El derecho a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, debe ser defendido incansablemente. Lo ha reafirmado el Papa en el discurso a los obispos de Brasil de la región nordeste 5, recibidos al finalizar la visita ad limina. Los proyectos políticos deben contrastarse en nombre del Evangelio, que de manera velada o explícita legalizan el aborto y la eutanasia. En este sentido, los obispos tienen el derecho de indicar a los ciudadanos el modo de utilizar el instrumento del voto para promover el bien común. En este sector, de hecho, política y fe se tocan. Además, el Papa subrayó que una sociedad es verdaderamente humana y bien construida cuando promueve y respeta la trascendencia de la persona y no discrimina la presencia de símbolos religiosos en la vida pública.
The right to life from conception to natural death must be defended. The Pope reiterated this in a speech to the bishops of Brazil's Northeastern Region 5, on their Ad Limina visit. Political projects that in a veiled or otherwise explicit way legalize abortion and euthanasia must be opposed in the name of the Gospel. In this sense, the Pope said the bishops have the right to tell their citizens how to use their votes to promote the common good. In this area, he said, politics and faith meet. Furthermore, the Pope noted that a truly human and just society is one which promotes and respects the transcendent nature of the person and allows religious symbols to be displayed in public life.