En el primer día de este año, el Papa Benedicto XVI, por medio de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha erigido en Estados Unidos el Ordinariato Personal de la Cátedra de San Pedro, para los fieles anglicanos que quieren entrar en la plena comunión con la Iglesia católica y ha nombrado como primer ordinario al reverendo Jeffrey Steenson, ex-obispo anglicano, casado y con tres hijos, ordenado sacerdote católico en el año 2009. Presentamos una entrevista de Radio Vaticana al nuevo Ordinario.
Pienso que en el anglicanismo ha estado siempre el deseo profundamente arraigado de la unidad en el catolicismo. ¡Estaba en nuestro ADN, porque nosotros venimos de la Iglesia católica! Se me ocurre compararlo con el instinto de un ave migratoria: las aves migratorias quieren volver a casa. Y, en definitiva, éste es el corazón y el alma del Ordinariato: es aquello que se encuentra en la Lumen Gentium. La Constitución apostólica sobre la Iglesia habla de la dinámica interna que impulsa hacia la unidad católica existente en otras tradiciones eclesiales, y es esta dinámica interna que nos hace volver “a casa”, a Roma. Y éste es, en mi opinión, el concepto de fondo del Ordinariato: es el deseo de ser uno con Pedro y con los Apóstoles, con sus sucesores y con aquellos que están unidos en torno a él. Mi escrito preferido es el de san Ireneo de Lyon cuando afirma la necesidad de que todas las Iglesias estén en acuerdo con esta Iglesia: la Iglesia de Roma, precisamente por sus orígenes apostólicos. Es la Iglesia construida sobre Pedro y Pablo: ésta es nuestra visión, nuestra meta. ¡Queremos entrar en la vida plena de la Iglesia católica con mucha alegría en nuestro corazón!
¿Qué es un Ordinariato personal?
Estamos tratando de ponernos de acuerdo con el lenguaje técnico canónico, al cual muchos de nosotros no estamos acostumbrados. La idea del Ordinariato, con su expresión específica, ha nacido porque ya existe en el ámbito militar: el Ordinariato militar es la estructura a través de la cual los capellanes militares brindan su servicio más allá de territorios y límites. En este modelo nos hemos inspirado cuando la Santa Sede instituyó nuestro Ordinariato; es “personal” porque se refiere a la reunificación de personas que tienen una cultura litúrgica y eclesial distinta de la diócesis como gobierno territorial, que comprende a todos los fieles católicos dentro de una región geográfica. Por lo tanto, el concepto de “personal” indica que se hace referencia a un grupo específico de personas, que son aquellas que provienen de la tradición anglicana, y es una Ordinariato en el sentido de que tiene una estructura jurídica similar a la de una diócesis.
Usted ha sido llamado a guiar este Ordinariato. Una diferencia entre usted y, por ejemplo, el ordinario militar, consiste en el hecho de que usted no es un obispo católico. Y sin embargo se ocupará del cuidado pastoral de las personas que forman parte del Ordinariato…
Es cierto. Yo he sido ordenado en el seno de la Iglesia católica con una provisión pastoral, porque soy un sacerdote casado. No puedo recibir la ordenación episcopal debido a las antiguas tradiciones de la Iglesia al respecto. La gente, sin embargo, me ha dicho que, en la práctica, es mejor así: tengo todas las cargas de un obispo, sin tener sus honores… Pero pienso que el concepto es que se provea a la cura de las almas, la preocupación por los sacerdotes que serán incardinados en el Ordinariato y también los fieles laicos que se convertirán en miembros de él. Todas las responsabilidades de un obispo se reunirán en las manos del Ordinario y en su trabajo.
La Buhardilla de Jerónimo