La Pontificia Comisión Ecclesia Dei ha respondido recientemente a algunas cuestiones importantes relativas a la aplicación del motu proprio Summorum Pontificum. Las preguntas fueron dirigidas por el moderador de los fieles adheridos a la Forma Extraordinaria de la diócesis de Rzeszów, Polonia. Las respuestas, no obstante, son de aplicación general. Presentamos el sumario de las mismas realizado por el blog The New Liturgical Movement.
1. Si no hay otra posibilidad, debido por ejemplo a que en todas las iglesias de una diócesis las liturgias del Triduo Sacro están ya siendo celebradas en la Forma Ordianria, las liturgias del Triduo Sacro pueden ser adicionalmente celebradas en la Forma Extraordinaria en la misma iglesia en la que ya son celebradas en la Forma Ordinaria, si lo permite el ordinario local.
2. Una Misa en el Usus antiquior puede reemplazar a una Misa programada regularmente en la Forma Ordinaria. La cuestión se plantea en el contexto de que, en muchas iglesias, las Misas dominicales están programadas más o menos continuamente, dejando libres solamente espacios muy inconvenientes de media tarde, pero esto es meramente el contexto, siendo que la cuestión propuesta es general. La respuesta deja el asunto al juicio prudente del párroco, y pone énfasis en el derecho de un grupo estable a asistir a la Misa en la Forma Extraordinaria.
3. Un párroco puede programar una Misa pública en la Forma Extraordinaria por propia iniciativa (sin el pedido de un grupo de fieles) para el beneficio de los fieles, incluso de aquellos que no están familiarizados con el Usus antiquior. La respuesta de la Comisión aquí es idéntica al nº 2.
4. El calendario, las lecturas o los prefacios del Missale Romanum de 1970 no pueden sustituir a las del Missale Romanum de 1962 en las Misas en la Forma Extraordinaria.
5. Mientras que las lecturas litúrgicas (Epístola y Evangelio) tienen que ser leídas por el sacerdote (o diácono/subdiácono) como preven las rúbricas, puede ser leída después, también por un laico, una traducción al vernáculo.
Fuente: The New Liturgical Movement
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo