada por los cuatro Obispos en total adhesión a la doctrina y a la disciplina de la Iglesia.

La gravísima pena de la excomunión latae sententiae, en la que dichos Obispos incurrieron el 30 de junio de 1988, declarada luego formalmente el 1º de julio del mismo año, era una consecuencia de su ordenación ilegítima por parte de Monsenor Marcel Lefebvre.

El levantamiento de la excomunión ha liberado a los cuatro Obispos de una pena canónica gravísima pero no ha cambiado la situación jurídica de la Fraternidad de San Pío X que, al momento actual, no goza de ningún reconocimiento canónico en la Iglesia Católica. También los cuatro Obispos, si bien absueltos de la excomunión, no tienen una función canónica en la Iglesia y no ejercen lícitamente un ministerio en ella.

2. Tradición, doctrina y Concilio Vaticano II

Para un futuro reconocimiento de la Fraternidad de San Pío X es una condición indispensable el pleno reconocimiento del Concilio Vaticano II y del Magisterio de los Papas Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y del mismo Benedicto XVI.

Como ya se ha afirmado en el Decreto del 21 de enero de 2009, la Santa Sede no dejará de profundizar con los interesados, en los modos juzgados oportunos, las cuestiones que aún permanecen abiertas para poder alcanzar una plena y satisfactoria solución de los problemas que han dado origen a esta dolorosa fractura.

3. Declaraciones sobre la Shoah

Las posiciones de Mons. Williamson sobre la Shoah son absolutamente inaceptables y firmemente rechazadas por el Santo Padre, como Él mismo ha remarcado el 28 de enero pasado cuando, refiriéndose a aquel feroz genocidio, reiteró su plena e indiscutible solidaridad con nuestros hermanos destinatarios de la Primera Alianza y afirmó que la memoria de aquel terrible genocidio debe inducir a “la humanidad a reflexionar sobre el imprevisible poder del mal cuando conquista el corazón del hombre”, añadiendo que la Shoah es “para todos advertencia contra el olvido, la negación o el reduccionismo, porque la violencia hecha contra un solo ser humano es violencia contra todos”.

El Obispo Williamson, para una admisión a funciones episcopales en la Iglesia, deberá también tomar distancia en un modo absolutamente inequívoco de sus posiciones sobre la Shoah, no conocidas por el Santo Padre al momento del levantamiento de la excomunión.

El Santo Padre pide el acompañamiento de la oración de todos los fieles para que el Señor ilumine el camino de la Iglesia. Que aumente el compromiso de los Pastores y de todos los fieles en apoyo de la delicada y pesada misión del Sucesor del Apóstol Pedro como “custodio de la unidad” en la Iglesia.

Desde el Vaticano, 4 de febrero de 2009



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Testo originale:

NOTA DELLA SEGRETERIA DI STATO, 04.02.2009

A seguito delle reazioni suscitate dal recente Decreto della Congregazione per i Vescovi, con cui si rimette la scomunica ai quattro Presuli della Fraternità San Pio X, e in relazione alle dichiarazioni negazioniste o riduzioniste della Shoah da parte del Vescovo Williamson della medesima Fraternità, si ritiene opportuno chiarire alcuni aspetti della vicenda.

1. Remissione della scomunica.

Come già pubblicato in precedenza, il Decreto della Congregazione per i Vescovi, datato 21 gennaio 2009, è stato un atto con cui il Santo Padre veniva benignamente incontro a reiterate richieste da parte del Superiore Generale della Fraternità San Pio X.

Sua Santità ha voluto togliere un impedimento che pregiudicava l’apertura di una porta al dialogo. Egli ora si attende che uguale disponibilità venga espressa dai quattro Vescovi in totale adesione alla dottrina e alla disciplina della Chiesa.

La gravissima pena della scomunica latae sententiae, in cui detti Vescovi erano incorsi il 30 giugno 1988, dichiarata poi formalmente il 1° luglio dello stesso anno, era una conseguenza della loro ordinazione illegittima da parte di Mons. Marcel Lefebvre.

Lo scioglimento dalla scomunica ha liberato i quattro Vescovi da una pena canonica gravissima, ma non ha cambiato la situazione giuridica della Fraternità San Pio X, che, al momento attuale, non gode di alcun riconoscimento canonico nella Chiesa Cattolica. Anche i quattro Vescovi, benché sciolti dalla scomunica, non hanno una funzione canonica nella Chiesa e non esercitano lecitamente un ministero in essa.

2. Tradizione, dottrina e Concilio Vaticano II.

Per un futuro riconoscimento della Fraternità San Pio X è condizione indispensabile il pieno riconoscimento del Concilio Vaticano II e del Magistero dei Papi Giovanni XXIII, Paolo VI, Giovanni Paolo I, Giovanni Paolo II e dello stesso Benedetto XVI.

Come è già stato affermato nel Decreto del 21 gennaio 2009, la Santa Sede non mancherà, nei modi giudicati opportuni, di approfondire con gli interessati le questioni ancora aperte, così da poter giungere ad una piena e soddisfacente soluzione dei problemi che hanno dato origine a questa dolorosa frattura.

3. Dichiarazioni sulla Shoah.

Le posizioni di Mons. Williamson sulla Shoah sono assolutamente inaccettabili e fermamente rifiutate dal Santo Padre, come Egli stesso ha rimarcato il 28 gennaio scorso quando, riferendosi a quell’efferato genocidio, ha ribadito la Sua piena e indiscutibile solidarietà con i nostri Fratelli destinatari della Prima Alleanza, e ha affermato che la memoria di quel terribile genocidio deve indurre "l’umanità a riflettere sulla imprevedibile potenza del male quando conquista il cuore dell’uomo", aggiungendo che la Shoah resta "per tutti monito contro l’oblio, contro la negazione o il riduzionismo, perché la violenza fatta contro un solo essere umano è violenza contro tutti".

Il Vescovo Williamson, per una ammissione a funzioni episcopali nella Chiesa dovrà anche prendere in modo assolutamente inequivocabile e pubblico le distanze dalle sue posizioni riguardanti la Shoah, non conosciute dal Santo Padre nel momento della remissione della scomunica.

Il Santo Padre chiede l’accompagnamento della preghiera di tutti i fedeli, affinché il Signore illumini il cammino della Chiesa. Cresca l’impegno dei Pastori e di tutti i fedeli a sostegno della delicata e gravosa missione del Successore dell’Apostolo Pietro quale "custode dell’unità" nella Chiesa.

Dal Vaticano, 4 febbraio 2009

terça-feira, 3 de fevereiro de 2009

Texto integral da Declaração do Vaticano a respeito dos novos pedidos de esclarecimento sobre a posição do Papa sobre o holocausto

Comunicado de la Sala de Prensa de la Santa Sede

A propósito de las nuevas solicitudes de aclaración de la posición del Papa y de la Iglesia Católica sobre el tema del Holocausto, el Director de la Sala de Prensa recuerda que el pensamiento del Papa sobre el tema del Holocausto ha sido expresado con mucha claridad en la Sinagoga de Colonia el 19 de agosto de 2005, en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau el 28 de mayo de 2006, en la sucesiva Audiencia General del 31 de mayo de 2006, y aún recientemente al final de la Audiencia General del 28 de enero pasado con palabras inequívocas, de las que recordamos solamente las siguientes: “A la vez que renuevo con afecto la expresión de mi plena e indiscutible solidaridad con nuestros hermanos destinatarios de la Primera Alianza, espero que la memoria del Holocausto impulse a la humanidad a reflexionar sobre el imprevisible poder del mal cuando conquista el corazón del hombre. Que el Holocausto sea para todos advertencia contra el olvido, la negación o el reduccionismo…”.

La condena a declaraciones que niegan el Holocausto no podía ser más clara y, por el contexto, resulta evidente que se refería también a las posiciones de Mons. Williamson y a todas las posiciones análogas.

En esa ocasión, el Papa mismo ha explicado también claramente el objetivo del levantamiento de las excomuniones que no tiene nada que ver con una legitimación de las posiciones negacionistas del Holocausto, claramente condenadas por él.

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Dichiarazione del Direttore della Sala Stampa del Vaticano

A proposito di nuove richieste di chiarimento circa le posizioni del Papa e della Chiesa cattolica sul tema dell’olocausto, il Direttore della Sala Stampa ricorda che il pensiero del Papa sul tema dell’olocausto è stato espresso con molta chiarezza nella Sinagoga di Colonia il 19 agosto 2005, nel campo di concentramento di Auschwitz-Birkenau il 28 maggio 2006, nella successiva Udienza generale del 31 maggio 2006, e ancora recentemente al termine dell’Udienza generale del 28 gennaio scorso con parole inequivocabili, di cui ricordiamo solo le seguenti: “Mentre rinnovo con affetto l’espressione della mia piena e indiscutibile solidarietà con i nostri Fratelli destinatari della Prima Alleanza, auspico che la memoria della Shoah induca l’umanità a riflettere sulla imprevedibile potenza del male quando conquista il cuore dell’uomo. La Shoah sia per tutti monito contro l’oblio, contro la negazione o il riduzionismo…”.

La condanna di dichiarazioni negazioniste dell’olocausto non poteva essere più chiara, e dal contesto risulta evidente che essa si riferiva anche alle posizioni di mons. Williamson e a tutte le posizioni analoghe.

Nella stessa occasione il Papa stesso ha spiegato chiaramente anche lo scopo della remissione della scomunica, che non ha nulla a che vedere con una legittimazione delle posizioni negazioniste dell’olocausto, da lui appunto chiaramente condannate.

Tradução para o espanhol: La Buhardilla

Dossier vaticano sobre o caso Williamson. Tradução para o espanhol do artigo de Rodari

"Expediente Williamson": ¿un complot contra el Papa?

Gracias a La Buhardilla!

Le réveil des catholiques


par Jean-Pierre Denis

LE MONDE 02.02.09 14h16 • Mis à jour le 02.02.09 19h13

Un évêque négationniste peut-il être réintégré dans l'Eglise catholique ? En théorie, oui, puisque ses opinions, même les moins défendables, ne font pas de lui un hérétique. Moralement, non. Surtout si l'on en juge par l'émotion suscitée par les propos tenus par Mgr Williamson à la télévision suédoise, le 22 janvier. Une émotion considérable en France, où cinquante intellectuels catholiques, dont trois académiciens, ont signé dans La Vie un appel contre sa réintégration. Ce qui est devenu l'"affaire Williamson" intervient comme un révélateur. Depuis la fin des années 1960, l'Eglise est travaillée par un mouvement centrifuge d'une violence symbolique inouïe, que contient à grand-peine son système institutionnel, la papauté. Ce mouvement s'est traduit par un schisme (ultraminoritaire) et par une apostasie (massive). Le schisme intervient à droite : c'est la sécession, à partir de 1988, des disciples de Mgr Lefebvre, ceux-là mêmes dont Benoît XVI vient de lever l'excommunication fulminée par Jean Paul II.

Leur mouvement pèse moins qu'on ne veut le croire : 500 prêtres dans le monde, contre plus de 400 000 dans l'Eglise officielle. Mais, symboliquement, il charrie davantage, car il est lié à toute la tradition antirévolutionnaire et antimoderniste française. L'apostasie survient sur la gauche : c'est la fuite massive de fidèles déçus à la fois par l'encyclique Humanae vitae sur la contraception ou par certaines espérances utopiques d'un concile vu comme le grand soir du christianisme progressiste. Fuite douce ou amère, crise de la transmission, ralliement à la sécularisation... de ce côté non plus, le tableau n'est pas réjouissant.

Dans ce contexte, le délitement du catholicisme au sein de sociétés toujours moins réceptives à ses valeurs et à ses dogmes semble inéluctable. Or, ce que l'affaire Williamson révèle, c'est peut-être le contraire : une cohérence plus manifestée, quoique encore douloureuse. D'abord l'attachement des "déçus de gauche" (la génération 1968) à une religion que nombre d'entre eux ne cessent de critiquer depuis des décennies sans pouvoir ni vouloir s'en détacher complètement : c'est ce "je t'aime - moi non plus" que murmurent avec une troublante clarté les milliers de messages laissés sur Lavie. fr en soutien à la déclaration des intellectuels catholiques. Ensuite, la volonté de retour sincère des franges non politisées des traditionalistes, celles du moins qui se distinguent de l'extrême droite et qui poursuivent une quête spirituelle authentique.

Enfin, on peut noter le début d'une recomposition idéologique assez inattendue pour les analystes extérieurs, mais que l'on sent bien quand on observe depuis l'intérieur la planète catholique. D'un côté, la religion de la sortie de la religion chère à Marcel Gauchet, avec ses degrés divers : de l'indifférence à l'attachement "light", voire à ce que certains appellent "un christianisme de cafétéria", où chacun prend ce qu'il veut, quand il veut, comme il veut. On demeure ici dans la crise générale des institutions. De l'autre, un catholicisme réidentifié, rasant moins les murs, critique vis-à-vis de notre société... et se découvrant aussi, par-dessus ses courants longtemps antagonistes, des convergences essentielles. L'affaire Williamson a pu ainsi réunir pour la première fois dans une expression commune des militants attachés à la dimension sociale de l'Evangile, des intellectuels de la sphère lustigérienne, des proches de la doctrine Ratzinger, et une nouvelle génération de philosophes trentenaires, assumant en bloc et sans états d'âme leur fidélité, cette appartenance qui, dans notre société, peut friser la dissidence.

Le catholicisme français semble ainsi être en train de devenir pleinement adulte : ni construit en révolte ni confit en dévotion face à la figure du père, il assume plus aisément qu'il y a dix ans non seulement son christianisme, mais encore sa catholicité. Dans cette perspective, on peut souligner la profondeur spirituelle et intellectuelle, la portée universelle du discours de Benoît XVI aux Bernardins (septembre 2008) sans s'aveugler sur les dysfonctionnements politiques du pontificat. La voix retrouvée des intellectuels apparaît alors comme fondatrice d'un nouveau catholicisme, enfin désinhibé.

Jean-Pierre Denis est directeur de la rédaction du magazine "La Vie".

© Copyright Le Monde, 3 febbraio 2009 consultabile online anche qui.

Traduzione in italiano dell'articolo

Grazie Papa Ratzinger Blog!