sábado, 14 de maio de 2011

Dos Misas para una única Iglesia

Un solo rito romano en dos formas, antigua y moderna. Es la medicina de Benedicto XVI para sanar un desorden litúrgico que ha llegado "al límite de lo soportable". Para quien no se confía, ha salido un nuevo documento con las instrucciones

por Sandro Magister
 

ROMA, 13 de mayo de 2011 – Para comprender el por qué de la liberalización de la Misa en rito romano antiguo, decidida por Benedicto XVI con el Motu Proprio "Summorum Pontificum" del año 2007 y confirmada con la Instrucción "Universæ Ecclesiæ" difundida hoy, la guía más segura sigue siendo la Carta a los obispos con la que el papa Joseph Ratzinger acompañó ese Motu Proprio:

"Queridos Hermanos en el Episcopado..."

En esa carta, Benedicto XVI describía la situación "al límite de lo soportable" que intentaba sanar. Si no sólo los lefebvrianos – pero cuya voluntad de ruptura estaba "más en profundidad" – sino también muchas personas fieles al Concilio Vaticano II "deseaban no obstante reencontrar la forma, querida para ellos, de la sagrada Liturgia", es decir, volver al antiguo Misal, el motivo era el siguiente, a juicio del Papa:

"en muchos lugares no se celebraba de una manera fiel a las prescripciones del nuevo Misal, sino que éste llegó a entenderse como una autorización e incluso como una obligación a la creatividad, lo cual llevó a menudo a deformaciones de la Liturgia al límite de lo soportable. Hablo por experiencia porque he vivido también yo aquel periodo con todas sus expectativas y confusiones. Y he visto hasta qué punto han sido profundamente heridas por las deformaciones arbitrarias de la Liturgia personas que estaban totalmente radicadas en la fe de la Iglesia".

La convicción de Benedicto XVI es que, por el contrario, "las dos formas del uso del Rito romano pueden enriquecerse mutuamente". El rito antiguo podrá estar integrado por nuevas fiestas y nuevos textos, mientras que "en la celebración de la Misa según el Misal de Pablo VI se podrá manifestar, en un modo más intenso de cuanto se ha hecho a menudo hasta ahora, aquella sacralidad que atrae a muchos hacia el uso antiguo".

Es precisamente lo que sucede, a los ojos de todos, cada vez que el papa Ratzinger celebra la Misa: con el rito "moderno", pero con un estilo fiel a las riquezas de la tradición.

En la Instrucción "Universæ Ecclesiæ" difundida hoy con fecha 30 de abril de 2011, fiesta de san Pío V, se cita este otro pasaje de la carta de Benedicto XVI del año:

"No hay ninguna contradicción entre una y otra edición del 'Missale Romanum'. En la historia de la Liturgia hay crecimiento y progreso pero ninguna ruptura. Lo que para las generaciones anteriores era sagrado, también para nosotros permanece sagrado y grande y no puede ser  de improviso totalmente prohibido o incluso perjudicial".

Y por el contrario – confirma la Instrucción en el n. 19 – los fieles que celebran la Misa en rito antiguo "o deben sostener o pertenecer de ninguna manera a grupos que se manifiesten contrarios a la validez o legitimidad de la Santa Misa o de los sacramentos celebrados en la forma ordinaria".

Aquí a continuación el link hacia la Instrucción difundida el 13 de mayo de 2011 sobre la aplicación del Motu Proprio "Summorum Pontificum" del 2007.

Universæ Ecclesiæ

Mientras que ésta es la nota de síntesis elaborada por el director de la sala de prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi:

"La Instrucción sobre la aplicación del motu proprio..."
   
Tanto la Instrucción como la nota han sido difundidas en los principales idiomas. Así como se encuentra traducida en más idiomas, en la página web del Vaticano, también la carta del año 2007 de Benedicto XVI a los obispos.

Pero curiosamente, el Motu Proprio "Summorum Pontificum" sigue estando presente en la página web de la Santa Sede solamente en dos idiomas, y entre las menos conocidas: el latín y el húngaro:

Summorum Pontificum

El próximo 15 de mayo, IV domingo de Pascua, se celebrará en la basílica papal de San Pedro en el Vaticano, en al Altar de la Cátedra, por la primera vez, una Misa solemne en rito antiguo.

El celebrante será el cardenal Antonio Cañizares Llovera, prefecto de la Congregación para el Culto Divino

Dirigirá el coro el cardenal Domenico Bartolucci, anteriormente maestro perpetuo de la Capilla Musical Sistina

La Misa será la conclusión de un congreso sobre el motu proprio "Summorum Pontificum", entre cuyos expositores figuran el mismo cardenal Cañizares, el obispo Athanasius Schneider y monseñor Guido Pozzo, secretario de la pontificia comisión "Ecclesia Dei".

El programa del congreso:

"Una speranza per tutta la Chiesa"

Traducción en español de José Arturo Quarracino, Buenos Aires, Argentina.