El blog The New Liturgical Movement presenta una síntesis en siete puntos de una entrevista concedida por el Secretario de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, Mons. Guido Pozzo, a la versión en lengua alemana de Radio Vaticana. Presentamos nuestra traducción de la misma.
1. (Cuando fue consultado sobre la resistencia al usus antiquior) El antiguo Rito de la Misa tiene una riqueza profunda que necesita ser no sólo respetada, sino también redescubierta, para beneficio de la Liturgia, también de cómo hoy es celebrada. Estos prejuicios y resistencia tienen que ser superados por un cambio en la forma mentis, en la disposición. Se necesita una formación litúrgica más adecuada.
2. (Cuando fue consultado acerca del crecimiento del interés en el usus antiquior) Diría que sí está creciendo. También porque observamos que especialmente en las generaciones más jóvenes hay interés y popularidad de la antigua forma de la Misa. Y esto es una noticia sorpresiva.
3. (Cuando fue consultado por el número de los fieles interesados en la Forma Extraordinaria) Es ciertamente claro, también, que el valor de la Forma Extraordinaria del Rito no tiene que ver con los números. Ambas formas tienen el mismo valor y dignidad.
4. Soy de la opinión que en los seminarios debería ofrecerse a los seminaristas la oportunidad de aprender la celebración adecuada en la Forma Extraordinaria – no como una obligación, sino como una posibilidad. Donde sea posible, podría aprovecharse – para la formación de los sacerdotes – de aquellas instituciones que están bajo la jurisdicción de la Comisión Ecclesia Dei y siguen la disciplina litúrgica tradicional.
5. En la Carta a los Obispos que acompañaba el Motu proprio, el Papa Benedicto mencionaba por una parte la necesidad de actualizar el Santoral – por ejemplo, insertando los santos canonizados después de 1962, y por otra parte que deberían ser incorporados ciertos Prefacios del Misal de Pablo VI en orden a enriquecer el número de Prefacios del Misal de 1962. La Comisión Ecclesia Dei ha iniciado un proceso de estudio para cumplir con la voluntad del Santo Padre. En esto, creo, llegaremos pronto a una propuesta que, en breve, será enviada al Santo Padre para su aprobación.
6. Creo que debemos también reconocer que la Forma Ordinaria del Rito Romano ofrece una lectura más exhaustiva de la Escritura que el Misal de 1962. De todas formas, una reforma del Misal de 1962 en este punto no es fácil, porque uno debe tener en mente la relación entre las lecturas bíblicas y las antífonas o responsorios del Breviario Romano para el mismo día. Cabe recordar, también, que bajo Pío XII se agregó un número de lecturas adicionales para el Común de los Santos. Por consiguiente, no puede descartarse sin más una posible extensión de las lecturas de la Misa. Eso no significa que uno, sea obispo o sacerdote, pueda cambiar subjetiva y arbitrariamente la secuencia del Leccionario, o que pueda mezclar las dos Formas: con esto, el carácter mismo de ambas se pierde.
7. A la luz de estas explicaciones (cf. la Carta a los Obispos), es claro que se exhorta a los fieles católicos a evitar la participación en la Misa o la recepción de los Sacramentos de parte de un sacerdote de la FSSPX, porque están en una situación canónica irregular.