terça-feira, 28 de julho de 2009
segunda-feira, 27 de julho de 2009
Hermenéutica de la Continuidad: Grandes retornos. "Iota unum" y "Stat veritas" de Romano Amerio
por Sandro Magister
Retornan a las librerías italianas, editados por Lindau, dos volúmenes situados entre los clásicos de la cultura católica, cuyo contenido está en impresionante sintonía con el título y con el fundamento de la tercera encíclica de Benedicto XVI: "Caritas in veritate".
Los dos volúmenes tienen por autor a Romano Amerio, literato, filósofo y teólogo suizo, fallecido en el año 1997 a los 92 años de edad. Alguien que lo estimaba mucho, el teólogo y místico don Divo Barsotti, sintetizó así el contenido de los dos volúmenes:
"Amerio dice en sustancia que los más graves males presentes hoy en el pensamiento occidental, incluido el pensamiento católico, se deben principalmente a un desorden mental general por el cual se pone la 'caritas' delante de la 'veritas', sin pensar que este desorden trastorna también la recta concepción que debemos tener de la Santísima Trinidad".
En efecto, Amerio ve precisamente en este derrumbe del primado del Logos sobre el amor –es decir, en la caridad desvinculada de la verdad – la raíz de muchas "variaciones de la Iglesia católica en el siglo XX": las variaciones que él describió y sometió a crítica en el primero y más imponente de los dos volúmenes citados: "Iota unum", escrito entre 1935 y 1985; las variaciones que lo llevaron a plantear la cuestión si con ellas la Iglesia no se convirtió en algo diferente de ella misma.
Muchas de las variaciones analizadas en "Iota unum" – pero bastaría una sola, una "iota", la que está en Mateo 5, 18 y que da el título al libro – impulsarían al lector a pensar que en la Iglesia se ha producido una mutación de la esencia. Pero Amerio analiza, no juzga. O mejor dicho, como cristiano íntegro que él es, deja el juicio para Dios, y recuerda que "portae inferi non praevalebunt", las puertas del infierno no prevalecerán, es decir, para la fe es imposible pensar que la Iglesia se pueda perder a sí misma. Siempre habrá una continuidad con la Tradición, también dentro de las turbulencias que la oscurecen y hacen pensar lo contrario.
Hay un estrecho vínculo entre las cuestiones planteadas en "Iota unum" y el discurso de Benedicto XVI del 22 de diciembre de 2005 a la curia romana, discurso capital por cuanto remite a la interpretación del Concilio Vaticano II y a su relación con la Tradición.
Esto no quita que el estado de la Iglesia descrito por Amerio de ninguna manera es pacífico.
En el discurso del 22 de diciembre de 2005, Benedicto XVI parangonó la babel de la Iglesia contemporánea con el marasmo que en el siglo IV siguió al Concilio de Nicea, descrito por san Basilio, testigo de la época, como "una batalla naval en la oscuridad de una tempestad".
En el epílogo que Enrico Maria Radaelli, fiel discípulo de Amerio, publica al final de esta reedición de "Iota unum", la situación actual es parangonada más bien con el cisma de Occidente, es decir, con los cuarenta años transcurridos entre los siglos XIV y XV y que precedieron al Concilio de Costanza, con la cristiandad sin guía y sin una segura "regla de la fe", dividida contemporáneamente entre dos o inclusive tres Papas.
En todo caso, reeditado hoy luego de varios años, "Iota unum" se confirma como un libro no sólo extraordinariamente actual, sino "constructivamente católico", en armonía con el magisterio de la Iglesia. En el epílogo, Radaelli lo muestra en forma irrefutable. La conclusión del epílogo se reproduce más abajo.
En cuanto al segundo libro, "Stat veritas", publicado por Amerio en 1985, está en continuidad lineal con el anterior. En él confronta la doctrina de la Tradición católica con las "variaciones" que el autor reconoce en dos textos del magisterio de Juan Pablo II: la carta apostólica "Tertio millennio adveniente", del 10 de noviembre de 1994, y el discurso al Collegium Leoninum de Paderborn, del 24 de junio de 1996.
El retorno de "Iota unum" e "Stat veritas" a las librerías hace justicia tanto a su autor como a la censura de hecho que se abatió durante largos años entre ambos libros capitales del autor. En Italia, la primera edición de "Iota unum" fue reimpresa tres veces, con una tirada total de siete mil ejemplares, a pesar de sus casi setecientas páginas que obligan a una lectura atenta. Luego fue traducido al francés, al inglés, al español, al portugués, al alemán y al holandés. Reunió a decenas de miles de lectores en todo el mundo. Pero para los órganos católicos oficiales y para la autoridad de la Iglesia era tabú, al igual que naturalmente para los adversarios. Caso más único que raro, este libro fue un "long seller" clandestino. Siguió siendo pedido aún cuando se agotó en las librerías.
La ruptura del tabú es reciente, en congresos, comentarios y recensiones. "La Civiltà Cattolica" y "L'Osservatore Romano" también se han despertado. Al comienzo del año 2009 apareció en Italia una primera reimpresión de "Iota unum", junto a los textos clásicos de "Fe & Cultura". Pero esta nueva edición del libro, a cargo de Lindau, junto a la de "Stat veritas", tiene además el valor del cuidado filológico por parte de Radaelli, el máximo conocedor y heredero intelectual de Amerio. Sus dos amplios epílogos son verdadera y realmente ensayos, indispensables para comprender no sólo el sentido profundo de los dos libros, sino también su permanente actualidad. Lindau, con Radaelli a cargo de la obra, tiene la intención de publicar en los próximos años la imponente "opera omnia" de Amerio.
A continuación presentamos una brevísima degustación del epílogo a "Iota unum": las consideraciones finales.
Toda la Iglesia en una "iota"
por Enrico Maria Radaelli
[...] La conclusión es que Romano Amerio se revela como el pensador más actual y vivificante del momento. Con el garbo teórico que distinguió todos sus escritos, con "Iota unum" él ofrece un pensamiento muy constructivamente católico, colmando un espacio filosófico y teológico de otro modo incierto respecto a interrogantes graves.
Él identifica e indica que en la Iglesia hay una crisis, una crisis que aparenta dominar a la Iglesia, aunque muestra que no la ha dominado; que parece derrumbarla, aunque no la ha derrumbado.
Identifica luego e indica con claridad la causa primera de esta crisis en una variación antropológica y, ante todo, metafísica.
Identifica e indica por último los instrumentos lógicos (inscritos en el Logos) necesarios y suficientes (heroicamente suficientes, pero suficientes) para superarla.
Amerio hace todo esto desarrollando un “modelo de continuidad” con la Tradición, de ordenada y por eso perfecta obediencia al Papa, de íntima adhesión a la regla próxima de la fe, que parecería ilustrar totalmente cómo se entiende esa "hermenéutica de la continuidad" pedida por el Papa Benedicto XVI en el discurso a la curia romana, del 22 de diciembre de 2005, para mantenerse seguro por la senda de la razón, lo que equivale a decir sobre la senda de la salvación, o sea, sobre la senda de la Iglesia para perseguir la vida.
Romano Amerio: crítico sí, pero jamás discontinuador. Este "modelo de continuidad" totalmente ameriano hoy espera sólo ser finalmente reconocido, y por eso finalmente apreciado. Quien sabe, quizás también seguido, por el bien común (teórico y práctico, filosófico y ético, doctrina y litúrgico) de la Ciudad de Dios, con la simplicidad y el valor necesarios.
Si con el uso de la ambigüedad y de la contradicción se ha llegado a cumplir una revolución antropológica a favor de las más vanas fantasías, tanto más se podrá cumplir, y con menos esfuerzo, una más sana revolución antropológica a favor de la Realidad, ya que es más fácil ser simples que ser complicados.
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Los libros:
Romano Amerio, "Iota unum. Studio delle variazioni della Chiesa cattolica nel secolo XX", a cura di Enrico Maria Radaelli, prefazione del card. Darío Castrillón Hoyos, Lindau, Torino, 2009.
Romano Amerio, "Stat veritas. Séguito a Iota unum", a cura di Enrico Maria Radaelli, Lindau, Torino, 2009.
Además de la italiana, está disponible también la versión inglesa de "Iota unum":
Romano Amerio, "Iota unum. A Study of Changes in the Catholic Church in the Twentieth Century", Sarto House, Kansas City, MO, 1996.
Los anteriores servicios de www.chiesa sobre Romano Amerio:
Grandes retornos: Romano Amerio y las variaciones de la Iglesia católica (15.11.2007)
"La Civiltà Cattolica" rompe el silencio. Sobre Romano Amerio (23.4.2007)
Fine di un tabù: anche Romano Amerio è “un vero cristiano” (6.2.2006)
Un filosofo, un mistico, un teologo suonano l’allarme alla Chiesa (7.2.2005)
Fonte: Chiesa
Due anni dopo il Summorum Pontificum: la situazione in Italia.
Visualizza Gli straordinari frutti della Grazia al tempo di Benedetto XVI in una mappa di dimensioni maggiori
ROMA - Una diffusione a macchia di leopardo, con qualche sorpresa, che vede una attività consistente al Nord e al centro Italia, e meno interesse al Sud. È questa la situazione delle messe secondo l’antico rito tridentino quando manca ormai poco allo scadere dei primi due anni dall’entrata in vigore del motu proprio Summorum Pontificum, con il quale Benedetto XVI nel 2007 decise di liberalizzare la liturgia preconciliare per venire incontro alle istanze delle persone e dei gruppi rimasti legati alla vecchia messa.
Con quel documento, contestato apertamente anche da alcuni vescovi, e la cui accettazione e applicazione è stata più difficile del previsto, Papa Ratzinger intendeva promuovere una vera riconciliazione, ridando piena cittadinanza all’antico rito romano, definito ora «straordinario», accanto al rito romano ordinario scaturito dalla riforma liturgica post-conciliare. Più volte, in questi due anni, sono state segnalate le difficoltà, i veti, i dinieghi, anche da parte di vescovi diocesani che hanno negato la messa antica ai fedeli che gliela chiedevano, nonostante l’autorizzazione del Papa. Quasi mai però si è parlato delle risposte positive, cioè delle città e dei paesi italiani dove, seppure a volte non senza molta fatica, le celebrazioni sono incominciate e in molti casi continuano regolarmente.
Da un primo sguardo all’elenco completo si vede come le messe in italia siano 113. Di queste non tutte hanno cadenza settimanale e in qualche caso sono state celebrate una tantum. «Il Nord sta relativamente bene, il Sud va male - spiega al Giornale Emanuele Fiocchi, 33 anni, esperto di marketing e comunicazione, fedele tradizionalista che coordina il sito www.rinascimentosacro.com - mentre la Toscana è la regione più rigogliosa, che ha un coordinamento regionale intitolato a Benedetto XVI». Nel paziente e aggiornato elenco si trova anche la situazione di altri Paesi europei, come la Spagna, dove le messe antiche sono in numero sensibilmente inferiore a quello italiano. L’Italia, almeno sulla carta, appare quindi un’oasi felice. Ma è davvero così? «Diciamo che si sta meglio che altrove - continua Fiocchi». A Roma le messe sono una decina, tre a Bologna e altrettante a Firenze, due a Genova, due a Milano (dove peraltro vige il rito ambrosiano, non citato dal motu proprio del Papa). Buona la diffusione in Lombardia, con messe anche a Brescia, Bergamo, Legnano, Pavia, Desenzano, Mantova, Varese. Relativamente buona la copertura in Veneto (Venezia, Vicenza, Verona, Padova, Treviso, Belluno, Vittorio Veneto), sostanzialmente gestita dall’associazione «Una Voce - Venetia» e nel Friuli-Venezia Giulia. «Un buco anomalo - spiega il curatore di Rinascimento sacro - c’è in Trentino». Resistenze e situazioni difficili si sono verificate ad esempio a Cremona, Crema, San Remo (in controtendenza con la situazione più rosea della Liguria), mentre difficoltà si registrano in Piemonte.
«La media della frequenza a queste celebrazioni - aggiunge Fiocchi - è di circa trenta persone, con punte che arrivano a 80 e anche a 100, come nel caso di Bergamo». Spesso i gruppi di fedeli tradizionalisti non riescono ad aggregare persone. In più di un caso, vecchie situazioni di scontro con le autorità ecclesiastiche e isolamento, nonché commistioni politiche, hanno creato e continuano a creare problemi. «Ci sono casi di boicottaggio da parte del clero, c’è la difficoltà a trovare sacerdoti in grado di celebrare secondo il rito antico e spesso le messe, quando vengono concesse, non sono inserite in alcun calendario o bollettino diocesano e dunque i fedeli non sanno che ci sono». Una nuova fase attuativa del motu proprio, secondo Fiocchi, dovrebbe portare a garantire la possibilità di celebrare tutti i sacramenti anche se le chiese non sono parrocchiali e chi frequenta arriva da altre parrocchie.
Tra i segnali positivi c’è la nascita di vocazioni: giovani che si sono convertiti incontrando le comunità tradizionaliste e che ora vorrebbero diventare sacerdoti seguendo il vecchio rito.
* a causa dell'alto traffico la mappa potrebbe risultare visualizzata in maniera incompleta.
Fonte: Il Giornale
sábado, 25 de julho de 2009
domingo, 12 de julho de 2009
Falta fe en la Presencia Real
Por Deborah Morlani
La Sagrada Liturgia es uno de los lugares más importantes donde debiéramos comenzar nuestras consideraciones cada vez que dirigimos nuestra atención hacia los problemas en la fe, o al deseo de volver a poner énfasis o reafirmar alguna verdad de fe. Esto se desprende naturalmente como una extensión del antiguo principio de lex orandi, lex credendi (reafirmado en el Catecismo de la Iglesia Católica, que señala que “la Iglesia cree como ora”) y también se ajusta a la experiencia y a la razón, que comprenden la importancia de las acciones y la práctica en relación con los principios y las creencias.
En algunas instancias esta relación es más indirecta, pero en otras es mucho más directa. Un ejemplo de esto último es una crisis de fe que es bien conocida hoy en muchos lugares, a saber: la falta de fe en la Presencia Real de Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento. Abundan las historias de irreverencias y abusos contra el Santísimo. Los católicos culpables de tales cosas no son, muy probablemente, ni maliciosos ni malintencionados. En lugar de esto, lo que sucede es que tienen poco o ningún sentido de lo que hacen y de a Quien se lo están haciendo. A menudo, ni siquiera es culpa de ellos, ya que la culpa debe adjudicarse en gran parte al pobre estado de la Sagrada Liturgia durante años en muchas parroquias, unido con una catequesis ausente o distorsionada.
La Sagrada Liturgia es el corazón y el torrente sanguíneo de la Iglesia. Nuestro acercamiento a la misma, por tanto, es capaz de transmitir claramente las creencias de la fe católica, pero también es capaz de oscurecerlas o distorsionarlas, lo que tiene claramente un efecto adverso. Si los textos y las ceremonias aprobadas de la Liturgia se siguen con fidelidad, belleza y reverencia, los fieles serán llevados, más probablemente, al sentido y a la fe en la Presencia Real. En contraste con esto, si la Misa se propone como un concierto de culto y alabanza, como una conferencia o una reunión comunitaria, entonces es mucho más probable que los fieles no vayan a tener ningún sentido o comprensión de la Eucaristía.
Por supuesto que podemos leer y hablar sobre la Presencia Real, pero es especialmente mediante la experiencia del encuentro con Cristo en la Liturgia que el corazón es movido a la fe y al amor. No considerar a la Liturgia como una parte de la solución es ignorar tanto esta realidad como la enseñanza de la Iglesia que sostiene que la Liturgia es fuente y cumbre de la fe cristiana: “es el lugar privilegiado de la catequesis [de los fieles]”, dado que “la catequesis está intrínsecamente unida a toda la acción litúrgica y sacramental” (CATIC 1074).
A muchos preocupa, y con razón, la poca fe en la Presencia Real en sus parroquias, pero lo que a menudo queda fuera de las discusiones sobre este asunto es una demasiado común exclusión, e incluso una negación, no sólo de la importancia primordial de la Sagrada Liturgia a la hora de buscar una solución; directamente se niega que la Liturgia tenga importancia alguna. Las soluciones que a menudo se enumeran son tener más catequesis, más adoración eucarística, y dar la Comunión de rodillas y en la lengua. Todas estas cosas ayudarán sin duda, son todas buenas e incluso necesarias. Pero si no tratamos de la necesidad de unas celebraciones apropiadas, reverentes y bellas de la Sagrada Liturgia, probablemente continuaremos viendo una ausencia de fe o una fe distorsionada en la Presencia Real.
Como el Santo Padre Benedicto XVI nos ha enseñado tan profundamente en Sacramentum Caritatis, “la mejor catequesis sobre la Eucaristía es la Eucaristía misma bien celebrada” (SC 64), y “es necesario que en todo lo que concierne a la Eucaristía haya gusto por la belleza. También hay que respetar y cuidar los ornamentos, la decoración, los vasos sagrados, para que, dispuestos de modo orgánico y ordenado entre sí, fomenten el asombro ante el misterio de Dios, manifiesten la unidad de la fe y refuercen la devoción” (SC 41).
Fuente: The New Liturgical Movement
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
I nuovi poteri e competenze dell'Ecclesia Dei
Con il motu proprio "Ecclesiæ Unitatem", l’Ecclesia Dei è stata incorporata nella Congregazione per la Dottrina della Fede e non è quindi più una Commissione indipendente, immediatamente soggetta al Papa. Questo non significa peraltro che Ecclesia Dei perda competenze. Continuerà ad essere responsabile dell’applicazione del motu proprio "Summorum Pontificum". Una limitazione di competenze in questo senso non risulta né da "Summorum Pontificum" né da "Ecclesiæ Unitatem". "Summorum Pontificum", al contrario, parla perfino di un’estensione delle competenze della Commissione
Solo per quanto concerne il dialogo dottrinale con la Fraternità S. Pio X (Ecclesiæ Unitatem, al n. 5 dice: "... Quandoquidem quæstiones ... ad doctrinam spectant ...), il lavoro della Commissione in futuro verrà portato avanti in stretta collaborazione con la Congregazione per la Dottrina della Fede, che ha la responsabilità di fondo. Questo trasferimento di competenze chiaramente fa seguito al n. 5 del recente motu proprio Ecclesiæ Unitatem: ut Commissionis Eccleisæ Dei structura denuo componatur, dum cum Congregatione pro Doctrina Fidei arte nectitur. In quanto questo dialogo concerne espressamente la dottrina, il lavoro dell’Ecclesia Dei è rivolto verso la Congregazione della Fede. Quindi il legislatore, il S. Padre, indica egli stesso che il dialogo con la FSSPX non concerne primariamente la liturgia, ma la dottrina. Tutti gli altri compiti che non riguardano questo dialogo, continuano ad essere autonomamente nella mani della Commissione, con la possibilità che argomenti strettamente alla liturgia possano esser risolti in collaborazione con al Congregazione per il Culto Divino e la Disciplina dei Sacramenti. La recente nomina di un secondo sottosegretario di questa Congregazione è indizio in questa direzione.
sábado, 11 de julho de 2009
Caso Recife et coetara: Benedicto XVI tiene todo bajo control... también en la Doctrina de la Fe.
Retractaciones. El Santo Oficio da una lección a monseñor Fisichella
La Congregación para la Doctrina de la Fe ha emitido una "clarificación" que de hecho rectifica el artículo, publicado en "L'Osservatore Romano" por el presidente de la Pontificia Academia para la Vida, sobre el aborto de una niña-madre brasileña. A continuación el documento
Désaveu. Le Saint-Office donne une leçon à Mgr Fisichella
La Congrégation pour la doctrine de la foi a publié un "éclaircissement" qui désavoue en fait l'article du président de l'Académie pontificale pour la vie paru dans "L'Osservatore Romano" à propos de l'avortement d'une fillette-mère brésilienne. Voici le document
Retractions. The Holy Office Teaches Archbishop Fisichella a Lesson
The congregation for the doctrine of the faith has released a "clarificatio" that in fact repudiates the article published in "L'Osservatore Romano" by the president of the pontifical academy for life, on the abortion performed on a Brazilian mother-child. Here's the document
Fuente: Chiesa
sexta-feira, 10 de julho de 2009
Recife: Benedetto XVI ordina alla Congregazione per la Dottrina della Fede di riconfermare l'immutabile dottrina della Chiesa in materia di aborto
La congregazione per la dottrina della fede ha emesso una "chiarificazione" che di fatto sconfessa l'articolo pubblicato su "L'Osservatore Romano" dal presidente della pontificia accademia per la vita, sull'aborto della bambina-madre brasiliana. Ecco il documento
di Sandro Magister
La "chiarificazione" è ciò che molti si aspettavano, dopo un controverso articolo pubblicato lo scorso 15 marzo dallo stesso quotidiano della Santa Sede, a firma dell'arcivescovo Rino Fisichella, presidente della pontificia accademia per la vita.
La "chiarificazione" ha tutti i crismi dell'ufficialità. È stampata a pagina 7 del quotidiano della Santa Sede, ma è annunciata in prima pagina all'interno della rubrica ufficialissima "Nostre informazioni".
L'articolo di Fisichella riguardava il caso di una giovanissima bambina-madre brasiliana, fatta abortire dei due gemelli che portava in grembo, ed è stato interpretato da molti come giustificativo di quel duplice aborto.
Ne è seguita una vivace controversia pubblica di cui www.chiesa ha riferito in due ampi servizi. Ma contemporaneamente sono state indirizzate alle autorità vaticane anche numerose proteste e richieste in via riservata.
Tra queste, c'è stato il passo compiuto da 27 dei 46 membri della pontificia accademia per la vita. Il 4 aprile essi hanno scritto una lettera collettiva a Fisichella, loro presidente, chiedendogli di correggere le "errate" posizioni da lui espresse nell’articolo.
Il 21 aprile Fisichella ha risposto loro per iscritto, respingendo la richiesta.
Il 1° maggio, 21 dei firmatari della precedente lettera si sono quindi rivolti al cardinale William Levada, prefetto della congregazione per la dottrina della fede, chiedendo alla congregazione un pronunciamento chiarificatore sulla dottrina della Chiesa in materia di aborto.
La lettera è stata consegnata il 4 maggio ma non ha ricevuto risposta. Gli scriventi seppero da un funzionario della congregazione che la lettera era stata inoltrata al segretario di Stato, il cardinale Tarcisio Bertone, "poiché l’articolo di Fisichella era stato scritto su sua richiesta".
Due membri della pontificia accademia per la vita hanno trasmesso allora direttamente al papa un dossier sulla vicenda.
L'8 giugno Benedetto XVI ha discusso il caso con Bertone e ha ordinato di pubblicare una dichiarazione che riconfermasse come immutata la dottrina della Chiesa in materia di aborto.
La "chiarificazione" pubblicata oggi su "L'Osservatore Romano" in data 11 luglio 2009 è precisamente il frutto di questa decisione.
Eccola testuale:
Chiarificazione della Congregazione per la Dottrina della Fede
Recentemente sono pervenute alla Santa Sede diverse lettere, anche da parte di alte personalità della vita politica ed ecclesiale, che hanno informato sulla confusione creatasi in vari Paesi, soprattutto in America Latina, a seguito della manipolazione e strumentalizzazione di un articolo di Sua Eccellenza Monsignor Rino Fisichella, Presidente della Pontificia Accademia per la Vita, sulla triste vicenda della "bambina brasiliana".
In tale articolo, apparso su "L'Osservatore Romano" del 15 marzo 2009, si proponeva la dottrina della Chiesa, pur tenendo conto della situazione drammatica della suddetta bambina, che — come si poteva rilevare successivamente — era stata accompagnata con ogni delicatezza pastorale, in particolare dall'allora Arcivescovo di Olinda e Recife, Sua Eccellenza Monsignor José Cardoso Sobrinho.
Al riguardo, la Congregazione per la Dottrina della Fede ribadisce che la dottrina della Chiesa sull'aborto provocato non è cambiata né può cambiare.
Tale dottrina è stata esposta nei numeri 2270-2273 del Catechismo della Chiesa Cattolica in questi termini:
«La vita umana deve essere rispettata e protetta in modo assoluto fin dal momento del concepimento. Dal primo istante della sua esistenza, l'essere umano deve vedersi riconosciuti i diritti della persona, tra i quali il diritto inviolabile di ogni essere innocente alla vita. “Prima di formarti nel grembo materno, ti conoscevo, prima che tu uscissi alla luce, ti avevo consacrato” (Ger 1, 5). “Non ti erano nascoste le mie ossa quando venivo formato nel segreto, intessuto nelle profondità della terra” (Sal 139, 15).
«Fin dal primo secolo la Chiesa ha dichiarato la malizia morale di ogni aborto provocato. Questo insegnamento non è mutato. Rimane invariabile. L'aborto diretto, cioè voluto come un fine o come un mezzo, è gravemente contrario alla legge morale: “Non uccidere il bimbo con l'aborto, e non sopprimerlo dopo la nascita” (Didaché, 2, 2). “Dio, padrone della vita, ha affidato agli uomini l'altissima missione di proteggere la vita, missione che deve essere adempiuta in modo degno dell'uomo. Perciò la vita, una volta concepita, deve essere protetta con la massima cura; e l'aborto come pure l'infanticidio sono abominevoli delitti” (Concilio Vaticano II, "Gaudium et spes", 51).
«La cooperazione formale a un aborto costituisce una colpa grave. La Chiesa sanziona con una pena canonica di scomunica questo delitto contro la vita umana. “Chi procura l'aborto, se ne consegue l'effetto, incorre nella scomunica latae sententiae” (Codice di Diritto Canonico, can. 1398), “per il fatto stesso d'aver commesso il delitto” (Codice di Diritto Canonico, can. 1314) e alle condizioni previste dal diritto (cfr. Codice di Diritto Canonico, cann. 1323-1324). La Chiesa non intende in tal modo restringere il campo della misericordia. Essa mette in evidenza la gravità del crimine commesso, il danno irreparabile causato all'innocente ucciso, ai suoi genitori e a tutta la società.
«Il diritto inalienabile alla vita di ogni individuo umano innocente rappresenta un elemento costitutivo della società civile e della sua legislazione: “I diritti inalienabili della persona dovranno essere riconosciuti e rispettati da parte della società civile e dell'autorità politica; tali diritti dell'uomo non dipendono né dai singoli individui, né dai genitori e neppure rappresentano una concessione della società e dello Stato: appartengono alla natura umana e sono inerenti alla persona in forza dell'atto creativo da cui ha preso origine. Tra questi diritti fondamentali bisogna, a questo proposito, ricordare: il diritto alla vita e all'integrità fisica di ogni essere umano dal concepimento alla morte... Nel momento in cui una legge positiva priva una categoria di esseri umani della protezione che la legislazione civile deve loro accordare, lo Stato viene a negare l'uguaglianza di tutti davanti alla legge. Quando lo Stato non pone la sua forza al servizio dei diritti di ciascun cittadino, e in particolare di chi è più debole, vengono minati i fondamenti stessi di uno Stato di diritto... Come conseguenza del rispetto e della protezione che vanno accordati al nascituro, a partire dal momento del suo concepimento, la legge dovrà prevedere appropriate sanzioni penali per ogni deliberata violazione dei suoi diritti” (Congregazione per la Dottrina della Fede, Istruzione "Donum vitae", III)».
Nell'Enciclica "Evangelium vitae" Papa Giovanni Paolo II ha riaffermato tale dottrina con la sua autorità di Supremo Pastore della Chiesa:
«Con l'autorità che Cristo ha conferito a Pietro e ai suoi Successori, in comunione con i Vescovi — che a varie riprese hanno condannato l'aborto e che nella consultazione precedentemente citata, pur dispersi per il mondo, hanno unanimemente consentito circa questa dottrina — dichiaro che l'aborto diretto, cioè voluto come fine o come mezzo, costituisce sempre un disordine morale grave, in quanto uccisione deliberata di un essere umano innocente. Tale dottrina è fondata sulla legge naturale e sulla Parola di Dio scritta, è trasmessa dalla Tradizione della Chiesa ed insegnata dal Magistero ordinario e universale» (n. 62).
Per quanto riguarda l'aborto procurato in alcune situazioni difficili e complesse, vale l'insegnamento chiaro e preciso di Papa Giovanni Paolo II:
«È vero che molte volte la scelta abortiva riveste per la madre carattere drammatico e doloroso, in quanto la decisione di disfarsi del frutto del concepimento non viene presa per ragioni puramente egoistiche e di comodo, ma perché si vorrebbero salvaguardare alcuni importanti beni, quali la propria salute o un livello dignitoso di vita per gli altri membri della famiglia. Talvolta si temono per il nascituro condizioni di esistenza tali da far pensare che per lui sarebbe meglio non nascere. Tuttavia, queste e altre simili ragioni, per quanto gravi e drammatiche, non possono mai giustificare la soppressione deliberata di un essere umano innocente» (Enciclica "Evangelium vitae", n. 58).
Quanto alla problematica di determinati trattamenti medici al fine di preservare la salute della madre occorre distinguere bene tra due fattispecie diverse: da una parte un intervento che direttamente provoca la morte del feto, chiamato talvolta in modo inappropriato aborto "terapeutico", che non può mai essere lecito in quanto è l'uccisione diretta di un essere umano innocente; dall'altra parte un intervento in sé non abortivo che può avere, come conseguenza collaterale, la morte del figlio:
«Se, per esempio, la salvezza della vita della futura madre, indipendentemente dal suo stato di gravidanza, richiedesse urgentemente un atto chirurgico, o altra applicazione terapeutica, che avrebbe come conseguenza accessoria, in nessun modo voluta né intesa, ma inevitabile, la morte del feto, un tale atto non potrebbe più dirsi un diretto attentato alla vita innocente. In queste condizioni l'operazione può essere considerata lecita, come altri simili interventi medici, sempre che si tratti di un bene di alto valore, qual è la vita, e non sia possibile di rimandarla dopo la nascita del bambino, né di ricorrere ad altro efficace rimedio» (Pio XII, Discorso al Fronte della Famiglia e all'Associazione Famiglie numerose, 27 novembre 1951).
Quanto alla responsabilità degli operatori sanitari, occorre ricordare le parole di Papa Giovanni Paolo II:
«La loro professione li vuole custodi e servitori della vita umana. Nel contesto culturale e sociale odierno, nel quale la scienza e l'arte medica rischiano di smarrire la loro nativa dimensione etica, essi possono essere talvolta fortemente tentati di trasformarsi in artefici di manipolazione della vita o addirittura in operatori di morte. Di fronte a tale tentazione la loro responsabilità è oggi enormemente accresciuta e trova la sua ispirazione più profonda e il suo sostegno più forte proprio nell'intrinseca e imprescindibile dimensione etica della professione sanitaria, come già riconosceva l'antico e sempre attuale giuramento di Ippocrate, secondo il quale ad ogni medico è chiesto di impegnarsi per il rispetto assoluto della vita umana e della sua sacralità» (Enciclica "Evangelium vitae", n. 89).
quinta-feira, 9 de julho de 2009
Benedicto XVI recibe a la Fraternidad Sacerdotal San Pedro
Fraternidad Sacerdotal de San Pedro
Carta Electrónica
2009-07-07
Queridos Hermanos,
Ayer, Julio 6, el Santo Padre recibió al Superior General, P. John Berg, en su biblioteca privada en el Vaticano. El P. Berg tuvo la oportunidad de hablar privadamente con el Santo Padre por cerca de 15 minutos acerca de la Fraternidad y agradecerle por todo lo que ha hecho por nosotros y por la Iglesia.
El Santo Padre se sintió alentado de oir acerca del trabajo que se ha hecho en los seminarios y en los apostolados de la FSSP. Él expresó su esperanza de que la Fraternidad continuaría en el intento y establezca apostolados con prescencia de sacerdotes a tiempo completo para que así pueda allí haber un completo cuidado de las almas. Benedicto XVI expresó apoyo e interés en el trabajo que se hace de enseñar a otros sacerdotes la Forma Extarordinaria del Rito Latino. Finalmente, cuando el P. Berg le preguntó si había algo mas que quisiera de la Fraternidad, el Santo Padre simplemente nos pidió “permanecer siempre fieles”.
Seguidamente a esta reunión el Santo Padre agradeció a los fundadores de la Fraternidad de San Pedro, quienes habían venido para la ocasión e impartió su bendición sobre ellos y sobre todos los miembros de la FSSP.
La reunión tuvo lugar precisamente en el 21 aniversario de la audiencia de los fundadores con Juan Pablo II en el Palacio Apostólico.
La Fraternidad de San Pedro está agradecida con el Santo Padre por concedernos este honor. Ad Multos Annos!
In Christo
P. Arnaud Evrat
Secretario General FSSP
Fr. John Zuhlsdorf : A quick note about Msgr. Perl
I have clarified the situation in the simplest way: I asked Msgr. Perl.
The long-suffering, long serving, Msgr. Perl has retired!
I sincerely wish him well. He worked in an unenviable position for over two decades years. He is also one of the kindest people I know in Rome. Certainly one of the kindest clerics!
Msgr. Perl remains a Canon of St. Peter’s Basilica and so he will remain for the time being in Rome.
I sincerely wish Msgr. Perl a happy retirement!
Source: W D T P R S
quarta-feira, 8 de julho de 2009
MOTU PROPRIO ECCLESIAE UNITATEM
CARTA APOSTÓLICA "MOTU PROPRIO"
ECCLESIAE UNITATEM
DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI
1. La tarea de custodiar la unidad de la Iglesia, con la solicitud de ofrecer todos las ayudas para responder en modos oportunos a esta vocación y gracia divina, corresponde de modo particular al Sucesor del Apóstol Pedro, el cual es el perpetuo y visible principio y fundamento de la unidad tanto de los obispos como de los fieles [1]. La prioridad suprema y fundamental de la Iglesia, en todo tiempo, de conducir a los hombres hacia el encuentro con Dios debe ser favorecida mediante el compromiso de llegar al común testimonio de fe de todos los cristianos.
2. En la fidelidad a tal mandato, al día siguiente del acto con que el Arzobispo Marcel Lefebvre, el 30 de junio de 1988, confirió ilícitamente la ordenación episcopal a cuatro sacerdotes, el Papa Juan Pablo II, de venerada memoria, instituyó, el 2 de julio de 1988, la Pontificia Comisión Ecclesia Dei “con la tarea de colaborar con los obispos, con los dicasterios de la Curia Romana y con los ambientes interesados, para facilitar la plena comunión eclesial de los sacerdotes, seminaristas, comunidades, religiosos o religiosas, que hasta ahora estaban ligados de distintas formas a la Fraternidad fundada por le arzobispo Lefebvre y que deseen permanecer unidos al Sucesor de Pedro en la Iglesia católica, conservando sus tradiciones espirituales y litúrgicas, según el protocolo firmado el pasado 5 de mayo por el cardenal Ratzinger y por el arzobispo Lefebvre” [2].
3. En esta línea, adhiriendo fielmente a la misma tarea de servir a la comunión universal de la Iglesia en su manifestación también visible y realizando todo esfuerzo para que a todos aquellos que tienen verdaderamente el deseo de la unidad se les haga posible permanecer en esta unidad o reencontrarla de nuevo, he querido ampliar y actualizar, con el Motu Proprio Summorum Pontificum, la indicación ya general contenida en el Motu Proprio Ecclesia Dei acerca de la posibilidad de usar el Missale Romanum de 1962, por medio de normas más precisas y detalladas [3].
4. En el mismo espíritu y con el mismo empeño de favorecer la superación de toda fractura y división en la Iglesia y de sanar una herida sentida de modo cada vez más doloroso en el tejido eclesial, he querido levantar la excomunión a los cuatro Obispos ordenados ilícitamente por Mons. Lefebvre. Con tal decisión, he querido quitar un impedimento que podía perjudicar la apertura de una puerta al diálogo e invitar de este modo a los Obispos y la “Fraternidad San Pío X” a reencontrar el camino hacia la plena comunión con la Iglesia. Como he explicado en la Carta a los Obispos católicos del 10 de marzo pasado, el levantamiento de la excomunión ha sido un procedimiento en el ámbito de la disciplina eclesiástica para liberar a las personas del peso de conciencia provocado por la censura eclesiástica más grave. Pero las cuestiones doctrinales, obviamente, permanecen y, hasta que no sean aclaradas, la Fraternidad no tiene un estatuto canónico en la Iglesia y sus ministros no pueden ejercer en modo legítimo ningún ministerio.
5. Precisamente porque los problemas que deben ser tratados ahora con la Fraternidad son de naturaleza esencialmente doctrinal, he decidido – a veintiún años del Motu Proprio Ecclesia Dei y en conformidad con cuanto me había reservado hacer [4] – repensar la estructura de la Comisión Ecclesia Dei, relacionándola de modo estrecho con la Congregación para la Doctrina de la Fe.
6. La Pontificia Comisión Ecclesia Dei tendrá, por lo tanto, la siguiente configuración:
1) El Presidente de la Comisión es el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe.
2) La Comisión tiene su propio diagrama orgánico compuesto por el Secretario y por los Oficiales.
3) Será tarea del Presidente, ayudado por el Secretario, someter los principales casos y las cuestiones de carácter doctrinal al estudio y al discernimiento de las instancias ordinarias de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y también someter los resultados a las superiores disposiciones del Sumo Pontífice.
7. Con esta decisión he querido, en particular, mostrar paternal solicitud hacia la “Fraternidad San Pío X” con el fin de reencontrar la plena comunión con la Iglesia.
Dirijo a todos una apremiante invitación a orar incesamente al Señor, por la intercesión de la Santísima Virgen María, “ut unum sint”.
Dado en Roma, junto a San Pedro, el 2 de julio de 2009, quinto año de Nuestro Pontificado.
BENEDICTUS PP. XVI
[1] Cfr Conc. Oecum. Vat. II, Const. dogm. de Ecclesia, Lumen gentium, 23; Conc. Oecum. Vat. I, Const. dogm. de Ecclesia Christi Pastor aeternus, c. 3: DS 3060.
[2] Ioannes Paulus II, Litt. ap. motu proprio datae Ecclesia Dei (2 Iulii 1988), n. 6: AAS 80 (1988), 1498.
[3] Cfr Benedictus XVI, Litt. ap. motu proprio datae Summorum Pontificum (7 Iulii 2007): AAS 99 (2007), 777-781.
[4] Cfr ibid. art. 11, 781.
Texto latino: Santa Sede
Texto italiano: Santa Sede
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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Según lo anticipado en la Carta del Santo Padre a los Obispos de la Iglesia Católica sobre el levantamiento de la excomunión de los cuatro obispos consagrados por el arzobispo Lefebvre (10 de marzo de 2009), es publicada hoy la Carta Motu Proprio “Ecclesiae unitatem”, con la cual es repensada y actualizada la estructura de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, instituida por el Papa Juan Pablo II en 1988.
Con el Motu Proprio “Ecclesiae unitatem” se explica sobre todo el motivo principal de tal reestructuración. El levantamiento de la excomunión a los cuatro obispos lefebvristas ha sido un procedimiento en el ámbito de la disciplina canónica para liberar a las personas del peso de la más grave censura eclesiástica, aún en la conciencia de que las cuestiones doctrinales permanecen y, hasta que no estén aclaradas, la “Fraternidad sacerdotal San Pío X” no puede gozar de un estatuto canónico en la Iglesia y sus ministros no ejercen de modo legítimo ningún ministerio en la Iglesia. Dado que los problemas son de naturaleza esencialmente doctrinal, el Santo Padre ha decidido repensar la estructura de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, relacionándola de modo estrecho con la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La Pontificia Comisión Ecclesia Dei mantiene la configuración actual, con algunas modificaciones en su estructura, que aquí se resumen:
1) El Presidente de la Comisión es el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe.
2) La Comisión, con un diagrama orgánico propio, está compuesta por el Secretario y por los Oficiales.
3) Es tarea del Presidente, ayudado por el Secretario, referir los principales casos y las cuestiones de carácter doctrinal al examen y al juicio de las instancias ordinarias de la Congregación para la Doctrina de la Fe (Consulta y Miembros de la Sesión Ordinaria/Plenaria), y someter los resultados a las disposiciones supremas del Sumo Pontífice.
El Cardenal William Levada, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y ahora electo Presidente de la Comisión Ecclesia Dei, ha expresado su gratitud al Santo Padre por la confianza demostrada con esta decisión, asegurando al Santo Padre, también en nombre de los Oficiales de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el empeño por el diálogo doctrinal con la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X.
El Santo Padre, con Carta autógrafa, ha agradecido vivamente al Cardenal Darío Castrillón Hoyos, hasta ahora Presidente, por su gran dedicación al trabajo de la Comisión Ecclesia Dei. Igualmente, el Santo Padre, a través del Cardenal Secretario de Estado, ha agradecido a Mons. Camille Perl por tantos años de servicio en la misma Comisión. A estos agradecimientos se ha unido también el Cardenal Levada, extendiéndolos a los Miembros y Expertos de la Comisión cuyo trabajo será ahora retomado por los Miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe y también por expertos elegidos según las necesidades para estudiar cuestiones particulares.
Dando la bienvenida al nombramiento de Mons. Guido Pozzo como Secretario de la Comisión, el Cardenal Levada ha puesto de relieve la preparación de Mons. Pozzo y su particular interés por las cuestiones de competencia de la Comisión Ecclesia Dei. Hasta ahora, Mons. Pozzo ha sido Ayudante de estudio de la Oficina Doctrinal de la Congregación para la Doctrina de la Fe y Secretario Adjunto de la Comisión Teológica Internacional.
Con el Motu Proprio publicado hoy, el Santo Padre ha querido mostrar particular y paternal solicitud hacia la Fraternidad de San Pío X, con el fin de superar las dificultades que aún permanecen para alcanzar la plena comunión con la Iglesia.
Fuente: Oficina de Prensa de la Santa Sede
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
terça-feira, 7 de julho de 2009
Caritas in Veritate: a identidade e a profissão pública da fé católica na sociedade
Dois anos de Summorum Pontificum em latim, mas não só, também em húngaro
Seria interessante tê-lo disponível em outras línguas como a maioria dos outros documentos papais.
A nova encíclica de Bento XVI Caritas in Veritate e a Hermenêutica da Continuidade
Gregor Kollmorgen
Hoje, no segundo aniversário da publicação do Motu Proprio Summorum Pontificum, a terceira encíclica do Papa Bento XVI, Caritas in Veritate [o texto está disponível em Alemão, Espanhol, Francês, Inglês, Italiano, Polonês e Português], a respeito da doutrina social - "sobre o desenvolvimento humano integral na caridade e da verdade" - foi publicada.
12. A ligação entre a Populorum progressio e o Concílio Vaticano II não representa um corte entre o magistério social de Paulo VI e o dos Pontífices seus predecessores, visto que o Concílio constitui um aprofundamento de tal magistério na continuidade da vida da Igreja. Neste sentido, não ajudam à clareza certas subdivisões abstractas da doutrina social da Igreja, que aplicam ao ensinamento social pontifício categorias que lhe são alheias. Não existem duas tipologias de doutrina social — uma pré-conciliar e outra pós-conciliar —, diversas entre si, mas um único ensinamento, coerente e simultaneamente sempre novo. É justo evidenciar a peculiaridade de uma ou outra encíclica, do ensinamento deste ou daquele Pontífice, mas sem jamais perder de vista a coerência do corpus doutrinal inteiro. Coerência não significa reclusão num sistema, mas sobretudo fidelidade dinâmica a uma luz recebida. A doutrina social da Igreja ilumina, com uma luz imutável, os problemas novos que vão aparecendo. Isto salvaguarda o carácter quer permanente quer histórico deste « património » doutrinal, o qual, com as suas características específicas, faz parte da Tradição sempre viva da Igreja. A doutrina social está construída sobre o fundamento que foi transmitido pelos Apóstolos aos Padres da Igreja e, depois, acolhido e aprofundado pelos grandes Doutores cristãos. Tal doutrina remonta, em última análise, ao Homem novo, ao « último Adão que Se tornou espírito vivificante » (1 Cor 15, 45) e é princípio da caridade que « nunca acabará » (1 Cor 13, 8). É testemunhada pelos Santos e por quantos deram a vida por Cristo Salvador no campo da justiça e da paz. Nela se exprime a missão profética que têm os Sumos Pontífices de guiar apostolicamente a Igreja de Cristo e discernir as novas exigências da evangelização. Por estas razões, a Populorum progressio, inserida na grande corrente da Tradição, é capaz de nos falar ainda a nós hoje.
Fonte: NLM
segunda-feira, 6 de julho de 2009
Deo gratias! Aniversário de dois anos da publicação do Motu Proprio Summorum Pontificum
No dia em que se comemora o segundo aniversário da publicação do Motu Proprio Summorum Pontificum com o qual o Papa Bento XVI estendeu a possibilidade de uso do Rito Gregoriano “a todo sacerdote católico de rito latino, tanto secular como religioso”, colocamos a disposição dos nossos leitores o vídeo integral da Solene Missa Pontifical na Forma Extraordinária do Rito Romano celebrado no último dia 21 de abril na Arquibasílica de São João do Latrão pelo Card. Cañizares Llovera, Prefeito da Congregação para o Culto Divino e Disciplina dos Sacramentos.
No ofuscante esplendor arquitetônico e artístico da Arquibasílica lateranense, “caput et mater omnium urbis et orbis ecclesiarum”, o cardeal celebra cumprindo com fidelidade os antigos gestos do rito, cada um dos quais evocando séculos, ou melhor, milênios de oração e devoção.
-Tradução ao Português do Motu Proprio
-Carta do Papa aos Bispos que acompanha o Motu Proprio
El arte sagrado, si es auténtico, remite a Dios
Hace algunos meses, Don Nicola Bux afirmaba en una entrevista que la sagrada y divina Liturgia, que incluye el arte sagrado, "es el atractivo de la Belleza que, a su vez, es el camino razonable de la Verdad". La espléndida homilía que a continuación ofrecemos (acompañada de dos de las imágenes a las que en ella se hace referencia), pronunciada por el Santo Padre al abrir nuevamente al culto la Capilla Paulina del Palacio Apostólico, es un magnífico ejemplo de cómo el auténtico arte sagrado remite necesariamente a la gloria de Dios.
Se realiza hoy, a pocos días de la solemnidad de los santos Pedro y Pablo y de la clausura del Año Paulino, mi deseo de poder reabrir al culto la Capilla Paulina. En las Basílicas Papales de San Pablo y de San Pedro hemos vivido las solemnes celebraciones en honor de los dos Apóstoles; esta tarde, casi como complemento, nos recogemos en el corazón del Palacio Apostólico, en la Capilla que ha sido querida por el Papa Pablo III y realizada por Antonio da Sangallo el Joven, precisamente como lugar reservado de oración para el Papa y para la Familia pontificia. Ayudan a meditar y a rezar de manera muy eficaz las pinturas y las decoraciones que la embellecen, en particular los dos grandes frescos de Miguel Ángel Buonarroti, que son los últimos de su larga existencia. Representan la conversión de Pablo y la crucifixión de Pedro.
La mirada es atraída sobre todo por el rostro de los dos Apóstoles. Es evidente, ya desde su posición, que estos dos rostros juegan un rol central en el mensaje iconográfico de la Capilla. Pero, más allá de la posición, nos llevan enseguida más allá de la imagen: nos interrogan y nos inducen a reflexionar.
Principalmente, detengámonos sobre Pablo: ¿por qué está representado con un rostro tan anciano? Es el rostro de un hombre anciano, mientras que sabemos – y lo sabía bien también Miguel Ángel – que la llamada de Saulo en el camino de Damasco ocurrió cuando tenía cerca de treinta años. La elección del artista nos lleva fuera del puro realismo, nos hace ir más allá de la simple narración de los eventos para introducirnos en un nivel más profundo. El rostro de Saulo-Pablo – que es el del mismo artista ya anciano, inquieto y en busca de la luz de la verdad - representa el ser humano necesitado de una luz superior. Es la luz de la gracia divina, indispensable para adquirir una nueva vista con la cual percibir la realidad orientada a la “esperanza que os espera en los cielos” – como escribe el Apóstol en el saludo inicial de la Carta a los Colosenses, que hemos escuchado recién (1,5).
El rostro de Saulo caído en tierra es iluminado desde lo alto, por la luz del Resucitado y, a pesar de su dramatismo, la representación inspira paz e infunde seguridad. Expresa la madurez del hombre interiormente iluminado por Cristo Señor, mientras alrededor gira una serie de eventos en el que todas las figuras se encuentran como en un remolino. La gracia y la paz de Dios han envuelto a Saulo, lo han conquistado y transformado interiormente. Esa misma “gracia” y esa misma “paz” anunciará él a todas sus comunidades en sus viajes apostólicos, con una madurez de anciano, no anagráfica sino espiritual, donada por el Señor mismo. Aquí, por lo tanto, en el rostro de Pablo, ya podemos percibir el corazón del mensaje espiritual de esta Capilla: el prodigio de la gracia de Cristo que transforma y renueva al hombre mediante la luz de su verdad y de su amor. En esto consiste la novedad de la conversión, de la llamada a la fe, que encuentra su realización en el misterio de la Cruz.
Del rostro de Pablo pasamos así al de Pedro, representado en el momento en que la cruz dada vuelta es levantada y él se vuelve a ver quien lo está observando. También este rostro nos sorprende. La edad representada aquí es la correcta, pero es la expresión la que nos maravilla e interroga. ¿Por qué esta expresión? No es una imagen de dolor, y la figura de Pedro comunica un sorprendente vigor físico. La cara, especialmente la frente y los ojos, parecen expresar el estado de ánimo del hombre frente a la muerte y el mal: hay como un desconcierto, una mirada aguda, tendida, casi buscando algo o a alguien, en la hora final. Y también en los rostros de las personas que están alrededor resaltan los ojos: reflejan miradas inquietas, algunos incluso asustados o extraviados.
¿Qué significa todo esto? Es lo que Jesús había dicho a su Apóstol: “Cuando seas viejo, otro te llevará donde tú no quieras”; y el Señor había añadido: “Sígueme” (Jn. 21, 18.19). Precisamente ahora se realiza la culminación del seguimiento: el discípulo no es más que el Maestro, y ahora experimenta toda la amargura de la cruz, de las consecuencias del pecado que separa de Dios, toda lo absurdo de la violencia y de la mentira. Si a esta Capilla se viene a meditar, no se puede escapar de la radicalidad de la cuestión planteada por la cruz: la cruz de Cristo, Cabeza de la Iglesia, y la cruz de Pedro, su Vicario sobre la tierra.
Los dos rostros, sobre los que se detiene nuestra mirada, están uno frente al otro. Más aún, se podría pensar que el de Pedro está dirigido precisamente al rostro de Pablo, el cual, a su vez, no ve pero lleva en sí la luz de Cristo resucitado. Es como si Pedro, en la hora de la prueba suprema, buscase aquella luz que ha dado la verdadera fe a Pablo. En este sentido, entonces, los dos íconos pueden convertirse en dos actos de un único drama: el drama del Misterio pascual: Cruz y Resurrección, muerte y vida, pecado y gracia.
El orden cronológico entre los acontecimientos representados está tal vez invertido pero emerge el plan de la salvación, aquel plan que el mismo Cristo ha realizado en sí mismo llevándolo a cumplimiento, como hemos cantado poco antes en el himno de la Carta a los Filipenses. Para quien viene a rezar en esta Capilla, y principalmente para el Papa, Pedro y Pablo se convierten en maestros de fe. Con su testimonio invitan a avanzar en profundidad, a meditar en silencio el misterio de la Cruz que acompaña a la Iglesia hasta el fin de los tiempos, y a acoger la luz de la fe, gracias a la cual la Comunidad apostólica puede extender hasta los confines de la tierra la acción misionera y evangelizadora que le ha confiado Cristo resucitado. Aquí no se hacen solemnes celebraciones con el pueblo. Aquí el Sucesor de Pedro y sus colaboradores meditan en silencio y adoran al Cristo viviente, presente especialmente en el santísimo Sacramento de la Eucaristía.
La Eucaristía es el sacramento en el que se concentra toda la obra de la Redención: en Jesús Eucaristía podemos contemplar la transformación de la muerte en vida, de la violencia en amor. Escondida bajo los velos del pan y del vino, reconocemos con los ojos de la fe la misma gloria que se manifestó a los Apóstoles después de la Resurrección, y que Pedro, Santiago y Juan contemplaron anticipadamente en el monte, cuando Jesús se transfiguró delante de ellos: evento misterioso, la Transfiguración, que el gran cuadro de Simón Cantarini vuelve a proponer en esta Capilla con fuerza singular.
En realidad, sin embargo, toda la Capilla – los frescos de Lorenzo Sabatini y Federico Zuccari, las decoraciones de otros numerosos artistas convocados aquí en un segundo momento por el Papa Gregorio XIII -, todo, podríamos decir, confluye aquí en un mismo y único himno a la victoria de la vida y de la gracia sobre la muerte y el pecado, en una sinfonía de alabanza y de amor a Cristo redentor que resulta altamente sugestiva.
Queridos amigos, al final de esta breve meditación, quisiera agradecer a cuantos han cooperado para que nosotros pudiésemos gozar nuevamente de este lugar sagrado completamente restaurado: al Profesor Antonio Paolucci y su predecesor el Doctor Francesco Buranelli que, como Directores de los Museos Vaticanos, se han ocupado de esta importantísima restauración; los diversos operadores especialistas que, bajo la dirección artística del Profesor Arnold Nesselrath, han trabajado sobre los frescos y sobre la decoración de la Capilla y, en particular, el Maestro Inspector Maurizio De Luca y su asistente Maria Pustka, que han dirigido los trabajos y han intervenido sobre los dos murales de Miguel Ángel, sirviéndose de la consulta de una comisión internacional formada por estudiosos de reconocida fama. Mi reconocimiento va también al Cardenal Giovanni Lajolo y a sus colaboradores del Governatorato, que han prestado especial atención a la obra. Y naturalmente un caluroso y debido agradecimiento dirijo a los beneméritos bienhechores católicos, americanos y no, es decir a los Patrons of the Arts, generosamente comprometidos en la salvaguardia y valorización del patrimonio cultural en el Vaticano, los cuales han hecho posible el resultado que hoy admiramos. A todos y a cada uno llegue la expresión de mi reconocimiento más cordial.
Dentro de poco, cantaremos el Magníficat. María Santísima, Maestra de oración y de adoración, junto con los santos Pedro y Pablo, obtenga abundantes gracias a cuantos vengan con fe a esta Capilla. Y nosotros esta tarde, agradecidos a Dios por sus maravillas y especialmente por la muerte y resurrección de su Hijo, elevamos a Él nuestra alabanza también por esta obra que hoy se completa. "A Aquel es que capaz de hacer infinitamente más de lo que podemos pedir o pensar, por el poder que obra en nosotros, a Él sea la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, por todas las generaciones y para siempre! Amén" (Ef. 3, 20-21).
domingo, 5 de julho de 2009
Restaurada a Capela Paulina no Vaticano "ad praeceptum Benedicti"
Sobre a restauração beneditiana da Capela Paulina leia os artigos:
I restauri della Cappella Paolina in Vaticano - L'ultima fatica di Michelangelo pittore
Il restauro della Cappella Paolina lascia aperti ancora molti interrogativi
Vespers for the Inauguration of the Newly Restored Pauline Chapel
Ratzinger, o Cardeal-Sacerdote: "Ele está obviamente interessado na verdade e quer que outros se interessem também pela verdade e não apenas nele"
Quando o cardeal Joseph Ratzinger foi proclamado Papa, eu lembro-me como se fosse hoje da alegria de um padre amigo que estava de pé ao meu lado, na praça de São Pedro.
«O cardeal Ratzinger», disse ele, «era um cardeal-sacerdote». Isso proporcionou-me uma visão surpreendente, que agora me faz sentir aquele momento.
Bento XVI inaugurou o Ano Sacerdotal. É a primeira vez desde que a Congregação para o Clero foi fundada, no Concílio de Trento, que a Igreja dá este destaque especial aos sacerdotes.
É apenas um dos muitos exemplos do quanto ele valoriza o sacerdócio. Noutros locais, a honra de Bento XVI pode ser vista mais claramente nos seus discursos para padres e seminaristas. Frequentemente, em tais ocasiões, ele tem falado sobre a necessidade de reafirmar a identidade do sacerdote, sobre a urgência de ser «humilde, mas um verdadeiro sinal do eterno Sacerdote, que é Jesus».
Mais especificamente, ele tem realizado discursos com palavras firmes de orientação e incentivo, principalmente considerando as pressões e desafios nos dias de hoje. Dirigindo-se ao clero, em Varsóvia, na Polónia, em 25 de Maio de 2006, ele lembrou-lhes que os fiéis «esperam somente uma coisa: que sejam especialistas na promoção do encontro do Homem com Deus. Ao sacerdote não se pede para ser perito em economia, em construção ou em política. Dele espera-se que seja perito em vida espiritual».
Ele acrescentou: «Diante das tentações do relativismo ou do permissivismo, não é de facto necessário que o sacerdote conheça todas as actuais, mutáveis correntes de pensamento; o que os fiéis esperam dele é que seja testemunha da eterna sabedoria, contida na palavra revelada. Cristo precisa de sacerdotes que sejam maduros, vigorosos, capazes de cultivar uma verdadeira paternidade espiritual. Para que isto aconteça, servem a honestidade consigo mesmos, a abertura ao director espiritual e a confiança na divina misericórdia».
Mas o ponto mais enfatizado por Bento XVI tem sido para que os sacerdotes vivam com Cristo no centro das suas vidas. Num discurso que fez no ano passado para os jovens e seminaristas no Seminário de São José, em Yonkers, Nova York, recomendou insistentemente que eles aprofundem a sua amizade com Jesus, o Bom Pastor, e falem de coração aberto com Ele.
«Rejeitai qualquer tentação de exibicionismo, carreirismo ou vaidade», disse. «Tendei para um estilo de vida caracterizado verdadeiramente pela caridade, castidade e humildade, à imitação de Cristo, o eterno Sumo Sacerdote, do qual vos deveis tornar imagem viva. Recordai-vos que aquilo que conta diante do Senhor é permanecer no Seu amor e irradiar o Seu amor pelos outros».
A sua principal preocupação é que os sacerdotes se concentrem na Eucaristia – algo que estava claro desde o seu primeiro discurso como Papa, na Capela Sistina, em Abril de 2005: «O sacerdócio ministerial nasceu na Última Ceia», disse ele. «Tudo o resto deve ser a vida de um sacerdote ‘moldada’ pela Eucaristia».
Quatro anos desde o monumental dia, quando vimos a eleição de Bento XVI na Praça de São Pedro, eu pedi ao meu amigo padre para me explicar o motivo pelo qual ele descreveu o Papa como sendo um «cardeal-sacerdote».
«Ele é primeiro padre e depois uma pessoa importante. Veja como ele se ajoelha diante da Eucaristia», continuou o sacerdote, que vem da Grã-Bretanha e trabalha numa paróquia italiana.
«Um gesto muito poderoso, mas não é realmente um gesto, é uma atitude normal quando você respeita a Eucaristia».
O padre concluiu: «Ele está obviamente interessado na verdade e quer que outros se interessem também pela verdade e não apenas nele. Os sacerdotes que não têm vocação para serem burocratas, só se tornam um deles quando são oprimidos e desmoralizados por uma diocese severa que possui “grandes iniciativas” e por alguns bispos que querem uma vida tranquila. Mas ele nunca perdeu de vista a razão pela qual se fez sacerdote, o que funciona e não funciona enquanto sacerdote».
Edward Pentin
Fonte: Mansidão
Na hora das trevas da “silenciosa apostasia” o Sucessor de Pedro age para que haja luz
Cidade do Vaticano (Agência Fides) - Clemente Romano, ao falar das mortes dos apóstolos Pedro e Paulo, observa que a inveja de alguns na própria comunidade cristã facilitou-as. Após dois mil anos, o pecado está sempre presente nos homens. Há os que se alegram com o Magistério pontifício, mesmo porque colocou um freio na interpretação “descontínua” do Concilio Vaticano II, explicando que os conflitos disseminados na área da doutrina, da educação e da liturgia são o resultado de um mal-entendido e que o Concilio foi claro.
O Papa é “Pedro”, o chefe dos apóstolos. Os seus irmãos Bispos pastoreiam legitimamente o rebanho de Cristo somente em união efetiva e afetiva com a Cátedra de Pedro. Caso contrário, retorna-se à experiência do século IV, quando quase todos os Bispos do mundo se dobraram à vontade de um imperador ariano. Somente o Papa, e um punhado de Bispos fiéis a ele, preservaram a fé católica. O Papa está ali para recordar que a Igreja não é uma estrutura humana. Esse também é o motivo pelo qual muitas culturas e muitos povos diferentes encontram nela a suão identidade.
Como muitas vezes lembrou o Servo de Deus João Paulo II, estamos no meio de uma “silenciosa apostasia”, que está se tornando cada vez menos silenciosa e cada vez mais evidente. Na história da Igreja nunca houve uma falta de fé assim tão disseminada. O adversário é sutil e insere flechas no fundo do coração dos homens, tão profundamente que são quase invisíveis. Basta pensar no profeta Daniel, que alertava que o adversário tomaria o poder em todas as nações de modo pacífico e com promessas.
O Cardeal J.H. Newman supunha que a apostasia do povo de Deus, em diversas épocas e lugares, tivesse sempre precedido os “anticristos”, tiranos como Antioco e Nero, Juliano o Apostata, os líderes ateus da Revolução francesa, cada “tipo” ou “presságio” do anticristo, que viria no fim da história, quando o mistério de iniquidade manifestaria a sua insensatez final e terrível. A incapacidade dos fiéis de viver a própria fé, alertava Newman, como nas épocas precedentes, teria levado “ao reino do homem do pecado, que teria negado a divindade de Cristo e colocado a si próprio em seu lugar” (M.D.O’Brien, O Inimigo, Cinisello Balsamo 2006, pp. 175-176).
Há a tentativa de reduzir a Igreja a uma agência mundial humanitária e a utopia que a unidade das nações possa ser realizada pelos organismos internacionais e não por Cristo. Mas o Senhor, mesmo se dorme no barco em meio à tempestade, no momento final despertará e aplacará as ondas. Depois voltará e nos perguntará por que tivemos tão pouca fé. Enquanto isso, carregamos a cruz. Observamos a traição. Sofremos.
Escreve ainda Newman: “O objetivo do diabo, quando semeia a revolução na Igreja é levá-la à confusão, para que a sua atenção se distraia e as suas energias se dispersem. Desse modo, enfraqueceremos justamente no momento da história em que precisamos ser mais fortes”. “Por que o Santo Padre não age? Não pode impor a esses prelados a obediência?”. “Ele fez isso repetidamente e do modo mais cristão. Mas não comanda uma polícia, ou um exército. Recentemente foi mais firme com os dissidentes […] A solução, porém, não é o autoritarismo, porque este somente jogaria gasolina no fogo da revolta. O Santo Padre age para que haja luz. Lembra a todos nós Aquele que levou a cruz e que nela morreu. Em suas mãos leva somente isso, uma cruz; fala sempre do triunfo da Cruz. Aqueles que não querem escutar responderão a Deus”.
Fonte: Agência Fides
sábado, 4 de julho de 2009
Vaticano segreto ma non troppo. Gli accademici pro-vita ricusano il loro presidente
Ai fatti pubblici lì riportati, tuttavia, vanno aggiunti importanti retroscena.
L’articolo di Fisichella – uscito il 15 marzo sulla prima pagina de “L’Osservatore Romano” – ha fatto colpo non solo per i contenuti e le modalità della pubblicazione, ma perché il suo autore è presidente della pontificia accademia per la vita.
Ebbene, 27 dei 46 membri che fanno parte di questa accademia scrissero il 4 aprile scorso una lettera collettiva a Fisichella, chiedendogli di correggere le “errate” posizioni da lui espresse nell’articolo.
Il 21 aprile Fisichella rispose loro per iscritto, respingendo la richiesta.
Il 1° maggio, 21 dei firmatari della precedente lettera si rivolsero quindi al cardinale William Levada, prefetto della congregazione per la dottrina della fede, chiedendo alla congregazione un pronunciamento sulla dottrina della Chiesa in materia di aborto.
La lettera fu consegnata il 4 maggio ma non ricevette risposta. Gli scriventi seppero da un funzionario della congregazione che la lettera era stata girata al segretario di Stato, il cardinale Tarcisio Bertone, “poiché l’articolo di Fisichella era stato scritto su sua richiesta”.
Due membri della pontificia accademia per la vita trasmisero allora direttamente al papa un dossier sulla vicenda.
L’8 giugno Benedetto XVI avrebbe discusso il caso con Bertone e avrebbe ordinato di pubblicare una dichiarazione che chiarisse la dottrina della Chiesa in materia di aborto.
Ma questo testo ancora non ha visto la luce. C’è chi si oppone a che sia pubblicato su “L’Osservatore Romano”. E c’è chi vorrebbe che sia trasmesso in via riservata solo a un ristretto numero di destinatari: i vescovi e gli accademici più direttamente coinvolti nella controversia.
Fonte: L'Espresso
La desobediencia está hiriendo a la Iglesia
"Los obispos que tienen profundas diferencias teológicas con el Papa están socavando la unidad de la Iglesia Católica", ha declarado un prominente obispo inglés.
El obispo Patrick O'Donoghue dijo que tales diferencias provocan que los párrocos ignoren la autoridad de sus obispos.
“La idea de que pueda haber diferencias teológicas entre un obispo y el Papa es simplemente una cosa increíble de admitir, pero es la verdad. Supongo que si los sacerdotes ven a los obispos mostrando infidelidad al Papa, no es nada sorprendente que, a su vez, muestren infidelidad a su obispo. Todos sabemos lo que Jesús dijo acerca de una casa dividida”.
Y agregó: “No es fuera de lo común que entre los sacerdotes surjan camarillas contra el Obispo, que ignoran con desdén sus directivas y consejo. Algunas veces, parece que el párroco y la parroquia declaran UDI [Declaración Unilateral de Independencia] del obispo y de la diócesis. También existe el peligro de que esto pase en la actitud de un grupo de obispos frente al Papa reinante”.
El obispo dijo que esta desunión crea una “conspiración de silencio” en la Iglesia. “Este cocktail de disenso, desobediencia e infidelidad ha resultado en lo que llamo ‘una conspiración de silencio’ entre grupos en la Iglesia. No hay diálogo real ni buena disposición para hablar abierta y honestamente acerca de nuestras diferencias”.
“Por ejemplo, no sé por qué mis documentos ‘¿Listos para la misión?’ se chocaron contra una pared de silencio entre los obispos de este país. Lo único que hice fue reiterar la enseñanza de la Iglesia, pero esto ha sido tratado como algo inaceptable, indecible. ¿Por qué?”.
El Obispo O’Donoghue ofreció su análisis en un retiro para sacerdotes de la diócesis de Northampton en Ars, la parroquia de San Juan María Vianney en Francia, en mayo. Llamó la atención al hecho de que “incontables sacerdotes, laicos e incluso obispos, creen que son libres para decidir por sí mismos qué significa ser católico”. Sugirió que la aceptación de la enseñanza de la Iglesia sobre la moralidad sexual es una “prueba de fuego” para los católicos.
“Por ejemplo, hemos sido testigos de un general rechazo a la perenne enseñanza de la Iglesia contra la contracepción. Esta es la prueba de fuego de la aceptación de la obediencia en la Iglesia. ¿Cuántos sacerdotes respaldan el rechazo claro como el cristal que la Gaudium et Spes hace de la contracepción, rechazo sostenido por los papas sucesivos – Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI? ¡Si rechazamos su enseñanza en este asunto, estamos diciendo, como sacerdotes, que sabemos más que el Sucesor de Pedro! ¿Es esto sostenible en un sacerdote?”.
El obispo O'Donoghue no solo criticó el disenso liberal, sino que también tuvo palabras agudas para los tradicionalistas que, dijo, tienen el peligro de caer en el “liturgismo”.
Dijo: “Con esto me refiero a la tendencia entre el clero y algunos laicos de centrarse solamente en la liturgia y en la vida sacramental, ignorando nuestra misión de salir del edificio de la Iglesia al mundo, donde vive la humanidad sufriente. Durante un siglo la Iglesia ha estado diciendo que la justicia social debería ser tanto una preocupación para los católicos como el atender a la Misa dominical. ¿Cuántos creen esto? ¿Cuántos sacerdotes animan a esto?”.
El obispo O'Donoghue también habló de la vida de San Juan María Vianney, cuyo 150 aniversario se celebra este año y quien es el patrono del Año Sacerdotal, trazando paralelos entre los desafíos enfrentados por el santo párroco y los desafíos que los sacerdotes enfrentan hoy.
Sostuvo que San Juan María Vianney tuvo un “agudo sentido de la necesidad de la salvación”, y que lo expresó en “todo su ser sacerdotal”. El obispo O'Donoghue urgió a los sacerdotes que lo escuchaban a reflexionar sobre un número de cuestiones relativas a sus roles e identidad como sacerdotes en el mundo moderno. Esto incluyó preguntas sobre las tendencias al consumismo y al alcohol; y sobre confrontar el mal y el verdadero arrepentimiento.
También les preguntó: “¿Es posible hablar hoy con los jóvenes acerca de la salvación? ¿Es necesario ir a confesarse regularmente? ¿Qué creen que diría el Cura de Ars?”. El P. Paul Ardí, un sacerdote que participó en el retiro, dijo: “Fue muy bueno. Habló de los desafíos que enfrentamos – si los evadimos, o si los enfrentamos”.
Fuente: The Catholic Herald
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo