El Arzobispo de Colombo, Mons. Malcolm Ranjith ha llamado a toda su arquidiócesis a celebrar un Año Eucarístico. Como parte de la convocatoria ha enviado una carta circular a todo el clero, religiosos, y miembros de los institutos y apostolados arquidiocesanos. La carta es extensa, pero valiosísima.
Queridos hermanos,
[Premisa espiritual]
La Eucaristía es el don sacramental de Sí mismo de Jesús para nosotros. La Iglesia, por tanto, toma vida de este maravilloso Sacramento y no puede sobrevivir sin él. Se trata de la Presencia Real y vivificante del Señor y Maestro en la comunidad de Sus discípulos.
El Señor Eucarístico sostiene a la Iglesia universal, y la fortalece de modo que pueda resistir los ataques del mal tanto interiores como exteriores. Esto se realiza por medio de nuestra comunión íntima con Él. Cada vez que lo recibimos en estado de gracia, Él nos une a Su acto de auto-donación; nos asimila y transforma según Su imagen. Éste es el principio vivificante de la Santísima Eucaristía. La Iglesia es, así, poderosamente transformada y se convierte en la presencia continua de Cristo en la historia. Cada Iglesia local que participa en este Alimento místico y celestial, se convierte en parte de esa Presencia suprema.
La arquidiócesis de Colombo también desea ahondar en el misterio vivificante de la Santísima Eucaristía, en vistas a transformarse y a convertirse en una bendición para todos los que la rodean. Desea hacer una pausa y reconsiderar sus bendiciones y fortalezas junto con sus preocupaciones y dificultades, y desea ser renovada y llenada con la Vida del Señor Eucarístico. Ella reconoce la centralidad de este maravilloso Sacramento en su vida de fe, y desea estar cada vez más unida al Señor. Es por este mismo propósito que hemos decidido instituir un año especial de la Eucaristía en la arquidiócesis de Colombo, centrando firmemente nuestra fe en Él.
Deseo dirigirme a todos nuestros sacerdotes, religiosos y fieles laicos e informarles sobre las actividades previstas para este Año de la Santísima Eucaristía que comenzará el día 29 de agosto de 2010 en la Basílica Nacional de Nuestra Señora de Lanka en Tewatte. Culminará el 28 de agosto de 2011.
[Invitación a la oración y el ayuno]
Por encima de todo, está presente en nuestra mente que ésta es una iniciativa espiritual, y que debe ser aceptada y comprendida como tal. Por esto, desde el principio, apelo a todos los sacerdotes, religiosos y laicos para pedirles que recen todos los días pidiendo el Don del Espíritu Santo, de modo que podamos permitir al Espíritu de Dios que nos conduzca y guíe nuestro camino a través de este recorrido espiritual. Cuando y donde sea posible, animo al ayuno y a la penitencia, que son fuentes probadas de fortaleza espiritual, de modo que recordemos siempre el poder purificador y reconciliador de la Pasión de nuestro Señor. Los sacerdotes, religiosos y laicos están invitados a rezar en grupos y en la presencia de la Santísima Eucaristía, en los encuentros por decanatos o en otros ejercicios espirituales. Propongo un triduo de ayuno y oración para el miércoles, jueves y viernes 25, 26 y 27 de agosto, previo al lanzamiento del Año Eucarístico el 29 de agosto en la Basílica Nacional en Tewatte. Se recomienda que, donde sea posible, se realice la adoración y bendición eucarística el viernes 27 de agosto, después de la Misa de la tarde, como culminación de este triduo de oración y ayuno.
También deseo subrayar el valor del Sacramento de la Reconciliación, porque es importante que recibamos al Señor frecuentemente y en estado de gracia. Animo al uso intenso y frecuente de este gran sacramento de sanación, que nos abre a la amorosa y vivificante Misericordia de Dios.
[Eventos y asuntos de importancia general]
1. El Año de la Eucaristía iniciará oficialmente en la Basílica de Nuestra Señora de Lanka, en Tewatte, el 29 de agosto del 2010. A la 1:30 p.m., su Eminencia el Cardenal Antonio Cañizares Llovera, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos presidirá la ceremonia solemne. Invito a todos los sacerdotes, religiosos y laicos a tomar parte en este evento de inauguración del Año Eucarístico. Esperamos un representante por cada parroquia, congregación religiosa, apostolado, institución o escuela para participar en la procesión eucarística con un estandarte y un antorcha, cuyos detalles serán comunicados en breve por medio del Servicio Litúrgico Arquidiocesano a través de los coordinadores litúrgicos de los decanatos. Asegúrense de estar adecuadamente vestidos para este ejercicio espiritual. Recomiendo fuertemente un vestido decente color blanco.
2. El 29 de agosto, los sacerdotes celebrarán una Misa extra por la mañana donde sea necesario, de modo que la tarde les quede libre a todos los sacerdotes y fieles para venir a Tewatte. Los párrocos que tengan que venir desde lejos podrían venir en ómnibus con los fieles, de modo que puedan participar en la Misa de la mañana y estar en la Basílica antes del comienzo de la inauguración. Son bienvenidos otros estandartes sin citas acerca de la Eucaristía, aunque es posible que no se permita su uso en la procesión. Se espera que todas las parroquias participen en este evento junto con sus párrocos, sin excepción.
3. Todos los sacerdotes de la arquidiócesis, tanto diocesanos como religiosos, están cordialmente invitados a participar en la Convención de tres días sobre la Sagrada Liturgia, entre el 1º y el 3º de septiembre en la Universidad de Aquino, en Colombo. Espero la participación de todos los sacerdotes, sin excepción, desde el comienzo hasta el fin de la Convención. Por favor, informen a las parroquias e instituciones con anticipación, de modo que puedan estar presentes en Borella. Si por alguna cuestión insalvable alguien debe ausentarse, pídame personalmente permiso. No podemos disponer de alojamiento en Borella para aquellos sacerdotes que necesiten quedarse a pasar la noche en Colombo. Para esto, estarán disponibles en estos días la Casa de Retiros en Tewatte y el Instituto Subodhi en Piliyandala para que los sacerdotes que lo necesiten puedan pasar la noche. Por favor, asegúrense de informar al coordinador arquidiocesano por escrito antes del 25 de julio, y una vez que han reservado la habitación, asegúrense de ocuparla durante los tres días. Más información acerca de la Convención sobre la Eucaristía estará disponible a su debido tiempo.
4. Hemos decidido invitar a 5 sacerdotes de cada una de las demás diócesis, entre los que estarán los vicarios generales y los coordinadores diocesanos de liturgia. También serán invitados tres miembros de cada una de las congregaciones religiosas no clericales. Debido a circunstancias insuperables, no estamos en posición de invitar más participantes. Dado que se trata de muchas personas, no podremos proveerles alojamiento, y ellos deberán hacer sus propios arreglos al respecto. A todos los participantes se les proveerá de almuerzo y refrescos.
5. El domingo 5 de septiembre iniciará el Año Eucarístico en todas las parroquias e instituciones. Las parroquias pueden organizar un programa espiritual especial para ese día. Se pide a todos los párrocos, titulares de instituciones y directores de los distintos apostolados que organicen programas especiales para el Año, pero de modo que no entren en conflicto con las actividades a nivel arquidiocesano y de decanato. Por favor, envíenme los programas que hayan planeado en las parroquias, institutos y apostolados, por escrito antes del 1º de agosto, con una copia para el coordinador arquidiocesano de Liturgia.
6. El Año Eucarístico iniciará en las escuelas el 9 de septiembre. Por favor, sigan las instrucciones enviadas a las escuelas por el encargado de las escuelas católicas, el Rev. P. Ranjith Madurawela. Programas especiales han sido ya planificados para las escuelas por la Oficina de Educación, y se irán desenvolviendo en las escuelas durante el Año.
7. Se pide a los religiosos que aprovechen el Año de la Eucaristía para la renovación espiritual dentro de sus propias congregaciones y comunidades, y para pensar especialmente acerca de su misión dentro de la arquidiócesis de Colombo. Pueden participar activamente en las parroquias, escuelas, instituciones y apostolados para hacer de este Año un año muy significativo. Apelo muy especialmente a las órdenes contemplativas para que recen incesantemente durante este Año pidiendo la guía del Espíritu de Dios. Los religiosos podrían también tomar los temas sobre la Eucaristía sugeridos por la arquidiócesis para sus propios retiros mensuales y anuales.
8. Pido a todas las parroquias, casas religiosas, escuelas e instituciones que dispongan de estandartes con el tema y el logo del Año de la Eucaristía, como un signo de testimonio público y como recordatorio para todos los fieles de que éste es un Año de renovación espiritual. Las familias pueden unirse a esto mostrando, donde sea posible, estandartes o banderas en sus casas, especialmente en las carreteras principales.
9. El himno del Año Eucarístico estará disponible en las tres lenguas [inglés, sinhala y tamil] para todos los coordinadores de Liturgia de los decanatos el día 15 de julio. Se pide a ellos que hagan copias para ser distribuidas entre las parroquias, casas religiosas, escuelas e instituciones. Se espera que todos los fieles conozcan este himno para cuando lleguen a Tewatte en agosto. Por favor, hagan uso del CD con la pista musical para aprender el himno.
10. También está lista una pequeña oración para el Año Eucarístico en las tres lenguas. Esta oración ha de ser rezada antes del comienzo de las Misas a partir del 29 de agosto del 2010.
11. El Año de la Santísima Eucaristía culminará el último domingo de agosto del 2011 en Tewatte, y presidirá en esa ocasión su Eminencia el Cardenal Schönborn, arzobispo de Viena.
[Metas específicas]
1. Por sobre todas las cosas experimentamos la urgencia de vivir la Eucaristía en la vida cotidiana, por medio de obras de caridad bien coordinadas y direccionadas. He pedido a Seth Sarana, el brazo de los servicios sociales de la arquidiócesis, que elabore un plan de acción al respecto. La Santísima Eucaristía es fraccionada antes de su recepción. Sólo así se convierte en nuestra fuerza y alimento. La uva es prensada y aplastada antes de convertirse en la Santísima Sangre que nos purifica y engendra nueva vida. De modo similar, nosotros necesitamos ser partidos para los demás, y ser prensados en pro de la justicia y la paz, al tiempo que creemos y celebramos este Santísimo Sacramento. Por eso, pido seriamente a todos los sacerdotes, religiosos y laicos que combinen la devoción con la acción, para mostrar nuestro amor por los pobres y los menos afortunados de nuestra sociedad, comprometiéndonos en las obras de misericordia corporales. Que nuestro amor alcance no sólo a los pobres, sino también a la naturaleza, para que nuestra espiritualidad eucarística incorpore también una eco-espiritualidad. No olvidemos que el pan que se convierte en el Cuerpo de Cristo, y que el vino que se convierte en la Sangre de Cristo son dones de Dios y frutos de la tierra que se transforman en alimento por medio del trabajo humano. Que este Año de la Eucaristía sea verdaderamente un año para vivir el amor del Señor con nuestros hermanos y hermanas, y un año que nos haga agradecidos con Dios por Su maravillosa creación, salvaguardando el equilibrio de la naturaleza. El Papa Benedicto XVI habló de dicho compromiso a favor de la creación cuando declaró: “La Eucaristía misma proyecta una luz intensa sobre la historia humana y sobre todo el cosmos. En esta perspectiva sacramental aprendemos, día a día, que todo acontecimiento eclesial tiene carácter de signo, mediante el cual Dios se comunica a sí mismo y nos interpela. De esta manera, la forma eucarística de la vida puede favorecer verdaderamente un auténtico cambio de mentalidad en el modo de ver la historia y el mundo” (Sacramentum Caritatis 92).
2. Al tiempo que somos enriquecidos con la fuerza y bendiciones del Señor Eucarístico, deseamos profundizar nuestra comprensión del Misterio de la Eucaristía. Ayudados e inspirados por la teología y la espiritualidad de la Eucaristía, deseamos aceptar la regulación de la celebración de la Liturgia no como algo que nos es impuesto, sino como algo que fluye naturalmente del misterio que debemos conservar, apreciar y salvaguardar. Deseo llamar la atención de todos los sacerdotes, religiosos y laicos sobre algunos aspectos:
2.1 El punto principal de referencia en todo lo relativo a las celebraciones litúrgicas dentro de la arquidiócesis de Colombo es “El Guardián Litúrgico”, que ya ha sido enviado a los sacerdotes de la arquidiócesis, y que a partir del 29 de agosto del 2010 llegará a todos los otros sacerdotes. Pido que fielmente acaten lo que allí está estipulado sin intentar implementar visiones u opiniones personales. Aquellos que desean hacer las cosas según su voluntad, hacen dioses de sí mismos, y eso es auto-idolatría. Durante este Año nos concentraremos muy especialmente en la eliminación de todas las prácticas erróneas en lo referente a la celebración de la Santísima Eucaristía, los Sacramentos y la Liturgia de las Horas. También llamo la atención en lo relativo a la renovación y construcción de iglesias: necesita hacerse en conformidad con las guías establecidas en “El Guardián”. En orden a profundizar nuestra comprensión de la Eucaristía deseo apelar a todos los párrocos, titulares de instituciones, rectores de escuelas, superiores de casas religiosas, para que organicen sesiones de formación litúrgica sobre la Eucaristía, los Sacramentos y la Liturgia de las Horas. Presten especial atención a la formación de los lectores, los coristas, y los organistas, sin descuidar los demás ministerios.
2.2 Apelo a todos los rectores de seminarios, a los administradores de los santuarios arquidiocesanos, a los superiores de instituciones y a los directores de los apostolados arquidiocesanos para que cooperen muy especialmente en este esfuerzo. Sin exceptuar a los demás, pero en tales lugares no podemos tolerar errores litúrgicos. Los vicarios episcopales y los decanos han sido instruidos a ser responsables de la implementación del “Guardián Litúrgico” en todas las parroquias y casas religiosas, mientras que el coordinador arquidiocesano de liturgia y los coordinadores de liturgia de los decanatos han sido autorizados a monitorizar de cerca el progreso de este emprendimiento. Los religiosos de la arquidiócesis no están exentos de seguir lo que ha sido aceptado como ley litúrgica de la arquidiócesis.
2.3 Se hará un esfuerzo para hacer comunes durante este año los cantos populares en latín. Con esta meta en mente, el coordinador arquidiocesano de liturgia, junto con el Sr. Francis D’Almeida estarán organizando sesiones de práctica en los 15 decanatos, y enseñarán a todos los coros algunos cantos en latín básicos, que podrían ser usados en las parroquias e instituciones. Cuando estas sesiones de práctica tomen lugar, las parroquias podrán cantar al menos el Kyrie, el Gloria, el Sanctus y el Agnus Dei en las misas dominicales de los primeros domingos de cada mes. El nº 36 de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia establece claramente los principios a este respecto. El latín continúa siendo la lengua de nuestro culto. Que este Año Eucarístico sea una ocasión para que resucitemos, al menos en alguna medida, esta tradición perdida. Pido a todos los sacerdotes, religiosos y laicos que cooperen. También deseo afirmar que, como está indicado en el Motu Proprio Summorum Pontificum del 7 de julio del 2007, se permite ahora a los sacerdotes e instituciones celebrar, donde sea apropiado, la Misa Tridentina y los Sacramentos en ese rito. En este caso, es mejor que los fieles sean preparados de antemano. Yo mismo espero celebrar una Eucaristía solemne en dicho rito en el futuro cercano, en la catedral arquidiocesano.
2.4 La subcomisión para la arquitectura y el arte sacro ha sido autorizada a identificar algunas iglesias que necesitan mejoras. Pido a los sacerdotes que no empiecen a renovar nada sin el permiso y la supervisión de esta subcomisión. La subcomisión ha sido recientemente reconstituida y es encabezada por el Rev. P. Cecil Joy Perera, nuestro coordinador de liturgia. Al mismo tiempo, el ars celebrandi requiere que pensemos seriamente acerca de los ornamentos para la Misa, los manteles del altar, los vasos litúrgicos y las vestiduras de los distintos ministerios litúrgicos. Que el Año de la Santa Eucaristía sea una ocasión para mejorar en todos estos aspectos de nuestra celebración.
2.5 La comisión litúrgica arquidiocesana intentará también proveer de material extra de lectura sobre la Santa Eucaristía en las tres lenguas. En este momento se está realizando un esfuerzo para proveer de un cuadernillo con reflexiones diarias sobre la Eucaristía, y para poner a disposición de todos al menos los principales documentos de la Iglesia sobre la Eucaristía. Pido que usemos este Año para leer, reflexionar y estudiar este material.
[Conclusión]
En el capítulo 6 del Evangelio de San Juan, Jesús pregunta a Sus discípulos si también ellos quieren dejarlo. Es Pedro quien responde: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”. Jesús había dicho esto porque después de Su discurso sobre la Eucaristía mucho comenzaron a abandonarlo. Ellos sólo querían milagros, pero Jesús quería ofrecerse a Sí mismo como el Verdadero Pan del Cielo. También ahora la gente parece buscar milagros, y a menudo, solamente milagros. Cuando Jesús comienza a hablar acerca de creer en Él, la gente parece perder interés. Parecen ir a otra parte. Recordemos que la Iglesia Católica es tan rica debido al tesoro de la Eucaristía. Todas las iglesias ofrecen la Palabra de Dios. Pero es la Iglesia Católica la que puede ofrecer la Eucaristía en toda su riqueza. Si las personas abandonan el rebaño por distintas razones, el Señor continúa preguntando a aquellos que están con Él si también quieren dejarlo. Necesitamos responder con Pedro, y responder no sólo por nosotros mismos sino también por aquellos que han abandonado el rebaño. Esto nos plantea el desafío de hacer volver a los que se han ido de la Iglesia, aunque no deberíamos comprender esto en un sentido estrecho, como un mero aumento de número. Alimentémonos del Señor Eucarístico y estemos listos para llevar Su Amor al mundo; recemos también siempre que sea posible por la unidad de todos los discípulos de Cristo. Que la Eucaristía nos transforme a todos en una bendición para los demás. ¡Que el Señor en la Santísima Eucaristía los bendiga y los proteja! ¡Que la Santa Madre y todos los santos intercedan por vosotros!
+Malcolm Ranjith
Arzobispo of Colombo
Dado el 16 de julio, Fiesta de Nuestra Señora del Carmen
Fuente: Arquidiócesis de Colombo
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo