En el Misal de la Forma Extraordinaria del Rito Romano encontramos el día 21 de este mes la Fiesta de éste Santo Evangelista y más abajo leemos: Misa Estacional en el Título de San Mateo en la vía Merulana: antiquísimo Título hoy desaparecido, que ya era mencionado en el Concilio Romano del 499 bajo el pontificado del Papa Símaco, en el cual uno de los que firma es: Andrés presbítero del título de san Mateo. Parece que en ese barrio en torno al Episcopium del Laterano y la via Merulana se hubiera intentado agrupar las memorias de los Apóstoles, ya que allí estaban: el oratorio del Evangelista san Juan, el de san Bartolomé in capite merulanae, san Mateo, san Andrés y de santo Tomás en Letrán; había otro oratorio de san Mateo en la diaconía de santa María in Xenodochio.
La Fiesta de hoy ya viene en el Jeronimiano, y los Orientales la celebran el 16 de Noviembre; las Actas del Apóstol son apócrifas, por lo que sabemos poco de sus gestas; san Ambrosio dice que muere en Persia y San Paulino entre los Partos. El original del Evangelio es arameo, traducido luego al griego, que conservamos.
Se dice que el cuerpo de san Mateo fue hallado en el año 954 en Velia, no lejos del golfo de Policastro, de donde se traslado a la Catedral de Salerno. Gregorio VII fue desde Montecasino en 1084 para completar la consagración del lugar; murió estando en ésta, la capital del ducado normando; por eso esta su cuerpo junto al del Evangelista; sus últimas palabras fueron: Amé la justicia y odié la impiedad, por eso muero en el exilio. En la antigua iglesia de Velia, dedicada a san Mateo, se conserva el sarcófago que custodiaban los huesos errantes del gran Evangelista.
La Fiesta de hoy ya viene en el Jeronimiano, y los Orientales la celebran el 16 de Noviembre; las Actas del Apóstol son apócrifas, por lo que sabemos poco de sus gestas; san Ambrosio dice que muere en Persia y San Paulino entre los Partos. El original del Evangelio es arameo, traducido luego al griego, que conservamos.
Se dice que el cuerpo de san Mateo fue hallado en el año 954 en Velia, no lejos del golfo de Policastro, de donde se traslado a la Catedral de Salerno. Gregorio VII fue desde Montecasino en 1084 para completar la consagración del lugar; murió estando en ésta, la capital del ducado normando; por eso esta su cuerpo junto al del Evangelista; sus últimas palabras fueron: Amé la justicia y odié la impiedad, por eso muero en el exilio. En la antigua iglesia de Velia, dedicada a san Mateo, se conserva el sarcófago que custodiaban los huesos errantes del gran Evangelista.
(Cardenal Schuster, Liber Sacramentorum)
Fuente: lexorandi.es